Mareas de venganza.Dos visiones del conflicto

Para tragedias ya tengo la vida real, además, la vida de la maga no era de sonrisas para nada.

Tampoco digas eso, que la maga tenía sus buenos ratos y sus malos, como todos.
Y lo de la tragedia, estoy de acuerdo, pero… ¿qué buena historia no tiene tragedias?

Pero sobretodo malos, que no me digas que no lo ha pasado mal la pobre xD
Está claro que toda historia tiene sus tragedias, pero de ahí a acabar en tragedia hay una diferencia. No es más que cuestión de gustos.

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Ahí coincido contigo XD

Elune,siempre tu guía,
Luz que nunca falló.
Elune,abraza su alma,
Alejala del horror,
Nace de nuevo en su seno.
Nunca jamás el dolor,
Ama,…como ella te amó.

Con tu permiso,un pequeño epitafio,que sirva de despedida para ella.
:cry:

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Anda y que se la coman los gusanos.

Hême apareció en la entrada del palacio ogro.
Karyesus y Gromdak salieron a su encuentro, y le preguntaron por su “viaje”.
-¿Te has ocupado ya del tema?- preguntó Karyesus.
-¿Ese goblin te ha cobrado?- añadió Gromdak.
-Sí, aunque no en metálico. Me ha quitado lo único que me quedaba de mi esposa.-respondió Hême.
-Esas ratas verdes…-gruñó Gromdak.
-Bueno, está en su naturaleza. Además, me he informado sobre ese tal Yavarix y tiene fama entre los contrabandistas por su falta de piedad. Además cuentan que su riqueza es incalculable…- informó Karyesus.
-¿Yavarix?- preguntó Gromdak extrañado.
-Sí, Grom. ¿Por qué?- se interesó Hême.
-Creo que lo conozco. Z.Yavarix. Muy pocos saben su nombre, pero todo buen contrabandista conoce y teme su apellido.-dijo Gromdak.
-Sí, creo que es el que buscamos. ¿Tienes alguna información que pueda ser útil para nuestra investigación?-dijo Hême.
-Conozco a un goblin, un cazador. Frecuenta los Bajos Fondos de Dalaran.-dijo Karyesus.
-¿Rekan?-preguntó el Illidari.
-Sí, justamente. ¿De qué lo conoces?- preguntó el brujo.
-Le compro mercancía de vez en cuando. Sus pieles de especies prohibidas son de calidad. Siempre está en una zona fija de los Bajos Fondos.- informó Hême.
-Vayamos a encontrarnos con él pues.- dijo Gromdak.- Orkra! Entra en el palacio y no salgas de tu habitación hasta que vuelva. Droofum te cuidará.- añadió mientras su hijo entraba en el castillo.
-Acercaos.- dijo Karyesus mientras sacaba su piedra violácea y comenzaba a girarla.
En cuanto lo tocaron, los tres desaparecieron en un destello.
Aparecieron súbitamente en Dalaran, y se dirigireron a los Bajos Fondos.
Tras dar vueltas por los Bajos un rato, encontraron a un goblin que estaba sentado en una taberna. El enano de la barra le servía una cerveza mientras el goblin acariciaba un crolusco blanco enorme. Gromdak intentó acercarse, pero Karyesus alzó una mano.
-Esperad.- dijo Karyesus.- No es muy amable. Debemos obligarlo a hablar.
-Esa es nuestra especialidad.- dijo Hême al tiempo que los tres sonreían con complicidad.
Hême estaba sorprendido por la amistad que habían trabado Karyesus y Gromdak tras vivir juntos un tiempo. Realmente se alegraba por su hermano. Al fin y al cabo era el único familiar que le quedaba tras la muerte de Desaly.
Karyesus hizo una señal y los tres se acercaron sigilosamente.
Con un movimiento brusco, Gromdak agarró al crolusco por la cola y lo golpeó contra el suelo. El animal se quedó inmóvil en el suelo.
-Korth!- gritó el goblin antes de que Hême le golpeara la cabeza contra la barra y le rompiera la jarra en la nuca.
Mientras metían al goblin en un saco, el crolusco se movió súbitamente, saltando sobre un aparentemente distraído Karyesus.
Pero era sólo aparente. Con una sonrisa, Karyesus hizo un ademán y el animal explotó con un chillido agónico al tiempo que la sangre manchaba el suelo.
Una cáscara blanca y dura cayó al suelo con un golpe seco.
-Esto le gustará a Droofum…- sonrió Karyesus mientras metía los restos de Korth en un saquito encantado con magia de las sombras que siempre llevaba encima.
El encantamiento permitía meter en el aparentemente pequeño saco cualquier cosa.
Cerraron el saco, y Karyesus invocó un portal demoníaco. Los tres cruzaron, y tras asegurarse de que nadie los seguía, el brujo lo cerró.
Una vez en el palacio, llevaron al cazador a las antiguas cámaras de tortura ogras para el interrogatorio.

