Iba a escribir algo escueto de que había aparecido en Garadar del Draenor alternativo sin saber como xDD
Pero si, se supone que estoy en la taberna de villa Dorada.
No podía dejar de preguntarse, que demonios hacia alli,todavia…
Habia visto como el grupo de dirigia a la taberna,y como habían permanecido alli. El era inmune al frio,y al sueño,y se quedó “vigilando” sin saber porqué…tal vez esperando más demonios,otro ataque,o tal vez…
Vió como el grupo,encabezado pir su cuñada,salía de la taberna. Parecian dirigirse hacia algún punto tranquilo. Saco el catalejo del viejo pirata, y observó…
Vió como el mago extraía algo de su bolsa,y junto a su cuñada parecian decidir algún punto. Lástima de la distancia,que no le permitía una visión más nitida. Pareció que timaban una decisión. El mago guardó sus bártulos, y comenzó una invocación. O mucho se equivocaba,o pretendía crear un portal.
El portal se materializó, y vio como era cruzado casi en tropel. Sin embargo,un pequeño gesto de su hermano,llamó su atención…
Su hermano hizo un pequeño gesto hacia su amada,para que esperase a que pasara el. Una fria sonrisa se dibujó en su pálido rostro…Protector pensó,igual que yo aunque ellos no lo sepan…
El mago se dispuso a atravesar el portal, enfocó su catalejo,y vió un cielo más allá del portal, teñido de verde…
Sólo habia un sitio así,que el conociese en Azerorh…¡Sombraluna!
Asi que hacia allí se dirigen…
El mago cruzó el portal, y desapareció.
Bien,penso el caballero, yo no soy mago ni creo portales, pero…
Sacó su piedra de hogar,destino Zuldazar,Orgrimar,y por fin Sattrath…
Confiaba en localizar al grupo desde el aire…
Con una sonrisa pensó…protector,y por primera vez desde su alzamiento,sintió que su vida tenia un camino
8 «Me gusta»
Pero a mi hija la tiene el peregrino (que iba cogido de la mano)
A ver como arreglamos esto tras el rescate de Belter…madre Elune!!!
Caguen tus muelas ahora no me sale la canción de María del Monte de la cabeza XD
2 «Me gusta»
Rummol, vuestro manco favorito
Rummol estaba desesperado de impotencia. habia visto los golpes que habian dado a la elfa, como la habian encadenado inconsciente. Por suerte no repararon en su presencia ni en el agujero, a pesar de tener ya un tamaño destacable en una pared.
Tras marcharse los demonios, intento llamar a su compañera de cautiverio sin exito, a pesar de la poca luz parecia distinguir que respiraba pausadamente. Estaba aun viva, eso es buena señal.
- No puedo quedarme aqui parado o acabaran con ella.
Habia dado por sentado que ese era su final. Pero las pequeñas charlas y compañia que se habian dado en ese infierno habian conseguido animar al tauren. Sin saber muy bien el motivo habia cogido algo de cariño y camaderia a la elfa. No habria aguantado tanto de no haber encontrado el agujero.
Se levanto y, tras comprobar varia veces que no habia demonios a su alrededor, decidio actuar. Poco tenia a mano pero pensando en el agujero y como habia reaccionado ante su coz se le ocurrio una idea, disparatada pero era mejor que nada.
- Si esto funciona dejare de meterme con el herrero…
busco lo que le quedada de su armadura aun puesta. Sin duda los demonios le habian arrancado gran parte, pero más por motivo de la tortura que por miedo a su persona. Arranco tres trozos metalicos, algo romos y planos, le servirian.
Dicho esto se dirigio al agujero, la elfa seguia en el mismo estado, busco alguna piedra interior medio suelta de buen tamaño y la arranco con las fuerzas que disponia.
Con la mano que le quedaba uno esa piedra para hacer 3 muescas en la pared cercanas a la grieta, formando un pequeño arco. Le costo un buen rato y termino extenuado del trabajo pero consiguio hacer unos pequeños huecos, en ellos introdujo los trozos de metal y uso su piedra-martillo para clavarlos y aplanar un poco el lado que sobresalia. Con su trabajo finalizado miro el resultado.
