Mareas de venganza.Dos visiones del conflicto

Einir sujetaba el arco firmemente. Había tumbado una de las mesas esperando a que el primer naga apareciera por la puerta. Noah se había situado junto al marco de la misma, con la guja preparada para insertarla en la cabeza del primer reptil que pasara. Einir vió por el rabillo del ojo como Valeera estaba ensimismada mirando a Eleanna.

“¡Valeera!” le gritó.

Valeera reaccionó y fué corriendo hacia la puerta. Se subió a lo alto de una estantería y esperó… para abalanzarse sobre sus enemigos.

Los ruidos cesaron en el exterior… solo había silencio. Einir comenzó a sudar… pero la cuerda de su arco seguía bien tenso.

De un golpetazo, un enorme naga abrió las puertas con su hombro y entró en la sala tridente en ristre. Einir descargó una flecha que se alojó directamente en el ojo. Noah aprovechó y le clavó la guja en el cuello, degollándolo de manera que la mole calló muerto de boca.

Por encima de el entraron tres brujas nagas que nada más entrar congelaron conjurando unas novas de escarcha a Einir y Noah en el sitio. Estaban conjurando unas descargas de escarcha, cuando Valeera cayó sobre una de ella clavándole las dagas en la cabeza, matándola en el acto. Las otras dos interrumpieron el conjuro de la sorpresa, momento que aprovechó valeera para lanzarse sobre una segunda. Las dos cayeron al suelo, mientras Valeera navajeaba en el suelo el cuerpo de la naga, que emitía unos gritos horribles.

Einir consiguió descargar una flecha que acertó a la tercera bruja en la garganta. Cuando la naga se llevo las manos a la garganta, una guja lanzada por su espalda le atravesó el corazón. Al morir las tres brujas se deshicieron las presas de hielo que mantenían fijas a Einir y Noah en el sitio.

Noah corrió a recuperar su guja. Mientras la cogía miró hacia el pasillo, y contempló con estupor como un gran número de nagas se dirigían hacia ellas.

Subitamente, unas descargas de fuego comenzaron a golpear a los nagas que iban en cabeza. Montones de kaldorei fantasmales de la academia comenzaron a aparecer por el otro extremo del pasillo al grito de “expulsad a los demonios”.

Einir comenzó entonces a disparar flechas desde su posición. Los nagas, se vieron entonces luchando en dos frentes.

“Los fantasssmasss nosss essstán sssuperando” gritó uno de ellos. Se olvidaron por un momento de la biblioteca, intentando buscar una estancia donde defenderse del ataque por sorpresa de los magos kaldorei.

Valeera entonces les gritó a las centinelas: “Es nuestra ocasión, cojamos a Eleanna y aprovechemos la confusión para escapar”.

Noah y Einir asintieron. Cuando Einir, la más cercana a la posición donde estaba Eleanna, se giró para ir a recogerla… una lanza de hielo le atravesó el hombro empalándola en una estantería cercana. Dió un grito agónico y trató por todos medios de quitarse la lanza con el otro brazo.

“¡Einir!” gritó Noah. Cuando se dirigía a Einir para ayudarla, un golpe de viento helado la desequilibró. Junto al viento, un aluvión de cientos de esquirlas de hielo comenzaron a clavársele en la armadura a desgarrarle partes de carne. Noah salió disparada del impulso del viento, estampándose contra una librería, cayendo al suelo con multitud de pequeños fragmentos de hielo clavados por todo su cuerpo.

