Mareas de venganza.Dos visiones del conflicto

Ni siquiera se detuvo esta vez en Boralus,sólo el tiempo justo para entrar a la sala de portales y coger el que llevaba al Exodar.
Paró a comer en el Exobar,Breel le preparó un enorme plato de ternera asada,Menelwie le dijo que era demasiada comida a lo que el draenei contestó que tenía que comer por tres.La sacerdotisa le dijo que eso era un mito,pero la verdad es que tenía hambre,siempre se estaba diciendo que tenía que cuidarse más,comer mejor,descansar…pero su embarazo a parte de atípico se había producido en un muy mal momento.Mientras comía echó la vista atrás…apenas dos meses y había sufrido de todo,lo increíble a estas alturas era que tanto ella como sus bebés estuvieran bien,iba repasando acontecimientos ,de los más recientes hasta el momento en que conoció a Argent.No pudo evitar reirse al recordar cual había sido la primera frase que cruzó con él.Le había pedido que le metiera un dedo en el ojo sano a aquel pandaren tuerto de la guardia de honor del traidor sindorei, que se había autoproclamado Señor Regente de Lunargenta y pretendía dominar todo Azeroth para ponerlo a los pies de Sylvanas.Menuda forma de conocerse pensó.
Dejó mas de la mitad del plato,Breel era un exagerado,pagó al tabernero y decidió dar un paseo por la ciudad nave draenei aprovechando para buscar a Ahzura.No la encontró,seguramente estaría en el Vindicaar con Romuul o realizando alguna misión para la alianza.
Ahora que no estaba “obligada” a estudiar allí podía disfrutar del Exodar,aunque como kaldorei necesitaba la naturaleza a su alrededor,hasta los templos a Elune estaban al aire libre para contemplar a su diosa.
Decidió pasar a saludar a los tres instructores que tan bien la habían tratado y pedirles algunos consejos,debía seguir practicando con la luz,de momento sus incursiones a Costa oscura daban resultado porque siempre había héroes por allí pero acabaría metiéndose en algún lío sola y con la luz no tenía ni mucho menos la maestría alcanzada en las sombras.
Elorienne…la imagen de aquella kaldorei volvió a su mente.Cuando decidió abandonar el templo tras miles de años en los que solo salía para ayudar a su raza en las batallas que habían tenido que librar.
Su fe en la luz de Elune era inamovible,era buena curandera pero creía que más debido a su fe que a su destreza.Lo suyo era el estudio,sobre todo la alquimia y después la historia sobre todo la de su propia raza.
Recordó que en su día pensó por un momento que tenía mas afinidad con la magia quizás llevada por su enamoramiento hacia Illidan,o porque no se sentía segura curando,o simplemente por lo poderoso que le había parecido Tempestira cuando era un mago de la guardia lunar…Pero los kaldorei habían expulsado a los altonato,nisiquiera era seguro mentar tal disciplina.
Como habían cambiado los tiempos se dijo pensando en Eleanna.
Cuando se aventuró al mundo…al principio resultó relativamente fácil,sin embargo había estado a punto de morir en más de una ocasión.Un día se encontró rodeada de trols y pensó que aquello sería su fin…de pronto un montón de pequeños destellos morados pasaron rozándola y vio a los trols caer muertos a sus pies.
Se había girado asustada,y descubrió con sorpresa a una de las suyas,imbuida en sombras levitando a medio metro del suelo.
-Estás bien?-preguntó la kaldorei mientras descendía al suelo y salía de la forma sombría-No te habré asustado verdad?
Menelwie la miraba casi ojiplática,nunca había visto a ninguno de los suyos usar el poder de los dioses antiguos,retrocedió un par de pasos ante el horror que aquello le provocaba.
Había llegado a la salida del Exodar mientras recordaba aquellos acontecimientos, invocó a Luna,su inseparable hipogrifo de Teldrassil y mientras volaba hacia casa siguió recordando…

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Como me alegro de que mi chorrada te haya servido de inspiración. :grin::sunglasses:

Por cierto, que nadie se piense que he dejado el hilo. Simplemente me tomo vacaciones hasta que activen la banda. :stuck_out_tongue_closed_eyes:

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Yo volveré de mis vacaciones cuando vea que puedo introducir a mi goblin en la historia.
Hême y compañía se quedarán en Nagrand, al menos por el momento.

