-Estás preparada para esto?-preguntó Argent.
-No-contestó ella- pero es algo que debo hacer. O mi corazón quizás nunca encuentre paz. Llevo casi ocho años con esta rabia, esta pena…y sabes que os quiero,a ti y a los niños. Renuncié a lo que era,no por vosotros…
-Lo se,lo que hicieron Elune y Tyrande…-contestó Argent
-En el fondo entiendo a Tyrande, ahora con el tiempo, aunque no comparta su vision. Pero después de Teldrassil no nos quedaba nada excepto nuestra fe. Renunciar a ella hubiera sido el fin para los kaldorei.
-Tú lo hiciste…
-Yo no soy la lider de mi raza. Como darles esperanza cuando no la habia? Supongo que aferrarse a su fe en Elune era todo lo que le quedaba a Tyrande.
-Y ahora…Bel Ameth. Amirdrassil…
-Por eso quiero ir. No creo que encuentre la cura a esta rabia…o si,no lo se. Solo quiero saber que los que quedan han encontrado la paz al fin. Se que es dificil de entender. Siempre digo que renuncie a lo que era,fui exiliada y no me importa. Pero aunque ya no sea sacerdotisa, soy una elfa de la noche. Y se que los demás han sufrido tanto como yo. Quizás ya no haya un lugar para mi allí, porque mi lugar,mi hogar,esta aqui con vosotros. Pero quiero ver que mi raza se levanta.
-Deberias ir sola entonces…- dijo Argent
-No, iremos los cuatro. No voy a esconder quien soy,no voy a esconderos a ti y a los niños.
-Está bien. Nos veremos en la taberna de Valdrakken entonces.
Menel se miró una última vez al espejo. Lucia una toga de color azul y blanco. La alisó con las manos de forma nerviosa. Cogió aire y le tendió la mano a Argent. Él le sonrió con dulzura y comprensión en los ojos.
En el salón esperaban Lith y Estel. Su hija con la toga de novicia del templo.No habia manera de convencerla de llevar otra ropa. Estel después de mucho discutir habia renunciado a ir vestido de “palalin” espada de goma espuma en mano. Iba como Argent,con camisa,chaleco y pantalones.
Menel y Argent se despidieron en la puerta con un beso,tomando distintas direcciones.
Argent llevaba a Estel,Lith acompañaba a su madre. No sabian como se iban a comportar los portales con unos niños híbridos,unos niños que no habian salido de las Islas Abruptas desde bebés. Asi que habian escogido la opción mas lógica.
Lith parecia una kaldorei rubia con los ojos color plata Estel un sindorei con el pelo azul índigo y los ojos dorados.
Menel llegó con Lith al enclave de plata,cogió
a su hija de la mano y cruzaron el portal a Ventormenta. Argent habia cogido a Estel en brazos y cruzado a Orgrimmar.
Y de ahí a Valdrakken .
Minutos despues los cuatro estaban en la ciudad capital de las Islas Dragón. Menel permitió a Lith montar sola, escogió llevar a Luna la hipogrifo de Menel. Argent llevaba a Estel con él sobre un dracohalcón. No era una montura que usase con regularidad pero era muy dócil.
Menel por su parte invocó a Darna.
Según alzaron el vuelo la ex-sacerdotisa de Elune pudo ver a lo lejos la inmensidad del nuevo árbol del mundo. Y el brillo que las almas de los kaldorei caidos en Teldrassil le otorgaban a su tronco y raices.
Notó una lagrima rodar por su mejilla. Aquél iba a ser un viaje muy dificil. …
Un pequeño capitulito de transición para recuperar las ganas y volver a las andadas:
Entrada. Desde la pagina 133
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Senda. Desde la pagina 139
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Llegaron a Llanuras de Ohhara. Menel sonrió al ver tanto verde. A veces echaba de menos la naturaleza al vivir en una urbe flotante. Y eran pocas las ocasiones en las que podian escaparse a Val’sharah por sus obligaciones.
Segun se iban acercando a Amirdrassil notó como su corazón se iba acelerando y encogiendo al mismo tiempo. Notaba un nudo en la garganta que amenazaba con dejarla sin respiración.