“No…” pensó Valeera. Entonces la vió. Eleanna estaba de pie mirándola fijamente. Sus ojos ya no eran oscuros… ni plateados. Eran rojos… como la sangre. Y estaba empezando a conjurar una gran cantidad de vientos helados que se arremolinaban generando una enorme pica que apuntaba directamente hacia ella…

6 «Me gusta»

Continúa!!!
Estoy intrigado por lo que pasará con Val y Ele…

1 «Me gusta»

Qué intriga, yo veo a Ele escribiendo un libro :open_mouth:

Pd: aún os leo de vez en cuando, menudos post os seguís marcando chic@s :ok_hand:t3::ok_hand:t3:

2 «Me gusta»

Salió casi detrás de Argent de casa,volvía a Costa Oscura.Esta vez no le apetecía volar y sabiendo que podía volver a pasear por Boralus sin sufrir náuseas prefirió utilizar la piedra de hogar,ya volvería después volando.
Al llegar a Costa Oscura quiso esquivar a Shandris y Maiev pero la General Plumaluna la vio pasar sobre su montura y negó con la cabeza.
Menelwie hizo caso omiso a su advertencia y fue en busca de objetivos.
Después de matar un par de monstruos que amenazaban la tierra de su gente se dio cuenta de que la estaban siguiendo.
Se detuvo poniéndose a la defensiva.Sin embargo…uno de ellos se delató.Pudo ver como dejaba una huella felina sobre la arena.
-Druidas-dijo lo suficientemente alto como para que la escuchasen-podeis decirle a la General Plumaluna que se defenderme sola.Ya no soy una kaldorei,escusais protegerme.Os pido amablemente que deis la vuelta.Elune adore.
A continuación llamó a Luna y se fue a por su siguiente objetivo.
Estaba enfadada,mucho,pero no dejaría que aquello la desestabilizase.
Mientras buscaba un nuevo objetivo no pudo evitar volver la vista hacia las cenizas de Teldrassil.Se le rompía el alma cada vez que miraba los restos del árbol sagrado,cada vez que recordaba las vidas perdidas,y se le encendían las plateadas pupilas en llamas al recordar a la artífice de todo aquello.
Sylvanas Brisaveloz…-ojalá te pudras en el más infinito de los infiernos-dijo con rabia.
Al final en aquel mundo constantemente en guerra…todo acababa poniendose en su lugar,al final la justicia acababa reinando…pero como le había dicho a su amado hacía unas horas,nunca había visto las cosas tan negras.
Azeroth herida,la guerra,el aparente y próximo alzamiento de Azshara…y de N´zoth.
Y para ella misma,apartada de los suyos,embarazada de unos gemelos que debían sobrevivir a cualquier precio.
Sonrió pensando que al menos si el augurio sobre sus hijos era cierto,eso quería decir que de alguna forma u otra todo lo que amenazaba a Azeroth y sus habitantes en el presente encontraría un final justo.
Se acarició el vientre y se obligó a concentrarse,su siguiente objetivo estaba a la vista.Agradeció el hecho de ver varios héroes rodeando a la poderosa criatura,no se volvería a dejar llevar por la ira,utilizar el poder de la sombra no era una opción,no quería terminar como ella,como Elorienne.
Al final se había rendido a la lógica de la elfa de cabello blanco y sus amigos.Aceptó aprender a usar magia de las sombras e increiblemente por alguna razón tenía un talento innato para ello.Lo cual la desconcertaba.No le costó mucho dominar los susurros,su fe en Elune era inamovible.
Cuando la Legión atacó Hyjal,cuando Archimonde quiso el poder de Nordrassil…volvió a casa, a defender a los suyos,como siempre.
Tras la guerra…buscó a Elorienne para seguir con su instrucción sin embargo,fue Lilith quien le dio la triste noticia.Elorienne había cedido a los susurros,había enloquecido.Con gran dolor sus amigos tuvieron que matarla en post de su propia supervivencia.Galdhriel había llevado su cadaver a Hyjal y la había enterrado en una pequeña loma.Nunca volvió a ver al kaldorei,nunca había podido despedirse de su maestra.

