Bien gracias-respondió con desconfianza-Elune y Belore velan por nuestros hijos,
pero no hemos venido a hablar de ellos,lo que el futuro les depara aun está muy lejano.
-Sin embargo…-continuó Argent-el presente es más preocupante.Al igual que tú nosotros también tenemos pruebas y la certeza que la Reina de los nagas y N´zoth no tardarán en alzarse.
-Y lo que es más preocupante-continuó la sacerdotisa-nos van a sorprender en medio de una guerra que está llevando a la aniquilación entre los nuestros,por no hablar de lo vulnerable al vacío que podría ser la titan de nuestro mundo herida.
-La cosa no pinta bien-continuó Argent al ver que su amada se quedaba pensativa con lo de la titan-que has descubierto y cuales son tus planes?
PD: no se me olvida que te querías comer a mis bebes Hême ¬¬
Esperó pacientemente a que la singular pareja terminara de hablar.
-Mi equipo ha descubierto que últimamente los nagas están más agresivos de lo normal, que están más inquietos.-dijo Hême.- Y además mis espías parecen haberse dado cuenta de que están sedientos de maná y que buscan desesperadamente una fuente de poder. Por eso pensamos que Azshara está despertando.
-¿Y cuáles son tus planes?-preguntó de nuevo el paladín.
-Mi intención es formar un pequeño grupo de élite para que llegado el momento podamos derrotar a la otrora reina kaldorei.-dijo Hême.
-Me imagino que queréis saber con quién os estáis aliando, así que os informaré. Mi equipo actual está formado por mí, mi hermano Karyesus, un brujo; un goblin mago llamado Zanrek y mi otro hermano Kranem, un caballero de la muerte. Aunque a este último no lo veréis mucho, ya que sólo nos ayudará si la cosa se pone fea.-siguió el cazador de demonios.-Por cierto, a Kranem creo que ya le conocéis…- añadió con un guiño.
PD: bueno Menel, eso era antes… aunque si me los ofreces no los rechazo
Pero si nosotros estamos perfectamente de la azotea, no sé qué dices… Hême hace señas frenéticamente a su equipo para que escondan los cadáveres descuartizados
La sacerdotisa levantó la ceja. Así que la sorpresa del día anterior a la hora del desayuno había sido cosa de su hermano.
-Por Elune!! - se dijo-donde se estaban metiendo?
Intentó analizar la situación con frialdad. Las cosas no estaban como para prescindir de aliados pero aquello era…
Un cazador de demonios que había dejado una cabeza de kaldorei en su cama, su hermano el caballero de la muerte que les había enviado un montón de necrofagos para desayunar destrozando su hogar por segunda vez… Aquello era demencial cuanto menos.
Miró a Argent, la mirada de su paladín expresaba la misma furia contenida.
Así que antes de que se provocase una pelea en medio de una taberna de Dalaran que hubiera terminado con la guardia del kirin tor allí Menel le espetó una pregunta al cazador de demonios…
-Porque deberíamos fiarnos de ti y los tuyos tras atacar nuestro hogar y a nosotros en dos ocasiones?
La sacerdotisa parecía realmente enfadada, y el paladín no se quedaba atrás. Antes de que las cosas se descontrolaran, la sacerdotisa tomó la palabra.
-¿Por qué deberíamos fiarnos de ti y los tuyos tras atacar nuestro hogar y a nosotros en dos ocasiones?-le espetó furiosa.
-No me hago cargo de lo que haga mi hermano, él va por su cuenta. Sin embargo, los asuntos que nos ocupan son demasiado importantes como para dejarnos llevar por la ira y el rencor, no os parece?-dijo el cazador de demonios con calma mientras apuraba la tercera cerveza.-En estos días aciagos, no hay que prescindir tan a la ligera de posibles aliados. Si quieres aclarar lo de los necrófagos, habla con mi hermano. Yo por mi parte me disculpo, ya que en esos días la situación era distinta.
Hême aguardó a que alguno de los dos le contestara, y mientras tanto pidió otra ronda de cervezas.
