[Relato] Los Rezagados - Tomo II

Capitulo Séptimo

  • Hay algo que no entiendo Adêss, de todos los que podían haber enviado para dirigir la batalla contra la horda ¿Por qué Arthas? Es joven, no encaja en el papel
  • Exacto, eso debemos descubrir quien decidió enviarlo y porque, no envías a un niño a hacer el trabajo de un hombre

Neo y Adêss se tomaron una pócima que los convertía en humanos el tiempo suficiente para poder entrar en la ciudad de Ventormenta y averiguar los verdaderos motivos por los cuales la alianza había enviado a alguien con tan poca experiencia como Arthas a dirigir una batalla decisiva por el control del portal oscuro. Si quieres saber algo en concreto debes buscar una sola cosa, una rata. Y Neo creía conocer a la rata que les iba a decir todo cuanto necesitaban saber, claro estaba que ni iba a ser fácil ni tampoco sutil. El tipo en cuestión no era otro que Thomas Molina, quien era el panadero de la ciudad cuando no estaba completamente borracho en el Cerdo Borracho. De Thomas se decía que antaño había sido el capitán de los ejércitos de la ciudad y que ahora no solo era panadero sino el hombre con mas información de toda la ciudad y que por un módico precio estaba mas que dispuesto a vender dicha información al mejor postor. Neo y Adêss entraron en la posada sintiéndose como dos caramelos en la puerta de un colegio, y aunque algo precavidos por como pudiera terminar todo aquello, de inmediato encontraron a su objetivo sentado en una mesa del fondo y completamente borracho, por lo que, tratando de pasar desapercibidos, fueron hasta su mesa sentándose cada uno a un lado del humano. Al verlos el hombre alzó la vista y mostrando una pequeña sonrisa trató de articular las palabras suficientes para averiguar quien demonios eran los recién llegados.

  • ¿Les puedo ayudar en algo amigos?
  • Eso depende
  • ¿De que mi amigo huesudo? – Neo miró a Adêss tratando de averiguar si las palabras de aquel tipo eran solo coincidencia y fruto de la embriaguez o si por el contrario era consciente de que su aspecto era solo producto de una pócima –
  • No sabemos a qué te refieres
  • ¿De veras? Yo creo que sí, Adêss, ese es tu nombre ¿verdad? Aunque no creo que queráis tener esa conversación aquí
  • Te escuchamos
  • Aquí no, vayamos a mi tienda, podremos tener una conversación mas franca, estoy seguro que estaréis de acuerdo

El hombre se puso en pie, y aunque tambaleándose, se dirigió a paso lento hacía la salida, mientras que Neo y Adêss lo siguieron de cerca sin acabar de entender a que demonios jugaba Thomas. Mientras tanto Kingjoa y Paladinax trataban de observar cada movimiento de ambas facciones, esta vez sin ventajas para ninguna de las dos. Los hombres morían mientras los dirigentes de la guerra permanecían en sus tiendas tratando de encontrar el modo de hacerse con el control del portal oscuro. En aquel momento Kingjoa tuvo una visión, como si hubiera aparecido ante el, seguramente, el único modo de terminar con toda aquella locura, sin embargo, no podía evitar preguntarse si cada decisión que tomaba era la correcta o directamente los llevaría al futuro en donde el se convertiría en un traidor a su facción y sus amigos.

  • ¿En qué piensas jefe?
  • En que tal vez el mejor modo de acabar con esto sería destruir el portal oscuro
  • ¿Por eso has enviado a Death por explosivos?
  • Por eso y porque cuantos mas tengamos nosotros menos tendrá la alianza
  • Seguro que solo piensas eso
  • Pienso muchas cosas
  • Vamos King, hace mucho que nos conocemos
  • Pienso si cada movimiento que decido dar no nos llevará a la muerte de todos. Yo nunca traicionaría a la horda ni a vosotros. Sin embargo, todo hemos visto en que me convierto. En un ser sin alma capaz de traicionar a todo cuando le rodea por simple venganza
  • Bueno, tenemos otra oportunidad de hacer las cosas de modo distinto, y créeme cuando te digo que ninguno de nosotros te va a abandonar
  • Lo se Paladinax, solo que no se si me da mas miedo la realidad que hemos conseguido evitar o la que no deberíamos haber evitado jamás
  • Sea como sean las cosas permaneceremos juntos, como siempre lo hemos hecho
  • Gracias
  • ¿Por qué?
  • Porque pese a todo siempre has estado a mi lado
  • ¿No me digas que vas a ponerte tierno?
  • No, esa época ya pasó para nosotros
  • Bien, porque parece que tenemos movimiento