6 «Me gusta»

Argent había usado la piedra a Dalaran,una vez allí,se desplazó usando el vuelo normal,llegó a Thorlheim,y se dirigió a la bahía viento helado,donde había sufrido el último ataque junto a su amada.
Planeó sobre la playa volando,observó como los nagas salían del mar,y seguían atacando la costa.
No entendía de donde salían,así que decidió investigar más…
Se tomó la pocion de respiración acuática,invocó a su zancudo,y se dirigió mar adentro para localizar el origen de los nagas.
Cuando comenzó a bucear,localizó el punto de origen,y trato de llegar hasta el mismo,sin embargo…
Aquella barrera invisible formando una cúpula,que le había impedido descender hasta las profundidades abisales,también estaba allí.
Decidió comprobar si aquellos nagas tenían alguna condición que los diferenciase de los demás…
Uso el hechizo de la piedra de la locura,que había obtenido en la isla intemporal. Aquel hechizo aumentaba ligeramente sus capacidades,y estaba dispuesto a utilizarlas a su favor.
Acabo con una patrulla con relativa facilidad. Intentó interrogar a alguno de ellos,sabiendo que posiblemente el resultado sería el de la última vez…así fue,tres de ellos,explotaron como los anteriores.
Localizó una patrulla de tres,que rodeaba aquel extraño perímetro mágico. El del centro,tenía aquellas extrañas marcas,como cuando casi murió…
Esta vez estaba preparado,centro sus objetivos,y atacó. Acabo rápidamente con los escoltas,y se centro en el de las marcas,el combate fue duro. Su escudo de vengador, su consagración,y el martillo del honrado golpearon una y otra vez.
A cada ataque le increpaba al bruto. Aquella repugnante serpiente,contestaba con amenazas. Sólo al final,aquel bruto dijo algo.
-Pronto morireisss,sereisss passsto de los pecesss. La reina acabará con vosotrosss. Aquel bruto murió. Las palabras del naga habían confirmado lo que sospechaba. Azshara comenzaba a moverse…
Decidió volver a casa,y desde allí,avisar a su amada,y a los amigos,de lo que se les venía encima…

3 «Me gusta»

Terminados los objetivos voló hasta Bashal Aran,la idea era volver volando directa a Cuna pero iba a hablar con Shandris.
Plumaluna estaba al lado del portal,supuso que esperando a alguien,quizás a ella.
Menelwie aterrizó a unos metros,descendió del lomo de Luna,acarició al animal y dejó que volase libre por su tierra.Sabía que cuando volviera a llamarla la hembra de hipogrifo de Teldrassil acudiría a su llamada.
Empezó a caminar hacia la General de Centinelas con enfado,Shandris hizo lo mismo por su parte.Ambas enojadas dirigiéndose la una hacía la otra como quien va a iniciar una pelea.Sin embargo a un metro de ella,Shandris Plumaluna estalló en carcajadas.
-Qué tiene tanta gracia?-preguntó la sacerdotisa visiblemente enfadada
-Tú…yo…nosotras dos,nos has visto?
Menel levantó una ceja.
-Solo me preocupo por ti Nel-dijo Shandris cambiando la mirada.
-Ahora te preocupas por mi?-dijo aun molesta.
-Siempre lo he hecho,es lo que hacen las amigas.
Menel fue a increparla pero Shandris la detuvo.
-Te creo,te creí,se que tus hijos-dijo bajando la vista al estómago de la sacerdotisa-serán algo especial,como tú.Si como dices es un designio de Elune,ha escogido a la mejor madre,a la mejor de las kaldorei,a la sacerdotisa mas buena que conozco.
-San…-dijo la sacerdotisa.
-Los kaldorei escogemos un solo amor para toda la vida,seamos correspondidos o no.No entendía,no entiendo…
-Si lo dices por Illidan…solo fue el capricho de una niña que duró demasiado.Al final…descubrí como debe ser el verdadero amor.Se que Jarod perdió a su esposa y como kaldorei se resiste a tener otro amor,pero San,mírate,es imposible no quererte.Algún día lo entenderá.
Se abrazaron haciendo por fin las paces.
-Volverás mañana verdad socabezota?-preguntó Plumaluna
-Sabes que si…-dijo Nel asintiendo.
-Deja que al menos te ponga escolta.
-San…
-Piénsalo vale?-le dijo la General preocupada.
-Esta bien,lo pensaré,solo eso.
Hasta mañana entonces?
Si,hasta mañana.
Menelwie llamó a Luna y mientras alzaba el vuelo se despidió de su mejor amiga con la mano.

