[RELATO] ¡Feliz No-cumpleaños! ¿A mí? ¡A ti! ¡A ti! – Partan 5

La chabola del pantano ha ampliado sus dominios y ahora posee un pequeño muelle de madera, el lugar tranquilo para colocar la caña de pescar y tumbarse en la tumbona que toda bruja necesita.

-Aaah,- suspira Conjura tras tomar un poco de zumo de frutas- este es el lugar tranquilo para colocar la caña de pescar y tumbarse en la tumbona que toda bruja necesita.
-Tenemos visita, mi señora.- Irrumpe Diamantes pegándole el susto de su vida a la bruja, que se sobresalta de tal manera que hasta el vaso de zumo salta por los aires.
-¡Qué no me des estos sustos!- Grita Conjura alterada.

La bruja resopla y recupera la sonrisa malvada de recibir visitas. Un recurso clásico para todo genio mal que se precie.

-Será el mago que le pedí al Señor Regente… Lord Tomar-Tu-Ron o algo así.- Afirma Conjura dirigiéndose hacia la puerta de entrada.- A ver si recupera la guarida. Quiero dormir en mi camita contando mis diamantitos y no en esta chabola infecta.- Se queja pateando al crocolisco que se ha colado en el salón.- ¡Hazla pasar!- Le ordena a su fiel esbirra.

Diamantes abre la puerta y hace su entrada magistral una hermosa elfa de sangre con larga cabellera rizada de color de fuego.

-Soy la Mágica Magi Magister Magistrix y casi Archimaga… Magizia.- Se presenta la feliz maga tras dar unas gráciles piruetas.
-No me lo puedo creer.- Maldice en voz baja Conjura al ver a Magizia.
-¿No son muchos títulos para una maga, mi señora?- Susurra Diamantes.
-Sí,- responde la bruja exasperada- el primero se lo ha inventado, el segundo es el nombre de una facción, los otros dos están repetidos y el último no lo tiene. Es un fraude en toda regla.- Añade indignada.
-¡Encantado, yo soy Mantes y este es mi caballo Dia!- le saluda el enano a Magizia tendiéndole la mano.
-¡¿Pero todavía está este señor aquí?!- Grita Conjura perdiendo los papeles.
-Es que mi mujer me ha echado de casa ¡Ha, ha, ha!- Ríe el enano acariciando su corta barba negra.
-¿Y cómo lo ha hecho, porque yo no lo consigo?- Masculla la bruja mientras dibuja la sonrisa más falsa de Azeroth.- ¡Diamantes!
-¿Sí, mi señora?
-¡Llévatelo de aquí!- Ordena Conjura.
-¿Llevamos a Dia al establo, mi señora?
-¿T-te-te-tenemos establo?- Alucina la bruja totalmente sorprendida.
-Sí,- responde Mantes- es que el otro día construimos un muro y como no sabíamos qué hacer con él decidimos aprovechar para hacer un establo.
-Quiero irme a mi casita.- Reniega Conjura cabizbaja mientras se tapa la cara con la mano derecha.
-¡¡TÚuuuuu!!- Grita la maga señalando a la bruja con una tétrica voz.- Qbrppptshhhmmmptmr.- Masculla furiosa sin lograr atinar una sola palabra.
-Wrsntafffrrrrsttttsltttnnn.- Se le encara la bruja mostrando los dientes.

Los puños de ambas chocan amenazantes y tras casi empezar a sacar fuego por la boca, se calman y resoplan armándose de paciencia.

-No conocía el macabro sentido del humor del Señor Regente.- Dice Conjura.
-Y yo desconocía a qué clase de cabeza de melón se le podría colar un dragón en casa,- replica Magizia- pero ya se sabe, todos podemos superarnos.- Añade sonriente.
-Es odiosa.- Susurra la bruja.
-¿Se conocen, mi señora?- Pregunta Diamantes arrodillada ante la bruja.
-Nos conocemos desde que éramos pequeñas.- Responde Conjura con cara de circunstancias.
-¡Cuando éramos pequeñas me metías sapos por la espalda dentro de la ropa!
-Era una niña feliz.- Afirma Conjura cruzándose de brazos orgullosa.
-¡Y en la adolescencia me robabas todos los novios…!
-Porque soy genial.
-¡…sí, usando pociones de amor!
-Casualidades.- Le resta importancia Conjura abanicándola con su mano.
-¡Qué bonita es la amistad!- Dice Mantes limpiándose una lagrimita.
-¡¡QUÉ NO SOMOS AMIGAS!!- Le gritan ambas mostrando sus colmillos más afilados.

