Lonvar, tremendamente buff y brillante, saca dos ametralladoras plateadas gemelas y abre fuego sin control.
Se despierta en un cubo de hielo ¿Pero que hago congelado?, ¿que son esos susurros constantes?, que hambre tengo
Me ha encantado tu última entrada en el rol Lonvar 
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Llevo todo el día congelado, ¿una ayuda, por favor? La espada dice algo de unas “Tierras Sombrias”
le pone una hoguera vil al lado para que se caliente, un poquito
Me alegro de que te guste 
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Continúa congelado, totalmente ausente de lo que sucede a su alrededor
Lonvar encadena cinco fuegos lunares en la cabeza del enano, rompiendo el hielo y dejando el rostro del enano al descubierto.
¿Quieres que me deshaga de esa espada?
No se puede, la tengo ligada a mi, de hecho creo que mi alma está ligada a ella pero ¿no es así con todos los objetos?, por cierto el más allá no es como creiamos
Tú mismo…
Lonvar enciende unas hierbas.
Es que vendí mi vieja arma, se ve que tiene grandes planes para mi, pero yo de ti me alejaría de Durotar una temporada
¿Te has convertido en Elsa?
Rompe el hielo Al fin, algo de comer ya que llevo un día en cubito, he debido batir el récord de cubito de hielo, y sin ser mago.
Se mira el entrepecho Parece que no
Se lo imagina como aquel troll aprendiz de druida que conoció hace mucho en las tierras de la peste del oeste, que se tiraba fuegos lunares a sí mismo en forma de foca
Jijiji, que graciosos los druidas.
Lonvar saca una fusta, agarra al brujo y se lo lleva a una habitación para corregirlo.
falsamente, se queja de su castigo, al mismo tiempo se gira a la Shivarra camarera y le guiña un ojo
-Luego te lo cuento todo! 
Lonvar llega a la habitación, asegura la puerta con raíces y saca un taladro de la manga de su toga.
Estos elfos están muy salidos, en fin… Elfos
El sonido de raíces azotando algo sólido con fuerza se escucha desde fuera de la habitación, acompañado del sonido de un taladro.
¿Eso es un taladro? ¿Debería intervenir?