3 «Me gusta»

“¡Eleanna, para, no lo hagas!” Le gritó Valeera mientras levantaba la mano con su palma hacia la maga.

Eleanna esgrimió entonces una risa maligna impropia de ella.

“¿Qué pare? Jejejej No pararemos hasta mataros a todos, ¡por la gloria de la reina!”.

Valeera comenzó a sudar. Lo que tenía que hacer… tenía que hacerlo muy rápido. Si Eleanna todavía seguía existiendo dentro de ese cuerpo… solo iba a tener una oportunidad…

Flexionó las piernas en posición de combate y se concentró. Olvidó por completamente a quien tenía delante, tan solo se fijó en esa enorme pica glacial que la partiría en dos si llegaba a impactar en ella.

Eleanna entonces gritó un “¡Muere por la reina Azshara!” y descargó la pica contra Valeera, que se dirigió a una velocidad infernal hacia ella.

Valeera inspiró… y saltó hacia la pica. Se envolvió entonces en un manto de sombras… la picá pasó a través de las sombras que se generaron y Valeera desapareció.

“¿¡Qué!?” gritó sorprendida Eleanna, que comenzó a conjurar una lluvia de meteoritos que arrasara el lugar. No le dió tiempo. Valeera apareció justo a sus espaldas, le clavó el garrote que escondía en su muñeca derecha en la zona lumbar a Eleanna. Acto seguido, golpeó con su rodilla los riñones de la maga.

Tras un gemido de dolor y con la sensación de haberse quedado sin aire, la maga se desequilibró. Valeera la cogió de la coleta y de un rápido y sutil golpe en la corva, redujo a la maga, cayendo de boca inmovilizada por Valeera, que la seguía sujetando de la coleta, y sentada sobre su espalda aprisionándola con sus piernas.

Eleanna empezó a convulsionarse y a gritar histérica:

“Mmppfff maldita sindorei, ¿has anulado mi magia?”

El veneno con el que estaba impregando el garrote no duraría eternamente. Valeera tenía poco tiempo para intentar arreglar esa situación… ¿pero como?

Eleanna comenzó a reir nerviosamente… el tono de voz le cambió por completo. No parecía que hablara ella…

“Jujuju qué harás ahora pequeña pícara… ¿vas a matar a la kaldorei que te ama? Que historia tan trágica, ¿verdad querida? Para mí no es más que otro peón de mi ejército… pero tú para ella lo eres todo… y como no la mates… te destrozaré cuando recupere sus poderes mágicos jujuju”

Otra vez esa risa… ponía enferma a Valeera. Claramente no era Eleanna la que hablaba. Con un golpe firme, pero sin fuerza, golpeó a Eleanna contra el suelo. Pretendía atontarla, que no pudiera hablar…

“Mmppff” gimió de dolor la maga.

Tras unos instantes dubidativa miró a su alrededor. Einir continuaba ensartada en la estantería y se había desmayado del dolor. Noah estaba completamente inmóvil en el suelo… no sabía ni si estaba viva.

Miró entonces la cabeza sangrante de Eleanna que tenía en sus manos… acercó su cabeza a la suya a la altura del oido y le susurró…

“Eleanna…”

“Ele…”

Le levantó ligeramente la cabeza tirando de la coleta para que pudiera ver a Einir y a Noah.

“Míralas… les está haciendo daño… son lo que más quieres en este mundo… son tus hermanas Ele… no le dejes hacerles daño…”

La maga se quedó completamente inmóvil. Valeera no sabía si estaba dando resultado. Acercó su cara aún más a la de Eleanna y le dijo:

“Eleanna… quiere hacerme daño a mi tambien… yo… te amo Eleanna…”

Eleanna no se movía, no reaccionó ante aquello. Cuando Valeera pensaba que no había nada que hacer, vió que unas lágrimas caían de los ojos de Eleanna.

“Val… yo… ¿os estoy haciendo daño?”

“No tú no Ele… es la reina… expúlsala de tu mente…”

Eleanna negó con la cabeza.

