El Frio Eterno (Relato)

La vida no siempre sale como uno espera… Esta… Sometida a los vientos incesantes del cambio… Te adaptas… O mueres… Así fue y será siempre…

La tauren observo en silencio los baldíos helados de Corona de Hielo en silencio mientras daba una calada a su pipa en silencio… Una vez más, estaba aquí… Una vez más, la plaga se alzaba… Pero esta vez, era algo distinto…

La Alianza y La Horda una vez más se habían unido contra un enemigo común que amenazaba con consumirnos a todos y a todo… Los no-muertos de este tipo no sentían miedo, no tenían ego (en la mayor parte de los casos) y se lanzaban en oleadas incesantes contra los vivos al reconocer su presencia en la que alguien llamo, irónicamente, "La tierra sagrada de La Plaga

La tauren se ciño con firmeza su mascara, era de madera, una mascara que representaba su afinidad con un espíritu ancestral de la guerra… Durante su estancia en la resistencia contra Sylvanas, ella misma se ofreció como herramienta a este espíritu y, aun ahora, estaban en simbiosis

Moviendo los hombros lentamente, comprobó que sus hombreras no estorbarían para mover sus brazos, lo mismo, sus grebas… era un ritual que siempre hacia, para prepararse, por si las moscas, obtenía la muerte de un guerrero a manos de un adversario que la superase en habilidad y fuerza

Pero no planeaba morir así… No contra La Plaga… Si llegasen a superarla, ella misma se inmolaría con una granada que tenia en sus bolsas, para evitar que los no-muertos la alzasen contra los demas

Sonó el cuerno de aviso… Ya venían… Se podía escuchar… un lejano tremor que poco a poco se alzaba en intensidad… Pero eso no era lo peor… Era el hedor… El hedor de la sangre seca, la carne pútrida y el frio que parecía acompañarlos lo que realmente hacia que todo fuera aun mas hostil…

La primera oleada venia colina arriba, hacia los campos del torneo… Los soldados de ambos bandos, campeones y tropas argenta se prepararon… Pues ahora… Solo los ancestros sabrían que les depararía en el futuro a todos… Quien se adaptaría al cambio… Y quien no…

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¡Qué maravilla! Espero que continues el relato para ver como termina el combate.

Un saludo

Me gustó el relato, una continuaciónnnn

La primera oleada de no-muertos avanzo colina arriba, profiriendo alaridos de cólera hacia los vivos, marchaban llenos de odio e ira hacia aquellos que aun permanecían entre los vivos y la envidia y el odio les guiaba… O al menos, eso decia uno de los paladines que estaba a su lado…

La tauren giro sus dos espadas sobre la palma de su mano, estaban diseñadas por ella misma, con una protección para los nudillos en caso de tener que llegar a eso y un pico para perforar cráneos… No era un arma elegante, pero siempre valoró la polivalencia sobre la elegancia

Los primeros esqueletos y necrofagos chocaron contra las empalizadas de mitad de la colina y algunos quedaron allí trabados, a merced de las flechas que los arqueros les hacían llover encima… pero eran demasiados y las barreras no soportaron todo el embate, muchas, cedían ante el peso de los cadaveres putrefactos que componian al enemigo

Siempre marchaban… nunca se detenian… muchos de estas abominaciones fueron destruidas… pero mas y mas llegaban casi sin cesar, una marea de hierro, muerte y huesos

Los portaescudos pasaron al frente, portaban enormes escudos de torre cubiertos de puas y formaron un muro delante de las tropas, mientras sacerdotes, burjos y hechiceros empezaron a hacer su trabajo

Fuego, hielo y luz segaron las desdichadas existencias de los no-muertos, pero ni siquiera eso pudo parar el embate… primero fue un necrofago… luego… un par de esqueletos… se estrellaban contra los escudos y la formacion les daba muerte con lanzas y espadas de forjaluz, otorgandoles el descanso que tanto tiempo atras se les habia negado

“Estan tanteandonos… Viendo cuan fuertes somos… Siempre hacen esto…” Penso la tauren para sus adentros mientras, usando sus armas, sesgo con un movimiento de tijera la cabeza de un necrofago

La marea ceso su avance, los necrofagos y esqueletos empezaron a cavar en la nieve y desaparecieron… hubo bajas entre los defensores… demasiadas… para solo una tentativa… Alguien estaba moviendo los hilos… pero… ¿Quien?

Era el momento de una pequeña celebración… sin duda… los soldados comieron, bebieron y cantaron, para animarse y animar a los que allí luchaban… Alzando la voz para decir “Aun estamos aqui, venir por nosotros”… La tauren sonrió en silencio mientras daba cuenta de un cuenco de gachas y un poco de pan y dio un golpe en el hombro, de forma amistosa, a un enano sentado a su lado, ambos sonrieron y se unieron a los cantos

Alianza, Horda… Humano, Orco… Eso no importaba… esta vez, como la ultima, Azeroth necesitaba de todo aquel que pudiera dar ayuda, para mantener nuestro hogar en paz… Solo se podía rezar por que esta vez no sea peor que la ultima…

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