Mareas de venganza.Dos visiones del conflicto

No llamar a Sattrath patria,no es despreciarlo,es simplemente que me encanta mi ciudad. Y para alguien recién llegado,es el máximo.

¿Pero cómo puedes preferir esa ciudad fea y medio derruida de Lunargenta a Shattrath? Los elfos de sangre son muy raros.

Habló el belfo DH psicópata y caníbal. :roll_eyes:
¿Quieres que te recomiende un psicólogo? :stuck_out_tongue_winking_eye:

No me hace falta, estoy perfectamente para los estándares DH.

Si…un poco psicópata gore,por lo demás,perfecto…:rofl::rofl::rofl:

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Eilyria está bastante más cuerda que tú, y en realidad, cualquier DH que me he encontrado xD
De hecho el resto de DH controlan a tu demonio, en tu caso es el demonio quien te controla a ti. :stuck_out_tongue_winking_eye:

Yo controlo a mi demonio a la perfección. Otra cosa es que el elfo sea peor que el demonio.

Precisamente, me refiero a que es precisamente el demonio quien impide que seas peor xD vamos que el demonio es el bueno.

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El animal recibió las caricias de la sacerdotisa con todo gusto y hasta le dio un pequeño lametón. Nada de arrancarle la piel a tiras, como parecía intentar algunas veces con el cazador.

La kal’dorei se presentó como Menelwie, que a pesar del contratiempo parecía encontrarse ya bien. Al sin’doreile sorprendió enterarse de que no era sólo un niño si no dos y además… ¿mitad sin’dorei? La cara que se le quedó al cazador debió resultar de lo más divertida, a juzgar por la carcajada de la sacerdotisa. Que fueran mestizos significaba mucho, estaba seguro de que le había traído muchos problemas de rechazo de los demás ¿y el sin’dorei? lo más seguro es que igual. Había oído algo en Lunargenta. Un paladín al que algunos consideraban un traidor, y a otros no parecía importarles, incluso simpatizaban con él… muy en secreto.

No muy diferente a la de Hæyhæ fue la reacción de Menelwie al enterarse de su larga descendencia. El sin’dorei tenía sus años y en realidad no era para tanto… quizá. El caso es que muchos de esos niños ya eran adultos e incluso eran como mínimo abuelos.

A pesar del riesgo, decidió invitar a la recién conocida un café. Su historia podría ser interesante, y podría propiciar que el grupo tan dispar de amigos que tenía creciera un poco más. Todo era poco teniendo en cuenta lo que se avecinaba.

– Gracias pero debo ir a ver a Saara- contestó ella- es importante. Es el motivo por el que estoy en Dalaran, el motivo por el cual me he arriesgado a…bueno ya lo has visto. Pero si no tardo mucho en mi reunión con la naaru y estás en el Salón Juego de Manos seré yo quien te invite- ofreció- que menos después de haberme salvado la vida.

Saara… la Naaru del Templo de la Luz Abisal. Ethan se refería a ella como “chisme de luz”. Hæyhæ la miró un segundo, no muy seguro sobre su salud y preguntó:

– ¿Llegarás bien?

– Creo que si, gracias- respondió- además aquello está lleno de sacerdotes, malo será que alguno no me eche una curita.

Bueno… si ella lo decía. Tampoco es que estuviera muy lejos y tenía razón: aquello estaría aún lleno de sacerdotes, sin ir más lejos el no-muerto de los chistes malos.

– No tengo prisa por abandonar Dalaran- dijo el elfo.

Se despidieron y el cazador se dirigió a la zona de peletería. Había pensado en hacer una pequeña armadura para Blackie para evitar que lo hirieran. Aunque podía curarle con relativa facilidad, prefería evitar cualquier mal que el felino pudiera sufrir. Llevaba con él mucho tiempo.

– Sé que no te va a gustar- le iba diciendo mientras trabajaba- pero en combate, vas a tener que llevarla.

– ¡Mef!- contestó su compañero como una negación rotunda.

– Me da igual, ¡es eso o llevarte al veterinario!

– Meuuu… - contestó el felino dejándose caer abatido.

El sin’dorei rió para sus adentros y siguió trabajando. Quería dar a la armadura un toque muy “Lunargenta”, aunque sin pasarse en la extravagancia. Lo importante era que protegiera. Era un trabajo largo, y le costaría bastantes horas, pero merecería la pena.