“No… no puedo Val… ya es demasiado tarde… no encontré todo lo necesario en el libro… no me dió tiempo… no sé como… no he podido…”

Valeera liberó a Eleanna de la prensa con las piernas y le dió la vuelta poniéndola de frente a ella.

“Seguro que podemos hacer algo Ele… lucha contra ella”. Valeera había comenzado a llorar también.

Eleanna movió las manos, le acarició la cara a Valeera, y negó con la cabeza mientras esgrimía una sonrisa amarga.

“Salid de aquí Val… sálvalas… no podría vivir sabiendo que os he matado a alguna… es tarde…”

Valeera notó que había recuperado su magia… si la reina volvía a tomar posesión de ella… estaban perdidas. Eleanna comenzó a recitar un conjuro. De repente, un portal a Dalaran apareció junto a Valeera. Eleanna miró a Valeera de nuevo, cogió la mano con la que estaba sujetando la daga y… presionó el frío acero contra su cuello.

“Ayúdame a librarme de ella Val… no puedo más con esto… me controla ahora… llevo toda mi vida sufriendo por ella… acábalo te lo suplico… el portal durará muy poco cuando yo ya no esté. Coge a Einir y a Noah y márchate, por favor… te quiero Valeera”

Le sonrió a Valeera y cerró los ojos…

Valeera la miró. Veía a la misma kaldorei adolescente que había sufrido las torturas en aquella sala. Nunca olvidaría aquella imagen. No había podido ayudarla entonces… pero ahora podía darle paz por fin… la amaba, y era la única manera de ayudarla. Nunca había llorado tanto desde la muerte de sus padres cuando era una cría.

La besó apasionadamente, un largo y cálido beso, el beso de dos enamoradas que por fin habían confesado lo que sentían la una por la otra… y le dió paz…

6 «Me gusta»

Que bonito Ele!!
Ves? si es que los sindorei en el fondo…XD

Pues yo estoy bastante decepcionada, después de todo lo que rajó de la relación de Menel y Argent va y cae en las ñoñerías romanticonas. :face_vomiting::face_vomiting::face_vomiting::face_vomiting::face_vomiting::face_vomiting::face_vomiting:

Yo es que soy muy romántica y me encantan estas cosas,además a la maga le hacía falta un poco de empatía con esta sacerdotisa…y que mejor manera que comprobar en sus propias carnes lo “sibilino” de un sindorei aunque sea así en el último momento…

Pero si se la ha cargado otra vez ¿No? ¡Es su tercera muerte! :scream:

Pues es que no tengo muy claro eso de “darle paz” lo mismo se la ha cargado que la ha amansado a besos…(en realidad lo se,pero no quiero creerlo)
Yo no quiero que Ele se muera!!!
Me veo rezándole a Saara y Elune otra vez…verás…

Pues es un buen final para Eleanna, te felicito por lo bien que has llevado su historia!
Yo lo de darle paz lo he entendido como que la ha matado para liberarla de Azshara,a ver si Ele nos lo aclara.
Y por cierto, no sé si lo has hecho a propósito, pero esto me ha recordado a la película de Warcraft, cuando Medivh tras pelear con Kadghar y Lothar, antes de morir conjura un portal a Ventormenta para que los humanos puedan escapar.

El paladín deja caer unas lágrimas
Lo peor de todo para el azote de este sibilino Sin’dorei,es que haya tenido que encontrar el amor verdadero,y la paz de la muerte,en manos de aquella raza a la que más odia…
Es lo que tienen los fundamentalismos,la realidad es muy tozuda,y te demuestra lo contrario.
Descansa en paz,altonato. Tal vez más allá,entiendas lo que no entendiste aquí.

2 «Me gusta»

“Eleanna… despierta…”

“Venga cariño despierta, ¡arriba!”

“Mmmppfff que”

Eleanna abrió los ojos. Allí estaba su madre Eleadiel. Justo en ese momento, abría las ventanas de su habitación.

“Venga dormilona. Mira que noche más maravillosa hace. Tu hermana ya está abajo y tenéis que ir al bosque a recoger algunos frutos. Además creo que tu padre tiene algo para vosotras… y a tu hermana le va a dar un infarto de la espera.” dijo acercándose a Eleanna y dándole un beso en la mejilla.

