Mareas de venganza.Dos visiones del conflicto

Es broma hombre, para gustos los colores

Jajaja ya, pero seriamente debería buscarme un lugar de los lloros como Argent por si acaso XD

hmmm… ya sé ¡el zurullo negro que hay en el Nagrand de Draenor!.. digoooo… en alguna parte de Costa Oscura, que es todo muy vil y tal… :innocent:

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Pues me he escaqueado un minuto en el trabajo para leeros. Cuando llegue escribiré mi último post con Menel. Se viene temporada dura y no voy a tener ni tiempo ni ganas para escribir.
Quizás más adelante saque a Ahzura o mi dk si consigo un año de estos subirla a 120 en esta historia.

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Ánimo Menel, que todo pasa. Yo seguiré escribiendo por aquí a menudo para que os entretengáis.

¡Ánimo que tú puedes!

Hême apareció con un destello en la ciudad de los magos, y antes de hacer nada se dirigió al Salón Juego de Manos. Una vez allí se sentó en la barra y pidió una cerveza, que el tabernero se apresuró a servirle. Mientras bebía a sorbos pensaba en su siguiente paso. Quizá debería ir a visitar al paladín y a la sacerdotisa… pero primero debía hablar con Shivadel para preguntarle si quería unirse a ellos en su causa.
No sabía cómo se iba a tomar Shivadel que entre sus aliados estuviera el asesino de su hermano, pero sabía que si él se lo pedía no recibiría un no por respuesta. Pero no era momento para pensar en eso, ya se enfrentarían a Azshara cuando despertara.
Apuró la jarra de cerveza y dejó una moneda de oro en la mesa, para acto seguido levantarse y salir de la taberna. Anduvo durante unos minutos por Dalaran, hasta que topó con una pintoresca joyería a la que entró. Se dirigió directamente a hablar con el dependiente, que lo miró extrañado. Supuso que no todos los días un Illidari entraba en la joyería, y de ahí el gesto de sorpresa. Se acercó a él y habló sin rodeos.
-Enséñame los anillos shal’dorei más caros que tengas.-dijo Hême.
-Por supuesto.-dijo el dependiente sacando una bandeja de un armario.
El expositor estaba repleto de finos y elegantes anillos de diversas formas y colores. Había varios de plata con adornos en diamante, otros con matices dorados, otros con decoraciones en forma de flores, algunos encantados para que brillasen…
Finalmente se decidió por un anillo de platino con un zafiro engarzado, que guardó cuidadosamente en su caja para después asegurarlo en su bolsa. Salió de la joyería tras pagarle al dependiente una sustanciosa cantidad y sacó su piedra negra para transportarse a Nagrand, al palacio goriano que ocupaban.
Apareció en la sala de portales y acto seguido se dirigió a su alcoba, donde cogió la botella de vino de arco y las copas y las envolvió en un paño para después guardar el conjunto en su bolsa, para acto seguido volver a la sala de portales y a Dalaran.
Se materializó en la ciudad flotante de nuevo y desde el Alto de Krasus descendió volando hacia Suramar, donde estuvo dando vueltas un rato.
Tras el pequeño paseo se dirigió a hablar con un guardia que pasaba por allí y le preguntó por Shivadel, concretamente por la localización de su vivienda.
-¿Sabes dónde reside Shivadel Frutoarcano?-preguntó Hême con tranquilidad.
-Por supuesto. Lady Shivadel reside en la casa de su familia, al este.-respondió.
-Gracias.-dijo el Illidari mientras desplegaba sus alas para alzar el vuelo.
Tras unos minutos volando divisó un edificio de tamaño considerable que se erigía sobre las demás construcciones de la zona. Bajó planeando y se detuvo a unos metros de la entrada. La casa era bastante grande y era muy bonita, con la característica estructura shal’dorei y numerosas habitaciones. Sobre el marco de la puerta violácea que daba entrada a la vivienda había un escudo de armas, un árbol similar al arcan’dor rodeado por un círculo arcano, que a su vez tenía diversas runas que no podía leer. Era el mismo que aparecía en las copas, por lo que supo que había llegado a su destino. Se acercó a la casa y los dos guardias de la entrada se cuadraron y le abrieron la puerta, para cerrarla tras su paso. La casa era incluso más bonita si cabe por dentro.
-Vaya, ¿a quién tenemos aquí?-preguntó una melodiosa voz.
Hême se giró para ver a Shivadel saliendo de una de las habitaciones, ataviada con un precioso vestido violeta con adornos en rojo y dorado.
-He venido a devolverte tus copas.-dijo el Illidari dándole la botella y las copas.
Ella le agradeció con un gesto y llamó a un criado, que vino en seguida y se llevó los objetos. Siempre se había preguntado por qué los criados nocheterna llevaban aquellas extrañas máscaras, pero decidió no darle mucha importancia.
-Bueno, pues debería irme ya.-dijo Hême acercándose para despedirse.
-No te vayas… estás en tu casa.-le dijo ella.- Literalmente.
-Debo irme Shivadel, se me ha hecho tarde.-dijo el Illidari.
-Me gustaría que te quedaras conmigo esta noche… querido.-le dijo la maga.
-Está bien…-dijo Hême.- No pasará nada por una vez. Pero me gustaría pedirte algo.
-¿Qué quieres?-preguntó ella mientras el Illidari sacaba una pequeña caja de su bolsa.
-Que te cases conmigo. Sé que es rápido, pero no tiene sentido seguir esperando.
La nocheterna tardó unos segundos en asimilar lo que acababa de decir.
-Por supuesto. Nada me gustaría más.-respondió ella alegremente cogiendo el anillo.
-¿Dónde quieres que duerma?-preguntó el Illidari.
-Obviamente conmigo. Deberíamos acostumbrarnos, pronto estaremos casados.
-Vayamos pues.-dijo él- Pero sólo dormir, ¿está bien?
-Claro.-respondió ella.
Ambos se encaminaron a la habitación de la shal’dorei, y cerraron la puerta.

