[Manifiesto] Llamada a la rebelión contra Sylvanas

Las ciudades y asentamientos principales de la Horda amanecen con varios carteles colocados en vías públicas y tablones de anuncios. Los mortacechadores de la Jefa de Guerra se afanan por arrancar todos y cada uno de los textos que encuentran. Sin embargo, uno de ellos ha llegado a tus ojos, que dice lo siguiente:

La Horda de Sylvanas Brisaveloz es la Nueva Plaga.

Son estas palabras una dura e insoportable verdad. La expansión de la no-muerte en los territorios conquistados en Costa Oscura y la política de la Jefa de Guerra en alzar nuevos cadáveres tanto de la Horda como de la Alianza con sus val’kyr lo demuestran. El añublo renegado, ya peligroso en el pasado, es ahora una herramienta utilizada masivamente para sofocar y anular todo tipo de vida: tanto amiga como enemiga.

Sylvanas es la nueva tirana que Garrosh aspiró a ser: un monstruo despiadado, dictatorial, enemigo de la vida, del honor, del planeta, y sobre todo, de la propia Horda. La disidencia no es tolerada. Hoy se arresta y acalla a los que la critican. Entre ellos, al honorable Baine Pezuña de Sangre, de incuestionable lealtad hacia los pueblos que componen la Horda. Sin embargo, estos abusos y atropellos también han afectado a mi propia familia. Mi marido, Vaedhros Valagyr, fue asesinado hace unos días por los sicarios de Sylvanas durante un presunto “registro de la propiedad”. Los secuaces de la Jefa de Guerra, alegando que mi marido tomó las armas contra ellos para impedirles el paso, tuvieron que “neutralizarle”. Esto es una gran mentira. Vaedhros perdió el brazo y la pierna izquierda luchando en la Costa Abrupta, durante la invasión de la Legión Ardiente. Por ello, es físicamente imposible que mi marido se opusiera con violencia a ningún tipo de registro, pues apenas podía andar sin las ayudas y prótesis que utilizaba. La verdad es otra: Vaedhros fue asesinado a sangre fría por ser sospechoso de criticar su despiadado régimen.

Esta tiranía es insorportable. Ayer fue Baine, hoy mi marido, mañana tal vez los lacayos de la Dama Oscura alcen como no-muertos a los opositores de su reina, para utilizaros como peones sin voluntad. Ya se hizo durante el Asedio de Lordaeron, y volverá a ocurrir. Las próximas víctimas de Sylvanas podrían ser vuestros hermanos, hijos, padres, o vosotros mismos.

Soy una sin’dorei. Superviviente del Azote en Quel’Thalas. Mi pueblo sobrevivió a una masacre provocada por los no-muertos de la Plaga en la que todos perdimos amigos, familia, y seres queridos. Mi tierra aún está contaminada y marcada por aquella tragedia, y lo seguirá estando aún por mucho tiempo. Por esta misma razón, no puedo tolerar ni permitir que el mismo castigo que sufrió mi pueblo lo padezca ninguna nación ni raza más en el mundo, por muy enemiga de la Horda que sea. Nadie merece ese destino. No obstante, la misma Sylvanas, que en vida defendió Quel’Thalas, parece haberse olvidado del sufrimiento de su pueblo. En lugar de alejarse de la vileza del Rey Exánime, parece que ansía asemejarse a él, e incluso imitarle.

La quema de Teldrassil fue una abominación deshonrosa, pero de igual manera lo está siendo la campaña en Costa Oscura. Estas tierras arrebatadas a los kaldorei se está contaminando y tornando inhabitable debido al añublo renegado. Donde antaño crecían robustos y hermosos bosques ahora se extiende la putrefacción de la peste y la oscuridad de la no-muerte. Los caídos de los elfos de la noche, en lugar de permitir que descansen en su sueño eterno, son revividos como no-muertos para alimentar la maquinaria de guerra de la Nueva Plaga de Sylvanas.

Así pues, ¿qué sentido tiene conquistar nuevas tierras para la Horda si después van a ser convertidas en eriales plagados donde no se puede residir? Observad los casos de Gilneas, Costa Oscura, y Costasur. ¿Somos los vivos acaso una mera herramienta para expandir un reino de putrefacción y muerte? Yo creo que no.

Algunos podrán acusarme de no ser más que una traidora que detesta a la Horda y que busca fomentar una rebelión a través de este escrito para ayudar a la Alianza a ganar la guerra. Se equivocan. He luchado por la Horda en los Reinos del Este, en Kalimdor, Rasganorte, Pandaria, las Islas Abruptas, Argus, y recientemente en Zandalar. Mi historial de servicio a lo largo de estos años no tiene mácula. Mi lealtad está probada. Nunca escribiría estas palabras si no tuviese motivos de pesos para hacerlo, tantos morales como personales. Y si lo hago, es porque creo que tenemos la esperanza de acabar con esta tiranía.

