Buenos días a todos:
En vista de que a mucha gente pareció gustarle mi primera aportación sobre los diferentes tipos de guerreros en el mundo del rol, me he animado a escribir esta modesta segunda parte, siguiendo con otro grupo de alocados tópicos que, por una razón u otra, se suelen ver más comunmente por los diferentes escenarios que forman el mundo del World of Warcraft.
En esta ocasión, hablaremos de una de las clases más complejas (o no tanto, supongo que depende del punto de vista) de llevar en cuanto a rol, ya que si bien todos tenemos la opción de reinventar nuestras historias a través de las fichas de nuestros personajes, sí es cierto que hay ciertas clases que parecen encaminadas a seguir un rumbo fijo, siendo una de ellas los Caballeros de la Muerte (llamados más comunmente dks, para abreviar). Si bien no es una clase que haya jugado mucho, sí es una clase que he visto muy representada en el mundo del rol, y es por ello que me parece correcto que sean ellos el objetivo de este segundo artícul0.
Sin más preámbulos, empecemos. Agarrense los machos, que vienen las curvas:
- El Caballero recién levantado:
Comunmente vistos por Ventormenta con las armaduras iniciales que te dan nada más meterte en el juego, con el mismo nivel que te dan nada más meterte en el juego, y repitiendo los diálogos que te dan nada más meterte en el juego. Estos pequeños aprendices de Caballero de la Muerte se acaban de levantar (y no de la cama, precisamente), y buscan errantes por la ciudad guía y consejo para sobrellevar lo que es esta nueva etapa de su… vida? Muerte? Bah, qué más da… Lo que importa es que los pobres andan más perdidos que una monja en una discoteca, ya que en este primer estadio de su paso por el mundo del roleo son muy susceptibles a acabar derivando en una de las muchas otras clases que veremos a continuación. Si los veis, dadles un abrazo y muchos mimitos. Los pobres lo han pasado bastante mal.
- El callado:
Si creías que un no-muerto embutido en una armadura repleta de calaveras y con una espada de metro y medio a la espalda daba mal rollo, imaginate algo así, pero mirándote desde una esquina mientras bebes cerveza. Estos Caballeros no tienden a rolear mucho, prefiriendo aguardar cual pantera al acecho a que alguien se les acerque, preferiblemente para recriminarles algo o decirles cualquier cosa desagradable. Se que puede parecer muy típico y tópico, y tal vez hasta exagerado, pero personalmente aún tengo que ver a uno de estos haciendo nada o escribiendo el más mínimo emote cuando alguien les habla como a seres humanos. Claro está, esto cambia cuando la actitud es un tanto más hostil, momento en que se transforman en el temido…
- La víctima:
Sí, sí… Murió como un héroe, lo resucitaron contra su voluntad, le hicieron hacer muchas cosas, bla bla bla… Pobrechito. Estos Caballeros nunca sabrán lo suertudos que son de que los no-muertos no pueden llorar, ya que estoy seguro de que más de uno se deshidrataría relatando sus trágicas historias una y otra vez a los pobres desgraciados de turno que hayan tenido la mala suerte de provocarlo: desde cómo añora el cálido tacto de la Luz, hasta cómo todos y cada uno de los seres vivos de la creación lo repudian (y mira que ha llovido desde la Lich, pero bueno…), pasando por cómo este o aquel amor lo abandonó, o como su familia pasa de su cul0, etc. Mi consejo es dejarles desahogarse a gusto, ya que cualquier intento por animarlos se ve truncado por el mejor y más poderoso argumento que nadie os va a soltar nunca en una conversación: “Y tú que sabrás”.
- El loco de la sangre:
Personalmente, estos son mis favoritos. No por sus historias curradas. No por sus aspectos amenazadores. No por sus nombres intimidantes. No, son mis favoritos porque, sinceramente, es súper divertido ver a estos sujetos comentar sin el menor intento por disimular las ganas que tienen de sacar su hojarruna y liarse a espadazos contra los huerfanos del Barrio de la Catedral, cubrir su armadura con la sangre de los inocentes, y desgarrar y destripar hasta que no quede una sola alma viva en la ciudad. Semejantes a los animales del Arca de Noé, a este tipo de Caballeros se les suele ver de dos en dos (porque dos son compañia, supongo), y es bastante normal verlos frecuentemente a la puerta de la Taberna del Cerdo Borracho, comentando entre ellos las miles de torturas y acciones macabras que jovialmente harían a los pobres ciudadanos que tan solo querían tomarse una tacita de té en paz. Creo que hablo en nombre de todos al decir que apreciamos mucho el esfuerzo que hacen al contenerse porque, sinceramente, no tengo ni la menor idea de qué pasaría si a uno de estos realmente se le fuera la olla, y nos tocara a todos tener que rolear las consecuencias.
