Mareas de venganza.Dos visiones del conflicto

Los días pasaban tranquilos en Cuna del Invierno. Argent había partido hacia Nazjatar y su madre había vuelto a Val’sharah un par de días después de que su amado partiera. No podía dejar solo demasiado tiempo a Beridhren. Su padre era un amo de casa terrible. Lostariel empezaba a temer que hubiera quemado la casa, muerto por inanición o no tuviera ropa limpia que ponerse.
El primer día a solas con sus hijos había sido un poco complicado pero gratificante. Y las rutinas se habían establecido con normalidad.
Conforme pasaban los días empezó a preocuparse por Argent. A aquel rincón de Azeroth y aislada como estaba no llegaban las noticias. Se planteaba usar su gema de alma en ocasiones pero sabía que si lo hacía Argent lo sentiría y podría pensar que algo no iba bien en su hogar. Así que antes de rozar su anillo encogía los dedos con un gesto disgustado.
Había seguido rezando a Elune cada día pero ni la luz y el favor de su diosa lograban tranquilizarla.
Su madre le había dejado la despensa llena para que no tuviera que trasladarse a comprar a Vista eterna con los niños.
Disfrutaba de su maternidad, de sus preciosos hijos y descansaba lo que dos bebés que se alimentaban cada tres horas la dejaban. En alguna ocasión de noche tras darles el pecho no los devolvía a sus cunas y dormía con ellos en la enorme cama que sentía tan vacía en ausencia de Argent.
Sin embargo… en sueños podía ver a Azshara alzándose y liberando a su amo. A Azeroth sumido en la oscuridad y despertaba más preocupada si cabía.
Necesitaba saber que estaba pasando y no sabía como a menos de que usará su gema de alma o fuese a Dalaran con los niños y ninguna de las dos opciones parecía ser buena.
Unos suaves golpes en la puerta le trajeron la respuesta. Fue el ronroneo de Nieve quien le anuncio la visita. Su sable sólo reaccionaba así con dos elfos aparte de ella. Argent y Soul.
Al abrir descubrió con agrado que su cuñado no venía solo. Su esposa Winter lo acompañaba.

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-Buenos días querida,saludó con un gélido beso su cuñada.
Soul también la beso y abrazó con cariño…
-Venimos ha verte a ti y a los niños. Menel sonrió con afecto,y los condujo hasta la habitación donde los niños dormían entedados. Si no fuese por las melenas…parecían uno solo,juntos los dos.
Menel preparó un café para Winter,mientras ofrecía una cebatruenos a Soul.
Tras intercambiar palabras de alegría con respecto a la familia,y preguntar por la boda,Soul se dispuso a tomar la palabra…

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-Vengo de Nazjatar-dijo su cuñado. Menel se puso tensa.
Apenas he parado para recoger a Winter-continuó-y no traigo buenas noticias.
Menel soltó un grito ahogado.
-Mi hermano esta bien… Azshara ha caído.
Cuando la sacerdotisa iba a preguntarle cuales eran las malas noticias entonces Soul continuó hablando.
-Sin embargo todo ha sido un plan, uno muy brillante. El corazón de Azeroth servía para dos cosas el uso que Magni quería darle… Y el de liberar a un dios antiguo.

  • No - dijo Menel - dime que no…
    Miró a sus cuñados y ambos asintieron con pesar.
    -Y lo que es peor… Antes de desaparecer cogió a tu antigua reina y le volvió a insuflar vida. No tardarán en alzarse y no será fácil detenerlos. Lo único bueno de todo esto es que ambas facciones se hn unido. Sylvanas y Nathanos han desaparecido de momento. Y en cuanto a Argent se ha quedado un poco más al lado de Lor’themar asistiendole con esto de la tregua, ya sabes cuales son sus pretensiones.
    Menel asintió. El llanto de su hijo interrumpió la conversación. Fue a buscarlos y aunque Winter pareció reacia a coger a su sobrina por el tacto, Menel la envolvió en una manta y se la puso en brazos.
    La caballero de la muerte sonrió con ternura a su sobrina. Puso a su hijo en brazos de su tío.
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-Confío en las buenas artes de mi hermano,en cuanto a asesorar a Lor’themar. Sabes que nunca hace uso de su apellido,pero tanto el regente como lady Liadrin,lo tienen siempre presente. Creo que en este caso,y ante la amenaza que supone el advenimiento del imperio negro,la tregua puede ser más duradera,y ojalá que acabe definitivamente con las facciones.
Por otro lado,hemos descubierto un nuevo emplazamiento de los gnomos,llamado Mecandria. Son muy parecidos a nuestros aliados,pero un poco más…automatizados.
El principe regente,está llevando a cabo una revolución contra su padre,acusándole de “falta de humanidad”
Sunset se desplazará allí en breve,para recabar información de primera mano.
Todo esto le contaba a Menel,mientras sostenía a su sobrino con infinita delicadeza
-Creo pequeñin,dijo hablando a Estëladié,que si hacemos las cosas bien,tanto tu como tu hermana contareís con el tiempo necesario para que os prepareís.
El combate nunca acaba,querido mio,pero…mejor estar bien preparados.
Y besó tiernamente a su sobrino en la frente