Tragó saliva e intentó serenarse,o al menos fingir que estaba tranquila. Pero la rigidez en su mandíbula la delataba.
Argent desde su montura la miró preocupado.
Ella esbozó una sonrisa forzada que se quedó en algo parecido a una rara mueca.
El paladin la miró aun mas preocupado, asi que intentó distraerlo preguntandole a Estel si le gustaba el paisaje.
-Mira mami,hombres caballos!-dijo Estel señalando a un grupo de Maruk que pasaban corriendo por una pradera camino a Marukkai.
-No se llaman hombres caballos. Son centauros- corrigió Menel.
-Ummmm entiendo. Son como los tauren,que no son hombres toro.
-Si,algo asi- contestó su madre divertida al ver el razonamiento de su hijo.
Estel entró en una diatriba acerca de los vulperas y cualquier raza de Azeroth que fuese semihumana-semianimal,inventando incluso razas que no existían y poniendoles nombres.
Eso distrajo por un rato a la kaldorei que evitaba mirar hacia el inmenso árbol del mundo cada vez mas cercano.
Inhabitablemente al cabo de una hora de vuelo tranquilo aterrizaron cerca del tronco de Amirdrassil.
Menel bajó de su montura,evitando levantar la vista. El nudo en la garganta le impedía hablar, las piernas apenas la sostenían de pie y el corazón amenazaba con estallarle en mil pedazos.
Pero lo hizo. Levantó la vista y al instante las lágrimas brotaron de sus ojos inexorablemente.
Como en un trance comenzó a caminar hacia el árbol.
Lith dio un primer paso para acompañarla,pero su padre la detuvo.
-Es algo que tu madre debe hacer y afrontar sola.
-Papá esta sufriendo!!
-Lo se-contestó Argent con tristeza- lleva sufriendo durante siete años cada dia por esto . Y a nadie le duele mas que a mi ver que la luz de sus ojos se apaga de pronto durante unos instantes. Y Belore sabe que lo he intentado todo Lith.
-Lo sé.
El paladin quería salir detras de ella,detenerla,o abrazarla…pero se contuvo aunque le estaba costando un terrible esfuerzo.
Menel llegó a la altura del tronco. Despacio muy muy despacio estiró la mano hacia la corteza de Amirdrassil. Los dedos temblorosos apenas rozaron la superficie de árbol justo sobre una de aquellas brillantes runas,y cayó de rodillas mientras las lagrimas resbalaban de forma incontrolable por su cara.
-Lo siento,lo siento- susurraba una y otra vez entre hipidos.
De pronto alli donde sus dedos se habian posado,la runa comenzó a brillar con mas fuerza…
Bienvenida. Desde la pagina 147
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Rutina. Desde la pagina 154
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Menel cerró los ojos ante la luz cegadora de la runa.
Al abrirlos no se encontraba donde estaba hacía un instante. Miró a su alrededor.
Estaba en una sala circular,el suelo era de un verde esmeralda…y nada más.
Parpadeó incrédula, preguntandose que demonios acababa de suceder. Y de pronto se fijó que al fondo de la sala había algo más. Una flor del tamaño de un elfo de la noche.
Era, al igual que el suelo de un verde esmeralda vibrante, y se acercó despacio creyendo adivinar donde estaba pero sin saber el porqué.
-El corazón de Amirdrassil…- susurró para si misma.
Rozó con la punta de los dedos unos de los enormes pétalos,sonriendo con tristeza mientras una lágrima más le resbalaba por la mejilla.
Bienvenida hermana-dijo una voz a sus espaldas.
Conocía esa voz…
-Astarii?- dijo mientras se giraba.
Allí estaba. Astarii Buscaestelar. O bueno,más bien su espíritu. Y no venía sola. Aunque Menel no supo de donde habían salido tantas almas de los suyos se vio de pronto rodeada de decenas de ellos.
Astarii extendió sus manos hacía ella. Menel hizo lo mismo y soltó un grito ahogado.
Sus manos!!!Sus manos eran de un azul transparente!! Acaso estaba muerta?
Argent vio desplomarse el cuerpo de su esposa sobre la hierba.
Entró en pánico, pero antes de echar a correr se giró hacia su hija y le dijo:
-Cuida de tu hermano.