El enano corre abrumado hacia el establo.

-En fin, ¿vas a echar al dragón o no?- Se queja la bruja malvada.
-Lo haré.- Dice Magizia poniendo una trágica pose teatral.-Lo haré porque soy Archimaja y quiero ser Archimaga.- Proclama mirando al cielo con los ojos llenos de estrellitas.
-Bueno, si sale mal siempre puedes ser Archivadora.- Le dice Conjura.
-¡A callar gafe!- Le espeta la maga.
-Pues tú dirás, ¿cómo piensas sacar al dragón de ahí?- Le pregunta la bruja.
-Le tenderemos una trampa.- Afirma Magizia muy segura.- Le organizaremos una fiesta de cumpleaños al dragón y este saldrá de su guarida, porque los dragones son muy engreídos y además no podrá resistirse cuando sepa que le daremos un regalo sorpresa. Entonces yo saldré de mi escondrijo y lanzaré un poderoso conjuro que dejará al dragón fuera de combate.

Satisfecha con su propia explicación, Magizia sonríe con los brazos en jarra y mira a Conjura con aires de superioridad.

-Es el plan más estúpido de todos los planes estúpidos que oído en mi vida.- Afirma la bruja.
-Pero este funcionará porque no es tuyo.- Replica la maga.
-¿Y quién se supone que le va a dar la noticia de su cumpleaños a Aladiamante?- Pregunta Conjura cruzándose de brazos.
-Me alegra que te presentes voluntaria.- Le dice Magizia.- Venga, ve a ver al dragón y dile que le organizamos una fiesta en una carpa especialmente habilitada en el bosque tenebroso de aquí al lado.
-¡Diamantes!- Grita la bruja.
-No, no,- replica la maga- Diamantes se queda conmigo, necesito personal eficiente para organizar todo esto.
-Entonces… ¿quién me acompaña?
-¡Ha, ha, ha!- Ríe Mantes poniendo los brazos en jarra.
-Oh, nooo.- Se lamenta Conjura.

Saltan los bailarines respondiendo a la llamada del grito de la selva, suenan los tambores y empieza a sonar una pieza de electro swing mientras una de las grandes voces de la historia de la música sale a cantar en medio de un divertido y espectacular número de baile. ¿Acaso no es esta la mejor transición entre escenas que jamás se ha hecho, mi querido lector? Sí, pero solo hasta la siguiente porque mientras estabas embelesado imaginando todo esto, Conjura y Mantes, como no, acompañados por el caballo Dia, se plantan frente a la puerta de la guarida de Aladiamante.

-Qué raro se me hace volver a mi casita.- Dice la bruja con melancolía mientras casi se le cae una lagrimita.
-Parece que quitaron el muro.- Afirma el enano mirando alrededor de la mansión-templo-biblioteca con mazamorra y cámara secreta incluidas.
-Eso no era un muro, era una aberración.- Le corrige Conjura.- ¡Entremos!

La guarida está absurdamente llena de diamantes, los hay tirados por el suelo, sobre los muebles, en todos los rincones hay cofres o sacos llenos de diamantes, es… “el paraíso”, dice embriagada la elfa de sangre cuyos ojos brillan llenos de diamantes.

Mantes arrastra a una embobada Conjura hasta la sala principal, en donde la forma aspecto de Aladiamante sostiene un par de diamantes entre sus manos. El elfo de sangre los pesa e intenta compararlos cuando se ve interrumpido por la presencia de unos invitados indeseados.

-¿Qué hacéis aquí?- Pregunta Aladiamante con un congelante tono de voz.

El enano le da un codazo a Conjura para que deje de babear y poner cara de bobalicona.