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En una gloriosa finta verbal me he escapado una hora antes de mi raid de mediodía XD
A ver…a quien le toca?o sigo con la historia.

La elfa dio un paso hacia ella.
-No te acerques más o…-amenazó Menelwie
-No voy a hacerte daño,acabo de salvarte la vida-dijo aquella elfa.
-Con poderes oscuros!!-puntualizó la sacerdotisa.
-Si,con poderes oscuros y lo creas o no,al igual que tú soy una sacerdotisa de Elune,y no soy la única.
-No te creo…nadie en su sano juicio utilizaría el poder de vacío y menos en nombre de Elune.
La elfa suspiró con indolencia.
-Protegemos a los nuestros,al igual que tú,cuidamos del mundo,adoramos a Elune pero a la hora de luchar buscamos métodos más…efectivos.Contamos con el beneplácito de Tyrande.
-No puede ser…la suma sacerdotisa nunca lo permitiría!!!Mientes!!!-gritó Menelwie visiblemente enfadada.
-Es cierto…si no me crees ve a Hyjal,pregúntale-dijo la elfa con calma.
-Pero…porqué?porqué alguien usaría un poder tan terrible?
-Eso tiene una respuesta muy sencilla,porque la Legión usó el suyo propio contra nosotros,porque casi nos exterminan,muchos hemos buscado fuentes alternativas de magia para defendernos de ellos,porque volverán,creeme que volverán…dijo con pesar.
-Pero Malfurion prohíbe el uso de la magia-contestó Menelwie.
-El de la arcana si,y tiene sus motivos fundamentados,pero no podemos depender sólo de Elune,o de los druidas,debemos aprender a defendernos como individuos y como raza.Y si bien no podemos usar la magia arcana hay otros métodos…
-La sombra?en serio quieres que crea que ese poder es…bueno?-preguntó aun desconcertada.
-No es bueno…la sombra tortura,susurra y siempre intenta atraerte a la locura,pero si consigues dominar su poder,ignorar sus susurros…la próxima vez que te encuentres en una situación como esta…no te haré falta,y no morirás.
Menel volvió a mirar a los cuatro trols muertos a sus pies.
-Mira…dejemos el tema por ahora,me llamo Elorienne-dijo la elfa tendiéndole la mano.
-Menelwie-dijo ella dándole un apretón aun desconfiada,y por primera vez se fijó en ella fisicamente.
Tenía el pelo blanco,y las marcas de color verde,imitando el arañazo de un sable.Vestía una toga negra de terciopelo nada adecuada para las selvas de tuercespina.Debía ser mayor que ella,aunque no más que su madre,el pelo blanco la confundía.
-Has comido?-preguntó Elorienne de sopetón.
Menelwie miró al cielo,por la posición de Belore supo que el mediodía había pasado hacía ya rato,pero había aceptado un montón de misiones para reducir la amenaza de los trols Sangrepellejo en las selvas de Tuercespina.
-La verdad es que no…-contestó viendo que se había despistado con la hora.
-Ven,nuestro campamento está cerca.Te presentaré a algunos amigos.

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Valeera acudía a la cita con las centinelas. La pequeña siesta había sido reconfortante, le había aclarado bastante las cosas. Había demasiados sentimientos a flor de piel… pero ya había tomado una decisión. Estaba segura de ello…

Entró a la taberna por la cocina, se deslizó entre los camareros y salió al salón. Allí estaban, las dos centinelas, bastante nerviosas mirando a su alrededor. Todos los ojos estaban fijas en ellas… Valeera se acercó a ellas.

“Bueno, ¿qué tal ha ido?” dijo mientras se sentaba y pedía una cerveza a una camarera cercana.

Noah la miró con desprecio, y visiblemente enfada le dijo:

“¿Nos has citado en una taberna de la horda, maldita sindorei sibilina y torticera?”