Lith asintió preocupada al ver a su madre tendida…muerta? sobre la hierba.
Estel estaba ocupado persiguiendo una polilla y la joven se preguntó como distraer a su hermano para que no viese lo que estaba ocurriendo.
Mientras el paladín corría hacia su esposa sintió unos pasos a su espalda, más ligeros, más rápidos.
Miró de soslayo a ver quien era y vio que era Sandris Plumaluna.
Ambos llegaron al mismo tiempo donde se encontraba el cuerpo de la ex-sacerdotisa.
-Que ha pasado?-preguntó la general mientras se agachaba.
-No lo se-respondió el paladín mientras le tomaba el pulso en el cuello a su esposa- simplemente tocó el árbol, las runas comenzaron a brillar y se desplomó.
Al notar que el corazón de Menel seguía latiendo, suspiró aliviado e intentó despertarla.
-Amor,despierta-dijo Argent sacudiendola ligeramente por el hombro.
No hubo reacción alguna.La zarandeó con un poco más de fuerza.
-Menel mi vida…despierta.
La kaldorei siguió inerte.
Su esposo entrando en pánico la sacudió mas fuerte aún.
-Menel!!!
Oyó a Sandris suspirar a su lado. Para decir a continuación:
-No va a despertar…- y al ver la cara desencajada de Argent puntualizó- o no al menos de momento.
-A que te refieres?-preguntó el sindorei al borde del llanto mientras seguía zarandeando el cuerpo de su esposa sin éxito.
-Conozco esa manera de “dormir”, Nel ha entrado en el sueño.
Argent abrió los ojos con sorpresa.
-Como que en el sueño? Eso no es para druidas?
-Si,por lo general así es…y hacen falta años de práctica para ello. Solo se me ocurre una razón para que Nel haya caído así en él-contestó la general pensativa.
-Cual? preguntó el paladín preocupado.
-Las almas de Amirdrassil la han llamado-contestó Sandris-han tirado de ella.
-Por qué? Para qué?-preguntó Argent desesperado al ver que Menel no se movía y no había nada que pudiera hacer.
-Pues no lo se…se me ocurren varías ideas-respondió Plumaluna-o quieren hablar con ella…o…consideran que debe estar allí con ellos. O lo considera ella misma. Nel siempre se ha sentido culpable por sobrevivir a Teldrassil mientras ellos murieron.
-Asi es…-contestó Argent- lleva sintiendose culpable por ello siete largos años.Se va…a…? no fue capaz de terminar la frase, se le quebró la voz.
-No lo se sindorei-contestó Sandris con tristeza-será algo que determinen ella y las almas que moran en este árbol sagrado. Solo podemos esperar.Y tener fe en Elune.
Argent arrugó el ceño en respuesta. Preocupado y más si de Elune se tenían que fiar.
-Mis hijos…-dijo mirando hacia atrás-no quiero que vean esto.
-Se me ocurre una idea-dijo Sandris- pero tendrás que confiar en mi.
El paladín estuvo a punto de negarse,sea lo que fuese lo que se le había pasado a la general por la cabeza,pero recordó por un instante que era,o había sido la mejor amiga de su esposa.
-Me llevaré a los niños a dar un paseo por Bel´ameth, hay alguien a quien quiero que conozcan.
Argent al comprender a quien se refería Plumaluna negó con la cabeza.
-No.Ya ha sido bastante arriesgado traerlos aquí. Menel insistió pero no se que haría Tyrande si ve a dos elfos híbridos.
-Ha cambiado mucho Argent-dirigiendose por primera vez a él con su nombre-o tú no estarías ahora mismo aquí. La Tyrande Susurravientos de hace un par de años no hubiera permitido poner un pie en nuestros territorios a cualquier miembro de la horda.
-Supongo que tienes razón- admitió él a regañadientes.
-Y te prometo que cuidaré de ellos con mi propia vida si es necesario.Piénsalo,los alejo de este escenario,tu te quedas con Nel a ver si despierta y mis padres ven hacía donde avanza nuestra sociedad. Creo que tus hijos los van a sorprender gratamente.
-Si les pasa algo…-dijo Argent sonando amenazante.
-Te lo he jurado por mi propia vida sindorei.