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Sabes, Menel… he estado jugueteando con mi caja de puzles de Yogg-saron y he recordado algo interesante…

“En el fondo del océano, incluso la luz debe morir.”

Yo que tú llamaría al paladín, el maestro Yogg no se equivoca.

Yo he dejado a mi paladín asesorando a Bob para darle libertad creativa, puede volver en media hora o en un mes…Piensa que llevamos cientos de post con el tema de Azshara y unirnos. No es cosa de le di 3 tortas y me volví a casa

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Ya, pero que tenga cuidado, no vaya a ser que no vuelva nunca :cold_sweat:

Bueno… Ese sueño donde me veía sola criando a mis pequeños campeones de la luz es un posibilidad o quizás solo un sueño.
La idea es no “encadenar” a Argent narrativamente hablando y que tenga opciones a la hora de escribir su propia historia. En todo caso dejar a Menel embarazada fue idea mía, eso no quiere decir que tenga que estar a mi lado en un mundo constantemente en peligro.
La autosuficiencia de Menel además de formar parte de su carácter es una forma de darle esa libertad creativa.
Y en este punto… También vosotros podéis escribir acerca de Nazjatar y vuestras experiencias e impresiones… Como reza el título de este post… Las dos versiones del conflicto.

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Quien asesora a Lorthy también soy yo ¿eh? :smirk:

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Eso quiero leerlo yo Hae :stuck_out_tongue_winking_eye::wink:

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Tengo que ponerme a escribir la continuación, si… que lo dejé al principio de Nazjatar.

No obstante, aunque no haga los post directamente con Argent,siempre está presente. Hoy me ha dado pie mi amada,para que intervengan Winter,y Soul.
Dado que tras la caida de Azshara,la cosa está en standby,aprovecho para desarrollar la parte de Mecandria. La idea es hacerlo a través de Sunset,pero Soul es el enlace con ambas facciones.

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Yo llevaré pronto a Shivadel y Hême a Nazjatar, a ver si va bien.

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Buenas a todos.

Espero no romper vuestra historia, pero creo que el hilo de Argent es el mejor para poner este mini-relato. Aunque esté inconexo con la historia principal vuestra.

Me pidió @Belter, leer algo sobre lo que añado en mi libreto de ella y mene tb tenia curiosidad… así que aquí dejo mi día con la elfa. Podeis tomarlo como algo que pasa a la vez que lo vuestro, en otro lugar.

Antes de leer:

Si teneis problemas con las faltas de ortografía… os fastidiais.

esta historia es el episodio 32 de mi libreto sobre morda.

Mi libreto es largo como un día sin pan… es lo que hay… me gusta escribir tochacos.

Vamos a ello:


Cap. 32 – Un día diferente.

Amanece un día caluroso en feralas. La gnoma, como cada mañana, salta de su cama como un resorte al despuntar el primer rallo de sol sobre la selva virgen que rodea su morada. Puro instinto, ni un solo reloj en su habitación.

Sin perder un solo segundo, corre hasta la ventana acristalada de su cuarto, para ver con satisfacción, como los primeros rallos de sol comienzan a atravesar la densa vegetación. Un hermoso espectáculo de luz y sobras, que siempre la revitaliza. Un nuevo día comienza.

Con una radiante sonrisa, se acicala lo justo y a la carrera baja, como todas las mañanas, a desayunar con la peña del taller. Pero hoy es un día especial.

No pierde mucho el tiempo, saluda a todos y coge una pieza de fruta carnosa que devora en la gran sala, de color tostado, con amplias ventanas, que a modo de salón cobija a su extraña familia.

Hëkätë, junto a su inseparable gato, ya despierta, ve especialmente agitada a su amiga, pero decide estudiarla sin soltar palabra.

La gnoma, ignora los informes que la esperan. y como es habitual en ella, a la carrera, recoge sus mochilas, listas del día anterior y emprende un nuevo viaje.