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Me acabo de dar cuenta de que Eleanna ha muerto en los brazos de Valeera las dos veces…

Que caprichos los del destino.

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Y las dos veces la ha matado un pícaro.

Supongo que te bajas de la historia entonces, ¿no? aunque para matar a otro de tus pjs… mejor que no entres :sweat_smile:

Pues yo ya he espoileado una muerte de uno de mis personajes en el teaser tráiler que puse. :sweat_smile:

Por cierto mi relato se va a retrasar un poco más, lo tenía ya escrito desde hace unos días y pensaba publicarlo mañana, pero voy a tener que reescribirlo porque quiero incorporar ciertos acontecimientos narrados en las misiones introductorias de la banda que desconocía hasta ahora.

Si, lo vi… sois fans de matar vuestros pj, y luego diréis que les tenéis cariño :stuck_out_tongue_winking_eye:

Tranquilo mi querido paparazzi, no es una muerte sin sentido y sus consecuencias pueden que te gusten. :grin:

De mí no te quejarás Hae, que de mis personajes sólo he matado al mago manco XD
PD: No acostumbro a poner dos rol-posts míos seguidos, pero como nadie sigue haré una excepción.
Espero que os guste!

Jo y al final no vi a la pelo estropajo con la melenaza de vuelta,ni pudimos hacer las paces…bueno más o menos en la mazmorra…creo que este se nos hace hordo y se va a dedicar a escribir con Valeera…o con la paladina draenei que es muy maja. Me encantaría ver la historia de Leryen.

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Pero tus pjs me caen gordos :stuck_out_tongue_closed_eyes: bueno, al mago no lo conocí mucho, pero seguro que era otro taradillo. :laughing:

No me había dado cuanta del epílogo de Ele… ¿es un flashback? ¿o eso del final es que están con Elune o algo así?

Si y no querido cámara.

Cuando he escrito que Eleanna encontró la paz, no me refería solo a que Valeera acabara con su sufrimiento, sino a su alma en realidad.

He querido explicaros lo que fué para ella uno de los días más felices de su vida, cuando sus padres les regalaron los colgantes a las hermanas y la comida que hicieron para despedirla.

La vida de Eleanna empezó a ser miserable desde el mismo momento que dejó a su familia para ir a Zin Azshari… así que Elune al recoger su alma, ha querido reconfortarla reviviendo aquel día y retocándolo de manera que su alma piense que nunca se marchó, ni su hermana tampoco, y que de esa manera pudiera dar el paso al más allá.

He intentado darle realismo siempre a mis historias Menel. A veces por desgracia no siempre te puedes despedir de la gente o quedar de la mejor manera… y luego se da la fatalidad de que no las vuelves a ver nunca más.

De momento he concluido mis historias, a falta del epílogo de Valeera, que se ha quedado en el aire con Noah y Einir. Valeera siempre fué vehicular para llegar a este punto de la historia, es un pj de blizzard, estoy atado de manos :sweat_smile:

Pero eso si, os seguiré leyendo. Quien sabe, algún día algún personaje os sorprende y aparece de repente en las vidas de los vuestros…

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Con ayuda de Gromdak, Hême y Karyesus bajaron el saco a patadas por la escalera.
Una vez llegaron a la mazmorra más amplia, entraron y Gromdak puso una especie de silla metálica en el centro de la estancia.
Sentaron al cazador y le ataron con correas muy resistentes a la silla.
Hême sacó una especie de cartera de su bolsa, y al abrirla desplegó un amplio conjunto de herramientas de tortura.
Entre otros, había bisturíes, cuchillas oxidadas, jeringas y botes con líquidos prohibidos, dagas envenenadas, cuchillos de desuello, encendedores, mazos, alicates, tijeras, collares con agujas y otros muchos utensilios.
Gromdak sacó una daga de hueso de rylak muy afilada de su cinturón y comenzó a juguetear con ella.
Por su parte, Karyesus simplemente usaría su magia oscura para sumir en la agonía a su víctima.
Para hacerlo hablar se turnaron: primero iría Gromdak, después Karyesus, tras él Hême, y si no conseguían hacerlo hablar los tres se encargarían a la vez del prisionero.
Karyesus y Hême salieron de la estancia dejando solo a Gromdak con el prisionero.