Menel y Argent se miraron,se entendían sin hablar y ambos asintieron despacio. Desgraciadamente aquel cazador de demonios tenía razón.No podían prescindir de aliados,pero seguían desconfiando de él. Bien podría traicionarlos,o matarlos por la espalda,pero Azshara en ese momento era una amenaza mayor que el grupo del cazador de demonios.
Ellos tampoco estaban solos,Soul,Winter,Xhakraes,Ahzura,Dawn,algunos sacerdotes de su sede de clase,y hasta el propio Romuul con el Vindicaar si era necesario, y el Profeta Velen daba su aprobación, los ayudarían contra su ex-reina,y esperaban contar con la ayuda de Eilyria y sus primas llegado el momento.Pero esa información era algo que no pensaba compartir con el cazador de demonios,al menos no de momento.Si creía que podría jugársela estaba muy equivocado.
Pensó con tristeza un segundo en que le hubiera gustado tener a su lado a las dos singulares hermanas kaldorei,si bien Eleanna y Ardeniel habían tenido sus diferencias con ella sabía lo buenas que ambas eran en combate y estaba segura de que ambas querrían justicia,o en su caso venganza por lo que Aszhara le había hecho a su pueblo cuando pactó con Sargeras. Un Elune Adore hermanas pasó por su mente.
Volvió a centrarse en la conversación.Argent y el cazador de demonios compartían información sobre sus descubrimientos sobre los nagas.
Esperó a que terminaran y cuando ambos la miraron dirigiendo una mirada de conformidad con su amado se giró hacía el extraño y le dijo.
-Supongo que no nos queda más remedio que confiar en ti.Pero no intentes jugárnosla-dijo en tono serio-por cierto haría las pertinentes presentaciones pero tengo claro que nos conoces,sin embargo nosotros no tenemos el gusto.Tu nombre es…?
¿Porque tengo la sensación de que me van a volver a meter en un lio?
Más vale,que poco a poco y sin hacer mucho ruido,he ido preparándome para lo que pueda venir…
¿Os ha contado mi cuñada,como hemos ido limpiando Arathi?
Al final,ha conseguido ese simpático sable que tanto quería…hermanito…
¡A ver si aprendes! dicho esto,el veterano,vuelve al segundo plano
Al ver cómo se miraba la pareja, sonrió para sí con satisfacción.
El paladín llamó su atención y comenzaron a compartir datos sobre los nagas, hasta que la sacerdotisa tomó la palabra.
-Supongo que no nos queda más remedio que confiar en ti.Pero no intentes jugárnosla.-dijo la sacerdotisa en tono serio-Por cierto, haría las pertinentes presentaciones pero tengo claro que nos conoces,sin embargo nosotros no tenemos el gusto.Tu nombre es…?
-Mi nombre es Hême, aunque mi nombre de nacimiento es Limether Sangresol. Encantado de conoceros…- se presentó el Illidari- oficialmente.- añadió con un guiño de complicidad.
-Así que Sangresol eh?-preguntó la sacerdotisa alzando una ceja.Supongo que la “obra de arte” que decoraba la pared de nuestro hogar es el escudo de tu familia…
El cazador de demonios asintió por respuesta.
Menelwie negó con la cabeza suspirando,habían llegado a un acuerdo de colaboración,tendría que dejar aparte los actos previos de Hême si querían llevarse bien,pero confiar en Sangresol no iba a ser fácil.
-Y bien,supongo que tenéis un plan…-dijo Argent-no podemos quedarnos esperando el alzamiento de Azshara de brazos cruzados hasta que sea demasiado tarde.
-Entre otras cosas porque mi estado avanza-añadió la sacerdotisa-y no me gustaría tener que emular a la Magna Aegwynn luchando contra la Reina Naga a punto de dar a luz,así que tú dirás Sangresol.
Hême esperó pacientemente a que los dos elfos terminaran de hablar y luego tomó la palabra.
