D&D no es como tal un videojuego (o no solo). Digamos que imagínate universo fantástico, y luego un conjunto de normas, reglas (reglas para todo, clases, niveles, habilidades, hechizos, objetos, situaciones, etc etc) y demás.
D&D se empezó jugando en papel, con lápiz, figuritas, tablero y dados, allá por la década de los 70, si señores, D&D ya ha cumplido 50 años…
A finales de los 70 ya se hizo algún pinito de juego en PC con cosas y elementos de D&D.
Pero llego la crisis de los videojuegos de los 80 y todo se fue al traste y toco esperar hasta que la industria volvió a resurgir.
En la década de los 90 se empezaron a hacer videojuegos de PC con las normas de D&D (mas o menos) y ambientados (mas o menos también, algunas veces inspirados, ya sabes, las demandas y demás por Copy).
Los juegos de finales de los 90 y principios de los 2000 ya fueron bastante buenos, Baldurs Gate (1998), Icewind Dale (2000) y Neverwinter Nigths (2002), aunque mucha gente (los puristas) dice estos juegos ya no son verdaderos juegos de D&D, que perdieron la esencia porque “esconden” los turnos y los dados.
Por mi parte, esos hipsters gafapastas del mundo de los videojuegos, pueden venir y comerme tol ya que, esos videojuegos, fueron los que permitieron que alguien como yo, pudiese jugar a algo con sabor a D&D.
Nah, solo soy un viejales que en su época era un friky pobre y le tocaba aguantarte imaginando y leyendo porque no tenia ni dinero, ni otros amigos frikys a los que gorronear, con lo que jugar.