Tribu Koda <Rol Tauren>

¡Buenas, comunidad!
Hoy quiero anunciar el inicio de un nuevo proyecto de rol tauren que estamos llevando a cabo.

Si has llegado hasta aquí debes saber que nuestra tribu, “Los Aliados”, es pequeña, compuesta de tauren de distintos lugares, algunos criados juntos ya desde cachorros.
También que somos nómadas desde nuestros inicios, hemos pasado mucho tiempo vagando por algunos territorios de nuestra raza y que además somos tribales y rebeldes. Lucharemos para poner fin a la actual Jefa de Guerra Sylvanas junto a los Capas Viejas.

Contacto ingame Vitani-Los errantes o Tachanka-Los errantes.

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Hijos del viento y las estrellas, caminantes de la senda nocturna.

Muchos solsticios han pasado desde que la Tribu Koda se unió, hace eones, en la búsqueda de una tierra prometida. Los primero Koda vivían de lo que la tierra y los cielos les proporcionaba, vagaban a través de la selva y cruzaban las áridas llanuras hasta nuevas lindes verdes en las que descansar. Luego la ruta junto al río, bajo la atenta mirada de una enorme formación rocosa con forma de águila, la caza y los cultivos que allí recogían les proporcionaban el alimento necesario para reemprender la marcha.

Y así, el ciclo, el equilibrio. La tribu crecía, la caza y los cultivos eran aún mayores, sus pezuñas cubrieron de norte a sur la senda y su peregrinaje anual en busca de una tierra prometida se convirtió en la marcha tradicional de los Koda.

La vida de la tribu comenzó a torcerse el día que el líder de los Abrecaminos, Crin Suave, regresó sobre su escudo. Valientes y Abrecaminos honraron al grandioso sacrificio, portando con él el hacha humeante y brillante de color esmeralda que había acabado con su vida, y que habría acabado con tantas de no haber sido por su sacrificio. La hoja fue entregada a su hija, quien a su vez la portaría en los años venideros para dar muerte al resto de aquellas criaturas demoníacas que, con total seguridad, seguirían apareciendo.

Con la llegada de los demonios, la tribu puso al frente al primero de los muchos jefes. Hasta entonces el líder espiritual había dirigido a la tribu, guiándoles en comunión con los espíritus del viento y los ríos. La hija de Crin Suave era demasiado joven para guiar a los Valientes a la batalla. La tribu necesitaba a alguien capaz de defenderlos.

Así es como surgió el primer gran Jefe, un Valiente de los tantos que habían sobrevivido gracias a Crin Suave, y su mejor amigo, Cuernotormenta.

Sin embargo los años pasaron y el gran cataclismo dividió a los Koda, los deshizo. Muchos vagaron entre las ruinas del nuevo mundo hasta que el hijo del primer jefe descubrió una imagen familiar. Hundida en la tierra, atravesada por las aguas bravías de un río violento y vengativo, el Águila de Piedra que durante tanto tiempo había guiado a la tribu hasta la caza y la prosperidad. Un gran guerrero elemental, Espíritu Calmado, interpretó aquella señal como un regalo del viento y los ríos, no debían temer cruzar las aguas tempestuosas; pues no habrían de sufrir daño alguno aquellos que permanecieran en comunión con ellas.

Ningún Tauren Koda se ahogó aquella noche. Todos cruzaron las aguas, que a sus pasos se volvieron calmadas y amigables. Al otro lado de la orilla descubrieron que una poderosa Tauren de cuernos inmensos y ojos brillantes les esperaba, avanzó despacio hacia ellos y su cuerpo se convirtió en un águila gigante. Todos creyeron que se trataba de un Dios Salvaje, pero descubrieron que era una poderosa archidruida. La mayor de los Coztronadora, quienes se unieron al grupo y guiaron a los Koda hasta la larga llanura donde les esperaba la más grande de las batallas que la tribu conocería hasta día de hoy.