- La rara:
Casi todos los que he visto de este estilo tienen, y no exagero, las siguientes características:
- Son elfas
- Tienen el pelo rosa
- Sus nombres suelen hacer alusión a enfermedades mentales o a flores
La peculiaridad que diferencia a esta clase de Caballeros del resto es que, si bien presentan elementos del resto de subclases, presentan una característica que ningún otro grupo presenta: son más raros que un pandaren verde. Desde soltarte que lo mejor que tiene la no-muerte es que ahora las axilas les huelen mejor, a rascarse ese rincón al que no llegaban antes con el fémur de su última víctima, estos Caballeros son (en el sentido más educado de la palabra) peculiares como poco. Recomiendo encarecidamente tener siempre al menos uno en vuestra hermandad, independientemente del tipo de rol que estéis haciendo, porque francamente son una risa (y es que todos sabemos de ese Caballero de esa hermandad que es no más raro porque no le dejan. Ya sabéis… “ese”. Se que no hace falta que lo nombre. Todos estáis pensando en al menos uno que conocéis).
- El colectivo:
Tranquilícense todos, no vamos a hablar de política (que podríamos, pero no lo haremos). Con “colectivo”, hablo de aquellos Caballeros de la Muerte que, por hazares del destino, se han topado con una hermandad que acepta a los Caballeros entre sus filas, llegando incluso a formarse hermandades monoclasicas (o monoclasicales…o monoclasicistas… bah, como demonios se diga). No suelen distar mucho de los demás tipos de Caballeros comprendidos en esta lista, pero hacen un gran servicio a la ciudad al contener las ansias asesinas de sus miembros gracias al, irónicamente, esfuerzo de sus propios miembros. Para que entendáis: imaginad un circul0 de Caballeros de la Muerte, todos mirando hacia fuera. Sus brazos están entrelazados, formando un anillo de no-muertos embutidos en armaduras. Ahora, imaginad a estos Caballeros intentando correr hacia delante, todos a la vez, proclamando que van a matar a todos los que se topen con ellos. ¿Tenéis la imagen en vuestra cabeza? Pues así es como básicamente funciona la cosa.
- El que, de hecho, no es un Caballero de la Muerte:
Personalmente, no entiendo qué lleva a la gente a hacerse un Caballero de la Muerte, y luego rolear que no lo son. ¿Es por lo de poder empezar en nivel 50? ¿Por la armadura? ¿La montura? Sea como sea, estos roleros llenan su ficha de correcciones sobre su aspecto, desde “en realidad no tiene los ojos brillantes” a “su voz no suena como si a Steven Hawkings le hubieran colado un distorsionador en al silla”. Luego, rolean que son…literalmente cualquier cosa.
- El bien conservado/el pútrido:
Para terminar esta lista, me he tomado la libertad de abreviar las últimas dos catergorias en una sola, dado que a fin de cuentas son las caras opuestas de la misma moneda. Nada en su actitud o estilo de rol los diferencia, más allá del contenido reflejado en sus fichas para su aspecto onrol. Mientras que uno parece recién asesinado (que supongo que en este contexto será algo bueno), el otro parece que lo enterraron sin meterlo en la caja, dejaron que los gusanos se cebaran a gusto con él, y luego al desenterrarlo le dieron sin querer un par de veces con la pala. Mientras que uno no huele a nada (o directamente huelen como si llevaran colgadas de las espalderas unos cuantos ambientadores para el coche), el otro huele como si un buitre se hubiera estado alimentando de carne podrida, se hubiera muerto, podrido, otro buitre se lo hubiera comido, y tras potar, la mezcla resultante se hubiera quedado al sol para que fermentara. Mientras que uno tiene la piel tersa como…algo que tenga la piel tersa (me niego a usar la comparativa del tambor), al otro se le cae a pedazos como un juego del Tetris ambulante.
Y hasta aquí mi segunda aportación a los diferentes tipos de rol por clase. Si os ha gustado, pegale un me gusta, y si no estás suscrito, pegate una suscribida, y no te olvides de activar la campana (o no lo hagas. Tampoco te puedo obligar. No soy más que una voz en off leyéndote estas chorradas en tu cabeza).
Como siempre, nada de los plasmado en mis posts tiene como objetivo burlarse de nadie, ni faltarle el respeto al rol de nadie. Si alguien se ha visto ofendido, pido disculpas, y miraré de editarlo para que nadie se quede con mal cuerpo.
Nos vemos en el próximo post. Chao!