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Anda, ¿que ha pasado?

Nada que no arregle el tiempo,unos turnos demoledores esta semana santa y después, y un montón de responsabilidades. Necesito un descanso.
En fin vamos allá(va a doler)

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Apenas habían tenido tiempo de despedirse,entre las prisas de sus padres y las palabras de Argent…Menel se encontraba en una dolorosa nube.
Sabía que tenían razón todos y sin embargo se le rompía el alma.Tenían que separarse y esta vez no sería por unos días.
Recogió pocas pertenencias,sus togas nuevas,las compras para los bebés y se recordó que debía cambiar el destino de las cunas a Val´sharah.Un par de libros de alquimia e historia de Azeroth para hacerle compañía fue todo su equipaje.
Cuando lo abrazó tuvo la terrible sensación de que iba a ser la última vez que se verían.Y solo pudo susurrarle al oído:
-Pase lo que pase,voy a amarte siempre,ya lo sabes.
Era una kaldorei.Su raza sólo amaba una vez en la vida.Y sin duda sabía que así sería,amaría aquel a paladín sindorei hasta su último aliento.
Era irónico,los habían intentado separar de mil maneras posibles.Y al final habían sido sus propias circunstancias lo que lo habían conseguido.Ni los intentos de asesinato,ni las amenazas de sus facciones,ni siquiera el hecho de que la hubiesen repudiado los suyos…las obligaciones,la guerra…Azeroth. Aquel mundo que construía sueños y los devastaba con la misma facilidad que el viento eleva un trozo de papel.
Siempre habían sido conscientes de que aquello nunca sería fácil,de que su relación siempre pendía de un hilo,pero era tanto el amor que se profesaban que habían podido con todo…con casi todo,menos con sus respectivas obligaciones.