El Jefe Rugido de Verano había sido bendecido por el Dios Salvaje, sin embargo, confiaba en que aquella sería la última de sus batallas. Todos los valientes que le acompañaban habían caído, pero antes de poder perder el último ápice de esperanza; vislumbró la figura de los Koda emerger desde lo alto de la colina. Alzó el martillo que le había arrancado de los brazos a un demonio brutal y cargó al encuentro de sus hermanos.

Cuenta la leyenda que la batalla duró todo un ciclo lunar, la luz de la noche comenzó a brillar con el paso del tiempo, y los demonios acabaron pereciendo ante la ferocidad y la valentía de todos los Tauren unidos contra un poderoso enemigo.

Cuernotormenta bañó su hoja en el corazón de un poderoso Señor del Foso, el fuego vil que desprendió arremetió a todos los valientes que le acompañaban, excepto a uno.

El Jefe Cuernotormenta saltó desde lo alto mientras las llamas se extendían, cubrió con su cuerpo a un joven guerrero, Crestanocturna, el último y más joven de su linaje.

Muchos murieron en aquella batalla, el Jefe Rugido de Verano no logró sobrevivir a todas sus heridas, pero confió la seguridad de sus hijos a la Jefa Cuernotormenta, la hija del difunto gran guerrero. El joven Crestanocturna juró que él y toda su descendencia protegerían por siempre a la tribu, al igual que su jefe le había protegido a él.

Sin embargo, la pérdida había terminado de mellar la entereza y el coraje de la tribu. Fue el druida Cuerno Lunar quien iluminó el camino durante la oscuridad, manteniendo unida a su familia. Solía hablar con la Jefa Cuernotormenta, tratando de aliviar su carga. La voz de los elementos y la inspiración del gran sacrificio de sus antepasados comenzó a avivar la llama del espíritu de la tribu.

Unidos, retomaron la senda. Esta vez el Águila de Piedra y los ríos no estaba allí para guiarles. La Tribu Koda vagó sin rumbo durante más de 10.000 años. Con el tiempo recobraron el ánimo, aceptando consigo a todo aquel que deambula perdido, a todo aquél sin rumbo. Descubrieron nuevas llanuras, largos ríos a los que seguir, bestias con las que compartir su carga y a muchas nuevas familias que se unieron animadamente bajo la guía de los descendientes de Cuernotormenta.

Con el paso de los años olvidaron su conexión con los elfos, los cuales comenzaron a suponerles una molestia. Los pequeños hombres azules no hacían más que delimitar fronteras y obligaban a los Tauren a respetarlas, muchas zonas de cultivo y de caza se perdieron tras los oscuros bosques que aquellos microbios de ojos luminiscentes protegían con sus arcos y sus gujas de guerra.

La Tribu Koda descendió, alejándose de aquellos malos vecinos. Encontraron nuevas rutas al sur, pero el peregrinaje de la Tribu se vio interrumpido nuevamente. Un grupo de criaturas de piel verde y ojos rojos interrumpieron su camino. Habían levantado enormes muros de piedra, grúas y maquinaria compleja que alteró los ánimos y las costumbres de la tribu. Una anciana Tauren que se hacía llamar Caminallanuras, escoltada por sus fornidos y grandes hijos, se acercó a los Koda explicándoles la naturaleza de los orcos. La lealtad y la amistad demostrada entre ambas razas inspiró a los caminantes nómadas, quienes aceptaron cambiar su peregrinaje, aceptando consigo la compañía y ayuda de la familia Caminallanuras.

De esta forma, y con el paso de las estaciones, los Koda se unieron a la Horda. Siguieron fielmente al jefe de guerra, y se opusieron a las tentativas de la Alianza. Expulsaron a los humanos de sus puestos de avanzada cuando se encontraban con ellos en sus viajes, jamás abandonaron la vida como nómadas, explorando los calurosos desiertos, las verdes llanuras y las profundas ciénagas más allá de Los Baldíos.

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Hola buenas, me encantaría unirme a la hermandad pero no tengo mucho tiempo para rolear, sería aceptado?

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Si te gusta el lore y rol tauren éste es tu momento de unión.
Nos encontramos en Mulgore junto a los Capas Viejas y la Rebelión.

Y sí, somos una tribu nómada, tribal y cómo no, rebelde.