“¡Ah! Además tu padre y yo queríamos ir al claro del bosque que hay cerca y comer algo a la luz de la diosa, antes de que te marches mañana a la capital.”

“Mmmppfff vale mamá… bajo enseguida”.

Su madre salió de la habitación. Eleanna se levantó, se aseó y se vistió. Al bajar vio a su hermana Ardeniel sentada en la mesa con su padre. Tenían una casa bastante austera en un pueblecito a las afueras de Suramar. Su padre Leonias era un modesto joyero y su madre vendía plantas que recogía por el bosque.

“Ya era hora por Elune. ¡Si no estuvieras leyendo tantos libros todo el tiempo no te tirarías tanto tiempo durmiendo!” le gritó Ardeniel impaciente.

“Ishnu-dal-dieb hija mía” le dijo su padre con una gran sonrisa. “No le hagas caso a tu hermana, es muy impaciente. ¡Me muero de ganas de ver como te serenan en el ejército jajajaj!” dijo riendo y dandole un golpecito cariñoso en el hombro a Ardeniel.

Ardeniel se cruzó de brazos y miró a otro lado contrariada.

Eleanna se acercó y se sentó en la mesa. Se sirvió un poco de agua y le preguntó a su padre: “¿Qué es eso que querías darnos papá?”

Eleadiel se acercó justo en ese momento y abrazó a su marido por detrás, susurrándole “Venga Leonias, dáselo ya”.

Su padre asintió y sacó dos pequeñas cajitas que tenía en su bolsa. Carraspeó un poco y dijo:

“Ejem ejem, hijas, dentro de muy poco nos abandonaréis. Estaréis mucho tiempo fuera. Ardeniel querida” dijo mirando a Ardeniel “has sido siempre la hija mayor que cualquier familia pudiera desear. Siempre has sido responsable, ordenada y muy obediente. No se me ocurre nadie mejor que tú para ingresar en el orgulloso ejército de las centinelas hija mía. Estamos seguros de que causarás una gran sensación y que llegarás muy lejos.”

Ardeniel ya no estaba enfadada, ahora miraba al suelo ruborizada.

Tu Eleanna mañana partirás hacia la capital. Es un honor que muy pocos reciben… podrás potenciar tu magia y te admitirán como altonato. ¡Quien sabe! ¡Incluso puede que veas a la reina!. Dicen que es el ser vivo más bello… después de tu madre claro jejeje!"

Elaniel le dió un palo cariñoso en la espalda.

“Bueno… solo queríamos deciros lo importantes que sois para nosotros y los orgullosos que estamos de vosotras hijas. Así que… tomad, lo he tallado con todo mi cariño para vosotras. Para que siempre nos recordéis, y os recordeis entre vosotras.” Leonias le acercó una cajita a cada una.

Ambas abrieron las cajas, y quedaron maravilladas. Eran dos colgantes gemelos representando a la diosa Elune.

“Papá, es maravilloso” le dijo Eleanna con visible alegría.

“Sois los mejores” dijo Ardeniel fundiéndose en un abrazo con sus padres.

Eleanna se levantó e hizo lo propio.

Tras ese emotivo momento, los padres les colocaron los colgantes a sus hijas y su madre les dijo apretándoles las manos: “Recordad hijas. Llegará un momento en que nosotros estemos con la diosa… pero si alguna vez os sentís perdidas, este colgante os recordará que vuestra hermana, estará siempre ahí”

Ambas hijas se miraron, y asintieron.

“Venga, ahora haced el favor de ir a buscar algo de fruta. Vamos al claro cerca de aquí a comer algo y a despedir a Eleanna como se merece. ¿Sabes que claro es no Ardeniel?” le preguntó su padre.

Ardeniel asintió, se despidieron de sus padres y salieron al bosque a buscar los frutos.


Llevaban ya una buena cesta, pensaron que serían suficientes y se dirigían hablando alegremente hacia el claro.

