Capitulo Primero
- No entiendo porque demonios nos hacen vigilar este lugar, el portal lleva años inactivo
- No te quejes, la paga es buena
- Sí, pero hace ocho meses que no cato hembra y aun nos quedan cuatro mas antes de que llegue el relevo – De repente el portal comenzó a emitir un destello verde y el suelo comenzó a temblar como si el mundo estuviera a punto de hundirse en sus cimientos - ¿Qué demonios está pasando?
- Por la gloria de Ogrimmar ¡avisa al capitán!
- Creo que es tarde para eso hermano
De repente una enorme explosión de luz lanzó a los dos guardas a varios metros de distancia, y el portal oscuro volvió a activarse de nuevo, dando pasó a una horda que lo atravesó poniendo fin a cualquier recodo de vida que se interpusiera ante ellos.
Seis meses más tarde…
- Kingjoa, hacía mucho tiempo que no tenía el placer de tu visita
- ¿Qué tal Thrall, viejo amigo? Me temo que no es una visita cuando eres tú quien me ha hecho llamar
- Como sabrás, hace seis meses el portal oscuro volvió a activarse. Desde entonces horda y alianza hemos vuelto a la lucha para conquistar el portal y los mundos que este pueda ofrecernos
- Sigo sin entender porque me has hecho llamar
- Me temo que ahora mas que nunca el éxito de la horda pende de un hilo, tenemos un traidor en nuestras filas y necesito un equipo de confianza que averigüe su identidad y se asegure que nuestros cometidos lleguen a buen puerto
- Tu ya tienes a tus equipos de confianza
- Lo que voy a contarte es confidencial, y por lo tanto cualquier filtración de dicha información se entendería como traición y se pagaría con la muerte ¿lo entiendes?
- Tu cuéntame la verdad sobre todo este embrollo y después ya te diré si lo entiendo o no
- Todos los equipos que hemos enviado a esta misión han desaparecido o muerto, nuestras tropas merman a cada segundo y parece que la alianza sepa siempre cual va a ser nuestro siguiente movimiento
- Así que mi equipo sería la ultima bala en la recamara
- Me temo que si
- Si acepto, que no he dicho que vaya a hacerlo, seremos recompensados con títulos y tierras, aparte de mucho, mucho oro y por supuesto todos nuestros antecedentes serán borrados
- Me parece un precio justo ¿Cuándo puedes partir?
- Te informaré cuando haya hablado con mi equipo, de momento nadie, y te repito nadie, debe saber de lo hablado en esta reunión
- Bien, aguardaré noticias tuyas, pero Kingjoa, apúrate, mucho me temo que el tiempo corre en nuestra contra
Kingjoa abandonó Ogrimmar, al mismo tiempo que un misterioso tipo cubierto por una capa con capucha que hacía imposible ver su rostro, lo vigilaba de cerca y estaba en aquel mismo instante al tanto de todo lo que el elfo había hablado con el rey de la horda. La primera parada de Kingjoa era Entrañas donde debía reencontrarse con el que antaño fuera su mano derecha y como un hermano para él, Adêss, un no muerto asesino el cual tenía viejas deudas con el elfo aun por resolver. Sin lugar a dudas, si Adêss estaba en algún lugar este sería la posada de Entrañas, tras un largo vaso de cerveza fría. Y así era, casi. En cuanto el elfo puso un pie en el interior de la posada pudo ver a su viejo amigo, y aunque era verdad que llevaba en su cuerpo mas cervezas de las que cualquier mortal pudiera soportar, eso no le impedía ir ganando la pelea contra un humano. El humano iba perdiendo y con varios cortes por todo su cuerpo que no paraban de sangrar, mientras el no muerto lanzaba sus dagas al aire para volver a cogerlas y hacerle ver al humano que si quería salir con vida de aquella no le quedaba otra que rendirse. De repente, el elfo acabó con toda la diversión con solo una frase.
- Apuesto seis monedas de oro por el pícaro – Adêss, al escucha aquella voz tan reconocible para él, lanzó una de sus dagas contra la frente del humano, golpeando con la empuñadura de esta al hombre que cayó al suelo inconsciente y sin pestañear lanzó la otra hacía el elfo, clavando la capucha de su capa contra la pared –
- Tienes muchos huevos de venir por aquí
- Yo también me alegro de verte viejo amigo
- ¿Amigo? Tu y yo hace mucho que dejamos de ser ni si quiera conocidos
- Lo que pasó no fue culpa mía
- Cierto, pero tampoco estuviste a mi lado cuando me detuvieron y encerraron en una fría y húmeda celda
- Eso es tiempo pasado y yo vengo a hablarte de tiempo futuro
- No me interesa, sea lo que se no me interesa
- Ni si quiera si puedes limpiar nuestros nombres, reunir al equipo y hacerte inmensamente rico
- El problema no sería el trabajo, sino volver a fiarme de ti
- Tienes cinco minutos para pensártelo, después me marcharé por donde he venido y no volverás a saber de mi
Kingjoa esperó en el exterior de la posada, aunque los cinco minutos fueron innecesarios, pues conocía bien a su amigo y sabía que de todo lo que le había dicho había una frase en concreto que le haría lanzarse al vacío sin pestañear.
- Esta bien, acepto, pero solo por lo que inmensamente rico
- Lo suponía
- ¿Habrá cerveza no?