-Está bien-suspiró Argent.
Sandris se incorporó mientras le decía:
-Cuida de ella.
El paladin arqueó una ceja mientras contestaba:
-Por supuesto que lo haré.
Sandris sonrió:
-Ese gesto es muy de Nel…se te han pegado cosas suyas.
Argent no pudo mas que contestar con una sonrisa triste mientras cogía con delicadeza la mano de su esposa.
Vio a Sandris acercarse a los niños. No oyó que les decía pero ambos contestaron entusiasmados.Plumaluna les tendió una mano a cada uno y comenzaron a caminar.
Lith se giró y miró hacia donde estaban sus padres.
Argent asintió con la cabeza por respuesta.
La joven comenzó a rezar a la diosa luna en su interior.
Argent observó como sus hijos caminaban de la mano con Shandris.
Se sentó apoyando su espalda en el tronco, y acondicionó la cabeza de Menel en su regazo. Con ternura cubrió con su mano la mano de ella,y se quedó contemplando el rostro de su amada. Ese rostro, que por primera vez en mucho tiempo,se veía sin las finas lineas de preocupación que antes asomaban en el. Vio otra vez a aquella sacerdotisa como en su primer encuentro,y un sentimiento de amor profundo atravesó sus entrañas,hizo bailar su corazón a ritmo desenfrenado. Trató de acomodar su respiración, para tranquilizarse. Se sintió algo aligerado,observando la paz que transmitia el rostro de su esposa. Apretó suavemente su mano,y quiso profundizar más, en el dolor que ella había sentido. Pensando en como le afectaría a él, lo vivido por su amada. Buscando desentrañar la maraña de dolor de ella,no pudo evitar sentirse atraido hacia su propio pasado,y sus propios dolores…
Frío comienzo. Desde la pagina 161
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-Estoy muerta? - preguntó Menel a la instructora de sacerdotisas.
Astarii sonrió con dulzura.
-No hermana. Estás en una parte del sueño. En el corazón de Amirdrassil, que ahora es el latir de los hijos de las estrellas.
-Pero…cómo?
-Te hemos llamado,literalmente somos el alma de este árbol.
-Lo siento tanto Astarii. Lo intenté todo y fracasé ,no pude salvaros. Es justo que esté aqui con vosotros-dijo Menel con la voz quebrada por el dolor.
-Aun no lo has entendido despues de tantos años…por eso te hemos traido aquí Menelwie Bosquensueño- dijo Buscaestelar.
Entender el qué?- preguntó la ex-sacerdotisa.
-Que si nos salvaste. A todos- contestó Astarii abriendo los brazos hacia todos los kaldorei que las rodeaban en silencio.
Tenian un gesto de paz en el rostro cosa que apaciguó en parte a Menel.
-Moristeis Astarii. Aunque lo intenté todo. La reina Mia Cringris debió dejarme alli con vosotros.
-Nadie podia detener el fuego ,ni sacarnos de alli a todos. Lo hiciste bien,salvaste a todos los que pudiste.
-Pero no os salvé a todos…
Eso era imposible.
-Entonces debí morir allí-contestó Menel.
-Y quien si no hubiera entrado en Torgash a costa de su propia vida a sacarnos de aquel eterno tormento? Quien hubieta arriesgado su vida dia tras dia bajando a las Fauces a liberar cada una de nuestras almas? No lo ves? Por eso debias sobrevivir a Teldrassil Menelwie. Nadie ni siquiera la propia Tyrande hubiera hecho algo así, con tanto amor,tanta dedicación, abandonando incluso a su esposo e hijos por salvarnos.
Ferryn se acercó a Menel,se inclinó ante ella y simplemente dijo:
-Gracias.
Una por una todas las almas allí reunidas hicieron lo mismo.
Menel volvió a llorar. Pero esta vez de alivio,de paz,de haberse quitado un enorme peso de encima.
‐-----‐----------------------------------------------------------
-Madre,padre,quiero presentaros a dos personitas muy especiales-dijo Sandris.
La suma sacerdotisa de Elune se giró para ver llegar a su hija con un niño sindorei y una joven kaldorei.
Sin embargo se llevó una sorpresa al fijarse en el cabello y los ojos de ambos.
