Hay una cuestión, que siempre me ha generado curiosidad. En el universo de Azeroth, tenemos la posibilidad de elegir a un personaje, con el que recorrer el mundo, y disfrutar de la experiencia, desde una perspectiva que escapa de la realidad. Cuando me planteo esta cuestión, no lo hago desde una “efectividad” para un determinado contenido, ya que entiendo, que la jugabilidad influye.
Todos tenemos un personaje principal, en el que de manera indirecta, depositamos muchos de los conceptos, que asociamos a un mundo de fantasía.
Me gustaria saber, si no lo considerais invasivo, el porqué de esa elección. En mi caso es muy fácil, porque siendo un fanático de Tolkien, encontré en los elfos de sangre, el reflejo de aquello que adoro. Es cierto que me chirrió y lo sigue haciendo, el hecho de su alineación con la horda, puesto que resultaba incoherente, con mi concepción del mundo élfico en general.
La clase fue más fácil, de hecho, el primer personaje que me creé, fué un paladín humano. Quizás, el deseo de combatir las injusticias, definió claramente mi elección.
Además, durante años, se han ido implementando en el juego, muchas cosas que dan consistencia, al ideal de paladín, que “dibuja” mi mente. Imagino que cada uno tendrá sus motivos para la elección, y no me refiero a jugabilidad, o cosas superficiales.
Me gustaría, si os parece, que comentéis un poquito, el motivo de vuestra elección.
Gracias de antemano, si os apetece participar.
En mi caso porque…
No había otra asi que tuve que pasar por el aro. empecé a jugar al wow (que no al oficial) en el preparche de la burning al principio como un enano paladín pues me atraían de la mitología tolkiniense y porque podía probar las tres ramas (tanque, DPS, sanador).
Pero la facción me chirriaba y al pasar unos amigos y yo a la horda la única forma de seguir aprendiendo con un paladín era un elfo. Y asi se quedo desde entonces hasta ahora nuestros días.
Ahora ya le tengo cariño al pj y no lo cambiaria ni de raza ni de facción pues llevo cómo digo mucho lastre encima con él.
La verdad, lo de ser druida es porque siempre me han encantado los animales y tiré por ahí. El ser Kaldorei era porque Darnassus, su música y su paisaje me encantaron, además de que mi padre era main Kaldorei también, supongo que quise hacerme como a su “hija” incluso dentro del juego.
Cuando crecí un poco más y me regaló una suscripción, aparecieron los huargen y en ese momento estaba muy fuerte ese boom del hombre lobo, y como podían ser druidas, me hice eso, separándome un poco del concepto por el que me hice el Kaldorei. Pero al final, fíjate, volví a ser Kaldorei, después de tantos años y la verdad, estoy contenta. Y no puedo dejar de pensar que vuelvo al motivo por el cual empecé en el wow, y creo que eso ha hecho que me vuelva a enganchar.
Aunque en mis inicios fui tauren druida en tbc, fue en wotlk cuando me cree al primer Nhail antes de borrar la cuenta en cata para volverlo a hacer en legión en mi regreso.
Desde niño me gustó el tema de ser sigiloso, lo oscuro, hacer las cosas por mi mismo por mucho que cueste, el espionaje, la agilidad… O como en la vida real no ser el foco de atención, como siempre me dicen … Sabemos que estás ahí en segundo plano, y los segundos planos son más interesante.
Los que no hacemos ruido pero nos damos cuenta de todo lo que nos rodea aunque no lo pueda parecer. Era algo que me han dicho siempre pese a ser alguien muy social.
Juegos como el comandos donde ya elegía al espía como el carácter solitario de Squall en Final Fantasy 8 pasando por cualquier series,pelis o juegos con los personajes con esos rasgos o cualidades.
Respecto a la raza, fue más bien porque si quería jugar con mis amigos tenía que ser horda, pero con el tiempo le cogí mucho amor a los altos elfos hasta día de hoy, preferiría estar en la Alianza o ser neutral como dicta el rol de mi personaje que bebe mucho de mi yo real.
Larga vida al Rogue. De este barco nunca me he bajado ni lo haré. Tengo mucha de devoción por mi clase. 