Karyesus y Hême salieron de la estancia.
Gromdak se acercó al goblin y le dio un puñetazo que lo despertó al instante.
Mientras seguía confuso, le dio otro, y después otro.
-Te lo preguntaré dos veces.Dime todo lo que sepas sobre Yavarix.- dijo Gromdak amenazante.
-No conozco al tal Yavarix.- dijo Rekan con voz firme.
La mentira estaba en la naturaleza de su raza, pero este era una excepción.Había detectado la mentira al instante.
Con un gruñido, Gromdak alzó su daga y la hundió en el brazo derecho del goblin.
Lentamente la fue retorciendo hasta formar la runa orca cuyo significado era “basura”.
En este proceso, el goblin gritó hasta quedarse sin aire.
-Te volveré a preguntar. ¿Qué sabes de Yavarix?- dijo el orco.
-No…lo…conozco…-dijo el cazador con voz rota.
Gromdak le dio una patada en el estómago con su bota de hierro y le partió una costilla.
-Ha sido un grave error no haber confesado. Los siguientes te harán desear no haber nacido.- dijo Gromdak antes de salir y cerrar la puerta tras él.


Al ver salir a Gromdak, Karyesus se acercó a él.
-¿Ha soltado lo que necesitamos?- le preguntó.
-No. Por eso le he hecho un bonito tatuaje y le he partido una o dos costillas.- sonrió Gromdak.
-Pues entonces es mi turno.-dijo Karyesus.
Acto seguido, entró en la estancia cerrando la puerta tras él.
Se acercó al goblin y le dijo con voz suave:
-Buenos días. Creo que sabes algo que me interesa. ¿Me equivoco?
-Sí, te equivocas. No sé nada de ese tal Yavarix.-replicó el goblin jadeando.
Karyesus sonrió y chasqueó los dedos al tiempo que susurraba una palabra en demoníaco. Al instante Rekan soltó un grito agónico y se retorció en la silla, presa del dolor más intenso que nunca había sentido.
-Dime quién es y de qué lo conoces. También dime los detalles que podamos tener en cuenta para elaborar un plan.- dijo Karyesus.
-No… lo…- empezó Rekan.
Esta vez Karyesus hizo un ademán y el goblin se retorció y gritó más fuerte si cabe.
-Dímelo.
-No… sé… nada… lo… juro…- dijo el cazador.
-Qué pena.-dijo Karyesus al tiempo que sonreía.
Extendió su mano derecha y comenzó a absorber la vida del goblin.
Los gritos de Rekan fueron disminuyendo su intensidad hasta no quedar más que en un susurro imperceptible. Las costillas que seguían enteras se le marcaban profundamente y las venas se podían ver claramente a través de la piel.
Acto seguido dibujó un círculo ritual alrededor del goblin y lo activó con un trozo del cadáver del crolusco.
Al ver el cuerpo de su mascota, dos lágrimas brotaron de los ojos del prisionero.
Karyesus chasqueó los dedos y el ritual quedó completo.
Al instante un hilo de energía morada comenzó a brotar de las sienes del cazador.
Karyesus los absorbió, visualizando sus recuerdos.
Cuando tuvo lo que quería, asintió y rompió el círculo.
Antes de irse, se acercó al goblin y le susurró:
-Ya tengo lo que quería, pero voy a dejar que mi hermano se divierta un poco…
Se volvió y salió por la puerta.


Cuando vio a Karyesus salir, Hême se acercó a él con prisa.
-¿Ya?- preguntó el cazador de demonios.
-Sí… pero sería bueno que entraras…- dijo Karyesus guiñándole un ojo.
Hême sonrió y se adentró en la estancia.


Karyesus y Gromdak llevaban un rato escuchando los gritos del cazador goblin, hasta que se cortaron súbitamente.
Se acercaron a la puerta y Karyesus abrió la puerta. Allí encontraron a Hême limpiando las herramientas y los restos de Rekan desperdigados por el suelo.
Hême consumió el cuerpo y salió de la mazmorra con Karyesus y Gromdak.
Los tres fueron a la sala del trono para que Karyesus les contara lo que había podido averiguar sobre Yavarix.

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Es que aquí no escribe nadie?