-Os presento a Estelaldie y Aldalith.
Lith se inclinó con devoción y gracia ante ella.
-Suma sacerdotisa, es un honor conoceros.
Tyrande habia estado a punto de hacer un comentario al respecto de esos niños,pero el gesto de Lith la habia contenido.
-Aldalith…ese nombre…- susurró Tyrande.
-Me lo pusieron mi madrina y mi madre en honor a Teldrassil.
-Tu madre es Menelwie Bosquensueño verdad?- preguntó la suma sacerdotisa.
-Asi es-contestó la joven.
-Y donde está si puede saberse?
Lith bajó la voz para que Estel no la oyese.
-Ha tocado la corteza de Amirdrassil y yace a sus pies,no se si …
-Creo que laa almas la han llamado-dijo Sandris.
Mientras se sucedia la conversión el pequeño paladin miraba absorto y con la boca abierta al archidruida Malfurion Tempestira.
-Ohhh tienes cuernos…
Lith al escuchar a su hermanito se giró de golpe.
-Estel,no seas maleducado!!
El lider de los kaldorei soltó una enorme risotada mientras se agachaba y cogia en brazos al pequeño.
-Asi es-dijo Malfurion-Cenarius me bendijo con ellos.
-Cenarius? Lo conozco,o sea no en “presona”,mami me ha hablado mucho de él. Y de ti también.
-Ah si? - preguntó el archidruida- y que te ha contado?
Lith tragó saliva.Sandris sonrió divertida y Tyrande alzó una ceja.
-Que luchasteis como valientes tres veces contra los demonios feos. Y les disteis una “palisa” en sus gordos traseros.
Malfurion volvió a reírse.
-Puedo preguntar una cosa?- preguntó el niño con inocencia.
-Claro- le dijo Malfurion.
Estel se quedó un momento pensativo antes de soltarla.
-Porqué cuando no me quiero levantar para ir al cole,mami me dice que duermo más que un druida?
Malfurion se rió por tercera vez.
-Porque dormimos mucho,para proteger el sueño esmeralda. Podemos pasar cientos de años durmiendo- contestó el archidruida.
-Ohhh pero eso es dormir demasiado!
-Si que lo es,pero es nuestro deber.
-Eso dijo mami cuando bajó a las “fauses” todos los dias a salvar a los kaldorei. Aunque sigue “tiste”,siempre lo está porque no pudo salvarlos en “Teldasil”. Es mi deber decia siempre.
-Es eso cierto?-preguntó Tyrande.
-Si madre. Nel fue quien me ayudó en Torgash,y quien rescató a la mayoria de las almas de los nuestros en las fauces.
-Y eso que la habiais echado del templo y desterrado-dijo Lith con acritud- solo por haberse casado con un sindorei. Perdonad mi atrevimiento Suma Sacerdotisa, pero cuando mi madre solo queria morir de dolor al no poder haber salvado a los nuestros en Teldrassil sabeis quien estaba ahí a su lado? Mi padre. Cada uno de los dias de estos siete largos años,ha estado ahí, levantandola una y otra vez. Dejándola ir cuando se propuso ir a las Tierras Sombrias, aunque se le rompia el corazón al verla marchar. Le disteis vuestro hipogrifo en Costa Oscura y la enviasteis a verlos morir…
Tyrande abrió los ojos al recordar que si,habia sido a Menelwie a quien envió a aquella dramática tarea.
-Si creeis que vos habeis sufrido…mi madre ha sufrido ese tormento mas que nadie.
Fue Tyrande quien tragó saliva esta vez.
-Supongo que he sido muy injusta con ella-reconoció la suma sacerdotisa.
-Eso te lo dije yo hace años madre contestó Sandris- pero estabas tan cegada por el poder de la guerrera nocturna que no atenias a razones.
-Y ahora yace a los pies de Amirdrassil,y no se si está…-Lith no terminó la frase por miedo a que Estel la escuchase.
-Debemos ir allí de inmediato -sentenció Malfurion.
Cochinillo. Desde la pagina 171
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Mira que no querer darte cochinillo…que mala gente…
Argent permanecia recostado sobre su espalda,mientras seguía sujetando la cabeza,y la mano de Menel entre las suyas…
No sabia que era lo que le causaba dolor a Menel,y eso le causaba angustia…¡tanto dolor!