Dejó el avance a cargo de Diane, la simpática humana que le había enseñado mucho en armaduras.

– Es un placer ayudar, Hæyhæ- dijo con una sonrisa.

– Siempre y cuando compre los materiales aquí ¿no?- contestó en tono de broma.

Ambos se rieron.

– Bueno… sólo en parte- Diane le guiñó un ojo.

Se despidieron y el cazador se dirigió a la taberna, donde, una vez sentado en un lugar discreto, pidió una copa de vino de Lunargenta. Su compañero felino permaneció a su lado. Para él había pedido un cuenco de agua fresca y algo para comer. A los dueños no les molestaba el afable felino, además, les conocía bastante bien a ambos.

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Menel no sin esfuerzo subió las escaleras que llevaban al portal al templo de la Luz Abisal.
Saludó a la sacerdotisa que vigilaba el portal ese día y entró.
Enseguida le tiraron un hechizo para aumentar su velocidad de movimiento,Se sintió un poco más ligera,lo cual a aquellas alturas del embarazo empezaba a costarle. Recordó a la sombra que se había colado bajo su cama y fue lo más pegada que pudo a la pared derecha del templo para entrar en la Cámara de la luz donde moraba Saara.
Alonsus se acercó al verla.
-Menel querida…tú por aquí?
-Saara me ha llamado Faol-dijo Menel por respuesta.
No pudo continuar la conversación con el sacerdote no-muerto,enseguida la angelical música que procedía de la naaru se hizo palabras en su mente,alejando cualquier otro sonido.
-Mortal,te he llamado y has acudido-dijo la naaru-tus hijos los elegidos de la luz se mueren.
Menel no pudo articular palabra.Sólo sentía el peso de aquellas palabras,el dolor de lo que Saara acababa de revelarle.
-No te asustes sacerdotisa-continuó la naaru-la luz se está apagando en ellos.La sombra hizo más daño de lo que crees.Pero hay un remedio,una manera de salvarlos.
-Haré lo que sea-fueron las únicas palabras que pudo articular la kaldorei.
-Será doloroso y no será fácil,estás segura?
-Haré lo que sea-volvió a repetir Menelwie.
-Que así sea-dijo la naaru.
Menel volvió a sentir aquella terrible sensación otra vez,perdía el conocimiento, sin embargo esta vez pudo abrir los ojos.Flotaba delante de Saara,pudo ver de reojo a Alonsus mirando aterrorizado todo aquello.
-Estaba haciendo lo correcto?-se preguntó al ver la cara del sacerdote.
De pronto la naaru empezó a canalizar luz hacia ella.Dolía como si la estuvieran quemando viva.Quiso gritar de dolor pero el aullido se quedó muerto en su garganta.
Saara concentró su poder en un solo rayo y lo lanzó como un cohete hacía su vientre.La sacerdotisa sintió como si mil cuchillos imbuidos en fuego le perforaran el vientre a la vez. Seguía sin poder gritar. Sentía que si lo hacía el grito sería tan desgarrador que la naaru estallaría en pedazos como había hecho X´era.
Unos segundos después Saara terminó lo que había empezado.Menelwie flotó con suavidad hasta el suelo. La naaru volvió a hacerse eco en su mente.
-Ya nada puede dañarlos,ni tu propia oscuridad sacerdotisa,pues te he despojado de ella para siempre por el bien de los campeones de la luz que llevas en el vientre.
Menel aún sintiendo el dolor miró horrorizada a la naaru.
-Era necesario,debían ser purgados,debías ser purgada.
Menel atónita,incrédula quiso entrar en forma del vacío.Un intenso dolor la atravesó de arriba a abajo…y no pasó nada.
-Ni lo intentes o volveré a empezar el ritual-amenazó la naaru-deben ser puros,como la luz,deben ser luz.
Dicho esto…las palabras de la naaru desalojaron su mente y volvió a escuchar ese tono musical y dulce.
Al girarse vio a Faol con los ojos fuera de sus órbitas.
-Tus ojos…-dijo el sacerdote.
Menel no entendió la referencia,pensó…los tuyos que se te van a salir de las cuencas Faol…
-Que?-preguntó mirando al sacerdote.
-Tus ojos Menel…son…dorados!!!Y tienes finas hebras del mismo color en el pelo.
Menel asustada cogió un mechón de su melena. Alonsus tenía razón,entre su cabello índigo había hebras de color oro.
Salió de la sala pidiendo un espejo a gritos.
Una acólita le acercó uno,se quedó muda al mirarla a los ojos.Menel le arrancó el espejo de las manos y lo colocó delante de su rostro.
Esta vez el lamento pudo escucharse por todo el templo.
-NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Sus ojos,su luz plateada de Elune…