- Tanta como tu huesudo cuerpo pueda ingerir
- Bien ¿a quién más tienes?
- A nadie, tú eres el primero
- Con dos pelotas, por suerte para ti se donde localizar al resto, nos espera un viaje de tres pares de narices
- ¿A por quien vamos primero?
- A por Paladínax
- Me odia, y lo sabes
- Yo no he dicho que no me vaya a divertir, la ultima vez que supe de ella estaba por las tierras devastadas trabajando para un grupo de enanos, así que espero que siga allí
- Bien, ¿tendrás transporte al menos?
- Algo arreglaremos
- Merde, está claro los Rezagados están de vuelta, si algo tengo claro es que el mundo no volverá a ser el mismo
- En eso tienes razón
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Esperando con ansias el siguiente capitulo, viejo amigo Un crack de la literatura fantástica!
Capitulo Segundo
- Malditos gusanos de las arenas, odio este trabajo
Paladinax comenzó a lanzar sus mejores ataques, haciendo que aquellos malditos gusanos perecieran uno tras otro, aunque para su desgracia no tardarían en venir más. Hacía seis años que la elfa trabajaba para aquellos odiosos enanos, protegiéndolos sus explotaciones mineras de los gusanos de las arenas unos seres asquerosos que se comían todo cuanto encontraban a su paso. Sin duda aquel no era el trabajo de sus sueños, pero una misión fallida, el progreso y el destierro no le dejó otra alternativa que aquel maldito trabajo para poder ganarse la vida. Aunque su suerte estaba a punto de cambiar, lo que no estaba muy claro era si para mejor o para peor.
- Bueno tal vez tengamos una alternativa para ti – replicó Kingjoa –
- Vosotros dos juntos, aquí, algo muy mala esta pasando o va a pasar
- Yo también me alegro de verte escuchimizada
- Tu tan cariñoso como siempre Adêss. ¿Y bien? ¿Qué os trae por aquí? Estáis muy lejos de vuestros escondrijos habituales
- Tenemos un trabajo, y necesitamos reunir de nuevo al equipo
- Buena suerte con eso Kingjoa, la mayoría están desaparecidos o encerrados en algún agujero
- Bueno pues los encontraremos y volveremos a reunirlos a todos ¿Qué me dices?
- Cualquier cosa es mejor que pudrirme en este agujero. Creo que se donde puede estar metido Neodecadense
- Bien, pues entonces tenemos nuestro próximo destino, tu dirás Paladinax
- Espero que estéis preparados, porque esto no va a ser fácil
La ultima vez que alguien había oído hablar de Neo, había sido cuando aceptó un trabajo en el antiguo monasterio escarlata, y pese a que todo el mundo le había advertido de que aceptar aquel trabajo era una mala idea, Neo como siempre solía hacer, no había hecho caso a nadie mas que a su propio y maltrecho criterio. Lo que le había echo acabar encerrado en una celda de dos por dos sin posibilidad de que nadie fuera a su rescate. Se habría quitado la vida, pero el echo de ser un no muerto no facilitaba las cosas, por lo que día tras día, Neo había ido perdiendo la cabeza, pues nadie estaba tan loco como para entrar en aquel lugar a rescatarlo, bueno casi nadie. Tras un día y medio de camino, Paladinax, Kingjoa y Adêss, llegaron hasta el camino que daba acceso al enorme castillo que el ejército escarlata usaba como sede principal y en el cual estaba su viejo amigo encerrado. Sin embargo, una cuarta persona apareció tras ellos rascándose su puntiaguda cresta.
- ¿Esperáis una invitación o algo?
- Deathjack, me alegro de verte viejo amigo, pero ¿Cómo?
- Adêss me avisó, me envió una carta en cuanto tú y el salisteis de Entrañas en busca de Paladinax, encontraros después no fue difícil, sobre todo con el olor que desprende Adêss, deberías darte una ducha saco de huesos
- Mira quien fue a hablar
- Chicos, como os dije, la ultima vez que se supo de Neo fue aquí, puede que siga ahí o puede que no, pero si cruzamos el umbral del monasterio todos los escarlatas se tirarán sobre nosotros como perros en celo
- No nos queda otra Paladinax, no dejaremos a nadie atrás. Esta bien, Adêss y Death, vosotros entrareis por las alcantarillas, Paladinax y yo lo haremos por la puerta principal, en cuanto pongamos un pie en la sala principal todos saltarán sobre nosotros sin tregua, por lo que vuestra presencia por la retaguardia y el factor sorpresa serán decisivos para salir de esta con vida
- Sin problema, Death y yo os cubrimos, nos vemos dentro
Kingjoa y Paladinax entraron por la puerta principal, todo parecía tranquilo, pero tal y como había previsto el paladín, en cuanto ambos pusieron un pie en la sala principal del monasterio, un centenar de soldados saltaron sobre ellos sin tregua alguna. Al frente estaba el comandante Renault Mograine, el cual, con una picaresca sonrisa y su mano derecha apoyada sobre la empuñadura de su espada, se dirigió a los dos intrusos tratando de fingir un aire amistoso en sus palabras.
- Vaya, vaya, mira a quien tenemos aquí
- No queremos problemas Mograine, solo venimos a por nuestro amigo
- Sabéis cuales son las reglas del monasterio, quien entra no sale. Os haré la misma oferta que le hice a él, uníos a mi ejercito o lo único que veréis hasta el fin de vuestros días serán las cuatro paredes de una celda
- Sabes cual ha sido tu problema siempre, subestimarme a mi y a mi equipo ¡Ahora!
