El mío, cuando salió Cata, pasar de la maravillosa WotLK a ambientación de fuego(detesto los mapas y raids de fuego)y los dragones que me aburren muchísimo, hicieron que abandonase el juego hasta Legión (que por otra parte me vino bien estar despegado del ordenador y hacer mucha vida social)
Supongo que también la ruptura de mis dos hermandades familiares donde hice amigos de verdad también fue doloroso, ya que desde entonces nunca he vuelto a encontrar un lugar al que llamar familia wowera.
Y bueno… La mala suerte que tengo con las monturas.
Pues similar a ti, uno de los peores fue cuando a finales de Cata, principios de Pandaria, la hermandad familiar que teníamos en Errantes se disolvió (algunos dejaron el wow, otros migraron a otros servers). Ahí dejé el juego hasta Legión pero todavía no he encontrado otra hermandad que llene ese hueco… en DF coincidí con un pequeño grupo de buena gente con las que disfruté bastante del Mitiqueo pero por cuestiones personales también se fue cada uno por su lado al tiempo.
Otro mal momento fue llegar tarde a Pandaria Remix y no poder pillar las nuevas transmogs para mi monje
Mm… pues seguramente a mitad de la primera temporada de DF.
La expansión para mi ya iba fatal, por primera vez dejé un roster donde no me gustaba nada el comportamiento y con ello dejé de raidear mítico porque estaba harta (de la gente principalmente)
Supongo que fue el dejar el pensamiento de que debería estar haciendo contenido más alto, el desintoxicarme de la raid, m+ y todo eso… esa temporada y la siguiente fueron un mojón monumental y estuve a punto de dejar el juego… si no me hubiera puesto a sacar metalogros y empezado el maestro cultural… igual ya no estaba por aquí.
Pues supongo que hablas de ya sabemos donde Nhail.
Alli yo tambien en la Ali tenia dos grandes hermandades. Una mas de chill ( Los brothers in arms) y la de pegarle a Arthas en 25h que era Legión Férrea. Pero tambien se acabaron disolviendo.
Cuando me vine al ofi lo hice de la mano de dos amigos de allí. Y al principio iba mucho a mi bola explorando expansiones que me habia saltado.
Luego os fui conociendo por estos lares y encontré a esta loca familia.
En mi caso, mi peor momento fue cuando el Lore me desilusionó.
Para mi es de lo más importante y de lo mejor del juego y me encanta leerme TODO, buscar los libros (ahora tengo un addon para guardarlos y quiero hacer rutas buscando cosas así). Y a mediados de SL, cuando empezaron a intentar explicar todo malamente, cuando el tema de los problemas de las curias me parecía hasta agradable porque eran a fin de cuentas problemas suyos, terrenales, empecé a desinflarme del propio wow.
En DF me ahogué muchísimo, la verdad. Era una decepción tras otra, después de tanto tiempo esperando lo de los Aspecto… Buf…
Y luego, fuera del Lore, fue cuando en BFA me tuve que ir de una hermandad porque básicamente, había un grupo nuevo en esta guild. Los habían metido para hacer mítico, yo tanqueaba con otro compañero y éramos bastante buenos y nos compenetrábamos genial. Me aprendí los bosses, hacía guias con paint, me curraba el saberlo TODO y me converti en una segunda RL al final casi sin quererlo. Pues… Ese grupo nuevo, empezó a decirle al GM que yo no debería estar mandando porque las “tías nos alteramos enseguida y más con poder” además, como decían que “el oso no era el mejor para esa raid” (cuando no teníamos ni un problema de tanqueo, como digo) que era mejor apartarme, con esa excusa. Al final el GM les hizo caso y llegué a escuchar con “es que tienen razón” a un comentario de “Las tías mejor curando”. Peté en ese momento y dejé de raidear. Pero que no volví a intentarlo en ninguna otra guild, porque en esa llevaba tanto tiempo que me dolió de verdad perderlo todo.
Eso es muy tipico Kya.
Yo recuerdo un Halion 25h en el que la marca la llevaba yo para guiar a los caster y esquivar los rayos. Habia gente nueva en la raid porque de la horda se vinieron varios con sus Alis a aprender a hacerlo porque eramos la única guild que tiraba ese boss.
Algo me dijo mi RL por raid call y le contesté. Y salta uno…uy una mujer. A fregar.
Yo callada haciendo mi trabajo…y cuando cayó Halion linkeé el recount.