-Pues verás, te hemos preparado una fiesta de cumpleaños y nos gustaría que asistieras haciéndote el sorprendido.
-Los dragones no tenemos cumpleaños.- Responde el dragón antes de tirar el diamante de su derecha para admirar al de su izquierda.
-¡Te construiré un muro si celebras tu cumpleaños! ¡Ha, ha, ha, ha!- Le ofrece Mantes.
-¡Qué te calles!- Salta Conjura con ganas de matar al enano.- Pero…- prosigue la bruja cambiando de tono- …podemos celebrar… ¡tu no-cumpleaños!- Le propone sonriente extendiendo la mano derecha como si le ofreciera algo.
-Miii… ¿no-cumpleaños?- Se extraña el dragón levantando la ceja izquierda.
-¡Exacto!- Se le acerca Conjura.- Tu fiesta de no-cumpleaños.
-Una fiesta de no-cumpleaños… ¿a mí?- Se pregunta la forma aspecto de elfo de sangre señalándose el pecho con la mano abierta.
-¡Feliz no-cumpleaños!- Grita la bruja alzando los brazos.
-¿A mí?- Insiste el dragón.
-¡A ti, a ti!- Lo señala la elfa de sangre antes de rodearlo por el hombro para venderle la idea como si fuera la mejor vendedora de cachivaches de goblinlandia.- ¡Por eso hemos organizado una fiesta en tu honor!
-No me gustan las fiestas, pero puedo asistir gracias a mi benevolencia.- Empieza a ceder Aladiamante.
-¡Pero eso no es todo porque todavía hay más!- Se levanta Conjura alzando el puño con bravura.
-¿Todavía hay más?- Se asombra el elfo de sangre embriagado por la seducción de la propuesta.
-¡Sí! ¡Porque si vienes a la fiesta de no-cumpleaños podrás conseguir un magnífico… REGALO SORPRESAAAAAA!- Grita la bruja alzando las manos en pleno éxtasis mientras dos cataratas de diamantes se desbordan por los laterales de la sala.
-Tiene que ser la mejor fiesta del mundo.- Afirma el seriamente dragón levantándose del trono.

Mientras tanto, la mágica magi magister magistrix y casi archimaga Magizia ha levantado una carpa hecha de tela sastremágica en el bosque tenebroso, empezando así los preparativos de la fiesta de no-cumpleaños. Con la inestimable ayuda de los Amani, ansiosos por echar al dragón, la maga ha conseguido que los carpinteros troll armen unas enormes y largas mesas con unos extensos bancos a cada lado para sentarse.

-Señor Amani,- dice la maga refiriéndose al brujo médico que lidera la tribu de los trols- ya pueden preparar los adornos que yo me encargaré de colocarlos mágicamente.

Magizia saca su varita mágica y le da unos golpecitos en su mano hasta que salen pequeños destellos mágicos.

-Vamos allá.- Dice la elfa de sangre aclarándose la garganta para cantar su mágica canción.
-¿Qué va a hacer?- Le pregunta Diamantes al médico brujo.
-No séh.- Responde el trol de la máscara de madera.
-Mira qué chulo, es este lazo,- canta Magizia- es más chupi que chuli que túúú.

Tan-tan-tááán, resuena mágicamente el sonido de un tambor después de colocar el enorme lazo que sostiene la pancarta de felicitando al dragón.

-La mahia arcana eh mu mihterioha.- Dice el trol.
-Tooodo tien-ne que bailar, al mágico son del cantaaar.- Prosigue cantando la maga mientras baila haciendo piruetas y los adornos van danzando a su alrededor hasta colocarse en su debido sitio.- Mira este rosa,- canta Magizia siendo abrazada por una tela de dicho color que pasa a dividirse y convertirse en los manteles de las mesas- sóy maravillosa, y no lo puedo evitar, soy más chuli y más chupi que túúú, no me lo puedes negaaar.- Finaliza abriéndose de brazos con una gran y brillante sonrisa.
-¿Y qué ponemoh en la mesah?- Pregunta el líder de los Amani.- ¿Iluzión? ¿Ohptimihmo?
-Llénalaaas, llénalaaaas, quel postre va a llegaaaar.- Se pone a cantar de nuevo la maga mientras da vueltas sacando destellos de su barita mágica.- Llénalaaas, llénalaaas,- sigue cantando Magizia- de tartas y cupqueics.- Y nada más decir esto las mesas se llenan de postres y dulces.- Y aaaaquí estáááá el gran pasteeeeeel, de naranja y mieeeeeeeel.- Canta a pleno pulmón mientras hace aparecer un gigantesco pastel de tres pisos.-A mí el chocolate nunca me gustó.- Añade terminando la canción con una dulce sonrisa.