- Espero que esto sirva para algo, ahora solo queda la especialidad tauren.
Calmo sus nervios, se acerco al primer trozo de metal y dio una gran coz como la primera vez que ensancho el agujero. Solo quedaba esperar que funcionase…y que los demonios decisiesen ignorar los ruidos por azar.
Tras un largo, excesivamente largo, tiempo el agujero habia cedido ante 2 de los 3 trozos metalicos. Una nueva coz retumbo por la prision y cayo el ultimo trozo con el trabajo cumplido.
Extenuado el tauren se sento a recuperar fuerzas. Extrañamente no habian vuelto a aparecer los demonios por alli a pesar de todo el barullo que habia montado, bastante raro dada la situacion.
Viendo que no debia perder la oprtunidad decidio seguir con su plan, se arrastro por el agujero, un poco estrecho para que negarlo, que iba cediendo roca a roca por su tamaño y cabezoneria. Si alguien venia en este momento seria su fin y el de la elfa, pero por suerte nadie vino a ese paraje y consiguio pasar. Comprobo que efectivamente la elfa estaba inconsciente y viva, con una respiracion algo pausada, estaba llena de heridas, hematomas, cortes y parecia que de la patada le habia roto una costilla. Mal asunto.
- Y ahora como te saco de aqui…como salimos los dos de aqui…
Sin nada más que hacer, empezo a “picar” las cadenas de la elfa. Tal vez…la suerte le sonreiria de nuevo…
8 «Me gusta»
Allí estaban, rodeado de cientos de cadáveres de demonios en los huesos, por una parte sintió alivio, ya que no se imaginaba teniendo que entrar abriéndose paso entre tanto demonio, en efecto dejaba la batalla de cuna de invierno como una pelea entre niños por el último caramelo del tarro
sin embargo era evidente que no estaban así por dieta, algo los había succionado, siempre odio la magia demoníaca por esas cosas, era evidente que algo o alguien ahora tenía el poder de todos ellos, a la vez
-Con suerte habrá sido demásiado y habrá explotado el recipiente, ojalá sea así y encontremos una mancha negra y verde en el suelo.
Sabía que esa caricaturesca imagen sería más cosa de su imaginacion que la realidad, mientras imaginaba la escena, no se dio cuenta de lo que Aiden dijo, pero si el sonido de demonios tras ello, se puso en guardia intentando ocultar todo lo posible su nerviosismo, era evidente que no gozaba de esa valentía de la que tanto se hablaba en las adoquinadas calles de ventormenta que se adjudica a un Paladin, en absoluto, le sudaban terriblemente las manos embutidas en sus guantes, notaba como no podía parar de mover las piernas, y hasta le costaba hablar, todo lo contrario del estereotipo que se le asumía, en el fondo, la vida real es más cruda y cruel de los que las histórias de junglares hablan
Los 3 miembros del frente se asomaron con cuidado tras la pared de la fortaleza, tras ellos pudieron ver demonios, no tantos como lo muertos, y probablemente menos de los que los atacaron, tenían pintas de guardias no aptos para la batalla en el frente, pero eso no quitaba que tuviesen una formidable fuerza, ni tampoco sabían cuantos quedaban vivos, por lo que comenzaron a tramar un plan entre susurros
-Aiden, ¿como ves esto?, hay varios accesos al edificio central, es evidente, por el número de demonios, que los prisioneros deben estar allí, probablemente en un sótano…
-Si nos quedasen pícaros podríamos obtener algún plano e información, pero no nos queda ni uno, y Mir no puede entrar en zonas cerradas sin ser detectado.
-! Rummol está allí!, ¿a que esperamos? podrían estar profanado su cuerpo en este momento, vamos a rescatarlo ya, van a pagar duramente lo que le han hecho.
-¿quieres que maten a la niña al detectarnos? Dijo Aiden vamos a trazar un plan para llegar y salvarlos sin que nos detecten.