Su mente retrocedió hasta su niñez. Alli recordó como le dolió separarse de su familia,por seguridad dijeron. Los miembros de la familia real,eran protegidos especialmente.
Los preceptores que se ocupaban de su formación, pronto detectaron en el joven Argent,una afinidad especial con la luz,y si bien en un principio,parecía destinado al sacerdocio, sus habilidades con las armas,y la mezcla de ambas habilidades,les hicieron comprender,que el joven pupilo era lo más semejante a un paladín humano o enano,en la raza élfica.
Buscaron asesoramiento entre los paladines humanos,que si bien,en principio se mostraron asombrados,pronto se percataron de que realmente lo era.
El caracter reservado,y estudioso del joven paladín, favorecieron un pronto desarrollo de sus habilidades,hasta el punto de dar por terminada su formación, en un plazo muy breve.
Acabada esta etapa,fue ubicado en una patrulla de los errantes,para que aprendiese otras habilidades,y aunque nunca destacó, aprendió muchos de los métodos de supervivencia y subterfugio entre los bosques de su tierra. Esos momentos de avanzada,en los que permanecía sólo y alejado del resto de sus congéneres,invitaron al joven paladín a la introspección mental. Las múltiples dudas acerca de todo, le inclinaron hacia la búsqueda del conocimiento de los pueblos, a través de la interpretación de las numerosas ruinas que surcaban la faz de Azeroth. Eso le hizo buscar formación, y por ello entró a formar parte del Relicario. Ahora, ceca de 2000 años más tarde,era uno de los más respetados miembros de la organización por sus conocimientos…
Un suspiro de Menel interrumpió su evocación, comprobó aliviado que su esposa volvía a relajar su respiracion,y él volvió a apoyar su cabeza en el tronco,cerrando los ojos,y siguiendo el hilo de sus pensamientos…
-Aún quedan tantos Astarii…
-Pero no es tu deber,ni tu misión. Es la penitencia de Sylvanas Brisaveloz. Su castigo por lo que nos hizo-contestó el espíritu de la kaldorei
-No debí abandonar. Pero al escuchar a Elune…
-Has perdido la fe?- preguntó la instructora.
-Si. Todo lo que era,mi fe,mi hogar, mi propia esencia. Tyrande ya me habia castigado por "traición " ,expulsada del templo y desterrada. Pero nada fue mas doloroso que ver como Elune os habia utilizado como meros instrumentos para ayudar a su hermana.-contestó Menel.
-No puedo devolverte nada de lo perdido. Y no puedo juzgar los designios de Elune. Al fin de al cabo fuimos nosotros quienes decidimos ofrecer nuestra alma a la semilla para dar a los nuestros un nuevo hogar,una nueva esperanza…
-Y la tienen, aunque el precio ha sido demasiado alto.
-Y no hay esperanza para ti?- preguntó Astarii.
-Como kaldorei? No. Ahora entiendo que hice lo que pude, en Teldrassil, en las Tierras Sombrias para salvar vuestras almas. Que no podia luchar contra los propios designios de Elune. Pero no puedo perdonar a nuestra diosa.
-Has sufrido tanto…-dijo Astarii suspirando.
-Si,pero me alivia ver que mi sacrificio no fue en vano. Aun asi…-Menel se quedó en silencio.
-No te sigas culpando. Ni a Elune,ni a Tyrande. Era el destino,nuestro destino.
-Pues maldito sea el destino!! -dijo Menel .
-Pero nos diste otro cometido,nos salvaste. Menelwie mira a tu alrededor. Yo y el resto de estas almas estamos en paz. Tenemos un propósito mas alla de la muerte,y todo gracias a ti. Veremos florecer este árbol y a los kaldorei. Nos has dado un futuro. A todos, a los vivos y a los muertos.
Y de pronto llego…
La paz.
La paz para su alma. La que llevaba siete largos años buscando. Y la culpa y el dolor se fueron.
Los kaldorei tenian un futuro.