Kingjoa apoyó sus dos manos sobre el suelo provocando un as de luz amarillenta que hizo que el suelo comenzase a temblar y los miembros del ejercito escarlata comenzaran a notar un fuerte calor en su interior que les quemaba como si estuvieran en el mismo infierno. Por su parte Paladinax sacó su espada y haciendo muestra de una temible rapidez y agilidad comenzó a golpear con su espada al ejercito escarlata una tras otro hasta llegar frente a Mograine, pero antes de que ambos pudieran enfrentarse Adêss y Death saltaron sobre el desde el piso superior golpeándole en la cabeza y dejándolo completamente inconsciente y fuera de juego. Entre los cuatro acabaron con el resto de los hombres de Mograine, pero sin duda vendrían más por lo que deberían apurarse a encontrar a Neo, antes de que aquello se convirtiera en una ratonera. Lo más rápido que pudieron descendieron las mas de mil escaleras de caracol que conducían hasta las celdas, en donde, en una de ellas se encontraba Neo en un estado deplorable y con la cabeza mas ida de lo que la hubiera tenido jamás.
- Ahora si que he perdido la cabeza del todo, estoy alucinando
- No Neo, no es ninguna ilusión, hemos venido a sacarte de aquí
- Kingjoa, estáis aquí
- Sí, pero no lo estaremos por mucho tiempo, así que apresúrate, debemos largarnos
- Chicos, me temo que vamos tarde – indicó Paladinax señalando las escaleras por las que estaban descendiendo un millar mas de soldados escarlata –
- Habéis venido a morir chicos jajaja – dijo Neo dando muestra de su locura –
- Pues si así ha de ser también lo haremos juntos, Rezagados, en posición, si hemos de morir hoy, lo haremos con el honor que siempre nos ha caracterizado ¡Por la horda!
- ¡Por la horda! – gritaron el resto al unisono
Frente a ellos aparecieron un millar de soldados dirigidos por Mograine el cual había recuperado la consciencia y esta vez estaba dispuesto a dar su vida por no dejar que ninguno de los rezagados saliera de allí con vida. La situación no podía ser mas complicada, aunque como bien había dicho Kingjoa, si habían de morir, lo harían peleando.
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grandeeeee adees, con mucho hype para el siguiente capitulo
Capitulo Tercero
- Solo hay un modo de salir de aquí, y es haciendo un Panamá
- ¿Tú estás loco Neo?
- ¿Se puede saber que es un panamá?
- Te lo explico rápidamente Paladinax. Este par de imbéciles – dijo Kingjoa dirigiéndose a Neo y Adêss – tuvieron hace tiempo la genial idea de impregnar una pared con aceite de murlok y hacerla detonar con uno de los puros de Deathjack
- ¿Y cuantas veces ha funcionado?
- Solo lo intentamos una vez Paladinax, pero esta vez funcionará o eso espero – dijo Neo sacando una pequeña botella de aceite de murlok de su bolsa y lanzándola contra la pared de la celda –
- Esto es una muy mala idea – replicó Deathjack –
- ¿Tenéis alguna mejor? Pues eso, el puro
Todo el grupo puso la litera de la celda a modo de barrera mientras que Neo lanzaba el puro encendido contra la pared impregnada de aceite de murlok haciendo que esta volase en mil pedazos y dándoles una salida por la que huir de Mograine y su ejército. Una vez hubieron descendido por completo la colina del monasterio, se detuvieron un instante a coger aire mientras Neo observaba orgulloso su obra.
- Os dije que funcionaría jajaja
- Estás como una completa regadera Neo, pero me alegro de tenerte de vuelta
- Igualmente jefe, igualmente
Mientras tanto, muy muy lejos de allí…
- Mandibulas, te dije que esto era una muy mala idea
- ¿Quieres no ser tan negativo Sekisim? Este va a ser el robo del siglo, y estos gnomos estúpidos no van a enterarse
- Te repito que si salimos con vida de Gnomerang yo mismo te mataré con mis propias manos
- Suerte con eso hermano, te recuerdo que somos no muertos, y ladrones
- A veces preferiría ser pastelero
- Creo que os habéis equivocado de sitio para robar esqueletos – dijo una voz fina e irritante –
- Merde, ¡Corre Seki!
- Yo te mato Mandibulas, te juro que te mato
Los dos no muertos comenzaron a correr tanto como sus huesudas piernas les permitían seguidos por un centenar de gnomos armados con llaves inglesas y extraños artilugios que prometían no dejar a los no muertos con ni un solo hueso sin romper. Pero una vez más, y como si alguien en el otro mundo los quisiera más de lo que se merecían, apareció ante ellos lo que parecía su salvación, una especie de ascensor. Lo que ambos desconocían era que para nada aquel artilugio era un ascensor que los fuera a sacar de nuevo a la superficie.
- Toca todos los botones
- Pero queremos ir arriba Mandibulas
- Tu tócalo todo, total morir no podemos morir
- No, pero dolor si sentimos y estos gnomos nos van a dar mas que en toda nuestra vida como nos cojan
- ¡Pues toca los dichosos botones!