Ella debía descansar por el bien de sus hijos.El luchar contra Azshara.Y no había vuelta de hoja.
Y por alguna extraña razón sintió que no volverían a verse,aunque él sabría en todo momento donde estaría…debían separarse y esta vez sería la definitiva.

Miró su anillo,estuvo tentada de devolvérselo pero sabía que mientras lo siguiera amando, y eso sería siempre,el anillo volvería a ella una y otra vez.
Le sonrió con tristeza,el dolor la estaba matando e intentaba contener las ganas de llorar delante de los suyos.
Y así partió…

El viaje a Val´sharah fue algo de lo que ni se enteró.Si alguien le hubiera preguntado,habría contestado que lo último que recordaba era haber utilizado la piedra violeta a Dalaran.Y luego solo la casa que había comprado para sus padres,que la dejaron a solas en su nuevo cuarto rodeada de las escasas cosas que se había llevado.Ordenó todo aquello de forma mecánica,y salió a dar un paseo a la luz de la luna.Por alguna extraña razón Elune allí no mostraba su cara más oscura.Y se sentó en un banco a hablar con la diosa.
-No entiendo para qué todo esto madre Elune.Acaso te gusta jugar con los destinos de los mortales?
Pudo escuchar la respuesta de la diosa en su corazón.Al igual que Elune y Malorne,Argent y ella se habían conocido,se habían enamorado y por el bien de sus hijos y del suyo propio debían separarse.

Se quedó mirando fijamente el lago.Y tuvo una visión del futuro…

Sus hijos estaban entrenando con las espadas de gomaespuma que ambos habían comprado en Dalaran hacía unos días. Aldalith se quejaba de un empujón de su hermano y ella lo regañó con severidad.Pero en aquella visión ningún Argent aparecía a enseñarles a empuñar una espada.Estaba sola…

La visión se desvaneció y Menelwie lloró como nunca había llorado en sus diez mil años de vida.

-Estaré bien-se repetía una y otra vez entre lágrimas tirando de su infalible mantra.

FIN

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:scream::scream::scream::scream::scream::scream::scream::scream: ¡Pero no digas eso! ¡Quiero mi final feliz! :sob::sob::sob:

Mi querido cámara…desde el principio estuvimos destinados a ello.Al fin de al cabo éramos como Romeo y Julieta y esos dos acabaron bastante peor :sweat_smile:

No es un final amargo…es un final…esos dos se van a amar siempre…pero de lejos.Estaban destinados a ello…al fin de al cabo eran como el sol y la luna…un breve pero maravilloso eclipse y luego a continuar en sus respectivas órbitas.

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¿Dónde está esa parte que decías que iba a doler?

Dejar de escribir con Menel…Al igual que cuando Ele tuvo que morirse…cuesta despedirse del hilo.

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La verdad es que yo también voy a estar bastante liado esta Semana Santa y apenas voy a tener tiempo para escribir o siquiera leer el foro.

A mi me va a llevar mucho más tiempo ese retiro.No se si volveré a escribir,pero sacaré tiempo para leeros y espero que le deis una paliza gitana a Azshara ya que yo no puedo :disappointed_relieved:

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Yo no, para mí la expansión ha terminado. Ninguno de mis personajes va a avanzar más en la trama de esta expansión. Seguiré jugando hasta que se me acabe la suscripción semestral y luego a otra cosa mariposa.

Yo ya te digo que jugar poco o casi nada,entre que me han metido más horas ahora que soy la “más antigua”,vamos que me voy a comer marrones…y horarios de haberse matao(empiezo mañana así con alegría de 2 a 6 y de 9 a 12,y pasado también,vamos que no voy a ver la luz del sol)el gym y el resto de las obligaciones…y que necesito recuperar ciclos de sueño normales,que parezco un búho,o peor porque ni de día duermo,añade a eso un par de cosas más personales…y no doy Eily no doy!!!

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Te comprendo más de lo que crees.

Pues supongo que el hilo no continuará entonces (o lo hará dentro de bastante) u.u