Ante la atenta mirada de Kingjoa y Paladinax, Arthas se reunió con un hombre con una capucha que le cubría el rostro, sin embargo y pese a que el jefe de los rezagados barajó la posibilidad de que el hombre tras la capucha pudiera volver a ser el si mismo de un futuro, en cuanto el tipo se echó la capucha atrás pudo comprobar que se trataba de otra persona totalmente distinta, alguien que no tenía sentido que estuviera allí, alguien que dejaba las cosas mas locas, Sylvanas. Lo que llevaba a preguntarse a Kingjoa ¿Por qué les había ayudado si estaba trabajando codo con codo con un miembro de la facción contraria? Sin embargo en medio de todas estas preguntas, la mujer guio su mirada hacía la montaña en la que permanecían ocultos Paladinax y el mirándolos fijamente, tal vez por casualidad o tal vez porque sabía que estaban allí y no quería que tuvieran ninguna duda de su presencia en aquel lugar.

  • Esa es
  • Sí, Paladinax, y nos ha visto, es mas creo que sabía perfectamente que estábamos aquí
  • Esto no tiene ningún sentido
  • No, no lo tiene, pero debemos confiar en que finalmente lo tendrá

Al mismo tiempo Neo y Adêss llegaban a la casa del panadero, en donde este, pulsando un botón bajo su mesa de trabajo cerró el lugar herméticamente de manera que los no muertos pudieran escapar. Ambos decidieron entonces sacar sus dagas a modo de protección, pues no sabían si podían confiar en aquel tipo ni que tramaba. Sin embargo, el hombre se dedicó a sentarse en una vieja silla de madera y descorchar una botella de vino repleta de polvo.

  • Tranquilos, si os hubiera querida vender lo habría hecho en la posada
  • ¿Entonces de que va todo esto?
  • Mi desgracia o mi fortuna es el tener el don de la información. Se porque estáis aquí, lo supe mucho antes de que vinierais. Pero me temo que no tengo buenas noticias para vosotros
  • Sorpréndenos
  • Verás Neo, todo está escrito, absolutamente todo. La historia, aunque ahora creáis que puede ser alterada, no puede serlo. Todo pasa exactamente como debe pasar y como está escrito que pase, y ahora solo queda el capitulo final, aquel en que todo ocurre como estaba destinado que ocurriera desde el principio. No importa que creáis que vuestras decisiones son vuestras. La primera vez que el portal se activó alguien leyó todas y cada una de las paginas de la historia, y se aseguró de que esta ocurriera tal y como estaba destinada a ser
  • ¿De quién estás hablando?
  • De alguien Adêss con quien habéis coincidido toda vuestra vida sin saber que era el escritor de vuestra historia
  • Di su nombre, di el nombre de quien ha escrito nuestro destino sin que nosotros podamos hacer nada para evitarlo
  • ¿Seguro que queréis eso Neo?
  • Bien, pues os lo diré, la persona que vio el futuro la primera vez que se activó el portal y que se ha asegurado de que todo sea exactamente como debe ser no es otro que…
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Vaya la que estás liando… :see_no_evil:

Capitulo Octavo

  • Fuiste tu Adêss
  • ¿Cómo? Yo no he sido, lo recordaría
  • No, ya que no fue en esta vida, sino en la anterior, cuando no eras un no muerto, sino un humano. Tu nombre era Anden Rocanegra. Eras un buen hombre, trabajabas para el rey igual que yo, pero cuando el portal se activó por primera vez nos enviaron allí a luchar contra la horda. Un día cansado de la batalla apoyaste tu mano derecha sobre la piedra que rodeaba el portal, durante un solo segundo, pero te bastó para ver toda la historia que estaba por venir, así que hiciste todo cuanto era necesario, incluso acabar con tu vida. Antes de morir me diste esto, y me dijiste que te lo devolviera cuando vinieras a verme, y que llegado el momento tu sabrías que hacer – Thomas le entregó a Adêss una pequeña piedra color rosada que sacó de una caja –
  • Nada de esto tiene sentido Neo, si esto fuera verdad yo lo sabría ¿no?
  • Tal vez no amigo
  • ¿Entonces? ¿Qué se supone que solo deje pasar lo que ha de pasar?
  • Me temo que si, y me temo que debéis marcharos pues la guardia estará a punto de llegar
  • ¿Nos has traicionado?
  • No Neo, os estoy dando ventaja, pero de no haber avisado a la guardia sabrían que os he ayudado, y no puedo permitírmelo
  • Es hora de irse Adêss
  • Bien, gracias por todo Thomas, eres un buen hombre
  • Tu también lo eras y se que harás lo correcto llegado el momento, cuidaos
    Neo sacó una piedra de hogar y tanto el como Adêss regresaron para explicarle a Kingjoa y Paladinax lo que habían descubierto. Por su parte Mandibulas y Saki regresaron también junto al resto del equipo con la información que Kingjoa les había pedido que recuperasen. Cuando Neo y Adêss aparecieron de regreso en las tierras devastadas junto al resto del equipo, Adêss averiguó que el resto del equipo había recabado la misma información que Thomas le había dado a el y a Neo. Adêss no dijo nada, se limitó a guardar en su bolsillo la piedra que el humano le había dado y sentarse en una de las sillas a beberse una cerveza fría. Kingjoa se sentó a su lado observándolo sin decir nada.
  • ¿Qué?
  • ¿Qué opinas Adêss? ¿Puede ser cierto?
  • Y yo que se. Si en otra vida fui un humano y vi como iba a terminar todo esto no lo sé.
  • Conozco a alguien que tal vez podría ayudarte a recordar
  • ¿Y si no quiero recordar Tatsu? ¿Y si simplemente no me gusta lo que averiguo?
  • Estaremos a tu lado, lo sabes
  • Lo se jefe, pero todo esto empieza a superarme. Nunca hemos tenido ninguna misión que ni si quiera se parezca a esto. ¿Y si ahora que hemos restablecido la línea temporal soy yo quien acaba poniendo el mundo patas arriba?
  • Esto terminará como deba hacerlo, y algo me dice que por mas que nos esforcemos ninguno de nosotros podrá evitarlo
  • Está bien Tatsu, ¿Cómo lo hacemos?
  • Aquí no, debemos ir a ver a alguien, a un viejo amigo. Estaremos de vuelta en un par de días jefe
  • Ok, mientras tanto, el resto nos aseguraremos que la batalla no se vaya de madre, suerte amigos
    Tatsu y Adêss viajaron hasta la vega de Tuercespina, para que un viejo chaman conocido como Reyen, hiciera recordar a Adêss su vida pasada. Al llegar a una pequeña avanzada en el bosque, Tatsu le indicó a Adêss una pequeña cabaña en donde un tauren removía las cenizas de un fuego con un bastón. El no muerto, sin decir palabra alguna caminó hacía allí situándose tras el tauren el cual sabía de su presencia desde el mismo momento en que este había puesto un pie en el bosque.
  • Hacía mucho que te esperaba
  • ¿A mí?
  • Sí, a ti Adêss. Tu eres la respuesta a todo, el portal te escogió en tu otra vida, y sacrificaste todo cuanto tenías para asegurarte que el destino que debías cumplir se hiciera realidad
  • Pero yo no recuerdo nada de todo eso
  • Por eso estás aquí ¿no? Para que te ayude a recordar
  • Bien, déjame explicarte como funciona esto. No puedo devolverte tus recuerdos, eso es algo que tendrás que hacer tu solo, pero si puedo ayudarte, puedo enfocar tu alma en el cuerpo de otra persona justo el día en que tu vida como Anden cambió para siempre
  • ¿Así de sencillo?
  • No tiene nada de sencillo. Hay algunas cosas que debes saber. Sí te pierdes por e camino podrías no regresar jamás y si regresas nunca volverás a ser el mismo, un viaje así puede cambiar a cualquiera ¿estás dispuesto a ello?
  • Estoy dispuesto a lo que sea necesario para ayudar a mis amigos
  • Bien, entonces no tenemos tiempo que perder, entremos a mi tienda, ahí estaremos más cómodos
    El tauren vertió unas hierbas en un enorme cazo y tras removerlo con una cuchara de madera sirvió una taza de la cual salía humo y se la entregó a Adêss. Este se miraba la taza y al tauren, sabiendo lo que tenía que hacer, pero sin tener claro si era capaz de hacerlo.
  • ¿Has dicho que podría perderme en el viaje?
  • Es un riesgo, el viaje al que te expones no solo te devolverá los recuerdos de tu vida pasada, sino que verás cosas que pueden hacerte daño. Tienes que ser fuerte de cabeza y alma para enfrentar este viaje, de lo contrario podrías no ser capaz de regresar
  • ¿Y si no lo hago?
  • Seguramente no podrás ayudar a quien realmente te ha traído aquí, a tus amigos
  • Está bien, deséame suerte
  • Algo me dice que no la vas a necesitar
    Adêss tomó la taza en sus manos y se la bebió de un solo trago. De inmediato notó como todo a su alrededor empezaba a dar vueltas para después empezar a escurecerse y verse en un túnel en forma de espiral que lo empujaba al vacío, estuvo así durante un par de minutos, hasta que finalmente cayó de un par de metros contra un suelo repleto de hierba. Al ponerse en pie pudo comprobar que sus manos ya no eran las de un no muerto, sino todo lo contrario. Volvía a ser humano. Caminando a cuatro patas llegó hasta un charco y al reflejarse en él, reconoció la cara que veía, su alma se había introducido en el cuerpo de un joven Thomas Molina. De inmediato una mano apareció ante él, ofreciéndose a ayudarlo a ponerse en pie. Cuando Adêss levantó la mirada supo de inmediato que la persona que tenía frente a él, no era otro que el mismo.
  • Creo que ya está bien de entrenamiento por hoy
  • ¿Anden? – el humano sonrió aliviado –
  • Adêss, no sabes el tiempo que llevaba esperándote
  • Entonces es cierto
  • Mucho me temo que sí, creo que tenemos mucho de que hablar y por desgracia el tiempo va en nuestra contra, así que será mejor que nos demos prisa. Nuestros amigos nos necesitan
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Esta guapo el asunto, espero los demás caps.

