Parafraseando a una grande del saber (Noemí Argüelles): “Estás juntando churras con meninas”.
Por un lado, es cierto que los jugadores podemos hacernos un personaje nocheterna sacerdote. Si te fijas, en los últimos años habrás visto que Blizzard ha hecho que muchas clases se puedan acabar haciendo con todas las razas (Guerreros, Cazadores, DKs, Magos, Pícaros, Monjes, Sacerdotes y en el siguiente parche Brujos). Supongo que esto responde mayormente al hecho obvio de que aunque un individuo crezca en determinada cultura eso no significa que tenga que ser un estereotipo de ella o que no tenga acceso a otras variantes culturales. Por ejemplo, yo puedo ser valenciano y que no me guste la paella (o que mi “versión” de paella sea un arroz con cosas que mis paisanos considerarían una herejía), puedo aprender japonés y que me guste bailar bachata, que mi música favorita sea el canto gregoriano y el kpop y que me guste vestir con faldas escocesas. El lugar donde naces no determina quién eres. Es más divertido si nos dejan elegir a nosotros qué historia darle a nuestros personajes con los elementos que tiene el juego. Un Sacerdote Nocheterna puede ser una persona que se comió los 10.000 años bajo el escudo, se salvó de su adicción y se fue a Entrañas a vivir, donde se comió el asedio, tuvo una crisis de identidad por la violencia de la guerra y los tauren de Cima del Trueno le salvaron gracias a la espiritualidad y la fe, y ahora ser un devoto de sus valores (aunque quizás no tanto de su mitología) y trabajar en las estructuras religiosas tauren. Por inventarme algo.
Porque por otro lado, es totalmente cierto que cuando llegamos a Suramar no hay religión. Se nos habla de ruinas y templos que estaban dedicados a Elune, pero creo que todas las sacerdotisas estaban fuera de la ciudad (con Tyrande liderándolas) cuando se cerró el escudo, así que la cultura de Suramar fue progresivamente abandonando la espiritualidad por algo mucho más práctico: lo que verdaderamente los sustentaba (tanto física como espiritualmente) era la Fuente de la Noche. No es que creasen una religión en torno a ella, sino que culturamente ese manantial de poder arcano fue llenando huecos en los que antes había religión (como encomendarse a ella, en los saludos y despedidas, en los buenos deseos, etc). No abandonaron tampoco totalmente la iconografía a nivel artístico como las medias lunas o las estatuas de mujeres élficas o simplemente la Luna, pero paulatinamente la sociedad y cultura fueron cambiando. La Fuente de la Noche al fin y al cabo era lo único que los mantenía con vida (y perderla significaba convertirse en un Marchito, algo peor que morir), así que “la otra vida” perdió mucho valor. Tras Legion, no creo que se haya explorado para nada si los Nocheterna han recuperado esos elementos culturales o no, así que supongo que se puede afirmar que siguen con ese ateísmo que tenían.
También es cierto que hay una pifiada muy seria que han hecho los desarrolladores y es que en Shadowlands convirtieron a Elune en un robot. Si “Los Primeros” formaron todo el cosmos y dieron forma vía robots al Panteón de la Muerte (y al de la Vida, del que forma Elune), nos quedará una raid -Sepulcro de los Primeros- con una temática curiosa de impresiones 3D, pero también nos queda un lore metafísico absurdo donde literalmente los dioses ya no son dioses (entendiendo por ejemplo a Elune como un ser misterioso y poderoso del que no se podía afirmar con certeza que existiera o no, puesto que la mitología y sus intervenciones eran muy interpretables), ahora son robots. En un robot se inyecta una esencia y se le da forma y aparcao. Han desmitificado a Elune y la han convertido en un meme. Supongo que pueden hacer que los Nocheterna aun así la veneren como una “diosa”, pero yo creo que si la sociedad Nocheterna, que ahora mismo es mucho más “lógica” y “racional” y “científica” (porque recordad que lo arcano es lo matemático), viera a la Elune actual, no la considerarían venerable a nivel de crear estructuras gigantescas para alabar su nombre. Creerían que es un ser que tiene una función de preservar el cosmos tal cual funciona, un engranaje más de la máquina que mantiene todo como está, pero no una diosa. Porque para ser un dios tienes que ser algo que no se termine de comprender. (En mi opinión).