“La verdad es que el colgante es precioso. Papá tiene mucho talento. No entiendo como los comerciantes de Suramar no lo ven…” dijo Eleanna.

“Bueno, ya sabes que son muy orgullosos, nunca aceptarían que alguien de un pequeño pueblo realice mejor trabajo que ellos…” respondió Ardeniel. “Quizás cuando te conviertas en altonato, su popularidad se vea aumentada…”

El gesto en la cara de Eleanna se entristeció. Con mucho pesar le dijo a Ardeniel:

“Ard… sé que es un gran honor, que potenciaré mi magia, que podré disfrutar de muchos privilegios… pero yo no me quiero marchar. Me gusta mi vida aquí con vosotros, no quiero irme Ard…” El labio le temblaba, estaba a punto de echarse a llorar.

“¿Pero que dices Ele? Eso lo dices ahora porque estás nerviosa. Te entiendo perfectamente, a mi también me supera un poco pensar que yo tambien me marcharé dentro de poco… no te preocupes, todo irá bien” le dijo cogiéndola del hombro y sonriéndole intentando reconfortar a su hermana pequeña. “Además, ¿vas a hacer que no pueda presumir de tener una hermana pequeña altonato?”

Eleanna la miró y tras unos segundos le dijo:

“Y… ¿no puedes simplemente presumir de hermana pequeña?”

Ardeniel se detuvo en seco y la miró fijamente a los ojos:

“Claro Eleanna… siempre estaré orgullosa de mi hermana pequeña… siempre.” Entonces le dió un fuerte abrazo.

Eleanna sonrió y se lo devolvió. Aquel abrazo con su hermana… la reconfortó.

Ardeniel entonces la cogió de la mano y siguieron caminando.

“Sabes Ele… ¿y si no nos vamos ninguna y nos quedamos con papá y mamá?” le dijo sonriéndole.

“¿Lo dices en serio? ¿Juntas para siempre?” Los ojos de Eleanna brillaban al preguntar aquello.

Ardeniel asintió y sacó el colgante que su padre le había regalado.

Eleanna hizo lo propio… de repente notó como una luz blanca que procedía de Elune comenzaba a iluminar todo el lugar.

“¿Ard? ¿Qué es esta luz?” le preguntó asustada Eleanna.

“No te preocupes Ele… estoy contigo… para siempre…” le dijo sin dejar de mirar a su hermana.

“Es… cálida… y reconfortante…” dijo Eleanna sin soltar la mano de su hermana.

Ardeniel asintió… y mientras ambas seguían cogidas de la mano… se perdieron en la intensidad de aquella luz.


FIN de la historia de Eleanna.

6 «Me gusta»

Bueno queridos. La historia de la maga ha concluido, y me ha costado horrores escribirla.

Me queda escribir un epílogo con Valeera… a ver si puedo hacerlo mañana o pasado.

Señor cámara. Eleanna solo ha muerto dos veces… una casi la palma, pero sobrevivió.

He visto la peli, pero no recordaba esto ni lo tenía en mente cuando lo escribí la verdad :sweat_smile:

Todas las historias tienen un final querida Menel… y la de la maga borracha no iba a ser una excepción.

En realidad Eleanna nunca odió a los sindorei como raza. Odiaba a la horda por lo que le había hecho a su pueblo y a tí porque siempre pensó que pervertiste a una sacerdotisa de Elune.

2 «Me gusta»

¡Qué bonito!
Me ha encantado el final de la historia de Eleanna, aunque debo admitir que me ha dado algo de pena…
Echaré de menos a la maga, pero tranquilos que pronto llegará mi Yavarix a aportar magia a la historia.

1 «Me gusta»

Lo único que me da pena es que ya no podré lanzarle más pullas. :thinking: Bueno aunque su hermana lleva muerta la tira y sigue dando la lata.

Hay que ver cómo os gustan las historias trágicas… pero la verdad, has hecho una muy buena historia. :+1:

1 «Me gusta»

Qué sería Sonrisas y Lágrimas sin lágrimas?
Qué sería la vida sin tragedia?