-Un momento, ¿están haciendo patrullas?comento el enano pegado a la pared
Era lo que Aiden quería escuchar
Hay 2 guardias permanentes en la puerta, de acceso más cercana, luego hay varias patrullas, por lo que tenemos que esperar hasta que se queden solos para atacarlos y entrar sin alertar a la fortaleza.
Al fin una buena noticia,pensó el enano, el cual seguía nervioso, pero no podía demostrar sus temores, si lo hacía podría perder la confianza que el grupo le dio
8 «Me gusta»
Athor lanzó una última mirada a la paladina antes de que se fuera, y luego su mirada se desvió hacia la hermana de Lonvar antes de recoger el comunicador de su mesa.
—No ganamos nada posponiendo la llamada —le dijo sin mirarla.
Sus dedos se flexionaron sobre el aparato, rozando el botón, pero antes de que pudiera pulsarlo…
KABUM
El suelo tembló ligeramente y desenvainó a Ruina con un movimeinto rápido.
—¡Maldita sea la Luz! ¿Que diablos pasa ahora? —se dirigió a Lissi—. Tú quédate aqui, triplicaré tu escolta mientras no estoy.
El General salío del cuartel a todo correr, pero paró en seco cuando vió la columna de humo envilecido hacia el norte, cerca de la embajada.
Los guardias humanos no eran nada. Ni los pistoleros enanos. Ni los paladines forjados. Ni los vaciomantes que defendían su patético rincón de la ciudad.
Todo palidecia ante su poder como la luz de una vela ante el sol.
Una escuadra completa de soldados, con una capitana a la cabeza, cargó contra él desde un flanco. Con una carcajada burlona y cruel levantó el brazo, formando un sigilo bajo ellos.
Una columna de llamas mano de las entrañas de la tierra con la ira de un volcán. Los soldados gritaron de agonía mientras su armadura se fundía sobre su piel y su carne se desintegraba, dejando solo huesos carbonizados y cenizas.
Una descarga de vacío le alcanzó en la espalda, pero apenas lo sintió. La energía vil le colmaba cada fibra de su ser, como si todo un océano estuviera contenido en un solo vaso. Se giró para enfrentarse a dos ren’dorei: una armada con una espada, otro con magia del vacío en las manos.
La guerrera de falla se lanzó hacia él gritando. Su oscura espada descendió aullando, pero se hizo pedazos en contacto con las gruesas puas de hueso de sus antebrazos.
El brujo alzó una mano para golpearla, y aunque ella interpuso su escudo, sus terribles garras llameantes atravesaron metal, carne y hueso como si fueran papel. Con un sencillo tirón la arrancó el corazón y esperó a que su cuerpo se derrumbara para aplastarlo ante la aterrada mirada del sacerdote de sombras.
Mirthus se teletransportó de golpe frente a él, retorciendo el tejido mismo del espacio, lanzando un desagradable sonido de algo retorciéndose.
Agarró por el pescuezo al tembloroso hechicero, que aun en forma de vacío pudo sentir como las llamas le chamuscaban la piel.
Mirthus abrió la otra mano y generó un ojo de Kilrogg, que se abrió para revelar en bucle la grabación de la ladrona que se ha había atrevido a profanar la santidad de su cámara del Renacer.
—¿Como la encuentro? —dijo el antiguo renegado. A su voz le acompañaba un fuerte eco distorsionado, compuesto por un coro de cientos de voces diferentes.
—¿Qué… cua…?
—RESPONDE.
El ren’dorei no podía sentir las piernas de puro pánico, pero si la humedad creciente en sus pantalones.
—E… esa… ¡Esa es Lyft! ¡La conozco!
El brujo movió su pulgar para clavar la larga garra en la que terminaba en la mejilla del elfo.
—Me da igual quien sea. Lo que quiero saber es dónde está.
—Yo… no se. Quizas… ¿Villadorada? Suele fecru… fercu… Ahh. ¡AHHHH!
La energía vil destrozó su cuerpo. Sus tripas se esparcieron como serpentinas junto a los restos de sus piernas, mientras el resto de sus órganos, sus brazos y su cabeza salían volando varios metros.