Aplauso comedido acompañado de serias miradas de todos los presentes.

-Ahora yo me esconderé dentro de la tarta y en cuanto digáis la palabra “sorpresa” haré saltar la tapa, pillaré al dragón por sorpresa y lanzaré un conjuro que lo…- Magizia se queda pensativa- mm…
-¿Congelará?- Pregunta Diamantes.
-Uy qué va,- se ríe la maga descartando la idea- a mí eso se me da fatal. No me salen ni los cubitos de hielo para los refrescos.
-¿Lo quemaráh?- Pregunta un trol.
-¿Qué desagradable, no?- Responde la elfa de sangre mirando mal al cazador Amani.- No des más ideas. Fuera de aquí.- Le ordena la maga, a lo que el trol se marcha cabizbajo.- Lo convertiré en ovejita,- dice finalmente Magizia llena de optimismo- sí, en una bonita ovejita.- Se dice totalmente convencida de que podrá hacerlo.

Diamantes iba a advertirle de algo a la maga pero el trol líder de los Amani le hace un gesto para que lo deje correr.

Y así, querido lector es como aparecen los globos que inundan la imagen, la maga se esconde en el interior del pastel gigante y la pícara llamada Diamantes cierra la tapa superior, que tiene varios agujeros por los que pasa el aire. Entonces aparece nuestro querido murloc del episodio del armario mágico con su frac, su sombreo de copa y un elegante bastón negro para deleitarnos con unos pasos de claqué y cerrar esta maravillosa transición de escena.

-¡Aparta bicharraco!- Le grita Conjura al murloc proyectándolo por encima de una de las mesas de una patada en el trasero.
-Ya está todo listo, mi señora.- Informa Diamantes arrodillándose ante la bruja.- En cuanto digáis la palabra clave, Magizia aparecerá y se encargará del dragón.
-¿Y cuál es la palabra clave?- Pregunta la malvada bruja.
-“Sorpresa”.- Responde su fiel esbirra.
-¿Tengo que adivinarla?- Se sorprende Conjura.
-No, no, la palabra eh “Zohpeza”.- Interviene un trol Amani.
-Buen trabajo chicos,- les dice la elfa de sangre sonriendo satisfecha- sois los mejores… pasteleros de Azeroth.- Afirma después de mirar a su alrededor.

La bruja Conjura se queda absorta mirando al pastel gigante de naranja y miel que hay en el centro de la carpa.

-¿Qué es este engendro?- Pregunta la elfa de sangre visiblemente irritada.
-Un pastel de naranja y miel, mi señora.- Responde Diamantes.
-¿Qué clase de ser sin corazón haría un pastel sin chocolate?- Se queja Conjura.- ¡Diamantes!
-¿Sí, mi señora?
-¡Rellénalo de chocolate!- Ordena la bruja.
-Sí, mi señora.

Y mientras Diamantes le inyecta una manguera de tela al pastel para rellenarlo de chocolate el invitado de honor hace su aparición estelar por la entrada principal de la carpa. La forma aspecto de Aladiamante entra triunfante alzando los brazos y Conjura hace unos tímidos aplausitos ansiosa de ver cómo Magizia da buena cuenta del dragón.

-¡Oh, has venido!- Se excita la bruja cogiéndolo de la mano y paseándolo por delante del pastel gigante hasta llevarlo al centro de la sala.- ¡Un aplauso para el invitado de honor!- Pide Conjura.

Los invitados, casi todos trols Amani, aplauden a desgana.

-Bueno.- Sonríe el elfo de sangre sacudiendo la cabeza a los lados nervioso por recibir la sorpresa.
-¿Bueno?- Pregunta Conjura despistada.
-Sí, la sorpresa.- Responde Aladiamante frotándose las manos.
-Claro, la sorpresa.- Le sonríe con maldad la elfa de sangre.- Me pregunto cuál será la… ¡ZOPEZA!- Grita bien alto.
-¿Zopeza?- Pregunta extrañado el líder de los Amani mirando a los trols que están cerca suyo, los cuales están igual de desconcertados.
-¡ZOPEZA! ¡ZOPEZA!- Grita Conjura a todos lados cada vez más apurada hasta que se escucha un fuerte golpe a sus espaldas.

