El despertar de N'Zoth y el contraataque de Azeroth

Familia…aquel término tan ajeno a él,habia ganado su batalla interna…
El día de los esponsales de su hermano gemelo,pudo tomar contacto con los suyos. Había “disfrutado”,por mucho que quisiera mantener su naturaleza solitaria.
Para los cánones elfos,la suya era considerada una rareza. Cuatro hermanos vivos,hacían de ella una excepción.
Recordó emocionado como se presento a su gemelo, y cómo,ese mismo día,había conocido a su medio hermano humano,y al pequeño de los elfos,Nhail…
Su hermana mayor,Dawn,le recordaba la dulzura de su madre. Al ser la cabeza de familia,tenía muy presente las necesidades de la misma,siempre dispuesta a facilitar la cohesión de la misma.
Recordaba la conversación mantenida con ella,días después de la boda. Habían tenido una reunión ella y los gemelos,acerca del pequeño Nhail…
-Ahora contigo estabilizado, y a salvo, dijo dirigiéndose a Argent,estoy mucho más tranquila. Sin embargo me preocupa el pequeño…
¿Visteis su armadura? Estaba impregnada por la pátina del vacío.
No quiero ni pensar,los sufrimientos y sangre que tuvo que derramar para conseguirla. Parece controlarla bien,sin embargo,estoy segura de que escucha susurros,como yo y lucha contra ellos.
Este periodo que nos toca vivir,con el alzamiento de N’zot,hace que me sienta preocupada por el…
-¿Entonces,que propones? Preguntó Argent…
-Verás,dijo Dawn;Shadow fue tu “desconocido protector” durante un tiempo, y aunque estoy segura de que Nhail no lo necesita,y no estaria de acuerdo con ello,me gustaría pedirte Shadow,que hicieses lo mismo por el…
El alzado asintió con la cabeza,mostrando su aprobación.
¿Querrás hacerlo,gemelo? Preguntó Argent,no se trata de obligarte sino quieres. Lo haria yo mismo,pero mi esposa y los niños,necesitan un padre que esté presente…
Una sonrisa apareció en la pálida tez de Shadow. Nunca había valorado,lo que significa ser parte de una familia,y desde hace un tiempo,se ha convertido en mi prioridad. No se hacer muchas cosas,salvo luchar,y si he de luchar por un motivo…¿que mejor motivo que la familia?
Iré gustoso dijo,guardaré las distancias de manera prudente, como hice contigo. Y si alguna vez el pequeño,necesita mi acero,allí estaré yo para ayudarlo…
-Lás últimas noticias,cuentan del alzamiento en Uldúm,de parte del imperio negro,dijo Dawn.
Y no me cabe duda,de que si la cruzada de Nhail,es contra todo lo relacionado con los dioses antiguos, estará por alli…
Ve hermano, y cuida a nuestro pequeño.
Y con una sonrisa,Shadow partió hacia Uldum