—Me ha encantado charlar contigo, pero ahora tengo que…
Su instinto mágico le avisó en el momento justo para esquivar una llamarada carmesí que le venía por la espalda.
—Ríndete o muere —dijo Athor, todavía apuntándolo con su enorme espada.
Mirthus gruño e intentó de nuevo atacar con el teletransporte, pero Athor bloqueó su garrazo. Retrocedió y lanzó un tajo al cuello de de su rival, pero él brujo lo bloqueó con las manos. Athor redobló sus esfuerzos empujando.
Pero su espada estaba retrocediendo.
—Eres peculiarmente fuerte, guerrero. Pero yo puedo darte más fuerza de la que puedas…
—Y tú hablas mucho —le interrumpió. Cambió la forma en la que agarraba el mango y lanzó un golpe con el pomo en la mandíbula aprovechando tanto su fuerza como la del brujo.
Mirthus retrocidó un paso, con la cara vuelta, y se llevó una mano a la boca. Se giró de nuevo a Athor, sonriendo con malicia, mientras el diente que había perdido era reemplazado por un estilete digno de un manáfago.
—Oh, mierda.
7 «Me gusta»
Solo una nota, de Rummol excepto para Belter sabe que esta muerto. O sea, offrol si sabeos que esta pero onrol nadie lo sabe. Es una surprise jaja
2 «Me gusta»
Corregido, he cambiado esa parte, descanse en paz, doble cheesebuguer
1 «Me gusta»
Gracias enano, perdona el matiz de este quisquilloso, en la taberna te pago una cerveza.
1 «Me gusta»
Te measte encima vamos…
El caballero atravesó los dos portales rápidamente,y apareció en Sattrath…
Invocó al feo pterodáctilo comprado en Zuldazar,sin saber muy bien porqué,lo había convertido en su montura favorita.
Mientras volaba hacia Sombraluna,no pudo dejar de recordar la ultima vez que habia estado en Terrallende…alli habia derrotado a un gran demonio,junto a sus compañeros. La mochila que llevaba,formaba parte de los despojos del demonio,reclamados a su muerte. Una buena época aquella,como paladín de la luz. Guardaba pocos recuerdos de entonces,se borraron la mayoria tras su muerte y alzamiento. De su pasada vida,tan sólo conservaba un colgante,recuerdo de su madre…
En una de las pocas ocasiones en las que la vió,su madre se la entregó entre lágrimas. Dentro del camafeo, habia un retrato muy elaborado,de un pequeño elfo rubio,que parecía sonreir al artista que lo pintó. Siempre pensó,que era su propio retrato y en recuerdo de su madre lo guardaba con amor. Recordaba las palabras de su madre cuando se lo dió…
-Mi pequeño tesoro…guardalo con cariño,pues no hay nada más hermoso,que el fruto del amor.
Siempre pensó que se refería a el mismo,hasta que descubrió a su hermano gemelo. Las palabras de su madre,pequeño,y tesoro,habian cobrado nuevo sentido para él.
El era el mayor de los dos,su hermano Argent,habia nacido el primero,pero siempre,el gemelo que nace el segundo,es el hermano mayor…
Cuando supo de la existencia de su hermano,ya había sido alzado como caballero de la muerte,y habia combatido contra la plaga en Rasganorte. Primero la curiosidad,y luego un sexto sentido,o intuición, hizo que lo descubriese mientras completaba la campaña contra la legión…
Desde entonces, y siempre oculto y en la distancia,había coincidido en más de una ocasión con el.
Ahora,mientras sobrevolaba el Valle de Sombraluna,ese sexto sentido,parecia acercarle una vez más hacia su hermano…
Le pareció vislumbrar desde el aire,un montón de cadáveres de demonios. Con su cautela habitual,descendió guardando las distancias…parecia haber acertado,observó como el grupo se aproximaba a una cueva,su hermano,y su cuñada estaban allí…
Se colocó el yelmo que ocultaba su rostro, y se preparó,por si era necesaria su intervención
7 «Me gusta»
Morda se deslizó hasta una pequeña arqueta. Cuando vió el plano de Felix, lo imaginó con rapidez. Tantos secuestros implicaba unas celdas bien fabricadas, y toda prisión requería de arquetas por las que evacuar la suciedad que generaban los prisioneros. A mas prisioneros, mejor infraestructura y arquetas mas grandes… Ni los demonios, arrastraban los detritus de los presos por los pasillos hasta fuera, toda prisión tiene arquetas.
