La tranquilidad inundaba el campamento, ni un ápice de hostilidad se respiraba en el aire y los guardias en sus puestos observaban vigilantes los alrededores en parsimonia.
Una lechuza de color roble atravesó en silencio las inmediaciones del emplazamiento posándose en el centro de este, lechuza que no pasó inadvertida para muchos. Cuando esta atrajo la atención tomó otra forma, una forma Shu’halo. Era Adahy de los Caminabosques, enviado por el Sihásapa Ata’halne Quiebrapáramos a informar sobre lo ocurrido tras su partida.
– ¡Venid, acercaos, traigo nuevas desde Mashan’she! Dijo el Tauren alzando la voz, tras sus palabras Ece y Helaku Caminabosques se acercaron los primeros, seguidos posteriormente de más integrantes del campamento.
– ¿Qué ocurre, Jefe? Respondió Helaku culminando la frase con una leve risa como de costumbre.
Adahy informó sobre lo ocurrido en el encuentro con los Kaldorei, iban a ser aliados contra la Reina Alma en Pena durante la guerra, y tras esta, Costa Oscura sería para los Elfos nuevamente, escatimó en detalles. Acabó comentando sobre las órdenes que el Sihásapa le mandó a difundir pues eran prioridad.
– ¿Órdenes? ¿Cuáles? Preguntó esta vez Ece
– Vigilar a todo el que atraviese el paso de las Mil Agujas y anotar todas las actividades fronterizas. También cualquier caravana de la Horda, será asaltada, todo suministro suyo es nuestro. Los Orcos, Trol, Tauren, Elfos de todo tipo y Pandaren se les permitirá vivir si no luchan. - Hizo una breve pausa observando a los suyos antes de proseguir - Los no-muertos serán ejecutados, y todos los demás no nombrados anteriormente… también. Finalizó con un énfasis en la última palabra
El grupo formado alrededor del Cabecilla Adahy se disipó al finalizar su charla, las noticias se expandieron por todo el campamento con presteza. Pronto, la noche llegaría y posteriormente comenzaría un día más para luchar.