El problema de Battle for Azeroth es de guión, no de planteamiento. Los mismos puntos exactos que ha tenido la historia podrían haber sido perfectamente válidos si hubieran tenido un desarrollo mínimamente decente.
En otras plabras, el problema no son el punto A y el punto B, sino el cómo nos cuentan el camino del punto A al punto B.
Por ejemplo, la trama de Katherine, Jaina y Priscila está muy bien llevado. El punto A es Katherine con una actitud muy similar a la de Priscila sentenciando a Jaina y el punto B es Katherine nombrando a Jaina nueva Lady Almirante de Kul Tiras.
El guión de toda la trama está bien planteado y hace que la transición de un lado a otro sea lógica y cuadre con la historia que quiere contar.
Ahora bien, si comparamos eso con la historia de Sylvanas, vemos justo lo contrario. Los puntos A y B están totalmente inconexos. No vemos un desarrollo real, solo se puede intuir de mala manera, como si faltara un relato o novela que desarrollara el cómo va del punto A al punto B. Quien dice Sylvanas dice Varok, cuya trama literalmente se resume en las cinemáticas en lugar de un desarrollo ingame, Aszhara, las campañas de guerra o, en general,todo el contenido de los parches.
Ahora bien, si tuviera que hacer cambios reales a la historia en sí, realmente serían cambios menores pero significativos.
Por ejemplo, haría que G’huun fuera otro nombre para N’zoth. Esto haría que toda la trama de Zandalar cambiara de perspectiva, ya que los trols sin saberlo, estarían adorando al dios antiguo en lugar de a un supuesto Loa (además de que acrecentaría el hecho de que el culto a los dioses antiguos es algo mas secreto, ya que se llenan la boca de decir que los cultistas están en la sombra por todas partes, pero luego siempre empiezan a gritar “sí, soy yo, un cultista de N’zoth, el INNOMBRABLE” y similares, porque cómo le gustan meter jerga típica de Lovecraft sin saber qué significa…).
Todo esto llevaría a la incógnita: ¿Entonces si G’huun es otro nombre para N’zoth, “qué” es el G’huun de la raid? Bueno, podría ser el auténtico heraldo de N’zoth. Un ser creado gracias a la corrupción de Uldir por el vacío, la magia de sangre trol, y la tecnología titánica, creado como supuesta deidad para los trols, con el fin de dominarlos.
De la misma forma, habría hecho que La Madre de las Mareas fuera otro nombre para N’zoth sin que los propios sabiomar lo supieran (cosa que entraría muy en corcondancia al culto que tienen por los pulpos, calamares y demás tentáculos submarinos), y que, sin darse cuenta, hubieran estado haciendo rituales para N’zoth. Lord Cantotormenta por su padre habría sido un fanático de la Madre de las Mareas, enloquecido por el propio N’zoth, no por poder ni supremacía, sino por sus propios delirios de obedecer a la Madre (Toda religión tiene fanáticos, no solo la Luz va a tenerlos en Azeroth).
Por supuesto, estas conexiones no deberían de decirse directamente en el 8.0, sino que deberían de dejarse caer con sutileza, para que luego una vez llegado el 8.2 y Aszhara apareciera, no lo hiciera mostrando su capital en un estado deprorable, sino que lo hubiera hecho en la fortaleza real del dios antiguo: Una ciudad titánica subacuática como Ahn’qiraj o Ulduar.
Esto último podría traer quejas: ¿Un lugar totalmente bajo el agua? ¿A quién le gusta eso? Vashj’ir fue un fracaso en su momento.
Pero no he dicho una zona acuática, sino una ciudad.Una zona nueva que fuera una red de estructuras acuáticas, como Rapture de Bioshock.
Aszhara podría o no ser la boss final. Repitiéndome de nuevo, el problema de su derrota en el palacio eterno no es la derrota en sí, sino el cómo se desarrolla. Jaina por ejemplo tuvo una derrota más lógica al ser símplemente herida y retirarse (recordemos que ambas son las hechiceras mas poderosas de Azeroth, junto a unas pocas más, y aunque puedan ser obligadas a retirarse, no deberían de poder ser derrotadas así como así como le pasa a Aszhara).
La cuestión de estos cambios estarían enfocados a que desde la mitad de la expansión, esta se centre explícitamente en dioses antiguos. Ahora bien, para que tenga un impacto real, habría que haber metido ciertos cambiosa los primeros parches. Concretamente a las campañas de guerra:
Para empezar, las tramas de Zandalar y de Kul Tiras de las campañas de guerra las habría relegado al tablón de mando, y las cadenas de misiones habrían sido las que actualmente son el tablón de mando (Campañas de guerra de verdad en los auténticos frentes de guerra que ocurren totalmente fuera de cámara).
Pero lo más importante: Tanto en la Horda como en la Alianza habría metido a algún personaje que presione a Anduin y Sylvanas para que no se centren en la guerra, sino en los cultos mentados anteriormente. Cuerno de Ébano en la Horda, sin poder imponerse demasiado al ser un nuevo miembro, y Wrathion en la Alianza sin que Anduin le escuche por la influencia del dios antiguo y su propia presión como Rey Primerizo.
Esto haría que para el 8.3, cuando N’zoth fuera liberado, tuviera mucho mas sentido que tanto la Horda como la Alianza hicieran un alto al fuego, Anduin por percatarse de que la amenaza real había estado delante suya todo el tiempo y no se había percatado, y Sylvanas porque se habría ido tras la rebelión de la Horda después de que los miembros de esta le plantasen cara exigiéndole que ningún Jefe de Guerra va a volver a poner en peligro a la Horda.
También como último cambio, haría que N’zoth hubiera podido controlar la Forja de la creación y hubiese comenzado la creación de Ny’alotha en Azeroth. Es cierto que muchos esperaban verla oculta en algún rincón, pero siempre se dijo que la ciudad era un lugar onírico, ergo tiene sentido que exista a modo de “visión” pero no existiera físicamente. La raid sería en algún lugar que ha empezado a transformar en mitad del mar, y la raid podría ir haciendo que pasemos de planos, del físico al onírico, luchando tanto en la realidad como en la auténtica Ny’alotha, y finalmente, usando la propia Forja de la Creación, podríamos derrotar a N’zoth creando una nueva prisión titánica, pero dentro del plano onírico de la visión de Ny’alotha, atrapándolo para siempre en su propia ciudad durmiente, y sacándolo de Azeroth.
Frío y eficaz. DG.