No obstante aquella era bastante pequeña. Supuso que entre los demonios, no abundaban los ingenieros cualificados, por suerte, no lo bastante pequeña para que supusiera un problema para ella.
Se ató su mochila a un pie y se introdujo en aquella sucia, mal oliente y arcaica tubería. LA gnoma, ágil, diestra y con experiencia en esto, no le importó lo que la rodeaba, se movió con la gracilidad que da la experiencia, reptando ante el reducido espacio. No tardó en encontrar unos barrotes que le cortaban el paso.
Con agilidad, torció su cadera, recogió la pierna e intrudujo su mano en la mochila sacando un pequeño soplete de ingeniería. Mientras los cortaba, observó que en la oscuridad de la arqueta algo brillaba al otro lado. Un resguardo.
La gnoma trabajaba con diligencia, sin emitir sonidos. En otra vida habría sido una gran rogue, pero la vida le tuvo reservados otros planes. No tardó en cortar los barrotes y los cruzo con cuidado para no activar el resguardo, pero no pudo evitar engancharse en una de las puntas que anclaban los barrotes.
La gnoma no gesticuló al notar el dolor al clavarse aquel resto de barrote, ni tampoco lo hizo, cuando tiró desgarrando parte de su cuerpecito, cuando decidió que no deseaba perder el tiempo intentando soltarse y continuó hasta el resguardo.
Con un pequeño artilugio, succionó el poder del glifo, desactivando su magia y continuó su periplo personal, sortenado recovecos, hasta que llegó a una sección recta y muy larga. Las celdas, tenían que serlo si aquello tenía un poco de lógica… Avanzó hasta ver puntos donde entraba la luz. Reajusto sus gafas gnomicas y se acerco con cuidado.
Al llegar al punto y en total silencio, miró con un espejito por el pequeño agujero que conectaba con la celda, pudo ver una celda vacía. Sentía como su corazón daba un vuelco… Continuó por la arqueta hasta el siguiente agujero, tb vacia… La frustración le hacía mella… Pero el terceró fue extraño, vio con claridad un estropicio y restos de muro… ¿Obras?
Continuó hasta el siguiente y tras mirrar, su corazón dió un vuelco. Alli estaba, Su amiga, junto a un taurem… Y SU AMIGA NO SE MOVIA!!. Rápidamente y sin hacer ruido, movió sus manos y agarro su palanca y comenzó a forzar el pesado ladrillo que se interponia entre ella y su amiga.
Un ojo de taurem se asomó al agujero.
– ¿Pero que? quien eres!! La alianza aquí!!.
– Esa es mi amiga, casi un trozo de mi… ayudame hordo!! tira hacia ti o tendré que volarla!!
El taurem considerando la situación y extrañado, a la vez que reconfortado, de ver mas gente por alli, la ayudo un poco y la gnoma entró en la celda.
– Ohh!! Belter que te han hecho!! 
Miserables!!
Rápidamente se situó al lado de su amiga y sacó de su mochila, una jeringuilla que contenía dos liquidos en su interior, mana puro, y un jarabe regenerativo que inyecto de golpe en el brazo a su amiga. La examinó en detalle y colocó tiritas impregnadas de pociones curativas por todas partes, mientras el taurem observava a la gnoma.
– Has venido sola??
– No, pronto vendrá la ayuda.
Entonces morda respiro calmadamente, y comenzó a serenarse, con lagrimas que casi salían de sus ojillos. En un arrebato, dejó las heridas y abrazó a su amiga con fuerza durante un rato. Luegó se serenó, lanzó una cura sobre su amiga y miro el pendiente de Belter.