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Ayayay :scream::scream::scream:

¡Abajo con la tiranía de la luz!

Te ha quedado genial, Menel. Espero que se pueda borrar la maldición sin crear problemas a los niños. :fearful:

De eso se trataba Hae, X´era quería a Illidan como campeón de la Luz,debía ser purgado…cómo una sacerdotisa que utiliza la sombra como especialización en el combate se iba a librar de la radicalidad de la Luz?
Me queda otra entrada en la que mostraré mi inconformidad, recuperar mi mirada plateada va a ser …complicado. Pero soy una rebelde XD

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Si te fijas…la naaru me la ha jugado.
Me vendió la sombra del templo como culpable…cuando lo que quería era quitarme mi propio poder de las sombras.
Hombre…si era por salvar a mis bebés hubiera accedido igual…pero creo que tras lo de Illidan los naaru se han vuelto más…pillos.

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No me cabe duda de que la recuperarás xD pero cuidado con con pasar oscuridad a la barriga, a ver si te van a salir… “rebeldes” también ellos. =P

Es más,te recuerdo que Night me pasa revisiones todos los días…no te parece extraño que no hubiera visto que mis hijos se morían cuando se supone que me estaba recuperando por descansar?
Puede que su poder de luz se estuviera desvaneciendo…solo eso,motivado porque “llevo”(bueno llevaba) el poder del vacío “en las venas”

Claro que si un naaru te suelta de golpe que tus bebés se mueren…no desconfías no?

Me la ha jugado mucho Saara!!!

Pero… yo soy más lista :wink: solo necesito tiempo.

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En el Templo de la Luz Abisal un reducido grupo prestaba atención a las palabras de un no-muerto de pelo rubio.

– ¡No!- decía el sacerdote- el no-muerto se toma la sopa tibia!

Algunos se rieron un poco otros le miraron como si le quisieran pegar y los demás simplemente pusieron los ojos en blanco.

– ¿Acaso esperabais otro tipo de respuesta?- inquirió en no-muerto, que no era otro que Ethan con una sonrisa divertida en los labios.

Casi al unísono la mayoría contentaron con un “no”. Ethan río y “ofreció” contar más chistes, pero repentinamente a todos les surgió algo que hacer.

– Vosotros mismos- se despidió de ellos.

Justo al girarse sus ojos captaron una visión particular: una kal’dorei de vientre abultado -¿Embarazada? Increíble…- había entrado al templo. Su cara, aunque pálida le resultó familiar al sacerdote ¡Era la “Bella Durmiente” de hacía unos meses! ¿Su inconsciencia fue cosa de estar embarazada? Quizá.

Faol parecía conocerla y llevarse bien con ella. Quizá pudiera arrimarse y cotillear un poco, pero repentinamente, una luz salió del chisme luminoso y comenzó a corromper a la pobre elfa, que fue presa de unos dolores atroces. Ethan se quedó con la misma cara de Faol, y como él la mitad del templo ¿Qué diablos pasaba?

Cuando el chisme luminoso acabó su tortura había transformado a la kal’dorei en… ¿Una forjada por la luz?

“Por todas mis costillas” pensó el sacerdote “¿Qué es lo que acaba de pasar?” No pudo preguntarse mucho mucho más, pues el alarido que emitió la sacerdotisa al ver su nuevo aspecto le obligó a taparse los oídos.
“¡Pensé que ya no podía sentir dolor!”

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Saara sí que sabe cómo hacer las cosas. Me ha encantado. Por cierto, cuando tenga al draenei subido lo introduciré en la historia.

