Me gustaría hacer una reflexión personal sobre el camino que ha tomado el WoW durante esta última expansión, y lo que está por venir.
Voy a ser claro: soy una persona ingenua. Siendo WoW uno de mis juegos favoritos, no por su gameplay, sino por su historia, siempre tiendo a emocionarme cuando sale una nueva expansión. Lo malo es cuando llega el bajón, al pensar que todo lo que enseñan en la Blizzcon es puro maquillaje de lo que va a ser una expansión mediocre más.
Cuando anunciaron BfA me quedé alucinado. Nuevas zonas, Zandalar, uno de los sitios que siempre había querido explorar, por fin salía a la luz después de estar tantos años oculto. Kul Tiras, el reino de mi querida Jaina, por fin dejaba verse de nuevo y nos mostraba una nueva ciudad humana fresca y hecha con cariño, donde poder disfrutar de la nueva campaña de guerra por facciones que tendría lugar en ambas islas.
Un PvP remodelado, mejorado, con más recompensas y logros por completar objetivos por el mundo, dando la opción de descansar a los jugadores que querían explorar la expansión en paz y aportando nuevas actividades en el PvP de mundo abierto.
Nuevas razas, nuevos aliados que se unirían a nuestras filas para una guerra que al fin, después de tanto tiempo, sería entre facciones y no por causas mayores, de ahí el nombre mismo de la expansión.
Ahora toca quitar los adornos del árbol de navidad y mostrar las cosas tal y como son:
Nuevas zonas. Esta vez son 3, no 5 como en Legion. Sí, lo sé. 3 para cada facción hacen 6 y 6 es más que 5. Me he puesto a pensar en todo el tiempo que he estado en territorio enemigo a parte de para hacer la campaña de guerra (que se completa literalmente en 20 minutos) o para farmear materiales que no existan en mi propio continente. O para esperar en la piedra de summon de una mazmorra mientras la premade acaba de fumarse un cavernas. Sí: nada de tiempo. No hay quests, más allá de la campaña de guerra, quests que son literalmente “nos hemos infiltrado aquí para matar a x. Vuelve para informar a Sylvanas de nuestro éxito”. Cosa que me cuadraría si estuviésemos hablando de regiones separadas por un océano, como Los Reinos del Este y Kalimdor, o Rasganorte y Pandaria. pero tratándose de dos islas contiguas, la falta de contacto por ambos bandos me resulta increíble en el sentido literal de la palabra, más incluso después de lo que pasa en BDA.
Nuevas razas. Probablemente lo que más anhelaba de esta expansión. Sí, bueno, bien. Comenzamos por las que reclutamos en Legion, los elfos del vacío que se unieron a la alianza, y los nocheterna, que se unieron a la horda porque Tyrande les sacó tarjeta roja y se fueron con Lyadrin porque no les quedaba otra (por si alguien quiere rebatirme esto, veros la campaña de union de los nocheterna a la horda, pasó exactamente así). Dejando a un lado la patada en las pelotas al lore que supone esto, ya que los elfos del vacío son rechazados por la horda por representar una amenaza al haber sucumbido al vacío, y siendo rechazados los shal’dorei por lo mismo por la alianza, miremos un segundo de arriba abajo a estas dos “nuevas” razas. Son elfos de sangre azules, y elfos de la noche morados. Por supuesto que son nuevas razas, claro que sí, igual que entre humanos somos blancos, indios, asiáticos, negros… la cosa es que en el WoW, “raza” significa “especie”, pero esta vez “raza” significa “raza” de verdad. Ni cambios en el esqueleto, ni en la apariencia. Un recolor, unos pocos (CINCO) peinados diferentes, unas frases y listo. Una nueva raza. ¿Qué clase de timo es este?
La siguiente pareja son los draenei forjados y los tauren monte alto. Es decir, draeneis amarillos y taurens con pintura facial. Seguidos por los enanos hierro negro y los orcos mag’har, enanos con tatuajes y orcos marrones. Y seguidos por los Kul’Tiranos y los trols zandalari, literalmente humanos gordos y trolls guapos.
