Buenas a tod@s.
Mucho ha llovido desde mi último “Tipos de personajes en rol”, y dado que parece que la cosa va para largo, y hasta el día en que alguien me indique sutilmente con un bastonazo en la cabeza que debería parar de escribir chorradas, me he venido arriba y he decidido romper mi silencio para escribir este modesto post con el que, espero, alegrarle la tarde a más de uno con algunos de los tópicos más repetidos y divertidos en cuanto a personajes en rol.
Esta vez, me voy a meter con la clase sanadora por excelencia: los sacerdotes y sacerdotas (o sacerdotisas, si lo tuyo es decir las cosas bien). Idólatras e iconistas donde los haya (o no, pero es que me gusta como suenan esas dos palabras), no es raro verlos de aquí para allá con sus pequeñas peculiaridades, las cuales voy a intentar clasificar.
No me enrollo más. ¡Deeeeentro post!
· El cura:
Empezamos fuerte. Si alguna vez tuviste la ilusión de ser el pastor (metafórico) de un rebaño de borregos (metafórico también, en la mayoria de casos), seguramente te has hecho un personaje de este estilo. Suelen ser seres que, espontáneamente, aparecen para rolear una misa por esta o aquella causa, casi siempre desapareciendo al instante cual cangrejo ermitaño que hubiera asomado la cabeza desde su cascarón. ¿A dónde van estos personajes entre evento y evento? Eso no lo se. Tampoco estoy tan aburrido como para ponerme a buscarlos.
· El médico de campaña:
Si estás en una hermandad militar, o simplemente lo tuyo son las aventuras, habrás agradecido tener a uno de estos en tu equipo. Tranquilos y de habla gentil por norma general, estos estimadisimos componentes de tu banda son los encargados principales (porque parece que a nadie más le gusta rolear curaciones) de sanar las heridas de sus compañeros y en definitiva asegurarse de que los eventos no acaben con todos repintando las paredes con sus tripas. Su valor no se aprecia realmente hasta que un día ese miembro del equipo no puede asistir al evento por lo que sea, y te toca rolear sin él o ella durante una sesión.
Créeme. Una sesión es todo lo que hace falta. Te prometo que al próximo día besarás el suelo que pise vuestro sanador.
· El predicador:
Semejante al primer tipo, este tipo de sacerdote es más común verlo fuera de los eventos en algún que otro rol casual por la ciudad, si bien nunca se alejará más allá de la plaza de su estimada Catedral (y ni de broma te lo encontrarás a las puertas del Cerdo Borracho). Semejante a un grácil satélite (¿se puede considerar grácil a un satélite? Ahora me asaltan las dudas…), suelen verse atraidos hacia cualquier foco de rol por la zona, aproximándose como quien no quiere la cosa para cantar las mil y una alabanzas que tiene preparadas sobre la Luz, gloriosa en su nombre, como si Blizzard le pagara la cuenta por ello. No se vosotros, pero cuando menos es entretenido.
· El predicador que da mal rollo:
Es básicamente como el anterior, pero con una diferéncia: nada es lo suficientemente bueno para él. Como no te vea absoluta y totalmente convencido de lo benigna y misericordiosa que es la Luz por permitirnos caminar por el bello mundo de Azeroth, se tomará como su misión personal en la vida el “purificarte” a sermonazos hasta que finalmente pase una de dos: o que te convenza, o que lo mandes a la porra. Dentro de lo que cabe, no suelen ser personajes irrazonablemente violentos (lo cual es de agradecer), y que definitivamente son mejores que…
· El inquisidor:
¿Sabíais que en Azeroth había una inquisición rollo la Cruzada Escarlata, pero sin llegar a ser de la Cruzada Escarlata, porque esta está totalmente del lado de la Catedral, y por tanto todo lo que hacen está bien sin importar cuan extremo pueda parecer, y que por tanto sus palabras y acciones están aprobadas tanto por la Catedral como por la corona y que por tanto no se le puede decir nada sin importar cuan injusto o desquiciante pueda parecer?
Pues mira tú por donde, la respuesta es sí.
Aún hoy día temo el día en que todos los sacerdotes que llevan este tipo de rol se unan, y monten la Inquisición Española marca Blizzard. Ese día, no quedará títere con cabeza.
· El “sombrío”:
Sombrío, nunca mejor dicho. Este tipo de roleros está compuesto por, básicamente, todos los que usan la especialización de Sombras en su personaje, la cual admito que da mucho rollo a la hora de jugar (y en la que admito que tengo a un personaje mío, el cual roleo así). Misteriosos y enigmáticos, nunca queda del todo claro qué hacen, cómo lo hacen, por qué lo hacen, donde lo hacen o siquiera cuando lo hacen, pero lo que importa es que lo hacen.
Lo hacen…
Y si bien un poco simple, cortaré por aquí este post, el cual espero os haya arrancado ni que sea una vacua sonrisa si no ya una carcajada (me contento con poco). Espero que todos y todas esteis aguantando bien con la que nos está cayendo por doquier, y rezo (cual sacerdote) porque lo peor pase pronto.
Nos vemos (no literalmente) en otro post, esperemos uno mejor y más inspirados. Chao!