Seki comenzó a tocar todos los botones sin control ni sentido alguno y aquel cubículo comenzó a sonar como la turbina de un avión para segundos después salir disparado hacía arriba como un cohete espacial. La velocidad que aquel artefacto hizo que ambos quedaran pegados a los cristales de este durante mas de una hora, hasta que el artilugio en cuestión comenzó a descender hasta estrellarse en el suelo, rodeado por una polvorienta nube que lo cubría todo. Cuando el polvo se disipó y los dos no muertos salieron a gatas como pudieron de aquel maldito artilugio, se encontraron ante ellos a una decena de taurens armados hasta los dientes y apuntándolos con sus lanzas. Aunque tras ellos apareció una vieja cara conocida, y que no podía evitar esbozar una enorme sonrisa al ver a sus dos viejos amigos saltando de lio en lio. No era otro que Tatsusan, un orco chamán que por casualidades de la vida se había refugiado en el poblado de Cima del trueno tras el destierro al que habían condenado a los Rezagados.
- Chicos, me alegro de veros
- Igualmente, Tatsu viejo amigo, y ahora si me permites, antes de que tu y yo nos bebamos tantas cervezas como seamos capaces voy a matar a este imbécil de Mandibulas
- Vamos, estuviste de acuerdo con el plan
- Hasta que comprendí lo estúpido que era
- Os he echado de menos, pero me alegro que estéis aquí, tenemos que hablar
- Hablar, conozco ese tono Tatsu, ¿Qué pasa?
- El jefe me ha escrito Mandibulas, nos han dado una nueva oportunidad, y por lo que me ha contado por carta, si esta sale bien no tendréis que volver a robar en vuestra vida
- ¿Y que tenemos que hablar? ¿Cuándo empezamos?
- Nos reuniremos con el y el resto del equipo de aquí dos días en Ogrimmar Seki, allí firmaremos las actas del trabajo y partiremos a nuestro nuevo destino
- Tenemos un día de camino hasta Ogrimmar, lo que nos da otro día para emborracharnos
- Tu siempre pensando en lo mismo Mandibulas
- No, yo siempre pensando en lo único jajaja
Los dos días transcurrieron como si fuera una sola noche, y puntuales como un reloj de sol, el equipo entero estuvo a la hora y día concretado en la sala escogida para firmar el acuerdo de trabajo junto al rey de horda, el gran Thrall. Aquella era la mejor de las fiestas hacían años que la mayoría del grupo no estaba junto al resto en una misma sala y aunque aquel momento era digno de celebración, dichas celebraciones ya tendrían tiempo de ser disfrutadas. Tal y como era de esperar, Thrall entró en la sala acompañado de dos de sus mejores guardas y presidiendo la mesa, dejó un libro viejo y polvoriento sobre ella.
- Supongo que Kingjoa ya os ha puesto en antecedentes, pero de todos modos os haré un resumen de donde os estáis metiendo. La guerra se cierne frente al portal oscuro para hacerse con los terrenos que a su paso este otorga, sin embargo, entre nuestras más altas esferas hay un traído que hace que todos nuestros planes de ataque fracasen y por supuesto que nuestras filas mermen día tras día. Se que lo que os pido no es fácil, así que os pagaré generosamente por ello, mas de lo que haya cobrado cualquier equipo antaño, solo si lográis tener éxito. Y se que sois como una familia y que para que este completa os falta un miembro, así que he movido todos los hilos uqe me han sido posible para traerlo de vuelta y que vuestra familia esté completa
- Perdona Thrall, pero está muerto
- Ya no – se escuchó una voz muy familiar por todos que entró por la puerta dándoles a los Rezagados la mayor de las sorpresas –
- ¡Arquion! Viejo amigo, pero ¿cómo?
- Thrall me trajo de vuelta jefe, tengo una nueva oportunidad
- Pues aprovechémosla, chicos nuestra familia vuelve a estar completa, y tenemos trabajo, hagamos que la horda vuelva a estar orgullosa de sus mejores hombres ¡Por la horda!
- ¡¡Por la horda!!
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jajajajajaj me parto el mandibulas y el seki liandola parda xd
Capitulo Cuarto
- Thrall me trajo de vuelta jefe, tengo una nueva oportunidad
Pues aprovechémosla, chicos nuestra familia vuelve a estar completa, y tenemos trabajo, hagamos que la horda vuelva a estar orgullosa de sus mejores hombres
Seis horas antes…
- No me fio ni un solo pelo de los rezagados
- ¿Cree que el traidor puede estar entre ellos señor Thrall?
- No lo se Simgon. Tu siempre has sido un amigo fiel y un mago a muy tener en cuenta, es por eso que debo pedirte un favor
- Lo que sea
- Hace dos años que ellos creen a su amigo Arquion muerto
- ¿Y no es así?
- No, le encontramos muy malherido y lo encerramos donde nadie pudiera encontrarlo, no podía imaginarme por aquel entonces que me vería obligado a volver a contar con ellos. Pero sigo sin confiar el destino de la horda a ellos, es por eso que necesito que adoptes la forma de Arquion y me mantengas informado
- Será un placer
Ahora…
El grupo había partido su viaje hacía las tierras devastadas, en donde se encontraba el portal oscuro y la batalla por su control. El viaje era largo, por lo que iban a poder pasar muchas horas a bordo del zepelín donde ponerse al día y estudiar cual iba a ser su estrategia en todo aquel asunto. Kingjoa tenía claro que el único modo de averiguar quien era el traidor era dejar escapar una información falsa, pero no cualquiera. Debía ser una tan suculenta que nadie sospechara que fuera real. Lo que el jefe de los rezagados ignoraba era que entre los suyo también había un infiltrado, alguien que informaría de todo a Thrall, el cual, si en algún momento no estaba convencido de los métodos del grupo, los borraría de la faz de la tierra sin miramiento alguno.