Quería una elfa como la de la cinemática del WoW y cuando vi lo horrible que eran y siguen siendo las nelfas me fui a la horda a hacerme una belfa. Y la hice bruja por hacerla distinta de la primera que creé, que era caza. Me gustó la clase y así se quedó.
Esa escena… La melodía… Me encanta
No es esa cinemática, la de vanilla. La elfa que quería era la que se transformaba en gato
Por eso desde entonces estoy pidiendo druidas belfos
Este rogue fue mi primer personaje, y empezó en Tyrande como elfo de la noche, porque vine del Warcraft 3 y su fantasía junto con la de los undead eran las que más me gustaban. A la clase no le dí muchas vueltas, me gustaba el low-fantasy con poca magia y la cosa estaba entre este y el hunter (que todavía conservo bolsas de munición y perdigones xd), y acabé cogiéndole mucho apego con el tiempo.
Años más tarde, no recuerdo en qué momento, Tyrande se vació y actualizaron el modelo y las animaciones del kaldorei y no me gustó nada, así que me lo pasé a humano y a Dun Modr un poco a regañadientes xd.
No por nada, pero la música, el Bosque Canción Eterna, y en general los restos de la cultura élfica esparcidos por todo Azeroth…
Sitios con las ruinas de Kel’Theridil en Cuna…
Es muy fácil sentirse elfo, quizá por eso, me escapo al Bosque muchas veces. Poder jugar un elfo, es lo máximo.
Porque soy simple y directo, como buen guerrero
Aunque en mi corazon siempre sere un goblin tinker…algun dia
Creo que he contado mi historia muchas veces ya
Andaba yo por finales de 2007 buscando un juego para entretenerme, ya fuese de play2 o PC.
Paseando por una calle de Algeciras donde había un centromail un domingo vi en el escaparate dos figuras de esas de cartón piedra que semejaban un humano y un orco luchando entre sí.
A la mañana siguiente me acerqué a esa misma tienda en un descanso de la universidad y le pregunté al dependiente qué demonios era ese juego en el que salían esos del escaparte peleando, resultando ser world of warcraft.
Yo ya había jugado al w1 y 2 en casa de un amigo y ese recuerdo lo tenía grabado a fuego en mi cabeza por lo que compré el battlechest (que incluía vanilla y tbc, amén de otras cosas muy interesantes para la época) y cuando llegué a casa lo instalé y me creé lo primero que me salió en la pantalla, un humano guerrero.
Ese humano solo duró dos horas pues tras llegar a Villadorada y ver a una elfa en un sable de la noche lo borré y me creé un elfo cazador.
El resto es historia, me enamoré de los paisajes, la música, la historia y todo lo relacionado con los Kaldorei y ahora mismo tengo uno de cada clase o hasta repetidos.
Mi primer personaje fue un brujo humano llamado Daeros. En principio quería ser enano, mi raza de fantasía favorita de entre todo lo que te daba a elegir WoW, pero como se me antojo ser brujo porque tenían un “Zergling” de mascota (el manafago), al final termine siendo humano. Con el paso del tiempo no pude evitar fijarme en los chamanes, que por aquel entonces solo podían ser Draeneis, y como la hembra quedaba mejor que el macho, surgió este personaje. Más adelante indague en el Lore de los Draenei y terminaron siendo otra de mis razas favoritas, por lo que no me he planteado un cambio de raza ni a estas alturas lo haré.
Mi primer pj fue un tauren, simplemente porque “estaba to wapo” y me gustaba mucho el minotauro. Luego vi a alguien por Baldíos correteando en forma de lobo fantasmal y solo por eso quise hacerme un chamán. Vi a los trols to punkis con sus crestas, a parte de su rollete de vudú caribeño y me enamoré. Y ese fue el joven Steinn, cuya apariencia he ido envejeciendo con los años, ya que luego pasó a llevar coleta y ahora ya es un venerable anciano, calvo, medio ciego y de largos colmillos y trenzas.
A día de hoy me creo pjs simplemente pensando en historias roleras que nunca llevo a cabo y en las transfis que le pondría, o sea como jugar a las muñecas (?)
