Seldune acusada de rebelión

Dhaedra sostiene su pluma, pensativa, con la mirada fija en la moribunda llama de la vela que ilumina la mesa. Moja la punta de la pluma en el tintero y la desplaza hacia lo alto, rozando con el cristal para deshacerse del exceso de tinta, y escribe:

“A la atención de Lady Seldune Namardan, Maestra de la Orden de los Caballeros de Sangre.

Por el presente escrito lamento haceros saber que esta Real Cancillería ha recibido informaciones acerca de actividades ilícitas que tenían lugar en vuestro domicilio personal situado en Quel’Danas y que recibe el nombre de “Villa Namardan”.

A consecuencia de haber recibido dichas informaciones, y con el ánimo de garantizar la armonía de Quel’Thalas y de asegurar la unidad de la Horda en tiempos de guerra, esta cancillería autorizó un comité de investigación para registrar vuestra dicha propiedad. A tal fin, el día noveno del presente mes y año, se envió un comité de investigación a la citada Villa Namardan con el expresado objetivo de descubrir si en vuestra propiedad se estaban llevando a cabo el hospedaje de rebeldes contra la Horda, y otras actividades delictivas como el tráfico de armas y suministros a los expresados traidores.

Una vez llegado el comité de investigación a Villa Namardan, y conforme a derecho, se mostró la licencia legal que autorizaba al registro de la propiedad. No obstante, vuestro legítimo cónyuge, el señor Vaedhros Valagyr, opuso resistencia armada a las tareas investigatorias de esta cancillería, y a los agentes de la Jefa de Guerra, Sylvanas Brisaveloz. Con palabras suaves y sosegadas, los comisionados le solicitaron depusiera las armas y se les permitiera cumplir con su labor de manera pacífica. No obstante, vuestro marido, rehusó una vez más, y cito textualmente del registro notarial: “Vaedhros ordenó a sus guardias que nos expulsasen con las armas, y tanto su escolta como él mismo empuñaron espadas y lanzas, y se abalanzaron contra el cuerpo de investigación”.

Aunque la compañía armada que protegía a los investigadores puso en sus manos todos los medios para evitar cualquier derramamiento de sangre, se vieron obligados a neutralizar a los atacantes, con la gran desgracia de que vuestro cónyuge, Vaedhros Valagyr, falleció a causa de una herida de hoja ocasionada en uno de sus pulmones. Por otro lado, cuatro guardias más de vuestra casa también perdieron la vida, y se arrestó a ocho empleadas domésticas que trabajaban en vuestra propiedad.

Asimismo, se os informa por este escrito que por ser vuestra persona la propietaria del lugar donde se sucedieron estos sucesos, la fiscalía de la Horda os acusa formalmente de los delitos de conspiración, traición y rebelión. Se os emplaza a comparecer en la Real Cancillería de Orgrimmar, en el término de veinte días, so pena de prisión en cárcel pública en caso de no obedecer esta orden, junto a otros castigos preventivos que más convengan.”

Dhaedra no firma la carta, retira la pluma con sumo cuidado y espera un poco para doblar el papel e introducirlo en un sobre. Estampa el sello de la Horda y se la entrega a un mortacechador.

-Seldune está destacada en Zandalar, encontradla y aseguraos de que acata las ordenes.

Los mortacechadores abandonan la sala y la sacerdotisa sopla la vela.

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