- Haber chicos, tenemos claro que hay un traidor. Pero no tenemos ni la mas remota idea de quien puede ser, por lo que debemos apostar todo a un farol
- ¿Estás diciendo que dejemos ir un bulo?
- Así es mandíbulas. Creo que quien sea que está vendiendo a la horda lo está haciendo desde la misma batalla, por lo que si queremos salir victoriosos de esta solo se me ocurre un modo y esta vez no puede haber fallos
- ¿En qué estás pensando jefe?
- A alguien así solo se le vence de un modo Neo, con tres factores, distracción, desviación y división
Como siempre, el plan de Kingjoa era genial y sin fallos, siempre y cuando el resto del equipo cumpliera su cometido. Por una parte, los no muertos harían aquello que mejor se les daba hacer, bebe con los soldados, escampar miles de rumores y robar a todo el mundo en busca de información, mientras que Paladinax, Tatsu y Kingjoa, se infiltrarían en los altos mandos de la lucha tratando de averiguar en que punto se encontraba la cruzada. Los no muertos se juntaron en la taberna, bebiendo litros y litros de cerveza hasta que llegó el momento de la primera parte del plan, la distracción. La distracción no consistía en otra cosa, que montar una pelea de tal magnitud que todo el mundo mirase para otro lado mientras Neo y Adêss robaban los informes y todo lo que encontrasen por el camino del ejercito de la alianza comandado por el príncipe Arthas. Mandibulas y Seski empezaron una pelea a puñetazos y empujones a la que rápidamente se unieron todos aquellos miembros tanto de horda como alianza que habían bebido los barriles de cerveza que Death había repartido por los campamentos de ambas facciones y que llevaban un pequeño brebaje preparado por Tatsu que convertía al hombre mas tranquilo en un boxeador de pesos pesados muy muy cabreado. Los lideres de horda y Alianza abandonaron sus puestos para intentar parar a sus hombres que habían provocado su propia batalla lejos del portal oscuro y de los intereses de ambas facciones para partirse la cara unos a otros por disputas sin sentido. Mientras tanto Neo y Adêss estaban ya en el puesto de batalla de alianza metiéndose en los bolsillos cualquier documento que hallaran a su paso.
- ¿Pero que pedazo de mari con?
- ¿Se puede saber que pasa Neo?
- Arthas, se está escribiendo cartas con una elfa de sangre, aquí no hay facciones ¿no?
- Hombre depende por donde metan cada uno de ellos sus “talentos”
- Jobar, pues la elfa no tiene desperdicio su foto me la llevo yo
- ¿Quieres estás a lo que estamos?
- Si, sí, pero entiéndeme, hace mucho que no me hacen un ruiseñor
- No sé si quiero saber lo que es eso
- Pues verás te cogen el brazo derecho, te lo sacan del sitio, ponen el dedo índice en punta y
- Ya, ya, creo que puedo imaginarme el resto, madre mía, coge todo lo que puedas y salgamos de aquí antes de que nos pillen, un ruiseñor dice, madre de dios, deberíamos haberte dejado encerrado en aquella celda
- ¡He! Esos barrotes y yo podríamos contar muchas historias
Una vez recuperados todos los informes de la alianza, el grupo se reunió de nuevo en la tienda que tenían en las tierras devastadas, y tras revisar todo el papeleo, no había lugar a dudas. El príncipe Arthas iba a reunirse directamente con el informante de la horda a la mañana siguiente. Era posiblemente la única oportunidad que iban a tener de averiguar la identidad del traidor, sin embargo, lo más extraño de todo era que todos los informes de la horda que la alianza tenía en su poder y que les había llegado de mano directa del traidor tenían el sello de la corte de Thrall, por lo que no solo el traidor era un alto cargo de la corte sino alguien muy cercano a Thrall.
- Propongo que hagamos llegar dicha información a Thrall
- No es para eso para lo que se nos ha contratado Paladinax. Debemos descubrir la identidad del traidor antes de informar a Thrall, de lo contrario seguiremos estando igual
- Puede que tengas razón jefe, pero me da en la nariz que esto nos supera – dijo Adêss notablemente preocupado por la información que acababan de obtener –
- Os pido que tengáis mas cautela que nunca, y ante el más mínimo peligro abortamos ¿queda claro? Ahora descansad mañana nos espera un día importante
El príncipe Arthas iba a reunirse con su contacto en una ubicación cercana a Molino Tarren, por lo que, al ser un territorio en disputa, los rezagados estarían en inferioridad de condiciones, sin embargo, esperaban que el factor sorpresa jugara a favor de ellos. Con los primeros rayos del alba el grupo se dirigió hacía el encuentro, sin tener la más mínima idea de que aquel día lo cambiaría todo para siempre de maneras que ninguno de ellos podía sospechar, o tal vez alguno sí.
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Capitulo Quinto
- Principe Arthas, estoy aquí como me pediste ¿Qué es lo que sucede?
