Bueno he hecho 30 partidas y estas son mis conclusiones iniciales tras jugarlas y también tras mantener una charla con amigos que están en todo el rango entre Bronce y Master:
El cambio está bien para la mayoría de los rangos, ya que al menos por poco que hagan los compañeros existe un equilibrio de oportunidades relativo en ambos equipos.
No es perfecto, todos lo sabemos, sobre todo lo vemos en los dps, que como te toquen dos inútiles, que es muy habitual, hay que jugar en torno a su inutilidad para ganar.
Yo ahora que me centro más en jugar de healer puedo ver de primera mano lo mala que es la gente jugando. No hablamos de sutilezas o fallos ton tos, hablamos de aberraciones absolutas a nivel de juego. Y pasa en un amplio margen de rangos.Y además esto con un 222 bloqueado se nota a kilómetros. Esto lo comentaré más ampliamente en algún otro post, porque es un tema que da para mucho.
La gente no se toma en serio las rankeds, ni de lejos. Ese es un tema pendiente que tiene Blizzard. Y es que para mí da igual que seas Bronce o Top500, si vas a rankeds a pasar el rato y no a ganar, estás troleando, sin más, obligas a tus compañeros a cargar contigo y además resolver la partida, pese a tí. No sumas, restas.
Pero sigamos con los cambios presentes. Carrilear con healers o tankes es más sencillo que antes, al menos es mi sensación, y tienes la oportunidad de tener aún mayor impacto en la partida. Eso es positivo ya que aumenta la calidad de la experiencia de juego en general.
En torno a la mencionada experiencia de juego, ha aumentado para mejor, en mi opinión, pese a la comunidad que como masa sigue igual de mediocre. Todos los que llevamos mucho en esto y en los juegos online sabemos que eso no va a cambiar nunca.
En líneas generales me parece a priori un cambio bastante bueno, y espero que trabajen en sus puntos débiles, que no nos engañemos, tiene unos cuantos.
Yo durante la beta me centraré en healers, y cuando me canse en dps, siempre que siga teniendo unos tiempos de cola decentes. He disfrutado con Ana y con Moira, más que nunca.
Espero que siga así.