La Horda ya se vio convulsionada en el pasado durante el mandato de Garrosh Gritoinfernal, quien con su represión de los disidentes, belicismo inagotable y supresión de la otras razas de la Horda propició un levantamiento encabezado por Vol’jin de los Lanzanegra. La rebelión triunfó, el déspota fue descabezado y se obtuvo la libertad. Quienes tengan memoria de estos hechos sabrán que la situación hoy en día es calcada a la que vivíamos en las vísperas de la insurgencia contra Garrosh.

Tenemos una Jefa de Guerra cruel y abyecta, que nos arroja a guerras sin honor, con métodos que atentan contra nuestros valores, espiritualidad, y creencias. Tenemos a una Jefa de Guerra que odia la vida y que extiende el reino de la muerte allá donde pisa. Tenemos a una Jefa de Guerra que envía a sus sicarios a silenciar a los que aman y desean otro tipo de Horda. Para ella, no somos más que peones que utilizar según su capricho.

Es suficiente.

Es hora de alzarse en armas y derribar esta nueva tiranía. Hay que enseñarle a Sylvanas la misma lección que Garrosh aprendió cuando fue derrotado en Orgrimmar: que la Horda no es una dictadura ni es el Azote, sino una familia de supervivientes que se apoya en momentos de necesidad. Por ello, no voy a poner mi espada al servicio de la Nueva Plaga de Sylvanas, sino que la voy a combatir hasta mi último aliento.

Por los pueblos que ansían la libertad y el honor en la Horda, y por mi amor eterno a mi marido asesinado.

Muerte a Sylvanas y a quienes la apoyan,

Seldune Namardan.

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Mistislev aparta de un empujón a uno de los mortacechadores y lee con calma el largo pergamino.

“La Horda de Sylvanas Brisaveloz es la Nueva Plaga.”

-Uhm… Menudo insulto a mis antiguos señores de la Plaga… Sin duda no estuvo allí… “Parecerse a Arthas”- se le escapa una pequeña carcajada y suspira exasperadamente- Parece que la histeria y los rumores de los ignorantes se apodera de los vivos…- llega al parte del añublo y la Peste- Definitivamente no hay conocimiento en sus palabras… Ni sobre el añublo… Ni la Nigromancia… -niega con la cabeza- Y parece que nunca haya puesto un pie en Costa Oscura -arquea una ceja al leer sobre la imaginaria muerte de la naturaleza- por lo que leo. Claro… como los renegados defienden las tierras de los orcos… para qué ir…? -Se dirige al mortacechador- Sería más rápido enseñarles a diferenciar sus locuras de la realidad… para ello tendrían que ganar esta estúpida rebelión y ver las consecuencias… pero nuestro trabajo es luchar por la horda, no contra ella. Quizá las sombras le retuerzan su mente… Hay que informar a los generales sobre este acto de traición… Aunque se deba a la ignorancia y al exceso de imaginación las pérdidas que ocasionan sí son reales…- recuerda que Baine no hizo una “crítica”, él mismo ya había echo muchas y vio a muchos otros hacerlas. Nunca ocurrió nada. Aunque sí recuerda como Baine se manchó las manos con sangre de la horda y escupió sobre las tumbas de aquellos que lucharon por el plan que destruyó.

-Señor ¿Algo más?- El mortacechador parecía cansado, angustiado, ahora no sólo debería luchar para proteger a la horda sino que debería tener cuidado, en cualquier comento podrían matarle simplemente por ser lo que era. Le recordaba a los viejos tiempos contra la Cruzada Escarlata. Con la diferencia que ahora le matarían aquellos a los que protege.
- No. Simplemente informa a tus superiores y… Estad atentos de los vivos, son susceptibles a las locuras del vacío- mientras señala el pergamino- o a las de la Luz- a la par que señalaba a uno de los Brutos Mag’har, como recordatorio de qué hace la Luz en la mente… y el mundo- No les deis la espalda… Estoy cansado de está lucha sin sentido… Si realmente Fuésemos la “nueva Plaga” todo esto sería tan fácil… Ya estarían todos muertos… -suspira de nuevo- Pero son sólo eso. Fantasías.
-Sí, señor.

[OFFROL]
Suerte con la iniciativa! La horda estará atenta! Nos veremos en el campo de batalla! >:D Me mola encontrar roles de rebeldes, espero veros in rol algún día! :DDDDDDDDDD

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