- Creo que lo sabes de sobra
- Los rezagados han llegado a la batalla y no se a que están jugando, pero tu si lo sabes y me lo vas a contar
- ¿Pretendes que te desvele los pasajes del tiempo? Jugar con el tiempo puede ser peligroso, yo soy la prueba de ello
- Pretendo saber como va a terminar todo esto, porque pese a que tu me asegures que lo hará con mi victoria, yo cada vez lo tengo menos claro
- Tranquilo, se está a punto de revelar toda la verdad, la pregunta es ¿la podréis asumir rezagados?
Los rezagados no entendían nada, no solo el traidor conocía de su asistencia en aquel lugar, sino que parecía esperarlos. Uno a uno, todos ellos salieron de sus escondrijos con sus mejores armas, rodeando al traidor, el cual, con una picaresca carcajada, echó atrás su capucha mostrando su rostro. Todos y cada uno de los rezagados quedaron completamente fuera del lugar al comprobar que el traidor no era otro que Kingjoa, o al menos una replica de el con parte de la cara quemada. Ninguno de ellos entendía lo que estaba pasando y el príncipe Arthas, viendo que la situación estaba a punto de volverse completamente loca lanzó una pequeña piedra verde contra el suelo que lo rodeo en una nueve de humo haciéndolo desaparecer y transportándolo directamente de regreso a las tierras devastadas.
- ¿Quién demonios eres? Muestra tu verdadero rostro
- Ho amigo mío, este es mi verdadero rostro, soy tu, o al menos el tu que serás en seis u ocho meses
- Jefe, no entiendo nada, ¿el traidor es una versión tuya de un tiempo que está por llegar?
- Así es Neo – respondió el Kingjoa del futuro – y ahora, vais a conocer todos y cada uno de los detalles que me han llevado a convertirme en Kingzoa
Seis u ocho meses más tarde…
Notaba como el frío helaba cada poro de mi piel. Tenía la sensación de estar muerto, sin embargo, podía mover mis articulaciones. Poniéndome en pie sobre una vieja mesa de piedra, caminé como pude hasta una de las paredes de la oscura sala en la que me encontraba y allí mirándome al espejo, pude comprobar como mi rostro estaba quemado, mis manos llenas de sangre helada y mis ojos inundados en muerte. Sin duda era yo, el que estaba frente a aquel espejo, pero ya no era el que había sido antaño. Por mas que agudizaba mi oído no conseguía escuchar los latidos de mi corazón, lo que me llevaba a pensar que estaba muerto, pero tampoco me había convertido en un no muerto, era otra cosa, otro tipo de ser, pero ¿cuál? Estaba solo, sin mi equipo, y por mas que me esforzaba no conseguía entender como había llegado a aquel lugar, fuera el que fuera este, ni que les había pasado a todos y cada uno de mis estimados rezagados. Pero si algo tenía claro era que entre aquellas cuatro paredes no iba a hallar las respuestas, por lo que arrastrando como pude mis pies por las empedregadas piedras del suelo, llegué hasta la enorme puerta de acero que me tenía allí encerrado y notando en todo mi ser una fuerza muy superior a la que hubiera tenido jamás, lancé un puñetazo contra la puerta haciendo que esta saliera disparada a varios metros de distancia. Estaba en lo que parecía la habitación de un castillo y a ambos lados del umbral de la puerta tan solo tenía escaleras de caracol, ascendientes o descendientes. Desconozco el tiempo que tardé en descender las escaleras, pero para mi fue una verdadera identidad. Cuando llegué al final comprobé que el lugar estaba abandonado, y que si quería alguna explicación la tendría que rebuscar en los miles de papeles que permanecían esparcidos por el suelo de la sala. Pasé meses desbrozando cada palabra de aquellos papeles hasta entender que loa rezagados habían triunfado, le habían entregado la victoria a la horda y esta nos pagó dándonos caza a uno tras otro, hasta que no quedase ninguno de nosotros para cobrar por el trabajo. No lo podía permitir, así que usé toda la magia que pude reunir para viajar atrás en el tiempo y cambiar la historia. Viajé hasta un año atrás, tiempo suficiente para crear la figura del traidor, cambiar la historia y convertiros en marionetas a mi antojo que os trajeran hasta este mismo instante, a una realidad alternativa en la que no solo la horda no ganará la batalla sino que ninguno de nosotros morirá, más o menos
En la actualidad…
- ¿Por qué deberíamos creerte? Lo que explicas no parece mas que los desvaríos de un loco
- Puede ser Kingjoa, pero muy pronto comprenderéis la verdad, pues hay algo que no os he contado y es que todos y cada uno de vosotros no puede coexistir en esta otra realidad, iréis desapareciendo de la existencia como si nunca hubierais existido, y yo, yo ya he completado mi misión, mi venganza está cumplida y la horda jamás se hará con el control de Terrallende – tras decir sus ultimas palabras, Kingzoa ingirió un veneno que lo mató en el acto haciendo que su cuerpo desapareciera dejando tan solo en el suelo el bulto de sus ropajes –
- ¿Qué demonios ha sido eso jefe? ¿Estaba mintiendo? ¿Verdad?
- No lo sé Paladinax, pero sea como sea, estamos listos, no tenemos al traidor y ante los ojos del mundo nosotros seremos los traidores
- ¿Y ahora que Kingjoa?