Primera en dps y guiando a los casters. El otro 18 en dps y murió en el boss.
Y le contesté…creo que a fregar mejor te vas tú.
Se empezaron a cachondear de él .
Pero si,de esas muchas. Al principio fue lo que peor llevaba en el Wow.
Ese tipo de machismos a estas alturas de la vida son cosas que no comprendo porque o bien lo dicen creyéndoselo realmente o lo dicen para parecer “guays” cuando en realidad quedan como paletos…
Pero si, ese tipo de momentos acaban molestando y mucho.
Pero no es a estas alturas de la vida, sino a aquellas alturas de la vida (hace muuuuuuuchos años de eso).
En relación al hilo: No sabría destacar ningún momento sobre otro, tal vez algún drama de guild que hubo en algún momento en la guild en la que estaba antes.
Eso mismo decía yo, que no me lo podía creer.
Y menos que gente que ya me conocía, con tal de ir con los “pros” les hicieran caso. (Luego no eran tanto pero bueno, qué sabré yo)
Es que es muy tipico en este juego que los tios se piquen porque una chica juegue mejor que ellos o simplemente por jugar. Yo fui oficial de clase en una guild y habia tambien 1 tio que me tenia mania solo por eso y estaba constantemente compitiendo conmigo y se que dijo lindezas que no llego a nada porque tanto el GM y los otros oficiales me conocian.
Que pena todo lo que leo la verdad. Mi mejor guild la RL era una chica y era una maravilla como jugaba y daba órdenes, todos calladitos. Gracias a ella de hecho me hice coleccionista allá por Legión, los echo de menos a todos.
Cuando bajo la calidad de asistencia en la empresa y fue perdiendo calidad.
En Legion en la segunda temporada me obligaron hacer rerol de heal, porque “supuestamente” un amigo de ellos iba a jugar de sacerdote me molesto he hice el cambio, entro una chica random y el GM estaba enchochado con esa tia, que era una borde conmigo y al final consiguió que me expulsaran porque no curaba, era obvio porque estaba con un heal recien subido y con apenas equipo, eso si, a ella se la llevaba de M+ y yo que me buscara la vida.
Absurdo, he tenido muchas GM y RL, y una maravilla, a mi que mande una mujer nunca he tenido problema, si tiene un cargo superior al mio es porque se lo ha ganado, nada mas.
Mi peor momento en el WoW quizás fuera cuando siendo GM tuve que intervenir en la discusión entre dos amigos y poco después acabamos disbandeando la hermandad.
Yo creo, que mi peor momento en el wow, fue cuando tuve que asumir, que si quería jugar con un elfo de Tolkien, lo tenía que hacer en la horda. Esa es una situación que a día de hoy, me sigue molestando. Tuvo una parte positiva, puesto que eso me hizo conocer las dos caras de la moneda. Pero, tiene unas connotaciones negativas, porque deriva en una polarización Horda vs Ali. Desde ese momento, para evitar conflictos “internos”, decidí ser solo elfo. Con lo cual, azotes por parte de ambas facciones…
No recuerdo demasiados momentos realmente malos jugando al juego, casi siempre lo he dejado por querer jugar otra cosa más que por saturación en sí y similares.
Sí que hay uno en concreto que me dejó muy mal sabor de boca. Yo solo había raideado en una guild en Ny’Alotha, en BfA. Nos tiramos semanas para poder hacer el contenido normal porque eramos una raid de malitos, pero me lo pasaba genial.
Esa guild se disolvió y con mis colegas entre a otra en Shadowlands, y la primera vez que fui con ellos a la raid y vi que se tiró todo a la primera… Meh. Me quedé con un sabor agridulce. No hubo risas, no hubo fails, no hubo emoción ninguna y los más veteranos de la guild se sentían muy cerrados a los nuevos.
Es una chorrada, porque era contenido normal, pero aun así lo que recuerdo fue esa comparativa con el pasado y pensar “j*der, esas semanas wipeando en Ny’Alotha ya no van a volver”.
Quizás mis “peores” momentos han sido la disolución de la hermandad donde empecé a raidear en serio en la LK y, más tarde, el tratamiento de traidor que recibí de otra hermandad cuando quise un descanso raidero a finales de WoD.
Desde entonces me niego a trabar amistad de verdad con nadie… aunque a veces es inevitable, ya que entre la gente siempre existen personas excepcionales.