Capitulo Noveno

  • Verás, cuando toqué el portal tuve una visión, una visión de como debía transcurrir todo desde aquel día hasta el último. Justo en aquel momento, una espada atravesó mi abdomen. Pasé casi un año recuperándome de la herida. En todo aquel tiempo escribí todo cuanto había visto. Así que una vez que volví a caminar sabía lo que debía hacer. Guardé los archivos en la biblioteca y puse fin a mi vida, para que tu pudieras terminar lo que yo había empezado
  • Pero yo no se lo que debo hacer
  • Lo sabrás, yo te lo diré. La batalla final se acerca Adêss. Y justo en ese momento deberás tomar una decisión
  • ¿Cual?
  • Lo sabrás cuando llegue el momento, solo debes saber una cosa. Debes volver y tu equipo y tu debéis uniros a la batalla. Llegado el momento sabrá lo que debes hacer y porque debes hacerlo
  • ¿Y si no es así?
  • Por eso te daré un salvoconducto
  • ¿Qué salvoconducto?
  • Mis recuerdos, todo cuanto vi, ahora te pertenecen, y te pertenece solo a ti decidir si cumples con tu destino o le das la espalda
    Anden puso sus manos sobre el cráneo de Adêss y este ultimo empezó a visionar una serie de imágenes a toda velocidad una tras otra, para después despertar de nuevo en la tienda junto al tauren, sudado y nervioso, pero ahora sabía lo que venía, sabía lo que debí hacer y lo único que le faltaba era reunir el valor suficiente para ser capaz de hacerlo. Adêss salió de la tienda como si acabare de ver el rostro del mismísimo demonio, y dirigiéndose a Tatsu dio la primera orden de las muchas que se iba a ver obligado a dar.
  • Tatsu necesito que viajes a Ogrimmar. En una celda bajo la plaza central tienen a Arquion, en realidad nunca murió y Thrall lo ha tenido encerrado todos estos años
  • ¿Y tú que harás?
  • Regresar junto con el resto. Se como debemos acabar esto, pero debemos estar todos
  • Esta bien, iré por Arquion e iremos junto a vosotros
  • Y Tatsu, creo que es hora de recuperar tu viejo bastón de la casa de subastas, es posible que lo necesitemos
    Adêss regresó junto al resto y todos juntos esperaron a que Tatsu volviera a las tierras devastadas acompañado por Arquion tal y como el no muerto le había pedido. En cuanto ambos entraron por la puerta, Adêss supo que había comenzado la cuenta atrás. El fin se acercaba y sin embargo, el aún no había decidido si tenía el valor suficiente para hacer lo que se debía hacer.
  • Bueno Adêss, parece que esta vez vas a ser tu quien des las ordenes, así que cuando quieras
  • Veras jefe, se exactamente lo que debe pasar y como debe pasar, lo que no tengo tan claro es si ninguno de nosotros está listo para que pase
  • ¿Tenemos alguna otra opción?
  • Supongo que no Mandibulas, supongo que no. Esta bien, el plan es sencillo. En poco mas de dos horas, la batalla llegará a su fin, y horda y alianza conseguirán una tregua conjunta que durará años, hasta eso momento nuestro único cometido es situarnos al frente de la batalla y luchar con uñas y dientes, como nunca antes lo hayamos echo
  • ¿Solo eso? Creo que hay algo que se me escapa
  • Vosotros haced lo que os digo Kingjoa, y veréis como al final, todo resulta tal y como debe ser, confiad en mi
    El grupo salió de la cabaña y abriéndose paso entre los miles de soldados, se situaron al frente de la batalla. Todos y cada uno de ellos peleaban con uñas y dientes, moviéndose con mas destreza y mas furia de lo que lo hubieran echo jamás. Mientras que Adêss a la vez que peleaba recordaba las palabras que su yo del pasado le había dicho y que le dejaban muy claro su trabajo en aquella situación.
  • Es muy importante que en ningún momento pierdas de vida al príncipe
  • ¿A Arthas? ¿Por qué? ¿Qué tiene que ver el en todo esto?
