Eily escribiendo…wiii
shh calla que me va a reñir fijo…ya lo he dejado ahí para que siga él XD
No os emocionéis mucho, aún estoy intentando sacar tiempo para terminar mi ilustración así que lo de escribir va a ir un poco lento.
P.D.: después de arreglar mis problemas familiares, voy a matar a Hême.
Y está interesante, yo estoy expectante…
Yo por mi parte escribiré algo esta noche o mañana, que aunque Kranem se haya ido a Acherus con su puerta yo me he quedado delante de tu casa, y no sería conveniente que Argent y tú me encontráseis allí cuando saliérais con los muertos XD
¿Por qué?
Argent detuvo a su amada cuando se disponía a limpiar.
-Cielo,se que no eres una frágil figurita de cristal,que tenga la necesidad de permanecer embalada, para no romperse,pero…
Tras el desgaste provocado por tu entrada en la forma de sombras,y el estrés del combate,vas a tumbarte en la cama,y yo voy a limpiar. Tu y los niños,a descansar,y no admito una negativa por respuesta. Así que,cariño,haz el favor de tumbarte que yo me ocupo de esto.
Más tarde averiguaré quien ha sido el “gracioso” que dejó el regalito…
Y dando un beso a su amada,la cogió de la mano,para conducirla al lecho,mientras cortaba cualquier reacción de su sacerdotisa,frunciendo el ceño…
–Se te va a quedar la mano con forma de garra de hipogrifo- Gruñó el camarero goblin.
No se había dado cuenta, pero llevaba sujetando la jarra de cerveza prácticamente desde que se la habían servido. Levantó la mirada con desgana hacia el goblin, y farfulló:
– Llevo media hora intentando levantar la jarra. Es tal la cantidad de porquería que acumula la barra de este antro que es imposible. Deberías estar más pendiente de limpiar la barra que de lo que hacen tus clientes. Sobre todo, según que clientes.
El goblin escupió como muestra de desprecio… y se dirigió a la otra punta de la barra.
Habían pasado varios meses desde la muerte de Eleanna. Había sufrido. Toda la fortaleza que pensaba tener, se había derruido como un castillo de naipes. Se había cerrado en banda a todo y todos. Había descuidado sus negocios, sabía que los suyos le darían el tiempo necesario. Solo quería desaparecer…
Tan solo había respondido a una llamada. Baine, el líder de los tauren necesitaba su ayuda.
“¿Querrá volver a hablar con Anduin? ¿Querrá poner sensatez en la horda?”. Pero no, no quería contactar con el rey de Ventormenta, sino con la Lady Almirante de Kul Tiras, la legendaria archimaga Jaina Valiente.
–Es una locura Baine- pensó. A Valeera le importaba poco realmente aquel encargo. Si hubiera sido un mensaje para el rey Anduin… “¿A quién quieres engañar?” Se preguntaba. Sabía perfectamente la respuesta. No quería volver a Boralus. Aún no… no podía.
Pero finalmente lo hizo. Llegar a Boralus le causó rememorar momentos que no quería olvidar, pero si guardar en lo más profundo de su ser. No se lo podía permitir, no en su mundo. “No hay entrenamiento suficiente para esto…”
Hizo de tripas corazón, se coló en el barco donde los líderes de la alianza mantenían una reunión, con el fin de entregar el mensaje a la Lady Almirante. Curiosamente, una persona cuya desconfianza era mútua intercedió por ella ante Jaina Valiente.
Matías Shaw … Valeera había servido fielmente al rey Varian… y lo hacía a su hijo el rey Anduin. Matías desconfiaba de ella, ya que, a pesar de ser el líder de la inteligencia de Ventormenta, ambos reyes confíaban más en ella que en el mismo.
“Los Wrynn…” pensó mientras movía circularmente la jarra de cerveza…
Aún así Lady Jaina la escuchó… “Misión cumplida” se dijo a sí misma, y abandonó lo más rápido posible aquella ciudad.
Estaba dolida, mucho más de lo que pensaba. No quería volver a Dalaran todavía, no podría soportar que alguien le preguntara por… no. Huyó a un sitio donde poco se supiera de ella, más que su nombre y su reputación… Bahía del botín.
