El límite eran 30 de vida, pero algunas cartas pueden romperlo hasta 40, 50 o 60.
El límite eran 10 de mana, pero algunos pueden romperlo hasta 20.
Las cartas de clase solo las podía usar una clase, pero algunas cartas pueden darte cartas de otra clase que tu héroe no debería poder utilizar (porque no se tienen los conocimientos de esa clase).
El coste de mana de las cartas medía el precio a pagar por su poder, pero la mayoría de cartas de hoy hacen cosas por un valor superior desde 3 a 10 veces su coste. Incluso algunas son gratis. Otras, generan otras cartas y hacen valor infinito.
Antes la fatiga suponía el fin de la partida, para que no se alargase. Ahora algunas clases y cartas permiten romper el límite y hacerla inútil. (mago, brujo, druida). O incluso retrasarla muchísimo, o utilizarla como arma en su beneficio.
Cada límite que el juego tenía (establecido como marco común, las reglas internas del juego) para el equilibrio y el juego sano, ha sido roto, superado. Creando un juego sin límites, donde el poder es potencialmente infinito en todos los sentidos.
Es necesario, para recuperar el equilibrio, que haya normas del juego insuperables. Si se establece 10 de mana, ninguna clase nunca debería superar ese límite, pues si nada se lo impide, acaba aplastando con su poder al resto de clases. Tal y como haría una constitución para contener y delimitar los límites del poder ejecutivo. Eso es lo que ocurre hoy en Hearthstone, está fuera de control y el juego es tan salvaje que parece la era de los dinosaurios donde para adaptarse, las clases y cartas han de desarrollar dientes más grandes que el monstruo de enfrente. (Cualquiera que conozca metroid, sabrá que esto se ha vuelto como el planeta SR388)
Por favor, PONED LÍMITES.