Valeera le dió un trago a la cerveza, se encogió de hombros y les respondió:

“Dalaran es una ciudad neutral querida… no hay tabernas de la horda ni de la alianza… nadie se pelea aquí”

“Entonces dime como explicas toda la gentuza que tenemos alrededor…” le dijo Einir y señalando las mesas llenas de orcos, renegados, trolls y sindoreis que tenían alrededor. Todos fijaban sus miradas en ellas.

“Bueno puede que aquí sean más pro horda… pero no hay problema ninguno, creedme. Volvamos a lo que nos interesa, ¿vale? ¿habéis descubierto algo?”

Einir escupió al suelo en lugar de responderle. Noah se quedó mirándola fijamente y le dijo:

“No entiendo por que nos tratas así… vas a estar mucho tiempo sola querida…”

Sí que es cierto que Valeera las había citado en aquella taberna llena de gente de la horda, pero no lo había hecho por molestarlas, sino porque le era más sencillo colarse sin tener problemas… sin embargo, que las centinelas estuvieran molestas con ella la había herido un poco… ¿Les había cogido cariño?. Estaba descuidando sus sentimientos… y eso podía costarle caro algún día. Aún así, la respuesta le salió del corazón:

“Disculpadme… no era mi intención molestaros. Creedme.”

Ambas kaldorei se sorprendieron. ¿Les había pedido perdón?.

“No pasa nada… nosotras también estamos muy nerviosas… olvidémoslo”. Respondió Noah sonriendo ligeramente y acercándole su cerveza para brindar.

Einir hizo lo propio… y Valeera brindó con ellas.

“Bueno” dijo Noah. “Creemos que Eleanna se encuentra en la academia de Nar’Thalas, en Azsuna, muy cerca de aquí. ¿Conoces el sitio?”

Valeera negó con la cabeza.

“Es una antigua academia kaldorei de magia arcana. Data de la época de la reina Azshara… y es el único lugar que guarda conocimiento sobre magia arcana de aquella época que sigue en pie. Creo que Eleanna ha ido allí a encontrar algo que le ayude a contrarrestar el hechizo de control.”

Valeera se bebió la cerveza de un trago, se levantó enérgicamente y dijo: “Bien, pues no sé a que estamos esperando”.

Tiró unas monedas a la mesa, urgió a las centinelas a que se terminaran las bebidas y las tres se disponían a salir de la taberna, cuando un orco tocó en el hombro a Einir, haciendo un horrible sonido gutural, pues así sonaba el idioma orco.

Einir giró la vista y vió como un troll mago que estaba sentado junto al orco, cogía un pequeño bonsai de pandaria que había en las mesas para decorar el lugar. Lo puso en la palma de su mano y de un fogonazo… lo quemó. Acto seguido estallaron en carcajadas. Varias mesas de alrededor llenas de sindoreis, y renegados les siguieron mientras señalaban a las dos kaldorei.

Instintivamente, Einir se dispuso a coger su arco, cuando de repente, una daga aparecida de la nada pasó volando por delante suya y se clavó directamente en la palma de la mano del mago troll. El troll lanzó un grito de dolor, al tiempo que el orco que estaba junto a el se levantó desafiante y se dirigió a las dos kaldorei mientras agarraba su hacha.

Entonces Valeera, de un salto se encaramó a la espalda de aquella mole y le puso una daga en la garganta. Entonces, comenzó a gritar unas palabras en el idioma de los orcos.

Einir y Noah no tenían ni dea de que les estaba diciendo, pero todos parecían escucharla.

“Id al alto de krasus, conseguid unas monturas voladoras. Yo iré enseguida…” les dijo Valeera que acto seguido volvió a gritar algo en el idioma de los orcos.