  • El es la pieza clavo en todo. El no ganar esta batalla, será lo que le convierta en lo que debe ser, en lo que debía ser desde el principio
  • Eso es algo que aún no debes saber
  • Me pides que haga lo que tu crees que se debe hacer, pero no me dices los motivos
  • Los motivos son por lo que te metiste en esto cuando eras solo un novicio. Salvar a tus amigos y darle a la horda el respeto y la victoria
  • ¿Y qué hay de mí? ¿De nosotros?
  • Cada persona tiene un destino, un destino escrito, nosotros tenemos uno mas grande que nosotros mismo, o que la misma horda, y es nuestro deber cumplirlo. Yo no puedo decirte lo que tienes que hacer, solo lo que se debe hacer
  • ¿Y como sabré si decido tomar ese destino? O mejor dicho ¿Cuándo?
  • Cuando llegue el momento, ni antes ni después
    Adêss volvió a mirar a sus amigos, agotados, heridos y sin mucho mas que dar a favor de aquella batalla. De repente vio como un soldado de la alianza cortaba en el costado con su espada a Paladinax y como esta caía al suelo a punto de perder la vida, y en ese momento lo supo, supo que si no hacía lo que debía sus amigos acabarían muriendo a manos de la alianza. Así que había llegado el momento, el momento de hacer lo que se debía hacer. Entonces Adêss miró a un mago situado a su derecha y le pidió un favor.
  • Mago paraliza el tiempo, para todos menos para mis amigos y yo, ¿puedes?
  • ¿Pero de que estás hablando? ¿No ves que estamos en plena batalla?
  • Confía en mi ¿puedes?
  • Claro que puedo, ahí tienes tu hechizo, pero no durará mucho, mis niveles de mana están a punto de agotarse, así que vayas a hacer lo que vayas a hacer asegúrate de que es rápido – el mago lanzó un hechizo y todo se detuvo menos los rezagados –
  • ¿Qué está pasando? – preguntó Kingjoa tintado en sangre de la alianza y sin comprender lo que pasaba –
  • Chicos, sois lo mas importante que he tenido en mi vida, quiero que lo recordéis siempre. Sois mis amigos y mi familia y os quiero, siempre lo he hecho, y siempre lo haré
  • ¿Qué estás diciendo Adêss? - Neo miró a Adêss sabiendo que fuera lo que fuera que iba a hacer aquello era una despedida en toda regla –
  • Os quiero chicos
    El tiempo volvió a la normalidad y mientras los rezagados continuaban con la lucha tanto como sus fuerzas les permitían, Adêss sacó de su bolsa la piedra que Thomas le había entregado y empezó a correr tanto como sus huesudas piedras le permitían en dirección a Arthas que a lomos de su caballo peleaba con furia con todo aquel que se interponía en su paso. Adêss se lanzó contra el caballo tirando a Arthas del este y cayendo ambos junto al portal oscuro. El príncipe al ver la osadía del no muerto agarró su espada con ambas manos para poner fin a la vida de este sin embargo Adêss agarró la piedra con fuerza y enfocó con ella al príncipe provocando un as de luz verde que inundo el campo de batalla por completo creando una explosión contra el portal oscuro que lo activó de un modo que nunca antes lo había estado, haciendo que este pudiera ser atravesado por cualquiera que quisiera. Cuando el fogonazo de luz verde se desvaneció Arthas comprobó que el no muerto ya no estaba frente a él, y que lo único que quedaba era una piedra blanca e inerte en el suelo. El ejercito de ambas facciones, al ver que el portal ya no era algo que conquistar bajaron sus armas. La batalla en las tierras devastadas ya no tenía sentido alguno. Y mientras que todos ellos descansaban en paz por el fin de aquella masacre, Kingjoa no podía mas que hacerse una pregunta, una pregunta que al igual que él se hacían el resto
  • ¿Dónde está Adêss?
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Acabaaaaaa! Hahahsha

