Capitulo Séptimo
- Hay algo que no entiendo Adêss, de todos los que podían haber enviado para dirigir la batalla contra la horda ¿Por qué Arthas? Es joven, no encaja en el papel
- Exacto, eso debemos descubrir quien decidió enviarlo y porque, no envías a un niño a hacer el trabajo de un hombre
Neo y Adêss se tomaron una pócima que los convertía en humanos el tiempo suficiente para poder entrar en la ciudad de Ventormenta y averiguar los verdaderos motivos por los cuales la alianza había enviado a alguien con tan poca experiencia como Arthas a dirigir una batalla decisiva por el control del portal oscuro. Si quieres saber algo en concreto debes buscar una sola cosa, una rata. Y Neo creía conocer a la rata que les iba a decir todo cuanto necesitaban saber, claro estaba que ni iba a ser fácil ni tampoco sutil. El tipo en cuestión no era otro que Thomas Molina, quien era el panadero de la ciudad cuando no estaba completamente borracho en el Cerdo Borracho. De Thomas se decía que antaño había sido el capitán de los ejércitos de la ciudad y que ahora no solo era panadero sino el hombre con mas información de toda la ciudad y que por un módico precio estaba mas que dispuesto a vender dicha información al mejor postor. Neo y Adêss entraron en la posada sintiéndose como dos caramelos en la puerta de un colegio, y aunque algo precavidos por como pudiera terminar todo aquello, de inmediato encontraron a su objetivo sentado en una mesa del fondo y completamente borracho, por lo que, tratando de pasar desapercibidos, fueron hasta su mesa sentándose cada uno a un lado del humano. Al verlos el hombre alzó la vista y mostrando una pequeña sonrisa trató de articular las palabras suficientes para averiguar quien demonios eran los recién llegados.
- ¿Les puedo ayudar en algo amigos?
- Eso depende
- ¿De que mi amigo huesudo? – Neo miró a Adêss tratando de averiguar si las palabras de aquel tipo eran solo coincidencia y fruto de la embriaguez o si por el contrario era consciente de que su aspecto era solo producto de una pócima –
- No sabemos a qué te refieres
- ¿De veras? Yo creo que sí, Adêss, ese es tu nombre ¿verdad? Aunque no creo que queráis tener esa conversación aquí
- Te escuchamos
- Aquí no, vayamos a mi tienda, podremos tener una conversación mas franca, estoy seguro que estaréis de acuerdo
El hombre se puso en pie, y aunque tambaleándose, se dirigió a paso lento hacía la salida, mientras que Neo y Adêss lo siguieron de cerca sin acabar de entender a que demonios jugaba Thomas. Mientras tanto Kingjoa y Paladinax trataban de observar cada movimiento de ambas facciones, esta vez sin ventajas para ninguna de las dos. Los hombres morían mientras los dirigentes de la guerra permanecían en sus tiendas tratando de encontrar el modo de hacerse con el control del portal oscuro. En aquel momento Kingjoa tuvo una visión, como si hubiera aparecido ante el, seguramente, el único modo de terminar con toda aquella locura, sin embargo, no podía evitar preguntarse si cada decisión que tomaba era la correcta o directamente los llevaría al futuro en donde el se convertiría en un traidor a su facción y sus amigos.
- ¿En qué piensas jefe?
- En que tal vez el mejor modo de acabar con esto sería destruir el portal oscuro
- ¿Por eso has enviado a Death por explosivos?
- Por eso y porque cuantos mas tengamos nosotros menos tendrá la alianza
- Seguro que solo piensas eso
- Pienso muchas cosas
- Vamos King, hace mucho que nos conocemos
- Pienso si cada movimiento que decido dar no nos llevará a la muerte de todos. Yo nunca traicionaría a la horda ni a vosotros. Sin embargo, todo hemos visto en que me convierto. En un ser sin alma capaz de traicionar a todo cuando le rodea por simple venganza
- Bueno, tenemos otra oportunidad de hacer las cosas de modo distinto, y créeme cuando te digo que ninguno de nosotros te va a abandonar
- Lo se Paladinax, solo que no se si me da mas miedo la realidad que hemos conseguido evitar o la que no deberíamos haber evitado jamás
- Sea como sean las cosas permaneceremos juntos, como siempre lo hemos hecho
- Gracias
- ¿Por qué?
- Porque pese a todo siempre has estado a mi lado
- ¿No me digas que vas a ponerte tierno?
- No, esa época ya pasó para nosotros
- Bien, porque parece que tenemos movimiento
Ante la atenta mirada de Kingjoa y Paladinax, Arthas se reunió con un hombre con una capucha que le cubría el rostro, sin embargo y pese a que el jefe de los rezagados barajó la posibilidad de que el hombre tras la capucha pudiera volver a ser el si mismo de un futuro, en cuanto el tipo se echó la capucha atrás pudo comprobar que se trataba de otra persona totalmente distinta, alguien que no tenía sentido que estuviera allí, alguien que dejaba las cosas mas locas, Sylvanas. Lo que llevaba a preguntarse a Kingjoa ¿Por qué les había ayudado si estaba trabajando codo con codo con un miembro de la facción contraria? Sin embargo en medio de todas estas preguntas, la mujer guio su mirada hacía la montaña en la que permanecían ocultos Paladinax y el mirándolos fijamente, tal vez por casualidad o tal vez porque sabía que estaban allí y no quería que tuvieran ninguna duda de su presencia en aquel lugar.
- Esa es
- Sí, Paladinax, y nos ha visto, es mas creo que sabía perfectamente que estábamos aquí
- Esto no tiene ningún sentido
- No, no lo tiene, pero debemos confiar en que finalmente lo tendrá
Al mismo tiempo Neo y Adêss llegaban a la casa del panadero, en donde este, pulsando un botón bajo su mesa de trabajo cerró el lugar herméticamente de manera que los no muertos pudieran escapar. Ambos decidieron entonces sacar sus dagas a modo de protección, pues no sabían si podían confiar en aquel tipo ni que tramaba. Sin embargo, el hombre se dedicó a sentarse en una vieja silla de madera y descorchar una botella de vino repleta de polvo.
- Tranquilos, si os hubiera querida vender lo habría hecho en la posada
- ¿Entonces de que va todo esto?
- Mi desgracia o mi fortuna es el tener el don de la información. Se porque estáis aquí, lo supe mucho antes de que vinierais. Pero me temo que no tengo buenas noticias para vosotros
- Sorpréndenos
- Verás Neo, todo está escrito, absolutamente todo. La historia, aunque ahora creáis que puede ser alterada, no puede serlo. Todo pasa exactamente como debe pasar y como está escrito que pase, y ahora solo queda el capitulo final, aquel en que todo ocurre como estaba destinado que ocurriera desde el principio. No importa que creáis que vuestras decisiones son vuestras. La primera vez que el portal se activó alguien leyó todas y cada una de las paginas de la historia, y se aseguró de que esta ocurriera tal y como estaba destinada a ser
- ¿De quién estás hablando?
- De alguien Adêss con quien habéis coincidido toda vuestra vida sin saber que era el escritor de vuestra historia
- Di su nombre, di el nombre de quien ha escrito nuestro destino sin que nosotros podamos hacer nada para evitarlo
- ¿Seguro que queréis eso Neo?
- Bien, pues os lo diré, la persona que vio el futuro la primera vez que se activó el portal y que se ha asegurado de que todo sea exactamente como debe ser no es otro que…