Un portal se abre en la taberna del leon famelico, sin decir nada a nadie. La gnoma, entra como un rallo en la cocina, coge varios paquetes de galletitas, cerveza, vino y algo de carne cocinada especial, que le tenia reservada pita pita. Le paga su propina a pita, y pone el pago de la taberna en la caja con una sonrisa.

Acto seguido, coge sus pertrechos y usa la piedra de Belter.

La gnoma conoce el mundo al que se dirige, pero todo es nuevo para ella. Una hordeña… no sabe que pensar… ni que esperar. ¿Será una pequeña casa de campo? ¿Será una suntuosa morada? ¿Habrá mas hordos alli? ¿habrá evaluado mal la confianza que deposita en la hordeña?.

Finalmente decide dejar los pensamientos de lado y lanzarse a la aventura. Nada es mas gratificante para ella que lo desconocido.

Y con un plum desaparece de la taberna.


Al usar la piedra de Belter, todo empezó a nublarse a su alrededor. Momento en el cual, cerró los ojos y se entregó en cuerpo y mente.

La gnoma disfrutaba siempre de la vida a manos llenas. Cada soplo de aire y cada rallo de sol, eran motivo de alegría para ella. Hacía mucho que dejó atrás la temible oscuridad que entristeció su pasado. Nunca más se prometió. Y dibujó una sonrisa en su rostro mientras abría los brazos en pleno proceso de teleporte de la piedra armonizada.

Pronto notó aire fresco, pero aún aguardó un poco más para abrir los ojos. La paciencia es una virtud, y entonces, llegó el momento y se hizo La Luz.

— Ostras!! Menudo lugar. — El rostro de la gnoma rebosaba perplejidad.

Siempre imaginó a Belter, como una horda más típica. Pero aquel lugar dejaba claro su error.

La piedra la dejó a una distancia prudencial de lo que parecía, una adorable y pequeña casita incrustada en una cueva, y disimulada con mucho acierto por la orografía del terreno y la naturaleza circundante. El buen gusto de Belter estaba más que confirmado. Una extraña mezcla de belleza y ocultación a los ojos indiscretos. Extraña… para una ella de la horda, pensó.

Un aroma familiar llegó al olfato de la gnoma, un orco. Los conocía bien… Pero la jovial gnoma disimuló y no le dio pistas de haber sido descubierto. Si quería espiar escondido, no suponía un peligro inmediato. Y con paso firme, avanzó hacía la casita de Belter. Salvando despreocupadamente, este lugar le trasmitía muy buen royo.


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Un día con una elfa de la horda. Peligroso para ambas en estos días…

La guerra había creado monstruos en todos los bandos. Pero los peores, no tenían nombres ostentosos y cargos rimbombantes, los peores es la gente anónima, confundida y atenazada por un conflicto eterno. Producto del miedo y la lealtad mal entendida. Peligroso, sin duda. La mordaz gnoma sabía bien cuanto.

— La guerra nos cambia, Odio la guerra -


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Justo cuando fue a coger el pomo de la fuerte puerta. Belter abrió la puerta con una sonrisa, aunque la gnoma notó que estaba nerviosa. Lógico, tiene sangre en las venas después de todo.

— Dudé si vendrías… te dejé un mensaje en la taberna — El aspecto de Belter era envidiable — no temas morda, entra, hoy no comeré carne de gnoma. — *guiño. No solo era hermosa, sino que radiaba entusiasmo. Una gran virtud en estos tiempos.

La gnoma sonrió.

— Bonito lugar, compraste todo este… sitio a alguien? Un corredor de cuentas? Una inmobiliaria gobling? — La gnoma se ladeó señalando el campo que rodeaba su casa, sin sorprenderse al ver unos arbustos moverse sutilmente, justo al girar.

— Comprar? Es tierra virgen, sin dueño. — Belter obsebaba a la gnoma con expresión de perplejidad.

Era una expresión común, que vió a menudo entre razas menos civilizadas que la gnoma. Así que no le pareció inusual, incluso los humanos, eran muy propensos a no entender las virtudes de un mundo civilizado.

Volvió a sonreír.

Habrá notado al orco? Se preguntó mientras esgrimió una sonrisa y entregó a Belter una de las botellas que pita.pita le había reservado en taberna. Un estupendo espumoso rosado que esperaba fuera del agrado de la elfa… tb llevaba leche con hielo como plan de emergencia… pero la elfa, por cortesía sonrió y tomó la botella.


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La casa era demasiado grande para la gnoma, pero estaba maravillosamente decorada, sin excesos ni excentricidades . Durante horas, Belter le habló de diferentes temas, sobre ingeniería, alquimia y preguntó mucho por todo he incluso hizo preguntas mordaces sobre política y cotilleos en la Ali.