Noah cogió del brazo a Einir y salieron de la taberna…

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Argent había montado su campamento en la pequeña cueva submarina. Había hecho dos o tres rondas a lo largo de la jornada,e incluso había matado a unos cuantos nagas…
Realmente había tratado de sonsacar información a los mismos,pero el resultado no había sido satisfactorio.
Cuando acorralaba a alguno,no conseguía progresar en el interrogatorio. De hecho,algunos de ellos,habían…¿explotado? Cuando hacia alguna pregunta. Parecían tener un bloqueo,o hechizo,en el que preguntar por Azshara, o N’zot provocaba esa "explosión ".
Había intentado sobrepasar la cúpula mágica,sin éxito. Bien la reina,o bien el antiguo Dios,habían “amarrado” de alguna manera la lengua de los nagas.
No pensaba contárselo a Menelwie,pero en una ocasión,había estado a punto de perecer. Mientras interrogaba a uno de ellos,una patrulla,con un naga,especialmente poderoso,le habían sorprendido,causándole muchas heridas,y obligándole a recurrir,a una imposición de manos…
La sorpresa que aquel enfrentamiento le provocó,fue el detonante para entender que algo raro estaba pasando.
Salvo aquel grupo,los demás nagas,no habían supuesto ningún problema,de hecho,le pareció “demasiado” fácil,acabar con ellos…
En aquel momento, tomó consciencia,de que algo gordo se estaba tramando. Decidió que allí,no podía recoger más información. Con lo que ascendió a la superficie,y llamando a su montura,se dirigió hacia su casa,en Cuna. Pensaba que su amada estaría en casa,y quería pasar la noche con ella. Permanecer dos días fuera,le hacia sentir que descuidada a la elfa más importante de su vida. Se dirigió hacia su hogar,puesto que necesitaba abrazarla,y decirle lo mucho que la amaba,y lo que le había echado de menos. A ella,y a sus gemelos.
Cuando llegó a casa, nieve guardaba la puerta como siempre. El sable levantó las orejas,pero al comprobar que se trataba del Sin’dorei,no hizo ningún gesto amenazante.
Su amada estaba en casa,fue a darle un beso,mientras se quitaba los guanteletes,y se dispuso a contarle lo que había acontecido,en las últimas 48 horas…

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Argent, un consejo, en el rol tú no sabes qué enemigo es élite y cuál no, de hecho no sabes qué es un élite.
Para expresar un encuentro con un élite puedes decir “con un naga más fuerte de lo normal”, o “con un naga que destacaba sobre los demás”, o “con un comandante naga”…
Es una sugerencia para que tus relatos queden mejor.

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Gracias por la corrección,Hême.
Editado,y corregido.

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Ember y Arnath se adelantaron, pues eran los que mejor entendían de encantamientos, y la maga también podía detectar hechizos. Encontraron bastantes, aunque según ambos, algo básicos por lo que no debían contar con magos o encantadores demasiado poderosos. Eran buenas noticias.

El grupo se aproximó a la entrada, disipando los últimos hechizos y, comprobando que no había más, hizo su entrada.

La paladin, como única que no usaba magia, encabezó la arremetida. Los sectarios habían sido pillados totalmente desprevenidos en mitad de lo que parecía un ritual. Eran pocos más de dos docenas, pero el factor sorpresa, jugó a favor de los atacantes. Uno -un gnomo que tenía pinta de ser brujo- se llevó tal tajo por parte de la paladina, que literalmente se partió en dos. Otros dos -un goblin y un humano de aspecto enclenque- murieron abrasados por las llamas de la maga y la bruja. Un certero flechazo en un ojo acabó con la vida de un trol y las sombras consumieron a un orco mientras un enano sufría la cólera de la luz por parte del sacerdote sin’dorei. Todo esto en cuestión de segundos. El resto del grupo dejó su ritual, y se puso a la defensiva. Fue curioso ver como uno sufría el ataque de Engañifo, el cual prendido en unas llamas viles mucho más intensas de lo habitual, abrasaba y quemaba la cara de su enemigo como una auténtica fiera. Blackie por su puesto, no pensaba quedarse atrás y arrancaba miembros y cabezas a base de mordiscos y arañazos. Poco quedaba de los “gatitos” que habían jugado a perseguirse en la granja de Pandaria. Los demás sectarios fueron cayendo uno tras otro, sin dar demasiados problemas, y más teniendo a 3 personas que podían curar recurriendo a la Luz.

Al acabar la purga, se dirigieron al altar. Un nocheterna inconsciente y visiblemente herido se hallaba en él. Sólo estaba cubierto por un taparrabos lo que dejaba al descubierto decenas de heridas recientes. Ninguna era grave, pero se notaba que había perdido bastante sangre. Habían interrumpido el ritual a tiempo.

– ¿Creéis que se recuperará?- preguntó la maga visiblemente preocupada.