Capitulo Décimo

En el principio…

  • Apuesto seis monedas de oro por el pícaro – Adêss, al escucha aquella voz tan reconocible para él, lanzó una de sus dagas contra la frente del humano, golpeando con la empuñadura de esta al hombre que cayó al suelo inconsciente y sin pestañear lanzó la otra hacía el elfo, clavando la capucha de su capa contra la pared –
  • Tienes muchos huevos de venir por aquí
  • Yo también me alegro de verte viejo amigo
  • ¿Amigo? Tu y yo hace mucho que dejamos de ser ni si quiera conocidos
  • Lo que pasó no fue culpa mía
  • Cierto, pero tampoco estuviste a mi lado cuando me detuvieron y encerraron en una fría y húmeda celda
  • Eso es tiempo pasado y yo vengo a hablarte de tiempo futuro
  • No me interesa, sea lo que se no me interesa
  • Ni si quiera si puedes limpiar nuestros nombres, reunir al equipo y hacerte inmensamente rico
  • El problema no sería el trabajo, sino volver a fiarme de ti
  • Tienes cinco minutos para pensártelo, después me marcharé por donde he venido y no volverás a saber de mi

Ahora…

(De fonde de escuchaba la canción Llegará la tormenta de Amaral mientras todo el grupo estaba reunido frente a una tumba en el cementerio de Remol)