Magizia surge del interior de la tarta alzando los brazos y completamente cubierta y empantanada de chocolate.

Se hace el silencio.

La maga intenta bajar cuando tropieza y cae deslizándose por los pisos del pastel gigante hasta dar con el suelo.

-¿Esa es la sorpresa?- Le susurra Aladiamante a la bruja.
-¿Acaso no estás sorprendido?- Replica Conjura antes de ir hacia la elfa de chocolate.

Algo mareada y desequilibrada por todo el chocolate que lleva encima, Magizia se acerca hasta una de las mesas y apoya sus manos mientras se va rehaciendo.

-Bueno, ¿pero vas a hacer algo o no?- Le espeta la bruja a la maga.

Enfadada, furiosa, indignada, Magizia se vuelve hacia ella arrojándole una tarta en toda la cara. Con la mermelada de fresa y la nata todavía resbalando por su rostro, Conjura mira hacia su vestido y después mira a la maga. Sin perder la compostura, la bruja coge una tarta de la mesa y se gira hacia Magizia.

-No te atreverás a hacerlo.- La reta maga antes de recibir el tartazo.
-¡Ha, ha, ha! Parece que ya ha empezado la fiesta,- dice Mantes entrando en la carpa- ¿hay alguna tarta de chocolate?
-Pues claro,- dice la bruja- sírvete tú mismo.- Lo invita arrojándole una tarta.
-¡Aparta!- Le chilla a Mantes una chica vestida con armadura de paladín apartando al enano de un empujón.- ¡Dejad sitio al adalid!- Exige la humana con el pelo recogido en una coleta justo antes de recibir la tarta de Conjura en todos los morros.- ¡Oh!- Grita la paladina, que busca al culpable con la mirada hasta dar con las elfas de sangre.

-Ha sido ella.- Dice la bruja señalando a la maga.

La chica corre hacia una de las mesas, agarra una tarta y la lanza hacia las elfas fallando estrepitosamente. Entonces se oye un gruñido que hiela la sangre de todos los que están en la carpa y Conjura y Magizia se giran asustadas para ver de dónde procede el sonido.

-La madre de todas las punterías.- Dice Conjura al ver a la princesa guerrera Korga relamiéndose la mezcla de nata y crema de los labios.
-¡Oh!- Exclama de nuevo la paladina tapándose la boca con la mano. Lo que no le impide recibir un tartazo en toda la cara proveniente de la orca, porque ya se sabe que orcos y humanos…- Vale.- Dice la humana sacudiéndose los restos de postre que manchan su mano cuando una nueva tarta la impacta de pleno en el rostro.

Magizia mira a Conjura.

-¿Qué pasa, es de la Alianza, no?- Se defiende la bruja.
-¿Y qué hay de mi sorpresa?- Pregunta la forma aspecto de Aladiamante cruzándose de brazos impaciente.
-¡Toma sorpresa!- Responde Magizia lanzándole una tarta con tan mala puntería que esta se convierte en el nuevo sombrero de un lanza hachas Amani.

Los trols se ríen de su compañero y este empieza una guerra de tartas entre los trols de su alrededor. Los pasteles empiezan a volar de un lado a otro de la carpa. Aladiamante esquiva todo postre volador no identificado que se le acerca sin grandes dificultades, no se encuentra rodeado de expertos tiradores. Conjura corre a esconderse bajo la mesa y Magizia se da media vuelta con la idea de escurrir el bulto, encontrándose con un accidental tartazo en toda la cara.

-Oh, lo siento,- dice la humana arrepentida- perdón, ha sido sin querer.
-¡Oh, adalid, eres tan torpe!- Le grita la maga haciendo aparecer una tarta en sus manos que estrella con rabia contra la paladina.

Conjura se asoma desde su nueva trinchera y recibe una andanada de postres y pasteles salidos desde todas direcciones.