– Esto fue un error… – y de un manotazo se lo quitó y estrujó el foco que contenía.
Sacó una piruleta de su mochila y se la metió en la boca a Belter.
– Tu taurem, quedate con ella, te dejó mi mochila, hay de todo dentro, cuidala, tengo algo que hacer…
Con un dispositivo en una de sus manos y un rifle en el otro salió corriendo por el pasillo, sorprendida de que alguien fuera dejado la puerta de la celda abierta.
– Donde te escondes sucubo…
8 «Me gusta»
Te alegrará saber que es de los pocos que no fueron succionados, tuve ese detalle en cuenta al escribir.
2 «Me gusta»
Ya de vuelta en Tundra boreal Rukhs montaba de camino a su fortaleza, portaba las ordenas dadas y crearía un alboroto lo más probable. Lo peor seria explicar la situación a los presentes, aunque esperaba que con la palabra y el sello del comandante bastaría.
Paro a descansar un poco y aprovecho el tiempo para releer las ordenes:
Ordenes
A todo el destacamento sea soldado, peón o vigía:
Sabed que la investigación llevada a cabo estos 3 meses por fin ha dado sus frutos. Encontramos una partida enorme de demonios en Cuna de Invierno que asaltaban una casa cerca de Aldea brisa Pura.
El enemigo huyo tras su repentina derrota pero ocurrieron dos acontecimientos:
- En el lugar del incidente me encontré un grupo heterogéneo de personajes entre los que se encontraban paladines, sacerdotes y otros. Gracias a ellos sigo con vida.
- Durante la batalla Rummol cayo e una emboscada. Únicamente su mano fue encontrada gracias a Rukhs.
Me dirijo a buscar el causante de este mal y ponerle fin, iré con el grupo anteriormente mencionado. Si los últimos informes son correctos algo esta ocurriendo en terrallende y algo poderoso podría amenazar Azeroth.
Temo que esto se tercie más de lo necesario y me es importante estar preparado. Es necesario realizar estos puntos:
- Reforzar las defensas, llamas a todas las tropas disponibles y obtener todos los recursos que podamos acumular. Hasta nueva orden toda patrulla, misión, espionaje o derivado (que no sea de carácter urgente) quedan canceladas.
- Mandad mensajes a nuestros informantes del resto de continentes, concretamente de Kalimdor y Reinos del Este. Necesito toda la información o suceso extraño que pueda ocurrir.
- Nos es necesaria la ayuda de todo mago, brujo, chaman o que disponga de artes mágicas. Que ideen la forma de protegernos ante un ataque vil demoníaco.
- Realizar todos los preparativos para enterrar con honores a nuestro compañero caído. A mi vuelta realizaremos el oficio, en caso de no regresar…no escatiméis en honores.
- Rukhs quedara al mando únicamente de estos puntos, el resto de funciones deberán seguir desempeñándose con normalidad.
- Cabe la posibilidad de que diversos…héroes se presenten. Si son enviados por mi portaran mi sello personal. Nadie más debe entrar sin mi consentimiento a no ser que ocurra catástrofe de fuerza mayor.
Attn:
Comandante de Rasganorte Félix
Cerro el papel y volvió a guardarlo concienzudamente. Poco quedaba para llegar y mucho trabajo por hacer, aunque desconocía que tenia en mente su comandante para tanta pedir tanta rapidez y necesidades.
6 «Me gusta»
Para nada se nota que esto se me ocurrio a las 2am de hoy, para nada.
PD: thantos tengo una idea sobre el malo y lyft…si puedo te mando un MP por el juego esta tarde y te cuento. (para no jod€rte la idea que tengas en mente)
1 «Me gusta»
Utiliza “internarse”
En realidad el peregrino me la pasa a mí cada vez que se pone a llorar. 
Me he quedado con la jeta de ambas. 
1 «Me gusta»
Jo mi pobre bebé… Tan bonita ella lejos de su Mami.
Y a saber que le estáis dando de comer…
1 «Me gusta»
Estas en la comunidad de Bnet? Mándale un mensaje a Anthar.