Ella no formaría parte del el,pero les dejaba a sus hijos un legado, un hogar si ellos querian en un futuro. Les dejaba paz…
Aunque en Azeroth siempre habia alguna guerra que librar.
Podía irse en paz. Podia morir en paz.
-Todavia tienes mucho que hacer-dijo Astarii al ver el gesto en su cara.
-No quiero morir Astarii. No aun. Quiero ver crecer a mis hijos. Compartir el camino que me quede al lado de mi esposo. Pero cuando llegue mi hora se que mi cometido está cumplido.
-Me alegra oir eso. Disfruta la vida que se te ha concedido Menelwie Bosquensueño. Y gracias una vez más.
Todos los espíritus de los kaldorei a su alrededor se inclinaron ante ella.
-Ve en paz- concluyó Astarii.
Menel sintió los párpados pesados,como si se cayese de sueño. Intentó resistirse. No tenía motivos ya para quedarse en el sueño, pero sabía que si se iba no volveria a ver a Astarii y a los demás.
Sintió su etérea esencia caer con suavidad sobre el verde suelo.
Argent escuchó un profundo suspiro que escapó del pecho de su amada. La respiración se tornó mucho más regular. De hecho aquello se asemejaba más a la manera en la que dormía su esposa, porque sus rasgos no mostraban ya, los restos de aquel dolor que desde hacía 7 años le acompañaba…
7 años pasados desde Costa Oscura,años en los que parecia una vez más, que la absurda batalla de las facciones se recrudecía. 7 años en los que el habia vivido y sentido cada dolor de Menel,siete años en los que su amor y devoción por ella nunca flaquearon. 7 años en los que habían traido al mundo a sus hijos. 7 años…parecia que había pasado mucho tiempo,sin embargo,para sus longevas vidas tan sólo se trataba de un suspiro. Sin embargo,en esos tiempos oscuros para todos,había algo que brillaba imponiéndose al dolor cada día, unos ojos plateados,que eran su estrella cotidiana,a veces húmedos por la tristeza y el dolor que embargaba a su amada, otras veces,brillantes hasta casi doler, cuando miraba con orgullo a sus hijos, las más de las veces,luminosamente dulces,cuando el receptor de la mirada era el,y cuando…
una sonrisa asomó en el rostro del paladin,mientras un brillo sospechosamente húmedo asomaba en sus sus ojos. Y por fin,las lágrimas cayendo copiosamente desde sus dorados ojos,limpiando,con ese pequeño acto de expiación, el dolor que su corazón sentía al contemplarla.
Tan dulce,tan cálida y tan hermosa. Una bellisima mujer,madre y esposa, que descansaba su carga,sobre los amorosos brazos de su esposo…
Guía. Desde la pagina 183
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Para quien no lo sepa, he subido el primer capítulo a esto. El segundo está a medias.
Comienzo. Desde la pagina 196
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Al fin retomo esto que estaba atascado y liado con otras cosas, cortillo el capitulo.
Cauce. Desde la pagina 203
https://docs.google.com/document/d/1Ipwk-y55BRPeKaMtDV_HsGQW3iIvAEqgeB0M-1w7swg/edit?usp=sharing
Enlace del arco de exploración https://docs.google.com/document/d/1qBCTDpnRlKtgXrsi8LGQIp_vw1CmiB6JiOJIiGLRDLc/edit?usp=sharing
Enlace del arco “temporal”:
https://docs.google.com/document/d/1FltLCePHTL5N-UWKSsOK65b7Borpmq1KlJEx8CnOPSI/edit?usp=sharing
Propuesta. Desde la pagina 215
https://docs.google.com/document/d/1Ipwk-y55BRPeKaMtDV_HsGQW3iIvAEqgeB0M-1w7swg/edit?usp=sharing
Enlace del arco de exploración https://docs.google.com/document/d/1qBCTDpnRlKtgXrsi8LGQIp_vw1CmiB6JiOJIiGLRDLc/edit?usp=sharing
Enlace del arco “temporal”:
https://docs.google.com/document/d/1FltLCePHTL5N-UWKSsOK65b7Borpmq1KlJEx8CnOPSI/edit?usp=sharing
Es muy posible que cree otro enlace para facilitar la lectura, que ya son demasiadas páginas a pesar de continuar el arco