La guerra ha terminado, vuelves a la capital con una bonita medalla en el pecho y algunas doradas en el bolsillo, piensas que sera una parada momentánea hasta volver al combate, un descanso bien merecido supones.
Supones mal…
Tu oficial llama a tu pelotón al puesto de mando en el puerto de Ventormenta, el oficial comienza con un discurso casi somnífero sobre lo heroicos que habéis sido, lo valientes que habéis sido, lo útiles que habéis sido… y os da las gracias por vuestros servicios, varios soldados con armaduras impolutas y con clara ausencia de abolladuras os piden que devolváis vuestras armaduras y armas, hay quejas y gritos, pero ya habéis visto bastantes combates como para saber como va a terminar esta situación si os negáis.
Ahora estas en una enorme ciudad la cual idolatrabas en tu infancia y juventud, pero ahora no es mas que una ciudad mas, las torres y murallas ya no parecen tan grandes como las recordabas y el olor nauseabundo del puerto no ayuda a la situación, ahora estas solo, la medalla ya no es tan bonita como la primera vez ni las doradas parecen tan brillantes como recordabas, te has congelado en Drustvar, se te han llenado los calzoncillos de arena en Vol Dun y casi pillas una infección en ese infierno pantanoso de Nazmir, Demonios!!, si hasta has visitado Tol Dagor como cualquiera de sus distinguidos huéspedes… y tu recompensa es algo de oro y un gracias?
Que dirían todos esos granjeros y jóvenes que pensaban que la guerra seria un paseo, que la horda no daría muchos problemas, supones que hasta han tenido suerte de no ver como ha terminado la guerra.
Tu en cambio, sobreviviste, viste como esos chavales no lo contaban, como caían uno tras otro, casi podías escuchar el llanto de sus madres y esposas al llegarles la carta que les decía que sus hijos y maridos no volverían jamas.
Ya han pasado 2 días desde tu llegada, nos has salido del cordero degollado ni apenas te has movido de tu taburete solo para hacer alguna ocasional salida al baño, tus bolsillos están mas livianos de lo que esperabas, la vocecilla que te decía que parases de beber hace tiempo que se silenció, o quizás nunca la escuchaste en primer lugar.
Cuentas las monedas y ves que solo te queda suficiente como para alquilar una cama y quizás para un viaje en caravana hasta Villa del Lago y una noche de historias en el bar con los amigos… bueno, los que no se marcharon contigo…
Sales al exterior, la noche es fría y llueve en abundancia, pero estas lo suficientemente borracho como para que no te importe, avanzas tambaleándote hasta los húmedos y altos muros del barrio de los magos hasta que notas un tono mas oscuro que los que te rodean y un pequeño brillo en el muro empapado de lluvia.
-La bolsa o la vida borracho- escuchas.
De ti solo se te ocurre soltar una carcajada a la vez que te volteas rápidamente y cargas contra la sombra y escuchas el sonido de un metal al chocar contra los adoquines mojados.
la lluvia te enfría la nuca, la sombra hace rato que ya no se mueve, los nudillos te duelen a rabiar y a tus músculos ya les esta llegando la factura de toda la adrenalina gastada y estos no saben como van a pagarla…
miras al suelo y lo único que ves es algo que ya has visto mucho en los últimos meses.
Sangre y carne machacada.
Levantas la vista al cielo para que la lluvia te ofrezca algo de alivio al dolor y rabia que sientes, pero lo único que puede hacer es enfriarte la cabeza…
-Click-
El frío tacto de una pistola se acomoda en la parte superior de tu cabeza, es igual o mas fría que las miradas de los oficiales te soltaban cada vez que os veían a ti y a tus compañeros llenaros los bolsillos con pequeños trozos de oro de la ciudad de Dazar’ Alor, como si cada una de esas medallas los hiciesen crecer un metro de altura y cada bandita de colores les inflasen su superioridad moral como el carbón alimenta una fragua, igual de frías que sus sonrisas cuando os obligaban a entregar ese oro como colaboración voluntaria al fondo de guerra de la alianza.
Tus últimos pensamientos son para recordar la cara de tu madre, quizás unas disculpas de ultima hora, un lo siento mama, una de esas frases que se dicen cuando no queda otra cosa que decir, pero esta vez no venia antes que un abrazo o una bofetada, quien tiene tu vida en vilo con solo mover el dedo no es tu madre.
-Eso a lo que has machacado es de mi propiedad, creo que ahora tienes una deuda “soldado”- Dice una voz femenina
-Pggle ub gigo- Dice la masa sin forma del suelo, supones que hablar con los dientes rotos, los labios hinchados y ahogándose en su propia sangre es bastante difícil.
-Creo que tengo un buen sitio donde soltar esas habilidades que has tirado contra el pobre Billy, un trabajo si quieres pensarlo así- vuelve a decir la voz a tu espalda.
No vas a ganar, lo único que puedes hacer es perder lo menos posible.
-Por que no? tampoco parece que tenga otra opción- Respondes, tu voz se hace mas grave cuando notas que no es una sola sombra la que esta a tu espalda con el brazo extendido… son 3.
-No, no la tienes-
Quiero presentaros un proyecto de rol criminal y barriobajero, la compañía Van Graff, esto sera una Guild de temática criminal con la única finalidad de hacernos ricos y vivir lo suficiente como para gastarnos todo lo que podamos, la guerra ha desgastado a la alianza y a sus fuerzas y eso genera nuevas e imaginativas formas de ganarse la vida.
El reclute esta abierto a cualquiera que los principios y moralidad le parezcan palabras largas y difíciles o para cualquier aventurero que quiere las doradas suficientes como para caer inconsciente en su tasca favorita y que no le preocupe que le roben ya que se volverá a llenar los bolsillos.
Contacto in game:
Kazza#21196
Disclaimer:
Ya que soy relativamente nuevo mastereando y creando tramas, existe la posibilidad de que pueda tirar al powerrol o similar, intentare nivelar esto ultimo lo máximo que pueda, pero quiero recordar el lema de la compañía: “el oro es el rey de reyes”