En nuestro equipo: una Jaina bot de Blizzard que regala la primera sangre estrellándose bajo las torretas.
Luego se pone a bailar junto a nuestro fuerte durante toda la partida, y por más que se le hace ping, el juego no te deja controlarla.
Es como que Blizzard se te ríe en la cara y te dice: "Mira, mira cómo arruino tu partida, y ni siquiera tendrás un bot para tryhardear.
Y seguimos documentando.