Tras jugar durante un tiempo en el modo Clásico, ya puedo escribir mi carta de amor definitva a la clase por antonomasia de Hearthstone.
Disfruto mucho en el modo Clásico. Incluso contra Sacerdotes. Yo antes odiaba a los Sacerdotes. Ahora me encanta jugar con ellos. Gane o pierda. He tenido partidas geniales con ellos.
Con todas las clases en general. Siempre hay los típicos mazos por todos conocidos de x clase, y luego gente que va probando cosas, aprendiendo, y con los que es muy divertido jugar, pues no sabes con qué te saldran.
Contra Magos no. Nunca me he encontrado uno que no juegue el mazo “Congelo, congelo, Alextrazza, bolas de fuego a la cara”. Si he jugado, pos, sobre contra 15 o 20 magos en classic, todos así.
Ellos van con sus reflejo exacto, su orador del sino, y un par de gnomos 1/1 pa robar y ale. Que total congelares me sobran, y tengo un secreto que aunque me hagas letal sobrevivo un turno. “¿Plantear mesa? ¿What? ¿Proponer Juego? Jombre va, si me caigo de pompis cuando me quiero atar los cordones, qué dices loco.”
Siempre juegan igual, siempre hacen lo mismo, debe ser superdivertido jugar 10 partidas con ese mazo.
Así que aprovecho para decirles a los veteranos que ahora se quejan de los Magos en Ventormenta, que es culpa suya. Los tuvistéis que exterminar cuando nacieron. Mirad en lo que evolucionaron: En Magos Cubos de Yogg, Magos Casino, Magos Baraja de Locura y esta aberración de Ventormeta. Os lo merecéis por no ser valientes en su día.
PD: Ya no me importa que me odiéis, Magos.