Y aún viene la joya de la corona: los mecagnomos. Dejando aparte las opiniones que tengáis sobre los furros, digo, sobre los vulpera, los mecagnomos son gnomos de metal tío. Ya es duro que la alianza tenga la raza más míerda de todo el juego, como para que encima saquen otra igual con texturas aún peores. Y sí, bueno, los vulperas tienen los esqueletos de los goblins, pero no sé. No me parecen un copia y pega descarado de ninguna otra raza (del juego), al igual que los sethrak, que hubiesen sido mucho más interesantes como raza que esas aberraciones de metal obsesionadas con amputarse las extremidades.
Lo de “nueva raza” ha sido un despropósito. Bien vendido, pero mal hecho. La campaña de reclutamiento dura 5 minutos, sus líderes no tienen ningún impacto en la historia, ni siquiera tienen sedes decentes de raza, (vease que Suramar sigue siendo territorio hostil), etc…
“Un nuevo PvP”. No sé cuantas veces he oído que BfA ha sido la expansión basura estrella en cuanto a PvP se refiere. Se han cargado el PvP de mundo abierto gracias a que en la Alianza no pueden pegarse entre ellos. Y no me extraña que la horda no juegue teniendo semejante diferencia de bonus por completar objetivos. Si la Alianza no juega PvP, esa no es la forma de incitarles a hacerlo. Existen otros métodos para balancear el PvP entre facciones, pero el Modo Guerra ha sido una gran cagada.
Bueno, y dejando ya atrás todo lo que me parecía importante resaltar de BfA, ahora hablaré de Shadowlands.
Lo primero que más nos ha llamado la atención (creo que a todos) ha sido eso de la “personalización de personajes mejorada”, acompañada de el subtítulo “como os damos caras y pelos nuevos, no hay ni clase ni raza nueva”.
Bien. Me alegra saber que van a añadir más personalización a los personajes, que ya hacía falta. Quitando el hecho de que a mí me sigue oliendo a que en Shadowlands seguiremos teniendo personajes que se quedan calvos con una capucha, o items antiguos que seguirán teniendo texturas de míerda, me encantaría disfrutar de las nuevas personalizaciones en razas que no pareciesen fotocopias unas de otras. ¿Dónde se han quedado los sethrak, los vrykuls, los san’layn, los ogros, los sablerones…? Tenían tantas opciones y han optado el camino fácil. Como ya dijo un sabio poster, pobre WoW, juego indie. Será que no tienen para pagarlo.
Los conventos… digo los pactos, que huelen a pseudosede de clase que apestan. El “no más grindeo de artefacto”, que sí, no será de artefacto pero algo para farmear habrá. Han descubierto una fuente infinita de renovación de mensualidad y dudo que la eliminen.
Y por último el lore. Como ya nos imaginamos todos, un Wotlk 2.0 o un Asedio 2.0. ¿Qué pasa con todos esos idiotas leales a Sylguarras Huidaveloz? ¿De qué ha servido todo el roleplayeo de apoyarla o rebelarse contra ella? En la próxima expansión nos las veremos una vez más, con un ser superior, ¿para cuándo una expansión de facción contra facción, lo que debería haber sido BfA? Garrosh y Anduin ya dijeron que no entienden ni saben por qué están luchando entre ellos, ¿va a seguir habiendo rencillas entre dos facciones que terminan la guerra ayudándose mutuamente? ¿El lore volverá a tener sentido algún día? Preguntas cuya respuesta me sé y que sólo me hacen sumirme en una espiral de aburrimiento y decepción.
En fin, me he dejado cosas en el tintero pero a estas horas ya no me apetece escribir más. Sólo quería escribir esto aquí porque obviamente no me cabe todo este tocho en TQD. Ni siquiera pretendo abrir un debate.
Feliz navidad.