Buenas, ya me he podido terminar este libro y tengo que decir de que, a pesar de que no daba mucho por ella, me ha terminado sorprendiendo gratamente. Igual ha sido por ir con expectativas bajas, pero la he disfrutado enormemente. No se me ha hecho pesada en ningún momento. Esta autora ha sabido llevar el ritmo de la historia, tratar correctamente a los personajes, darles a todos su justo protagonismo (y mira que es difícil en un libro tan coral) y crear situaciones entretenidas, además de darle (a mi modo de ver) carisma a unos personajes que en el juego no podían ser más planos y aburridos.
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Comencemos por Alexstrasza. Después de ver en el juego a una reina parada, excesivamente cauta poniendo como excusa que qué hermosa es la vida haciéndola realmente soporífera, me ha reconfortado nadie sabe cuánto leer tan bien sobre ella. Gracias, Courtney Alameda, por reconciliarme con el personaje de Alexstrasza. Has retratado a la reina de los dragones con su esencia original, manteniendo su aprecio por la vida y su dolor por su pérdida, pero haciendo a la vez una líder que hace lo que tiene que hacer por lo que ella cree (la paz y la vida mundial), que participa y se involucra, que lucha aunque le duela sin dudar cuando sus tierras se ven amenazadas. O sea, si en un libro se puede, ¿por qué demonios en el juego no?
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Sobre Vyranoth. No es que me desagradara en el juego, es que me daba igual. Ahora, después de leer su contexto me encanta el personaje. Ha tenido una evolución de amiga de Alexstrasza a Encarnación vengativa bastante correcta y cuidada. Ambas han sido coherentes con sus decisiones y con sus sentimientos. Vemos cómo el primer contacto que tiene Vyranoth con las encarnaciones es con Raszageth, con quien forja una amistad tras verse sola en un mundo cambiante, alejándose poco a poco de su antigua amiga hasta sentir dolor por sentirse traicionada por una promesa rota que afecta a su propia especie. Mis dieces también para ella. Y la batalla final en el hielo entre Vyranoth y Alexstrasza, una pasada.
Por eso, y voy a extenderme un poco más en este punto, me parece muy mal el destino final de Vyranoth en el juego, pero fatal. O sea, Vyranoth en el libro nunca confió en la magia del Orden y por eso, nunca quiso evolucionar de protodraco a dragona. A pesar de que seguía manteniendo su amistad con Alexstrasza incluso jugaba alegremente con crías de dragones evolucionados con magia de Orden, nunca quiso eso para ella misma.
En el juego. Vale, me parece bien que cambie de bando porque en realidad se quedó sola con Fyrakk y ella nunca quiso la destrucción del mundo, solo rechazaba a los titanes y su magia. Pero hay toda una cadena de misiones donde va liberando a todos los protodracos de varias partes del mundo y se la ve estando orgullosa de seguir siendo un protodraco. Hasta aquí todo bien. ¿Por qué, entonces, me la ponéis en la cinemática final recibiendo los poderes de Azeroth (una titán) y aceptando después ser un Aspecto de buena gana con todas sus letras? No me parece bien ni tampoco coherente. Además, ¿Aspecto de las Tormentas? ¿Qué es eso? No entendí ni papa de ese cuadro de diálogo donde te lo explica. Madre mía, no debería haber pasado eso. Es que siento tristeza de que le hayan hecho eso. Vaya, es que me recuerda a lo que Xera quiso hacer con Illidan. Simplemente no.
De verdad, en el libro estos dos personajes me han gustado bastante como para ver más de ellos, más Vyranoth por sentir que su historia aún no ha terminado. No sabemos si se implicará en la expansión tras su escena del epílogo con Iridikron, aunque yo creo que no, pero bueno. Por otra parte, siendo que no sería justo darle más protagonismo a Vyranoth y no a Alexstrasza (aunque no haya nada más que contar de ella), básicamente porque han desperdiciado toda una expansión dejándola quieta en Valdrakken. Aunque para lo que hagan igual de mal… No sé, ya veremos.
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Mención especial a Neltharion. Buahh. Qué decir. Buah. Alucinante cada palabra sobre él. Viéndole en sus inicios hacia Alamuerte. Es admirable ver con qué fortaleza resistió tantos y taaaaantos años los susurros de los dioses antiguos, incluso después de sucumbir a ellos en la escena calcada de Legados donde captura a Raszageth. Y sus muchas escenas con Alexstrasza; muy elegantes y gratas de leer. Es que esta autora ha acertado con todas las palabras.
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Con Iridikron hay una cosa que no entiendo y que encuentro como contradictorio dentro del lore. Ahora mismo, Iridikron se supone que está trabajando para el Vacío, pues consiguió el Corazón Oscuro y se lo dio a la Presagista para hacer sus cosas. En el libro los dioses antiguos animan a Neltharion a usar sus poderes del vacío para derrotar a Iridikron. Esto solo puede ser posible porque en un principio los dioses antiguos pretendían usar a Neltharion como su paladín en vez de a Iridikron y, tras la muerte de Alamuerte, se volvieron hacia el segundo. ¿Por qué durante todo el tiempo que vivió no le dijeron, vete a conseguir el artefacto y a buscar la daga de Xalatath para liberarla (en wc2 era listo, se las habría apañado para dársela a alguien que la liberara, Terenas que lo tenía comiendo de su mano). Ahh, que no puedo conseguir el Corazón Oscuro porque hay un velo en las Islas Dragón que hace que sea imposible de encontrar incluso para los dragones. Bueno, esto no lo explican ingame creo yo, pero yo creía que las Islas Dragón despertaban porque los Primalistas metieron la mano. ¿Y cómo sabían ellos, MORTALES todos, dónde estaban las islas y de la existencia de Raszageth?
En fin, que me ha gustado mucho el libro y lo recomiendo a todo el mundo. Más en inglés. Por cierto, en inglés, el sitio donde transcurre todo, que son las actuales Islas Dragón, se llama “Broodlands”, que viene a ser como Tierras de Criaderos. ¿Alguien que se la haya leído en español sabe cómo han traducido este término?