La Luz está ligada al alma del sujeto en cuestión, al igual que prácticamente todas las magias cósmicas de Warcraft.
El cuerpo terrenal no es más que un recipiente para el alma que lo mantiene atado al plano físico. Es por eso que por lo general, los cuerpos físicos sin alma (zombies, esqueletos básicos, necrófagos de los menos inteligentes, abominaciones, etc) carecen de capacidad para utilizar magia de casi ningún tipo (existen necrófagos y esqueletos capaces de canalizar hechizos, pero por ello he hecho la matización en estos casos completos). En cambio, espíritus, tanto atormentados, como banshees, como espíritus normales, son capaces de canalizar hechizos de todas las escuelas, sea Luz, Arcano, elemental etc
En cuanto a “qué” haría falta para forzar a alguien o algo a invocar la Luz es relativo. En diversas fuentes se menciona que para invocarla, se requiere Fe o determinación, pero los elfos de sangre durante The Burning Crusade la absorvían y usaban de M’uru de forma directa como si de una magia se tratara. Siguiendo con la magia, los gnomos la canalizan como tal, hasta el punto de que existe una suma sacerdotisa que es, básicamente, una maga (incluso conjura portales arcanos), y siguiendo con los gnomos, estos cuentan con inventos que pueden canalizar la Luz o mejorar dichas canalizaciones (pensados principalmente para curar la radiación). Por supuesto, luego está el tema de los constructos titánicos, los cuales cuentan con la habilidad de canalizar la Luz, a pesar de que alguno de ellos incluso no han llegado a desarrollar la individualidad suficiente como para ser considerados “personas” y no “robots”.
Enlazando con esto último, en el caso de los mecagnomos, cualquier excusa es válida, ya que no hay absolutamente ningún indicio de por qué los mecagnomos sacerdotes existen. Literalmente los metieron como podrían haberlos metido druidas o cazadores de demonio. Tienen el mismo trasfondo. (Ante la pregunta de por qué los gnomos de gnomeregan sí son sacerdotes, es debido a la pérdida de Gnomeregan, cosa por lo que los mecagnomos no pasaron, la radiación y sus necesidades de buscar una cura, y su cercanía con los enanos y humanos).
Por último, cabe destacar que, aunque los mecagnomos tengan conocimientos de mecanización e implantación de chips cerebrales, la plaga avanzó muchísimo más en ese aspecto en el ámbico no muerto, creando diversas abominaciones con bastantes mecanizaciones, aunque, por lo explicado antes, todas estaban pensadas para el combate físico.
Frío y eficaz. DG.