  • Hoy es un día triste. Adêss y yo no siempre nos llevamos bien. Pese a tener nuestras diferencias, ambos teníamos dos cosas en común, el saber lo que se debía hacer y el saber por quien merecía la pena hacerlo. Hace dos meses tomó la decisión de sacrificar su vida por salvarnos a nosotros y por la horda. Por ese motivo nos aseguraremos de honrar su legado, luchando por la horda hasta el ultimo de nuestros días. Hoy mas que nunca los rezagados nos hemos convertido en la primera fuerza de la horda y nos aseguraremos que ese legado perdure, a lo largo de los tiempos
    Con estas palabras Kingjoa despidió a su amigo y tras acariciar con su mano la lapida en donde su cuerpo, o lo que quedaba de él, reposaba. Se dirigió al resto del grupo fundiéndose todos ellos en un fuerte abrazo. Tal y como había remarcado Kingjoa, gracias al acto de Adêss, la horda había convertido a los rezagados en la primera fuerza de ataque de la horda. Desde aquel momento eran los primeros en tomar decisiones de ataque y en atacar fuera cual fuera la misión. Por su parte, Arthas, tras no ser capaz de ganar la batalla en nombre de la alianza, se tomó aquello como un fracaso y se auto exilio desapareciendo de la faz de la tierra y haciendo que nadie fuera capaz de dar con él. En los siguientes meses una paz realmente extraña recorrió todo Azeroth, lo que les dio la posibilidad a nuestros héroes de un mas que merecido descanso. Mandibulas y Saki decidieron que ese descanso fuera en el paso del Espolo en Vallefresno, en donde se pasaban el día pescando, comiendo, bebiendo y como no, discutiendo como el perfecto matrimonio bien avenido que eran.
  • Te digo que podríamos haber salido de Gnomerang con un buen botín
  • Mandibulas, esos enanos están locos, locos de remate, aun tuvimos suerte de poder escapar en aquel artefacto
  • Y yo te sigo diciendo que hubiera sido el golpe del siglo
  • Sí, si hubiera salido bien lo habría sido, pero seamos sinceros, ya estás viejo para eso
  • ¿Viejo? ¿Yo? Eso me suena a reto Saki
  • No pretendía que te lo tomaras así
  • Demasiado tarde, coge tus cosas, vamos a probar quien está viejo
  • No, otra vez no Mandibulas, tenemos suficiente oro para no tener que levantar el traseroen una larga temporada ¿Por qué quieres ir a robarle a los enanos?
  • Porque son enanos y acaparadores, y porque quiero demostrarte que puedo hacerlo
  • Sabes que esto no va a salir bien ¿verdad?
  • ¿Y lo que nos vamos a divertir?
  • Pues también tienes razón
    Tatsu por su parte regresó a la cima del trueno acompañado por Arquion el cual tras tantos años encerrado en una celda se había merecido unas buenas vacaciones junto a su buen amigo Tatsu. Death se embarcó en un negocio de contrabando que convertía el muelle de Trinquete en su lugar preferido. Por su parte Neo, se mudó a una pequeña casa cerca de Entrañas, donde pasaba los días bebiendo buen vino, leyendo y afilando sus dagas. En una de sus paredes colgaban las dagas de Adêss, a la espera de que alguien digno las volviera a empuñar. Sin embargo, Neo tenía un secreto guardado consigo que había decidido no compartir con los demás.
  • Ver mis dagas ahí colgadas me da un poco de grima
  • Bueno, estás muerto, todo el mundo así lo piensa, y todo el mundo debe seguir pensándolo, por eso elegí esta casa aquí en mitad del bosque, porque es el sitio perfecto para que nadie sepa que puedo hablar con tu alma
  • Respecto a eso, aun me pregunto cómo es posible
  • Imagino que al correr tras de ti cuando te lanzaste contra Arthas la piedra me debió afectar de algún modo que a los otros no
  • Sea como sea me alegro de tener tu compañía
  • Y yo la tuya hermano. Bueno y ahora ¿Qué nos depara el futuro? Ya que tú puedes verlo
  • Ya no puedo, mi visión terminaba con mi sacrificio, lo que nos depare el futuro de ahora en adelante va a ser un misterio
  • Bueno pues mientras tanto, me fumaré otro de los puros que le robé a Death, a tu salud hermano
    Y los dos últimos miembros de los rezagados tomaron la decisión de que la vida era demasiado corta para pasársela de batalla en batalla, y apostaron porque debía haber algo mas a parte de la vida que hasta aquel entonces habían conocido, y sin que nadie lo supiera, en una tarde donde el sol despuntaba por encima de Lunargenta, ambos se prometieron en matrimonio, prometiéndose el uno al otro que desde aquel momento la batalla mas fiel que perseguirían sería la de lucha el uno por el otro.
  • Paladinax, aceptas a Kingjoa como tu legitimo esposo
  • Sí acepto
  • ¿Y tú Kingjoa? ¿Aceptas a Paladinax como tu compañera hasta que la última luna ilumine vuestra alma
  • Por supuesto que acepto
  • Pues yo os declaro, marido y mujer, que la fortuna de la horda os acompañe en cada una de las aventuras que decidáis vivir de ahora en adelante hijos míos
    Un año mas tarde
    Todo parecía en calma. Todos y cada uno de los rezagados parecían haber encontrado la paz que tanto anhelaban y que tan difícil les había sido conseguir, sin embargo, las cosas estaban a punto de cambiar. El sol fue tapado por una nube oscura, y una enorme ola de frio gélido inundo cada rincón de Azeroth. Tanto Arthas como Sylvanas entendieron que venían tiempo peligrosos, seguramente una batalla como hacía miles de años que no se vivía. Mientras en Rasganorte, el nuevo Rey Exánime esperaba en su trono la llegada de aquellos que osaran hacerle frente acompañado por sus hordas de caballeros de la muerte.
  • Muy bien Rezagados, la batalla debe continuar, y esta vez no tendréis tanta suerte

LOS REZAGADOS REGRESARÁN……

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grandeee adeees :ok_hand: tremenda currada :clap:

Vaya currazo bro!! Grande!! <3