- Si es cierto lo que ha dicho, todos tenemos los días contados, si no, nos toca volver a convertirnos en proscritos
El equipo devastado por completo como no lo hubiera estado nunca antes jamás se separó y cada uno tomó de nuevo su rumbo. Neo y Adêss, Death, Seki y Mandibulas, se marcharon de regreso a Entrañas, a pegarse la mayor fiesta que hubieran vivido en su historia. Mientras que Paladinax y Tatsu decidieron viajar hasta las mil agujas en busca de respuestas de como impedir ser borrados de la existencia. Por su parte Kingjoa decidió que ya que el era el causante de todo aquello debí pagarlo de la única manera honorable que se le ocurría, la muerte. Mientras que Arquion o mejor dicho Simgon, decidió regresar junto a Thrall para ponerlo al corriente de todo lo que había sucedido y que, aunque increíble, era la pura realidad. Todos y cada uno de ellos se llevó consigo una pequeña piedra de hogar, que en caso de necesitar al resto les transportaría a todos directamente hasta el mismo lugar en el que se habían decidido separar de nuevo. Simgon le explicó a Thrall lo sucedido con el Kingjoa del futuro y que la horda estaba condenada a perder la batalla debido a los maquiavélicos planes y estrategias que este había realizado desde su llegada, y aunque incrédulo, el rey de la horda sabía que su viejo amigo no le estaba mintiendo.
- ¿Cómo no fui capaz de notar una alteración tan grande de la magia?
- Si te sirve de consuelo Thrall, yo tampoco fui capaz de notarla
- Debemos hacer algo al respecto
- Sí, pero ¿qué? Tratar de usar tal cantidad de magia para volver las cosas a su cauce podría tener un desenlace descontrolado y desconocido
- Sí, pero si no hacemos nada, la historia dejará de ser como debiera. Tiempos difíciles requieren de medidas difíciles. Debo salir de viaje, en mi ausencia te sugiero que controles a todos y cada uno de los rezagados, uso hombres de tu confianza, regresaré lo antes posible con una solución
- Así se hará viejo amigo
Y mientras Thrall partía en busca de una solución a tan amargo problema, los no muertos se corrían la juerga de su vida, todos menos Neo, que pareciendo ser el mas loco y descarriado de ellos no podía evitar que nada de aquello estaba bien y que quedarse esperando a desaparecer no podía ser una opción. Mandibulas se percató que su amigo era el único que no disfrutaba de la compañía de las mejores mujeres, la mejor cerveza y unos puros que Death había conseguido de estraperlo en Trinquete y que hacían las delicias de todo el que los probaba.
- ¿Se puede saber que te pasa Neo?
- ¿En serio? ¿En serio nos vamos a quedar de brazos cruzados sin hacer nada, solo a esperas de desaparecer y dejar que la alianza gane?
- Se que estás lo suficientemente loco para proponer un plan incluso en estas circunstancias, así que mientras el alcohol que llevo en sangre me lo permita, te escucho
- Esta bien, pues, creo que se como podemos cambiar el curso de la batalla y no perder la vida en el intento. Verás…
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Capitulo Sexto
- De todas mis creaciones, sin duda vosotros sois mis hijos preferidos. Estáis destinados a aparecer en mas de una pagina de la historia de la horda. Y ahora estáis aquí, pidiéndome que interfiera en el destino y el tiempo para poder escribir una página mas ¿es así?
- Así es Sylvanas. Notamos como poco a poco estamos siendo borrados de la existencia, y nos parece injusto, queremos pelear, ganar esta guerra y devolver el equilibrio a todo como debería haber sido desde el principio
- Bien Mandíbulas, en ese caso, Adêss, Death, Seki, Mandibulas y Neo, voy a tener que recurrir a magia prohibida, y como toda magia prohibida tiene un precio
- ¿Cuál?
- Lo sabréis cuando llegue el momento Neo, ni antes ni después, pero tenéis claro que el precio se ha de pagar. Y ahora vayamos a revertir la línea temporal, espero que sepáis lo que hacéis porque esta vez sí que no habrá marcha atrás. ¡Sanctum, tempus, polifrost, polifrost! – los no muertos se desvanecieron por completo ante la mirada de Sylvanas, mientras trans ella aparecía Thrall –
- ¿Qué has hecho Sylvanas?
- Lo sabes bien Thrall, la línea temporal debía ser restablecida
- ¿A qué coste?
- A un coste que solo ellos deberán aceptar
Todo el grupo volvió atrás en el tiempo, a las tierras devastadas, pero mucho antes de la llegada al lugar que ninguno de ellos recordaba, justo en el momento en que el portal oscuro se activó de nuevo. Todos ellos se miraban unos a otros, pues recordaban todo, todo y cada uno de lo que habían vivido en la línea temporal alterada por el futuro Kingjoa, lo que este no tenía tan claro era como habían llegado atrás en el tiempo.
- ¿Alguno de vosotros puede explicarme que ha pasado?