-¡Esto es la guerra!- Grita la malvada elfa de sangre.
-¡Ha, ha, ha! ¡Qué divertido!- Dice Mantes tras arrojarle una tarta a la bruja desde la esquina de la mesa.
-Yo lo mato.- Amenaza Conjura a la vez que lanza una mirada fulminante sobre el enano.
-Eh,- se asusta Mantes buscando la forma de disculparse- bueno, creo que…- Y mientras dice eso corre a tirarse de cabeza en el pastel gigante del que salió Magizia.

Los postres vuelan de un lado a otro excepto por la zona de Korga, en donde se pelea con tartas, patadas y puñetazos; y en medio del caos, la forma aspecto de elfo de sangre del dragón sigue limpio y guapo en medio de la carpa mirando a un lado y a otro en busca de Conjura o de la maga. Le han prometido una sorpresa y una promesa es una promesa.

-¡Mi señora, ¿dónde estáis?!- Grita Diamantes apareciendo en el centro de la carpa junto al pastel gigante antes de recibir una lluvia de tartas, pasteles y postres desde todas direcciones.

Ignorando a su fiel esbirra, Conjura agarra una tarta y corre hacia una de las esquinas de las mesas. Allí está Magizia al otro lado de la mesa lanzando una tarta que pasa cerca de Aladiamante, que sigue impoluto deambulando sin rumbo fijo.

-¡¿Esto es arreglar el problema?!- Le grita Conjura a la maga.
-He estado a punto de acertarle.- Se excusa Magizia.
-¿Quieres volver a probar?- Le pregunta la malvada bruja ofreciéndole la tarta.
-¡Claro!
-Toma.- Responde Conjura estampándole la tarta y restregándosela con saña.

Magizia baja la cabeza y, justo cuando iba a limpiarse un poco la cara, Conjura la levanta por la barbilla y le dice:

-¡Tú eres la culpable de todo esto!- La acusa Conjura con el dedo.- ¡Me quejaré al Señor Regente!- Anuncia cogiendo una de los tartas que hay sobre la mesa.
-No, no, no, por favor.- Suplica la maga.
-¡Pediré…- grita con furia la bruja arrojándole la tarta a la cara de la maga- …que me traigan…- continúa asestándole otro tartazo- …a otra maga!- Concluye antes de ejecutarla con una tercera tarta.- ¡Despedida, despedida y despedida!- Le repite mientras golpea repetidas veces la mesa con el puño.

Conjura se gira triunfante y se sacude las manos dando palmas antes de recibir un nuevo tartazo en toda la cara. Aquí hay para todos. Y si te preguntas, querido lector, por qué no se acaba la munición de la contienda, pues es porque así son las mesas de mago.

-¡Maldita sea, Conjura!- Grita Aladiamante exasperado.- ¡¿Dónde está mi sorpresa?!
-¡Aquí la tienes!- Responde la bruja prendiendo la mecha del cañón sobre el que apoya el pie izquierdo.
-¿Crees que una simple bola de cañón le puede hacer algo a un dragón?- Se ríe el elfo de sangre.

El cañón dispara y le acierta una tarta en toda la cara a Aladiamante con tal fuerza que tumba dragón y lo deja fuera de combate. Victoriosa, Conjura pasa por delante de la forma aspecto sorteando la gigantesca ancla de barco que escondía la tarta.

-¿Ancla de barco, lo siento, no suelo trabajar mucho mis rellenos? ¡JAAAA, JA, JA, JA, JA!- Ríe la malvada bruja antes de recibir un pastelazo en el cogote.- ¡¿Quién ha sido?!- Corre la bruja hacia una de las mesas para defenderse.

Mientras tanto, la pobre Diamantes sigue buscando a su jefa.

-¡Mi señora, ¿dónde estáis?!- Grita tras estamparle una tarta al ser cubierto de todo tipo de dulces que tiene enfrente, el cual corre a quitarse la mezcla de galleta y chocolate con nata que le tapa los ojos.
-¡Mi señora Conjura!- Insiste la pícara.
-¡¡Estoy aquí!!- Grita la bruja, que estaba delante de la pícara, terminando de limpiarse los ojos.- ¡Delante de ti!- Responde arrojándole la tarta en la cara a su fiel esbirra.
-Fantástico, mi señora, la guarida está vacía.- Le explica Diamantes.- Es el momento de asaltarla.
-Bien pensado, ¡corre!