– Déjalo en nuestras manos, hermana. Tiene tres buenos curanderos a su disposición.

El sacerdote se quedó junto al altar, con el otro sacerdote sin’dorei y la humana paladin. Ember, aun visiblemente preocupada, se retiró con el resto del grupo. La chica era incapaz de herir a una mosca, pero abrasaba hasta los huesos a sus enemigos. Un curioso contraste.

– No te martirices, Ember. Han dicho que está fuera de peligro- la animó el cazador.

– Lo sé, pero no dejo de pensar a cuantos se lo han hecho, o a cuantos se lo estarán haciendo en los santuarios que quedan- hizo una pequeña pausa- no voy a preguntar cómo pueden ser tan crueles, porque hay gente peor en el mundo, pero ¿qué les motiva? No lo entiendo.

– ¿Y quién podría entender a esta clase de gente?- el cazador se encogió de hombros- sea como sea, lo primero es acabar con su amenaza. Después descubriremos por qué lo hacían… si es que tienen un por qué.

Le dio unas palmaditas en el hombro y ella le dedicó una pequeña sonrisa. La maga era muy buena con la magia, pero no estaba moralmente preparada para la guerra.

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Hême paseaba por las murallas del palacio ogro que el padre de Gromdak había conquistado tiempo atrás.
La brisa balanceaba suavemente las briznas de hierba y las ramas de los árboles.
Karyesus jugaba con Droofum, su manáfago, lanzándole un corazón de kaliri para que lo atrapara. Cerca, Gromdak pescaba en un pequeño lago mientras fumaba en su pipa.
Orkra, su hijo, lo observaba con curiosidad.
Mirándolos, sintió algo de envidia. Ojalá él pudiera hacer eso con su hija.
Rápidamente apartó esos pensamientos de su cabeza. No podía permitirse imaginar un futuro como ese.
Ya llevaban unas semanas en Nagrand, y no les iba mal.
Por la mañana uno de los tres salía a cazar y traía carne suficiente para todos.
Lo único que echaba de menos era la cerveza del Colmillo Partido.
La vida era buena, y estaban tranquilos por primera vez en mucho tiempo.
Aún así, añoraba Azeroth, su lugar de nacimiento. Añoraba a Belore, añoraba las lunas.
Hême sacudió la cabeza y bajó de las murallas, dirigiéndose a su habitación.
Cuando llegó, había algo en el suelo, una carta.
La abrió y leyó lo siguiente:
<<Hême. Sabes que tú y yo tenemos un asunto pendiente. Nos reuniremos dentro de unas semanas dónde y cuando yo te diga. Tendrás noticias mías.>>
La nota estaba firmada con unas letras estilizadas: YV.
Mientras pensaba en quién podía ser el autor de la nota, el papel comenzó a arder súbitamente con un fogonazo.
Al acabar la combustión, el humo formó un símbolo reconocible para el elfo de sangre: una Y rodeada por un anillo de fuego, con círculos alrededor.
-Ese maldito prestamista…-murmuró Hême mientras los últimos remanentes de humo desaparecían. Acto seguido se sentó en su escritorio y comenzó a escribir.