- Fuimos a hablar con Sylvanas y ella restauró la línea temporal
- Pero Neo, estamos en tierras devastadas mucho antes de lo que habíamos llegado la primera vez
- Tal vez siempre tuvo que ser así, ¿no? Lo importante ahora es que hacemos con esta nueva oportunidad
- Tienes razón Paladinax, ahora jugamos una ventaja que la primera vez no teníamos. El portal se acaba de activar, pronto llegarán las tropas de ambas facciones por lo que tenemos que aprovechar el tiempo al máximo
- ¿Cómo lo hacemos jefe? – preguntó Death –
- Dividiéndonos y poniendo a ambas facciones en jaque. No importa la horda ni la alianza. Lo único de lo que debemos preocuparnos es de que ese futuro en el que yo decido traicionar a la horda y mataros a todos no suceda. Neo irá con Adêss. Buscad pistas de todos y cada uno de los altos cargos de ambas facciones. Ahora no hay traidor por lo que debemos tener claro que hacer para que esto no acabe en tragedia. Death, necesitaremos explosivos, mas de los que hayamos poseído jamás, así que viaja a Trinquete y haz un trato para conseguirlos antes que el ejército. Tatsu, necesitaré que viajes a Ogrimmar sin que nadie sepa de tu existencia y averigües todo lo que puedas sobre la línea temporal y la alteración del tiempo y la realidad
- Ok jefe
- Mandibulas y Seki, haced lo que mejor se os da, quiero que robéis toda la información clasificada sobre el portal oscuro, todo. Y Paladinax y yo permaneceremos aquí en el frente, así tendremos controlados cada movimiento de ambas facciones
- ¿Y qué pasa con Arquion? ¿Por qué no está aquí con nosotros?
- Algo me dice Paladinax que nunca lo ha estado, ocúpate tu también de eso Tatsu, quiero saber si realmente Thrall lo trajo de vuelta
- Sin problema
- Bien chicos, tenemos una nueva oportunidad y mas nos vale hacerlo muy bien, porque de lo contrario todos sabemos como termina esto, en marcha, no hay tiempo que perder
Cada uno tomó camino hacía su misión una misión de la cual les iba la vida. Mandibulas y Seki, seguramente tenían la parte mas difícil. Los archivos clasificados del portal oscuro se guardaban en una biblioteca secreta treinta metros por debajo del nivel del suelo de Lunargenta. Un lugar en el cual muy pocos habían entrado. La única entrada a la biblioteca estaba fuertemente protegida por una docena de guardas que no descansaban ni día ni noche. Por lo que llegar hasta esos archivos era quizá la tarea mas complicada que ambos hubieran protagonizado jamás.
- ¿Alguna idea hermano?
- Yo podría encargarme de seis, siete guardas a lo sumo, pero ni encargándote tu de la misma cantidad conseguiríamos atravesar esas puertas
- Y con eso pretendes decirme que vamos a llevar a cabo otro de tus estúpidos planes ¿me equivoco Mandibulas?
- ¿Alguna otra idea?
- Bueno podríamos contratar a las chicas que nos acompañaron en la fiesta, seguro que se encargaban de esos guardas con la mitad de esfuerzo que nosotros dos
- Me acabas de dar una idea
- Supongo que no estarás pensando lo que creo
- HO si
- No
- Ya lo creo que sí, hermano, eres un genio
Los planes de Mandibulas normalmente eran locos y fuera de control, pero su locura con mucho rozaba la genialidad, aunque esta vez tal vez hubiera rebasado sus propios límites. Mandibulas hizo llamar a la docena de elfas que habían estado con ellos en la fiesta de Entrañas y entre ellas, había dos no muertos, vestidos de mujer, con peluca y los morros pintados de lilas que consiguieron pasar desapercibidos entre los guardas mientras las chicas hacían el trabajo de distraerles. Los dos no muertos, vestidos con medias de rejilla, peluca una rubia y otra rojiza y mas maquillaje del que tuviera ninguna mujer, consiguieron llegar hasta las puertas de la biblioteca sin mucha complicación mientras los guardas eran entretenidos por las preciosas chicas.
- Ves Seki, no ha ido tan mal, además este bodi y estos taconazos me hacen un tipo estupendo
- Te juro que si le cuentas esto a alguien te cortaré la lengua y la usaré de pisa papeles
- Va reina, que tu también estás muy mona, sigamos adelante
- Sí, será lo mejor
Cuando los dos no muerto abrieron las puertas del archivo, encontraron ante ellos una enorme sala diáfana con miles de archivos polvorientos y que llevaban allí guardados cientos de años. Y custodiándolos, un enorme lobo negro que les sacaba a ambos al menos seis cabezas y que nos les iba a poner las cosas fáciles, aunque estaban acostumbrados a ello.
- ¿Te apetece lobo para cenar?
- No mucho, pero me vendría bien una capa nueva
- Yo me pido unas botas, estos tacones me están matando
- No se diga mas
Ambos sacaron sus dagas y se lanzaron contra el lobo como si llevasen un mes sin comer. Mientras Mandibulas le lanzaba un golpe siniestro, Seki le lanzó un golpe de ruptura. El lobo trataba de atacarles con sus enormes colmillos, pero los dos picaros se movían a una velocidad que el animal era incapaz de alcanzarlo y en pocos segundos, tuvieron el enorme cadáver del animal reposando a sus pies y ofreciéndoles un botín imposible de renunciar. Los dos picaros guardaron de nuevo sus dagas y se miraron las enormes estanterías repletas de libros sabiendo que les esperaba una larga y pesada tarea hasta logran encontrar lo que habían ido a buscar, sin embargo eran conscientes de que la vida de sus amigos dependían de encontrar entre aquellos informes la verdad sobre el portal oscuro, y ninguno de los dos iba a descansar hasta salir de allí con lo que habían ido a buscar.
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me parto el cullo con los planes de mandibula jajajaaja siempre mandibuleando para variar