Pues nada me he ido a minahonda a hacer diarias y esas cosas, y en una d eestas me han matado , hasta ahi todo bien, pero cuando voy a resucitar mi personaje no resucita, se queda en fantasma sin poder hacer nada pero a su vez los npcs me ven y pueden atacarme, he probado varias veces y nada, y en el angel me pasa lo mismo se queda en espiritu y me atacan igual.
Edito: Sí relogueas y al volver a entrar al juego te deja resucitar normalmente, lo digo por si le pasa a alguien más.
1 «Me gusta»
Desde hace algunas actualizaciones, parece ser que este problema es bastante frecuente. Es como si el servidor de Blizzard estuviera en modo A y el juego de tu ordenador en modo B. En tu caso, tu personaje en el servidor de Blizzard ya estaba resucitado pero en tu ordenador, todavía seguía en el limbo.
A otros muchos jugadores, entre los que me incluyo, nos ha pasado algo parecido al intentar salir de una Profundidad o una Mazmorra. Al intentar cruzar la salida, el juego se desconecta. Cuando te vuelves a conectar, el juego te dice que ya hay otro jugador con ese nombre. Es decir, que en tu ordenador te has desconectado, pero tu personaje es como si siguiera conectado.
Todo ello se produce cuando hay un problema con los servidores de Blizzard. Yo creo que porque se han saturado.
Cuando pasa esto, lo mejor es esperar unos minutos antes de volver a conectar. Si aún así no hay suerte, habría que recurrir a servicio de “personaje atascado” de Blizzard.
Me pasa lo mismo y tengo que salir del juego y volver a entrar, como se soluciona?
No hay una solución fija para todos. Puedes probar dos cosas.
La primera, es salir del juego, esperar un rato largo, y volver a entrar. Con suerte, tu personaje aparecerá donde tienes fijada la piedra de hogar.
La segunda opción, si no te ha funcionado la primera, es recurrir al servicio de desbloquear personaje de Blizzard. Tienes que ir a su web, en el apartado asistencia técnica. Lo que hace ese servicio y poner tu personaje en un sitio seguro en el que no haya problemas, que habitualmente es donde tengas fijada tu piedra de hogar.