Estando en aquel antro refugiada, le llegaron noticias. Sylvanas había detenido a Baine por traición. “¿Qué esperabas tauren loco? Sylvanas no tiene piedad con nada ni nadie…”.
Todo el que tenía trato con ella acababa mal, de una manera u otra. “¿Quizás soy yo?¿Todo el que se acerca a mí… cae en desgracia?”
Valeera se preguntaba donde estaba su fortaleza, su confianza. Varian… muerto… Eleanna… muerta. Baine… muerto muy pronto seguramente. Tanto horda como alianza desconfiaban de ella…
Se echó mano al bolsillo de su peto. Un bolsillo secreto interior donde todo pícaro guardaria algo útil para el negocio. Un veneno, una ganzúa… una daga. Valeera llevaba una pequeña bolsa… con una figura kaldorei dentro. La apretó con fuerza hacia su pecho. Esa sensación solo se la arrebatarían con su último suspiro.
–Me apuesto toda una noche de rondas a que te tumbo bebiendo- Escuchó una voz a su espalda.
El vello de todo su cuerpo se erizó al escuchar eso. No podía ser, se giró rápidamente…
–Tú…
Da gusto volverte ver a escribir a ti también Ele
Cuando cogí la misión y vi aparecer a Valeera me acordé de esta Valeera…y me dio una nostalgia…y eso que on rol no nos llevamos muy bien XD
Veo que se ha vuelto a animar el foro… ojalá pudiera encontrar inspiración y un rato para escribir, pero tengo que entregar un trabajo mañana y lo tengo a medias. Y tener que hacer todo esto en el comedor donde siempre hay gente no ayuda…
Me voy a por una tila, a ver si ayuda.
Parece que ha habido un reencuentro, hemos vuelto todos de repente jajaj
Escribiré cosillas conforme se me vayan ocurriendo, a ver si me sale una historia chula =)
Yo ahora pondré la continuación, que estoy delante de la casa de Menel y Argent va a salir, así que tendré que irme o la vamos a tener XD
Ves? No ha tardado nada XD
Si es que…
El paladín es que es muy caballeroso, eso no se puede negar.
Por eso me enamoré de él
Kranem acababa de desaparecer por la puerta que había creado cuando escuchó gritos dentro de la casa. Al instante Hême se puso en guardia, pues no esperaba que estuvieran allí. No ahora. Tras unos cuantos sonidos de batalla y varios hechizos de luz, los ruidos característicos de los necrófagos se detuvieron.
Hême se acercó más a la casa y agudizó el oído para escuchar la conversación.
Estaba nervioso, por lo que perdió la concentración y no pudo captar la charla en su totalidad, pero captó lo más importante. La voz masculina, Argentsword supuso, afirmó que iba a encontrar al “gracioso que ha hecho esto” y que él se encargaba de limpiar. Al escuchar pasos cerca de la puerta, el Illidari se abalanzó hacia un lado, topándose de golpe con un tigre blanco que comenzó a rugir. Hême desenfundó su guja y la colocó en el cuello del felino.
-Silencio, gatito. No quiero que me descubran.-susurró autoritario el elfo.
Sin embargo, era demasiado tarde. Si la pareja conservaba el oído, lo habrían escuchado y vendrían a ver a qué se debía el revuelo. “No importa”- pensó- “Cogeré a su mascota de rehén para poder escapar”.
En cuanto agarró al felino del pescuezo, la sombra de una figura esbelta y con orejas picudas destacó sobre la nieve de la entrada.
A Nieve ni tocarlo que te arranco los cuernos a collejas!!!
Pero…le toca a Argent lidiar con esto…y como mi sable no salga vivo… va a dormir en el sofá de por vida
Bueno, si quieres puedes salir tú, no he especificado si es elfo o elfa.
Voy a confiar en mi paladín y mira que me están dando ganas de arrancarte los ojos yo misma…pero ha sido “orden” suya mandarme a descansar…que lidie contigo él(eso le pasa por no dejarme ayudar jajaja)
Tranquila, que no tengo intención de matar a Nieve, sólo es para que pueda escapar sin problemas.
Por cierto, ya no tengo ojos XD