Relato de Warcraft: «La lila y la piedra»

Cuando lo leí anoche me resultó extraño que nadie, ni siquiera los habituales del foro, escribiesen nada. Una vez leído, entiendo el motivo.

Este es posiblemente el peor relato de los que han sacado de cara a la nueva expansión. Aporta más información el resumen de la noticia, que el propio relato.

¿Se puede escribir un relato de manera más desesperantemente lenta, de manera tan obsesiva con el lloro constante de un personaje? Es que adolece de lo mismo que el relato de Anduin. No puedes llenar 20 páginas de lloros de un personaje autocompadeciéndose. Es que resulta increíblemente aburrido, igual que el relato de Anduin. Es un relato corto, es mejor mostrar que contar. Cosa que hace muy bien el de Gazlowe, donde se le ve haciendo cosas, las cuales definen el personaje, así el personaje se construye por sus acciones, no por 20 páginas de psicoánalisis en primera persona diciendo cuánto ha sufrido.

Luego, desdibuja a los enanos para convertir el consejo de los tres martillos en “uga ugas”. Los enanos en WoW siempre se han descrito como fascinados por la historia y el estudio, maldita sea, son el máximo exponente de la liga de expedicionarios. Pero en el relato son descritos casi como bárbaros sin cerebro. ¿Cómo narices se ha documentado el escritor? La explicación de Dagran, da vergüenza. Casi al nivel de esto:

Creo que Dagran puede ser interesante, pero el problema es que para hacerle “listo”, han decidido convertir en niños de 5 años al resto de personajes en cuanto a inteligencia se refiere. Y eso normalmente no funciona en un relato serio, parece más propio de Pocoyo o de la patrulla canina.

Y Moira, resulta un personaje interesante, que tiene muchísimo que aportar, pero que no consiguen hacerlo avanzar atascado en el mismo tropo de “mi padre quería un hijo” tras todos estos años. ¿Después de todo lo que ha pasado el personaje sigue con eso siendo su máxima característica? ¿En serio da para tanto los daddy issues? ¿De verdad para “mostrar” que una reina es “poderosa” tienes que hacerle clavar un tenedor en la rodilla por debajo de la mesa a un consejero de los martillo salvaje en una acción que resultaría patética de ser visto pero que en la cabeza del escritor suena espectacular?

Este tipo de relatos por encargo, me resultan tan vacíos y sin alma, sin comprender realmente a los personajes, que me da hasta pena. En el de Anduin, a pesar de pecar de lo mismo, si se ve un cariño por los personajes y su entorno. En este relato, no.

Y luego el estilo narrativo, usar un narrador equisciente únicamente para poder tener al personaje autocomplaciéndose, limita muchísimo la narración. ¡Si hasta el autor tiene que inventarse un “lenguaje secreto usando dedos” para poder saber que piensan los otros personajes! Y encima, esa narración se centra en un personaje que debería ser observador, como es Moria, cuando el relato debería estar centrado en su hijo Dagran. Me gustaría destacar este párrafo:

«Vuelve en ti, Dagran —pensé con desesperación—. No basta con recordar quién eres. Debes recordarles quiénes son ellos».
Abrí la boca para corregir el desarrollo de los acontecimientos, para hacer lo que siempre había hecho: guiar, resguardar y asegurarme de que mi hijo no se tambaleara irreflexivamente en una escalera con un millón de peldaños y que cayese al suelo de piedra.

De verdad, ante el momento de revelación de un personaje emergente. ¿Tienes que describirlo desde el punto de vista de la madre? ¿Tan poco vas a desarrollar la personalidad del personaje que tienes que narrarlo desde el punto de vista de la madre que sufre porque su bebé se va a caer? ¿De verás encaja esto en la narrativa de alguna manera? ¿O tal vez es mucho pretender por mi parte conocer un poco al personaje que están introduciendo?

Pero no lo hice. Abrí la boca y la cerré de nuevo. Apreté el puño con fuerza. Si no era capaz de enderezar su propio camino en aquel momento, entre estos grandes hombres con sus espadas preparadas, nunca podría.
No ha habido herida de batalla que me doliese más que quedarme sentada y en silencio allí. Ninguna.
Mi hijo guardó silencio.

Y ahora me pregunto yo. ¿Qué batallas a librado Moira? Porque nunca se ha mostrado como un personaje belicoso, sino un personaje astuto y que tira de diplomacia y política para conseguir sus planes. ¿Hasta que punto se ha desdibujado el personaje para encajar en la narrativa de algo que no se ha visto?

Y poco más que añadir, relato muy mejorable en todos los sentidos.

Un saludote ^_ ^

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