Puede que sea una espía…

A los ojos de la gnoma, la elfa de sangre, que indudablemente tenía más edad que ella, se asemejaba a una chica de menor edad. Su carácter, sus preguntas, su cortesía… le recordaban a las de alguien mucho más joven. Y no pudo evitar pensar que en otras circunstancias, aquella elfa habría encajado muy bien entre sus más habituales. le resultaba simpática, para tener el bando que tenía. no era la típica elfa de sangre, eso seguro.

La curiosidad de Belter era enorme. Pero se notaba que Belter era cuidadosa a la hora de plantear cada palabra. La fama de la gnoma en la horda era notoria, era bien posible que la elfa tb dudara de ella o dudara por no tratar a menudo con gnomos.


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La comida transcurrió sin sobresaltos. La gnoma se puso cerca de una ventana mientras escuchaba a su atractiva acompañante hablar sobre ilidan, alias el posturitas. Y lo pesado que resultó con su cruzada.

Por la ventana observó como el orco, agazapado intentaba acercarse a la casa sin llamar la atención. Es imposible que estuviera allí por mi… espiaba a Belter o tenían unas técnicas de caza muy extrañas en aquel planeta y todo era mera curiosidad.

No pudo reprimir que el orco le hiciera pensar en la guerra, cierto descontento la atravesó y al mirar a Belter, entendió que la elfa se había percatado del cambio de semblante. “Rayos! Me examina con lupa”.

Belter notó el interés de la gnoma por algo fuera, y se acercó. La gnoma, disimuló.

— bueno bueno! Vamos al agua mi querida y atractiva elfa.

Belter se percató de que la alejaba de la ventana pero no le importó. Supuso que la gnoma estaba sorprendida por su morada. Los gnomos son una raza rara pensó.

La gnoma se levantó la túnica poniendo morritos y enseñando hasta casi las caderas, cosa que no asustó a Belter, pero si la sorprendió.

— Donde me pongo mi fulgurante bikini coco-gnome? Aquí? — la gnoma guiño un ojo de forma picarona.

Belter rió, de forma muy auténtica. - puedes entrar en esa habitación, o hacerlo aquí mismo si lo prefieres pequeña…—

La gnoma corrió como una cría hiper acelerada al cuarto sin esperar que Belter acabara de hablar. Nada más cerrar la puerta, sacó de un bolsillo una diminuta araña mecánica del bolsillo y la escondió en la habitación.

Al salir postureo un poco y quedó sorprendida al ver el bikini de Belter. Indudablemente, los elfos no eran una raza titánica, pero valla si podían ser exuberantes. Decidió ser respetuosa y no decir nada. En su lugar sacó un regalo para Belter. Una máquina dispensadora de bebidas.

No tenía claro que pensar de esta elfa. Si podían ser amigas, o enemigas, o algo más… un mundo de posibilidades, pero para ello había que conocerla más… lo mismo la elfa jugaba con ella por puro placer… y si eso era así… uff como le gustaba a morda los juegos… pero todo a su momento.

Que fascinante habría sido todo si no existiera horda y alianza. Deber y guerra. Muerte y desconfianza. Que fascinante y que sencillo. Pero hoy nada era sencillo


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Ya en la poza que Belter llamaba piscina, Belter empezó a hablar de política.

Es curioso como la gente tiene la capacidad de mutar de personalidad en función del entorno. Clarisimamente, Belter en la posada es mucho más reservada.

— …silvanas es mejorable como líder… - Belter argumentaba con cuidado sus opiniones.

— La horda es presa de sus obsesiones — la gnoma no pensó al decirlo, pero pronto notó en Belter un atisbo de sorpresa. Y un brillo en su mirada.

— quiero decir, es necesario vivir separados? - la gnoma se puso nerviosa.

— La horda no es muy diferente de otras razas de azeroth, pero no dejan de creer que están en peligro constante… y ese peligro, es usado como excusa para comeros la cabeza. Y ser rehenes de vuestros anhelos… por intereses que fomentan un conflicto eterno…— la gnoma empezó a esquivar la mirada de Belter de forma compulsiva. — Posiblemente si vivierais sin darle tantas vueltas todo iría mejor.

— La alianza fomenta la guerra tanto como cualquiera, ambas lo sabemos…— Belter puso una expresión dura.

La gnoma sintió cierta pena. Cuantas Belter existirán? Cuanta gente interesante no conocerá por esta guerra…

Un ruido sonó.

Belter se detuvo al ver como la gnoma saltaba de la poza y corría hacia el salón.

Belter intentó seguirla pero la gnoma era endiabladamente rápida y ágil en sus movimientos. Al perderla de vista, escucho un estruendo y varios golpes.

