[Relato Culto de las Sombras - Macro evento con la Liga Ecuménica] - [#1]

Debía saciarme. El torrente de energías abisales sacudía mi cuerpo en tanto lo nutría, zarandéandome como a una marioneta en terroríficos y antinaturales espasmos. Mi nueva naturaleza lo exigía en un grado poéticamente exagerado. Querer ser Uno-Con-La-Sombra tiene un precio, ahora debo estar dispuesto a pagarlo. Valzanaar lo sabía, el hambre crecía cada vez más y no había remedio aparente, al menos no a corto plazo. Sabía que en Rasganorte no contaríamos con Cristales de Vacío y es por ello que me dispuse a absorber tanto como el cuerpo lo permitiera. La cantidad necesaria para soportar la campaña sin flaquear. La cantidad necesaria para mostrarme fuerte y diligente, como siempre he hecho.

Una vez colmado el hambre, viajamos a Rasganorte. El viento gélido apestaba a decadencia y olvido. Establecimos un improvisado campamento junto a los restos de un torneo de justas ya terminado. En los diez últimos años, el Torneo Argenta había caído en desuso, salvo por los restos contendientes que decidieron establecerse allí para honrar el trabajo terminado de Tirion Vadín. Personalmente, creo que pierden el tiempo. No es ningún secreto que siento más respeto por los muertos enterrados en esas colinas, que no por el desuso de militares fanáticos honrando causas tiempo ha acabadas.

Con la ayuda de mis hermanos, los miembros del Culto, creamos una alteración en el espacio que permitiera traer a nuestros refuerzos: Una Falla del Vacío, la llamamos. Usando la fuerza primigenia del vacío y no la magia arcana para evitar así coquetear con las delicadas e inestables líneas ley del lugar. La brecha poseía dimensiones considerables, permitiéndonos desplazar nuestros propios fieles desde el Sagrario del Ocaso a Corona de Hielo. El campamento no tardó en llenarse de Cultistas esgrimiendo fríos y oscuros colores. Tanto como lo son sus almas.

En ocasiones pierdo perspectiva o visión de lo relevante que ha sido para esos corazones y espíritus rotos el encontrar una familia. Verlos dispuestos por la nueva elevada causa impuesta por la Liga Ecuménica nos coloca en una situación de ventaja y prestigio a ojos de la Alianza, y eso es mucho más de lo que podría esperar después de la turbulenta trayectoria e historia que hemos compartido. Mi regreso ha sido bendecido tras el juicio por la estabilidad política y económica que la Arconte Keliahganar ha mantenido durante mi ausencia. No puedo sino mostrar agradecimiento por el devenir de los sucesos en el último mes. Tal vez esté agotado y no sea el mismo de antaño, pero me consta que el Culto sigue teniendo mente fría y lo que es más importante, un espíritu común férreo.

Tras el paso del primer día, conforme el crepúsculo bañaba ese terrorífico cielo quebrado en tonos purpúreos, las hermandades que conforman la Liga Ecuménica y sus aliados fueron llegando. El reputado brujo Sareth en cabeza de nuestros más afines aliados, el Culto del Amanecer. Maese Múrgran, después, en cabeza con sus soldados de Piedra de la Luz quienes nos miran con recelo aún atados a sus estrictos códigos morales. Senda de Jade hizo acto de calma presencia - Quizás necesaria para mediar disputas inevitables, he de reconocer - Me consta que el Maestro Liang Hao es respetado por muchos y será alguien interesante con quien compartir diálogo. Finalmente, el ejército de los Leones de Sangre encabezado por el Jarl Neugyer cubrió la nieve en negro. Tan dispuestos como entusiasmados por un sangriento combate aún por sucederse.

Tal vez lo más relevante del encuentro fue la presencia de nuestros nuevos aliados Orcos, el clan Colmilloescarcha y el clan Rompecráneos quienes a su vez han venido con chamanes, uno de los cuales pertenece al clan Sombraluna. De las pocas cosas que puedan captar hoy en día y tras centurias mi atención, es la forma en la que el clan Sombraluna practica la magia de Sombras en su estado más bruto y primitivo. Desde la época en la que Natalie Seline empezó a estudiar las artes oscuras durante la primera guerra, las razas de Azeroth hemos teorizado, organizado, moldeado y refinado el arte sombrío. Sin embargo, la tradición de los Necrólitos siempre me pareció fascinante. Apuesto a tener mucho que compartir e intercambiar con nuestro recién llegado chamán, por supuesto, siempre en la más pura discreción y bajo el amparo de la noble causa común.

Temo reconocer que ha quedado patente: No somos los únicos en sospechar que este evento pone en jaque la estructura y fábrica misma de la realidad, lo cual obligará a todas las razas y facciones a replantearse cuestiones fundamentales. Apuesto con amargura, que muchos no están preparados. Desearía creer que el Culto de las Sombras sí lo está, pero eso sólo podrá verse cuando el velo de misterio que cubre este fenómeno sea finalmente disipado.

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Un gran relato de la raza aliada que más me llama la atención, desde luego.

Según avance el lore, espero que los elfos del vacío tenga un lugar propio en Dalaran.

Un saludo.

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