Y ambas salen corriendo de la carpa y huyen hacia su antigua guarida. En donde nada más llegar, un par de gnomos besan el suelo que pisa la bruja, saben cómo se adula en el barrio. Conjura entra y mira a su alrededor, todo parece estar tal como lo dejó.

-La cámara secreta está llena de diamantes.- Le informa la pícara apareciendo de entre las sombras.
-Diamantes…- Responde ella empezando a fantasear.
-¿Sí, mi señora?- Se arrodilla su fiel esbirra.
-No, no, digo que me gustan los diamantes.
-Por supuesto, mi señora.

Se hace el silencio. La bruja Conjura disfruta del momento del triunfo.

-El conjuro de posesión mi señora.- Le recuerda Diamantes.
-Ah, sí, por su puesto.- Dice la bruja antes de aclararse la voz y llevarse la mano al pecho.- ¡Oh, palabras de amor! ¡Oh, palabras divinas! Plateado candor, doradas amigas. De entre todos los dichos, no hay ninguno tan pío, como decir… ¡ESTO ES MÍO! ¡JAAAA, JA, JA, JA, JA!

Y así Conjura recuperó su guarida, Magizia derrotó a Aladiamante y el Señor Regente Lor’themar Theron pudo leer tranquilo el diario de Orgrimmar sin que le molestasen unos revoltosos diablillos que no se sabe de dónde salían. Azeroth sigue lleno de monstruos y adalides y brujas, pero ninguna bruja es tan divertida… como la bruja Conjura.

Música para los créditos

Gracias a Idrîl por ayudarme con el lore de los magos.

La música en las que se basan las canciones de Magizia son:

-‘Bíbidi Bábidi Bú’ de ‘La Cenicienta’ y ‘Let it go’ de ‘Frozen’.
-El poema final de Conjura está sacado de la tira cómica ‘Olaf el vikingo’.
-Lo que masculla Conjura al encararse a Magizia es “War is not an affair is the solution.”

Escenas que fueron cambiadas o eliminadas:

En principio el conjuro del armario volvía a hacer referencia a la canción ‘Amante bandido’

-Y ahora sonríe.- Le ordena la bruja al murloc, que fuerza su sonrisa como si se hubiera metido un barco en la boca.- ¡Sonríe maldito, sonríe! ¡JAAAA, JA, JA, JA, JA!- Ríe con maldad Conjura haciendo caer un rayo sobre el campanario de su guarida secreta. Porque sí, querido lector, hay un campanario y mejor no saber la respuesta a tal enigma.

Y haciendo gala de los viles efectos mágicos de la brujería, Conjura recita las palabras mágicas:

“Seré diamante cautivo,
Huracán, huracán abatido
Mi magia estará en un momento contigo…
Para siempre…”

Recitado el conjuro, el ropero se hunde en un círculo oscuro que cubre su suelo hasta desaparecer del todo y al cabo de unos segundos emerge con un par de alas demoníacas a los lados. La transformación se ha completado y el armario ya está preparado para funcionar.

Anduin iba ser uno de los damnificados por el armario mágico

-¡Aparta!- Grita Conjura quitándose de en medio al murloc de una patada.-Bien, mi querido armario, ahora quiero que me traigas al diamante más bonito de todo Azeroth.- Pide la bruja antes de colocar su mano en el centro de la puerta del ropero y conjurar un pequeño remolino de magia vil.

Una pequeña explosión tiene lugar al instante dejando una ligera capa de humo y Conjura abre la puerta ansiosa por tener en sus manos el diamante más bonito del mundo.

-Hola.- Dice un joven guapo y rubio humano vestido con la armadura de la Alianza que sin salir del armario mira a su alrededor desconcertado.
-¿Eres un diamante?- Le pregunta Conjura al chico.
-Soy Anduin Wrynn re…
-¿Acaso apareces en alguna carta de Hearthstone?
-Eeeh… no.
-¡Pues largo de aquí,- grita Conjura cerrando de un portazo- maldito don nadie!

La bruja comprueba que efectivamente el intruso se ha marchado y el armario está vacío. Así que vuelve a probar.