Al llegar a su altura, encontró a la gnoma con la mirada perdida en el exterior de la casa, sujetando un collar orco.

— este conflicto Belter — la gnoma hablaba completamente abstraída. — tiene muchos culpables. Y hay seres maravillosos en ambos bandos, deseo que acabe. — la gnoma lanzó el collar a Belter que lo cazó al vuelo y lo miró intentado preguntarse…

La gnoma se apresuró hacia la elfa y antes de que reaccionara, se lanzó levitar y la besó en los labios separándose con rapidez por respeto a la reacción de la elfa.

— no sé seguro si estoy enfrente de una amiga, de una enemiga, o de algo diferente y más dulce… — puso un dedo en los labios de la elfa para que no hablara - pero lo averiguaré galletita tamaño… elfica!—

La gnoma rió complacida al ver la cara de Belter. Y esta, no pudo reprimir una sonrisa, no sin preguntarse por lo sucedido y poner cara de circunstancias ante el estropicio formado.

— atraes los infortunios… y ese orco… tendré que realizar algunas pesquisas— dijo Belter preocupada.

La gnoma se encogió de hombros.


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Tras ayudar a Belter a reordenar el estropicio, volvieron a la poza termal. Belter se mostró preocupada pero no por morda, ya que no dudó un segundo en continuar la velada. aunque para Belter fue interesante comprobar que aunque agresiva. La gnoma no mató al orco sin más… y estaba segura que tras asustarlo lo dejó ir.

Imposible saber si fue inteligente, pero ya estaba hecho.


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La tarde fue pasando, de forma animada.

Pusieron música y bailaron entre risas… Belter enseñó a la gnoma varios pasos y le mostró su colección de discos. Cenaron la carne cocinada que la gnoma compró a pita.pita y discutieron entre risas si era carne de calidad y gustosa, como morda sostenía o carne normal y barata como defendía Belter.

Normalidad entre enemigos en tiempos de guerra.

Indudablemente ambas disfrutaron. Hasta que la gnoma, se despidió de vuelta para su taller… con una promesa, regresaría… Belter aún conservaba una habitación habilitada para ella en el taller de la gnoma y a todas luces, la gnoma se sentía cómoda con ella.


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Al regresar al taller. Hëkätë la observaba desde su puesto de observación favorito. Ir a ver hordas a solas en plena guerra… que locura.

O no…

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¡¡¡Muy chulo Morda!!!

Me encanta :heart:
Siéntete tan bienvenida como en la taberna ñomita.
Ains el amor ínter facción… Si sabré yo de eso dice mirando a Argent enamorada.

En cuanto a lo largo de tu libreto Morda… Hablas con los que llevan más de 6000 post de esta historia… No nos asusta🙄

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Me alegra que pienses eso, por que a mi, si que se me paso por la cabeza que mi libreto se me estaba yendo de las manos. acumula mas de 160 páginas.

Piensa que este post es el segundo… El de las hermanas Brisaveloz que fue donde se nos empezó a ir la olla tiene más de 2k de entradas. Y suma los 4k de esta.
Nos gusta escribir historias, pasandonos un poco el rol por el forro. Darle vida y personalidad a nuestros personajes sin tener que seguir esa extricta línea de lo que es el roleo de verdad,en el que no puedes ni interactuar con un npc importante o seguir extrictas normas de la comunidad rolera.
Que a quien le guste pues bien. De hecho creo que ninguno roleamos pero nos gusta escribir y es lo que ha hecho de este hilo uno de los más largos del foro.
Así que publica todo lo que quieras de Morda, será bien recibido. :grin:
Hacer de nuestros personajes algo más que cuatro pixels con la de tiempo que pasamos jugando con ellos es genial. Imbuirlos de experiencia, aventuras, desgracias varias… Porque esto es Azeroth!!!

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Yo roleo pero con mis propias peculiaridades… aunque me encanta aparcar las normas y escribir en nuestra historia.

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Yo es que ha llegado un punto en que ya no raideo a máximo nivel y todo lo que me exiga un horario o normas muy extrictas no me apetece.
Será que ya bastante extricto es el día a día que cuando entro a jugar hago lo que me da la gana, y lo mismo a la hora de escribir respetando siempre el espacio de los demás, sobre todo en este caso el de Argent.
Al fin de al cabo Shivadel es tuya lo mismo que Valeera era de Ele y podíais hacer lo que os diera la gana como parejas porque ambos pj’s eran vuestros. En mi caso no quiero que Argent se vea superditado a lo que a mi se me ocurre escribir que soy de venas locas como la de Costa Oscura :roll_eyes:

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