No puedo hablar por todos, ni siquiera por la mayoría, porque esto depende de una cuestión de apreciaciones personales y sobre todo de la suerte que haya tenido cada uno. Un año acaba de terminar y el otro está apenas empezando pero muy difícil es que en un mundo que cambia tanto como el de Azeroth, el año nuevo vaya a ser igual que el anterior.
Si nos centramos sólo en lo que nos ha dado Blizzard, tenemos que estuvimos durante más de medio año jugando en Legion, una expansión que aunque al final ya cansaba, tuvo muy buenas críticas entre los jugadores. Luego, ya pasada la mitad del año, fue lanzada Battle for Azeroth, una expansión que personalmente considero muy buena y con gran cantidad de cosas por hacer, pero que gracias a las críticas negativas de varios influencers ha degenerado en un efecto dominó que viene a resumirse en “si fulanito dice que es mala tiene que serlo, y yo no voy a decir que es buena porque todos los demás dicen que es una basura”. Al final, gracias a ese efecto dominó, hemos terminado viendo como cada vez hay menos gente conectada.
Eso es algo que nos afecta a todos en mayor o menor medida, el descenso de la población general, pero el que haya menos gente por el mundo no tiene porqué ser malo para todos. Algunos juegan sólo con sus compañeros de siempre y mientras sigan teniendo un grupo estable no notarán la falta de jugadores, otros sólo usan el buscador o recurren al buscador de grupos ya creados, esos puede que noten que ha aumentado el tiempo para encontrar grupo, pero como juegan con gente distinta cada vez tampoco notarán mucho la diferencia.
El problema, como supongo que ya habréis adivinado, viene con las hermandades, esos conjuntos de jugadores que se supone juegan juntos casi siempre y donde se nota el momento en que falta alguien. A fin de cuentas aunque seamos compañeros de hermandad también somos humanos, tenemos nuestras propias obligaciones que nos pueden alejar en un momento dado del juego y también nos dejamos influenciar por lo que puedan decir los demás.
Por supuesto esta oleada de negatividad y casi odio contra BFA no habrá afectado por igual a todas las hermandades, y algunas hasta habrán salido beneficiadas con el cambio, mientras que en otras como la mia sólo conseguimos mantenernos gracias unos pocos e irreductibles compañeros que no se han dejado llevar por lo que oyen decir a los demás.
Pero todo esto es agua pasada, eso es del 2018 y ese año ya pasó. 2019 acaba de dar comienzo y puede ser bueno, puede ser malo, puede ser mejor o peor. Por eso la primera pregunta que os voy a hacer este año es:
¿Creéis que el nuevo año será mejor que el anterior?
Debido a los recientes cambios en el foro de momento no está disponible por completo el hilo que contiene el índice de Potopreguntas, tenéis varias, ya listadas en Índice de potopreguntas Pero si queréis verlas todas tendreis que hacerlo en mi blog personal http://el.taller.del.gnomo.over-blog.es