-He pensado que podríamos capturar algunos nagas para sacarles información a base de torturas.-dijo Hême.- Podrían contarnos cosas útiles que nos ayuden a elaborar una estrategia sólida.
-Mi hermano Kranem es experto en torturas, lo ha hecho muchas veces, así que no será problema. Además, ya que estás especializada en magia del vacío supongo que podrías ayudarnos con un poco de tortura mental.-añadió dirigiéndose a la sacerdotisa.
-Utilizar tortura mental no es algo que me agrade-dijo la sacerdotisa-y menos teniendo en cuenta que intento acercarme a la luz para que mis hijos sean sus campeones en un futuro,pero si tus torturas no producen resultados supongo que tendré que hacerlo.
-Menel…-dijo Argent
-Solo si es estrictamente necesario-apuntó la sacerdotisa-pero creo que Hême y los suyos se las apañan bien.Además a estas alturas no podemos andarnos con muchas contemplaciones,el tiempo apremia.Tenemos que actuar y pronto o Azeroth estará perdido.
La sacerdotisa se imaginó a Hême y Argent torturando a un naga como si fueran el guardia bueno y el guardia malo y no pudo evitar soltar una risita.
Ambos la miraron extrañados pero se guardó sus pensamientos.
Solo quedaba decidir cuando y donde empezarían a capturar nagas para interrogarlos,los intentos previos de Argent habían fracasado,pues los nagas se suicidaban o explotaban de forma misteriosa cuando intentaba interrogarlos,esperaba que esta vez fuese distinto.
Dejó a los hombres esa decisión.
El cazador de demonios escuchó atentamente las palabras de la kaldorei. Tras reflexionar un momento, habló.
-No te preocupes por eso, Kranem torturó a miles de prisioneros en los tiempos de Arthas y sigue haciéndolo. No fallará, pero siempre es de agradecer que estés dispuesta a ayudar.- dijo Hême.- Y tampoco es un problema la caza, al fin y al cabo soy un cazador bastante reputado.
-Bueno. ¿Dónde y cuándo empezamos a cazar nagas?-preguntó el Illidari. Tenía algunas ideas, pero decidió escuchar las propuestas de sus nuevos compañeros.
-Argent y yo estamos “un poco” apartados de nuestras facciones-apuntó Menelwie-Nuestra relación no está muy bien vista y la propia Tyrande me ha apartado de mis funciones.Colaboramos cuando nuestros pueblos necesitan ayuda,cuando lo creemos conveniente,o simplemente cuando nos da la gana.Ahora mismo no tenemos obligaciones más allá de las que nosotros nos imponemos como investigar junto a algunos amigos lo mismo que tú y los tuyos.
No quiso dar más datos sobre esos “algunos amigos” pero le dejaba claro al cazador de demonios que no estaban solos en esto.
-Nuestras lealtades ahora mismo son las que nosotros hemos elegido-dijo Argent-más allá de la horda o la alianza nuestra lealtad es el futuro de Azeroth,y si Azshara y N´zoth triunfan no habrá ningún futuro para nadie.Y eso es algo que nuestros líderes no quieren ver,enzarzados en esta guerra inútil.
-Si-dijo Menel mirando a Argent y sonriendo-ahora mismo nuestra lealtad no tiene colores,ni azul ni rojo.Somos leales a nosotros mismos,los nuestros y al futuro de Azeroth y el de nuestros hijos.Debemos proteger este mundo si queremos que nuestros bebés tengan un planeta en el que vivir o salvar en un futuro.
-Tienes nuestra colaboración y disponibilidad-dijo Argent-así que cuando quieras empezamos.Aunque me gustaría que Menel interviniera lo menos posible.Debe descansar.
-Argent…
-Amor no,no voy a admitir más discusiones sobre esto,es peligroso y no has parado quieta ni un momento.
-Bueno ya veremos…-sentenció la sacerdotisa.
-Así que cuando digas Sangresol empezamos.-dijo Argent-sin dejar claro si el empezamos incluía a su amada.
Era un tema que ya hablarían a solas pensaron ambos.