Los trols tenían ciertos problemas con los vecinos

-No confío en tu negosiadoh,- dice el médico brujo- pero apahte deh dhagón tenemoh alguien que noh roba la comia, un muhloc que noh roba la pehca y un diablillo que ha abiehto un casino que ha endeudao a media aldea, y yo meh prehuntoh de onde ha salioh toa sa hente.

Conjura silba disimuladamente mientras permanece en pie cruzada de brazos y haciendo como que mira al paisaje.

Korga también hacía parodia de la canción de Loki

La orca se queja de que los trols ponen muchas trampas para cazar y parece que quieran matarla.

Entonces Conjura pone orden y dice: “Está bien, está bien, prometamos todos que no mataremos a Korga.”

-¿Y lah setah venenosa también? - Pregunta el médico brujo.
-No, no, las setas no hace falta.- Responde Conjura.
-Pueh se lah ehtá comiendo.- Señala el médico brujo.
-¡¿QUÉ QUÉÉÉ?!- Cacarea la bruja- ¡ESCUPE, ESCUPE!- Le grita dándole golpecitos en la espalda para ayudarla a devolver todos los trozos de seta.
-Era una broma.- Dice el líder Amani.

Conjura y Mantes llegaban a ver a Magizia cantando

A la carpa cumpleañera llegan Conjura y Mantes, acompañado por su caballo Dia.

-¿Por qué todo es de color rosa?- Pregunta la bruja mirando a su alrededor.- ¿Qué somos, quinceañeras del país de los caramelos y las golosinas?
-A los dragones les encanta el rosa.- Afirma Magizia totalmente convencida y sin ningún poder de convicción.
-¿Y estas mesas vacías, las llenamos de optimismo?- Ironiza Conjura.
-Llénalaaas, llénalaaaas, quel postre va a llegaaaar.- Se pone a cantar de nuevo la maga mientras da vueltas sacando destellos de su barita mágica.
-¿Está cantando?- Pregunta Conjura mirando a su alrededor.

Los trols asienten con la cabeza, Mantes y Dia asienten, Diamantes también asiente, hasta las lagartijas que corretean por el suelo asienten.

-¿Esto es en serio?- Insiste la bruja.

A lo que todos responden asintiendo de nuevo con la cabeza.

-Llénalaaas, llénalaaas,- sigue cantando Magizia- de tartas y cupqueics.- Y nada más decir esto las mesas se llenan de postres y dulces.- Y aaaaquí estáááá el gran pasteeeeeel, de naranja y mieeeeeeeel.- Canta a pleno pulmón mientras hace aparecer un gigantesco pastel de tres pisos.-A mí el chocolate nunca me gustó.- Añade terminando la canción con una dulce sonrisa.

Aplauso comedido acompañado de serias miradas de todos los presentes.

-¿Y ahora qué hacemos?- Pregunta Conjura.- Porque ese bicho viene hacia aquí y espera una gran sorpresa y yo no la veo.

Diamantes llegó a contradecir a su ama

-¿Qué es este engendro?- Pregunta la elfa de sangre visiblemente irritada.
-Un pastel de naranja y miel, mi señora.- Responde Diamantes.
-¿Qué clase de ser sin corazón haría un pastel sin chocolate?- Se queja Conjura.- ¡Diamantes!
-¿Sí, mi señora?
-¡Rellénalo de chocolate!- Ordena la bruja.
-Pero…
-¿Te atreves a contrafirmarme?
-No, mi señora.
-Pues venga.
-Sí, mi señora.

—Pequeña reflexión final—

No es fácil escribir humor porque no suele encajar bien en el tipo de relatos que se hacen de obras de World of Warcraft. El humor requiere un ritmo más rápido y ligero que contrasta con el nivel de introspección y descripción que tanto gusta al lector de fantasía, eso te da la sensación de que sobras y de que tus relatos no encajan. Pero escribir nunca fue para cobardes. He intentado que los relatos mantuvieran un nivel medio-alto, espero haber conseguido, por lo menos, el medio. Este apartado final es mi agradecimiento a todo aquel al que le hayan gustado las historias de Conjura. Muchas gracias por leer estos relatos.

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XD Ha pasado tiempo desde el anterior capítulo, pero me sigues haciendo reír como si fuera el primero. Muchas gracias

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Muy bueno !!! :clap:t3::clap:t3::clap:t3:

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