En mi caso voy mas con el rol que con la clase. Me gusta ser healer/support. Me pasa en todo tipo de juegos, si puedo healear lo hago. Por lo que ha probado las diferentes clases que pueden curar y la que mas me gusta es el chaman(amor por esta clase, las misiones de classic del chaman hacen que lo quieras), tanto en sus malas epocas como en sus buenas, seguidas por el priest. No es que no me gusta ser dps, me gusta pero con lo que no puedo es con el tanke. Eso si, hasta ahora solo hay una clase que se me atraganta en el wow, el DK… no puedo, me aparece feisima (es opion personal)
En referente a la raza, me gusta en general todas, bueno el humano me aparece aburrido para un mundo de fantasia pero aun asi tengo mi humana. Solo me molestan algunos detalles de algunas razas, como la forma de moverse o sus voces o sus bailes.
Aqui me relacionais con los belfos, pero en realidad mis mains han sido trolls y orcos durante mucho tiempo. Mi primer personaje fue horda y aunque tarde unos años, finalmente empece a hacerme pj de la alianza para poder ver tambien esa parte de la historia.
Del primer primer personaje no me acuerdo, pero en el servidor oficial fue un druida trol. Simplemente me gusta lo de cambiar de forma y la de trol era mi favorita.
Ahora, mi raza predilecta es, y será siempre los belfos, ya no sólo por cuestión de los varones de esa raza me me parezcan los más estéticos y atractivos, si no porque, en general con la raza, me gusta ese rollo independiente y de “me arrimo al árbol que mejor me cobija” xD En sus tierras me siento como en casa. Además tras años en el foro y de desarrollar este pj aquí y en las pocas intervenciones que hice en la historia, le acabé cogiendo cariño.
Clases me dan un poco igual, aunque creo que de momento puedo decir que la que menos me gusta es chamán y las que más monje, dk o mago.
Selama ashal’anore
Buenas
Este PJ en concreto tiene su razón de ser en un Caballero de Solamnia que interpreté en una partida de rol de D&D en el escenario de campaña de DragonLance. Es Paladín porque se parecía más a la construcción original (Gue3, Clr1, Cco3, Ces1).
Los demás PJs que tengo son versiones de estereotipos warhammeros (Matatrols Enano, Forestal Elfo Silvano, Hechicera Elfa Oscura, etc.) o PJs de rol que me he traído aquí.
Un saludo
En mi caso siempre mi primera elección en los juegos es el personaje mas grande (de raza) que pueda ser paladín/cruzado/guerrero sagrado (como quiera llamarse) sea el juego que sea.
Cuando entre a jugar al WoW era la Lich y en ese punto lo mas grande y que pudiese ser un vengador sagrado eran los Draenei.
Si hubiesen existido los vacadines en esa época, no seria “Nei, el Draenei”, seria “Ren, el Tauren” (nombre de mi propiedad tamb).
Si que juge y mucho al W3, pero nunca pense que los Draenei del WoW y los Draenianos del W3 (posteriormente conocidos como tabidos) eran de la misma raza.
Para mi los Draeneis eran algo “nuevo” y si bien los Tauren de W3 me encantaron con eso de ser gigantescos y tal al no tener una clase de Luces, pues me quede con los tecnopitufos con esteroides.
Y porque cojo lo mas grande y luminoso? básicamente porque es mi antitesis del mundo real. Soy bajito, canijo y mas débil que un flan, nunca podría ser un faro de luz, esperanza y JUSTICIA.
Así que en el mundo irreal decido ser lo que no puedo ser en el mundo real.
Puro Freud vamos.
Porque me era imposible sumergirse en el juego si mi personaje no era humano, lo intenté porque mis amigos usaban otras razas incluso otra facción y obviamente con los años lo he jugado todo pero no…
A día de hoy me resulta imposible, no soy yo el que juega al WoW es Zaker el que me juega a mí 
Por afinidad.
Lo cierto es que todos lo hacemos por afinidad, a fin de cuentas.
Ufff releyendo mi historia….
2007 y estamos en 2025….
Muchos veranos ya