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Había llegado a Cuna,descendió del lomo de Luna y entró en casa,sin embargo seguía perdida en sus pensamientos.
El campamento no estaba lejos.Un par de tiendas de campaña,un fuego y varias monturas conformaban el pequeño emplazamiento.Los compañeros de Elorienne la sorprendieron más de lo que esperaba.Eran elfos,kaldoreis y altonatos juntos!!
Hacía relativamente poco de la tormenta de maná que los altonatos habían desplegado sobre Hyjal consiguiendo así que Malfurion tomase la decisión de desterrarlos.
Miró hacía el grupo desconcertada y luego a Elorienne de forma interrogante.
Elorienne hizo caso omiso a su mirada y pasó directamente a las presentaciones.
-Chicos esta es Menelwie,Menelwie estos son los chicos.Galdhriel-dijo señalando a un kaldorei que llevaba un arco a la espalda y le daba de comer carne cruda a un sable negro,Khisare dijo señalando a una altonato que hacía exactamente lo mismo pero con una especie de león blanco,Lilith-dijo mirando hacia una altonato que parecía ser una maga-y por último Lerosh-dijo señalando a otro altonato que a su lado tenía un pequeño diablillo vil que provocó un terrible espanto a la sacerdotisa.
-Que demonios…dijo Menelwie señalando a aquella pequeña aberración de la Legión Ardiente.
-Lerosh ha estudiado a los maestros invocadores de la Legión,bien usada la magia vil puede ser utilizada en contra de los mismos demonios.
Menelwie no podía creer lo que sus ojos estaban viendo.
-Tienes hambre?-preguntó Khisare con amabilidad-ven siéntate sacerdotisa.
Lilith cogió un cuenco y con un cucharón echó una buena ración de estofado de una olla que parecía ser algo improvisado con un enorme casco que le recordó a los de los guardias viles de la Legión.Lilith estiró el brazo esperando que Menelwie lo tomara,sin embargo la sacerdotisa seguía allí de pie,inmóvil entre horrorizada e indecisa.
-No seas tímida-dijo Galdhriel-no te haremos daño,nunca dañaríamos a uno de los nuestros-lo dijo con una sonrisa amplia y sincera y Menelwie al final se acercó con cautela y cogió el cuenco que le tendía la maga y se sentó.Elorienne hizo lo mismo a su lado sirviéndose estofado también.
Tenía un gusto extraño,prefirió no preguntar de que estaba hecho,había visto animales de todo tipo en aquella selva,raptors,leones,panteras…pero estaba bueno y tenía hambre.
Charlaron animadamente y le hicieron muchas preguntas,pronto supo que a priori no parecían malas personas,eran amigos de la infancia a los que la decisión de Malfurion había separado y habían decidido auto-exiliarse para permanecer unidos,estudiaban a la Legión y sabían que Sargeras no cejaría en su objetivo,así que buscaban y estudiaban distintos tipos de magia y formas para enfrentarse a ellos cuando volviesen.
-Si quieres-dijo Elorienne-puedo enseñarte a usar magia de las sombras.
Menelwie la miró con horror.Y enseguida todos procedieron a tranquilizarla.Le explicaron las normas básicas de la magia,la forma en que toda magia requería de una fuente de poder,en este caso el vacío,pero como todo bajo un estricto control y una férrea disciplina podía dominarse.
-Quizás deberías volver al templo-dijo Lerosh-solo con tu fe en Elune no sobrevivirás mucho tiempo.El mundo no está hecho para ti.
Quiso protestar pero recordó a los cuatro trols que habían estado a punto de matarla…

Sintió a Nieve ronronear en la puerta y el sonido de unos pasos conocidos a su espalda,se dio la vuelta olvidando su pasado y corrió a darle un beso a Argent.

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:scream::scream::scream::scream: ¡¡Haníbal el caníbal va a regresar!! :scream::scream::scream::scream:

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Venga Eily, que sabes que me echabas de menos… :kissing_heart:

¡Oh, dios! ¡El psicópata de la mala dieta ha vuelto! ¡Sálvese quien pueda! :scream::scream::scream::scream::scream:

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Ya tocaba darle un poco de juego al tema, no?
Que desde que me fui de vacaciones Menel y Argent se han vuelto más pastelosos, y vosotros no hacéis nada para animar la historia…
Pero tranquilos! Aquí está el dh psicópata para arreglar vuestros problemas!

Que yo sepa si lo estamos haciendo, y Menel y Argent han tenido un poco de historia a parte de babearse :laughing: No sé si volverán a las andadas, pero tampoco me importa demasiado… dentro de un orden :sweat_smile: que lo mismo llueven piedras :grin:

/Las piedras caen del cielo hasta que entierran a Hæyhæ y a Hême/

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Se han peleado con unos nagas y luego Argent se ha ido a cazar nagas él sólo y Menel está en su casa recordando sus dramas juveniles.
Eso lo hago yo todos los días XD

No tu matas como un loco y después te comes los restos :joy:

Bueno al menos yo he encontrado algo con lo de la secta de locos (gracias Eilyria) y por cierto las piedras las ha barrido la cámara-dron, es una de lo más versátil.

Cámara-dron: Bip-bip :relaxed:

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