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Menel sintió que las fuerzas la abandonaban.Le flaquearon las piernas…sus ojos…sus preciosos ojos color plata.Se dejó caer de rodillas sobre el suelo,las lagrimas surcaban sus mejillas a raudales.
Y si…he perdido el favor de Elune?-se preguntó horrorizada.
Estuvo a punto de empuñar su bastón y liarse a palos con el contra la naaru.

La habían despojado de su status como sacerdotisa,desterrado de su raza…y ahora esto.Lo único que le quedaba como kaldorei…su fe en Elune reflejada en sus pupilas.
Intentó calmarse aunque una ira ciega se reflejaba en su nueva mirada.
Alosus se acercó poniendo una mano en su hombro.
-Menelwie querida,has recibido el don de Saara,como Calia.
El pánico se apoderó de ella por un momento.
-Alonsus estoy muerta?Saara me ha matado y traído de vuelta?
-No,solo te ha hecho un regalo,a ti,a tus hijos.
-Yo no quería esto!!!-contestó la sacerdotisa alzando la voz.
-Lo se,pero piensa en tus hijos,en el futuro de Azeroth.
Estuvo por un momento a punto de contestarle a Faol…Al cuerno con Azeroth!!! mis ojos!!! pero respiró hondo…sus hijos…de pronto una duda le asaltó la mente,Night hubiera visto que se morían si lo que Saara le había dicho era cierto.

Soltó un grito ahogado de impotencia,de rabia.Esa naaru…se la había jugado?
-Alonsus-dijo mirando al sacerdote-creo que mis hijos no se morían,solo perdían su conexión con la luz,creo que Saara me ha engañado.
-Era necesario-dijo la angelical voz de Saara en su mente.
Menel apretó su bastón con fuerza mientras lo utilizaba para ponerse de pie.
Se giró hacia la Sala de La luz.Y decidida empezó a caminar hacia la naaru.
Alonsus la cogió por un brazo deteniéndola.
-Querida no…quizás los métodos de Saara sean un poco bruscos pero no hay mala intención en ellos.
Menel lo miró furiosa:
-Me ha engañado Alonsus.Ha jugado con la vida de mis hijos para coaccionarme!!!
-Pero la solución no es esta,y lo sabes-le contestó el sacerdote.
-Mis ojos Alonsus…
-Lo siento…se cuan importante es para los kaldorei la fe en Elune-dijo Faol intentando consolarla.
La fe en Elune…esas palabras se hicieron eco en su mente…La fe en Elune…eso era!!!
Siempre había sido una de las favoritas de la diosa.Rezaría sin descanso día y noche hasta que la luz de la diosa le devolviera su plateada mirada. De pronto pensó en la cara más oscura de Elune,la forma en la que había transformado a sus congéneres.
No importa-pensó en alto-ella también es luz,ella es amor,siempre me ha bendecido,volverá a hacerlo otra vez.
-Crees que Elune puede revocar las acciones de Saara?-preguntó Faol
Menel se dio cuenta de que lo había dicho en alto.
-Eso espero,o juro por ella que volveré y mataré a esa naaru así muera yo en el intento. Adiós Alonsus-dijo encaminándose a las escaleras que llevaban al portal.

Tenía que volver a Cuna,era tarde,seguramente Argent estaría preocupado,sin embargo no se sentía con ánimos de darle otro disgusto,al menos no de inmediato.
-Me vendría bien un café,o una infusión para relajarme antes-pensó.Necesito tranquilizarme un poco antes de explicarle todo esto.
Recordó que le había dicho al cazador sindorei que lo invitaría a un café por haberla ayudado.
Cruzó el portal a Dalaran y se encaminó a la taberna Juego de Manos.
La gente la miraba asombrada al pasar,hasta los guardias del Kirin Tor parecían asombrados al ver una kaldorei de ojos dorados.
Suspiró largamente…
Pronto estuvo en la puerta de la taberna,cogió aire y entró.
Vio a Hæyhæ en una mesa apartada del local,pidió dos cafés y fue a sentarse con él.
El sindorei al verla se quedó boquiabierto de nuevo.
-Saara me acaba de hacer un" regalo"-dijo torciendo el gesto.

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Menel no se te ocurra matar un Naaru que mando a mi draenei a hacerte una visita.

Hême que me la ha jugadooooooo!!

Caguen la luz… :imp: