Con todo lo que hemos hecho por lore (que puñetas, incluso solo con lo que tú has reconocido, es LITERALMENTE imposible que seamos anónimos.
Que a ti personalmente no te guste lo de Legion no lo hace menos canon. Y lo de La Espada de Sargeras es de traca. Se nota un montón que Blizz, en un ataque de vagancia, pusiera a nuestros Seguidores, nuestros SUBORDINADOS, empuñando las armas artefacto por no currarse unos adalides de verdad.
Y en la batalla contra Arthas no podíamos ser los “ads” de Tirion porque el plan de Arthas es llevarnos a NOSOTROS, no a él, a su trono porque eramos nosotros los “Mayores héroes que Azeroth ha conocido” (palabras textuales de Arthas).
Tirion solo está alli como Deus ex machina, en un desenlace bien escrito ni siquiera habría asomado el casco.
Me explico: Para que el final apoteósico de una escena se note todavía más apoteósico, se coloca una escena de derrota insalvable justo antes.
La escena de la derrota es perfecta, porque directamente nos mata y cumple sus planes. El problema es que a veces, los autores se emocionan con esa escena y la hacen tan drástica que no hay forma lógica de superarla.
Y por tanto, se recurre al Deus ex machina.
Así que Tirion ahi lo único que hace es ocupar espacio y ser un plot device. Los que curran de verdad son los héroes (todavía no adalides)
Descalificar a alguien porque no te guste su trabajo no esta bien. Las historias se pueden contar de muchas maneras, pero los videojuegos destacan porque te hacen partícipe directo de esta.
Y las historias necesitan protagonistas. Nadie contará mi historia porque solo soy un chaval cuyo mayor logro es haber llegado a la universidad, en cambio, todo el mundo sabe quien es Alejandro Magno.
Es una constante en la narrativa humana desde el comienzo: en las historias tiene que pasar algo importante a alguien importante o que vaya a serlo en algún futuro. Si no, no tienen apenas interés.
Cuando yo juego al Darksiders soy uno de los Cuatro Jinetes, no un demonio random que les stalkea para enterarse de su historia.
Cuando juego al Sacred, soy el héroe que salvó Ancaria, no el herrero del pueblo.
Cuando juego a God of War soy Kratos, no un minotauro que pase por allí.
Y cuando juego al WoW, y me dice que represento a uno de los campeones de Azeroth por activa y pasiva, SOY ese héroe, no el soldado raso n° 23 que patrulla el camino de Villadorada a Ventormenta.
Y desde luego, un juego que directamente te miente en esa premisa es un juego con un serio problema.