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El kultiriano y el enano se encontraban a medio camino entre el pie de la montaña y la base, ya podian divisar un edificio negro con partes rojas en el horizonte, a lo que el picaro detuvo al enano
-Para, ahora empieza lo dificil, debemos observar si hay algun tipo de trampa instalado, suelen meter alarmas goblin en los margenes de los caminos, observa si hay monticulos de nieve raros, que sobresalgan, y avisame.
El enano no paraba de observar las nevadas montañas, como si hubiera algo que lo inquietase
-¿Que?, ah vale claro, lo tendre en cuenta.
-Oye, no estamos subiendo la montaña para ver las vistas, estamos entrando en territorio enemigo, centrate, ¿de acuerdo?.
-Claro, pero hay algo que no me gusta nada de este sitio, en absoluto, y no hablo de la Horda precisamente, estamos en peligro real, mira la nieve de esos taludes.
-¿Algún enemigo?, solo veo nieve.
-Precisamente, solo ves nieve, ese es el problema, mira la textura y espesor de esta.
En ese momento el picaro supo que queria decir el enano
-¿Cual es la probabilidad de que haya una avalancha?, tu tienes mas experiencia que yo.
-La cuestión no es cual, es ¿Por que no ha caido ya?, es mucha nieve inestable, demasiada, lo raro es que no haya sucedido ya, y además, mira sobre el horizonte, sobre el edificio ese, si hay una toda la base quedaria enterrada…¿cuanto tiempo tiene esta base?.
-Según mis informes esta base lleva desde mediados de la Ofensiva del Norte, mas o menos…10 años.
-!10 años!, esto puede colapsar en cualquier momento, tenemos que hacer ya lo que haya que hacer, y luego irnos de inmediato, si esa nieve cae estamos muertos, ¿en que pensaba la Horda cuando construyeron esta base?, se que no son muy inteligentes, pero esto ya es absurdo, que esperar de unos orcos del desierto. Refunfuño el enano
-Bueno, no es mala idea por si las cosas salen mal, sabe querido enano, sigamos adelante.
-Quitate esa idea de la cabeza, ni se te ocurra, no has visto una avalancha en tu vida, yo si, y creeme, no quieres estar delante de ella.
-No te preocupes, es solo el plan “A”.
-Diras…estos humanos tienen un sentido del humor pesimo.
Y con ese pesimo chiste los 2 continuaron caminando en silencio hacia la base

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Seguía sin noticias de Félix desde su arresto, cualquier información solicitada era devuelta con un silencio o más preguntas que ni debía ni quería responder. Desde el encarcelamiento las cosas habían cambiado un poco, restituciones, desapariciones, nuevos “reclutas voluntarios” que investigaban la base, informes periódicos, perdida de recursos…

  • Si seguimos así no podremos ni comer en este paraje inhóspito. Quien te mandaría meterte en este embrollo elfo de las *****.

Siguió despotricando un rato mas para desahogarse que por interés, no podía culpar al ex comandante sabia perfectamente (y había investigado la cantidad de cartas, avisos y misivas sobre el asunto) que no habían movido ni un dedo en todo este tiempo, ara terminar como termino.

  • Necesito salir de aquí.

Salio de la sala con su abrigo y empezó a pasear por la base. Cruzo la plaza central donde unos orcos le siguieron con la mirada, los nuevos reclutas, siguió con la herrería que estaba apagada sin nadie trabajando en ella, mandaron al herrero a la campaña de kultiras hace poco. Anduvo sin rumbo durante un tiempo que ni el mismo supo, hasta que llego a las murallas donde contemplo la nieve acumulada en la ladera tendría que jugar a su juego favorito si no querían morir sepultados.

  • Bueno, supongo que algo de diversión tendremos. - Se giro a una tauren cercana y le indico que avisase de próximos desprendimientos y a los chamanes- Ahora solo necesito un poco de dinamita, me encanta esto.

Cuando todo estuvo listo se preparo en la muralla exterior con los cartuchos y una especia de lanzador portátil, claramente de invención goblin como no podía ser de otra forma. Los chamanes ya derretían lentamente la nieve que podía ser potencialmente peligrosa a la base, redirigiendola a las entradas.

  • Bueno, ¡¡¡¡¡¡hora del espectáculo!!! - Cargo la primera dinamita y apunto a la ladera este de la muralla pero algo llamo su atención, un ruido metálico- Un momento…

Se fijo en el camino, algo había odio y le sobresalto. Pero no parecía haber nada cerca aunque puede que no quisiese ser visto. Bajo la muralla rápidamente, se dirigió al camino y se puso en sigilo.

Parecía un error suyo no había marcas ni tropas cerca, tampoco parecía que se derrumbase alguna parte de la muralla ni el viento trajese el ruido de lejos. Justo cuando se marchaba volvió a escuchar el tintineo pero mucho mas cerca, junto a unos susurros definitivamente no estaba loco. Se alejo un poco mas y encontró lo que buscaba, huellas más que evidente de un enano presumiblemente que se dirigían a la entrada principal.

Las siguió hasta que estas no continuaron, por la forma parecía estar de pie contemplando el paisaje y hablar ¿solo? lo dudaba pero nada parecía indicar lo contrario.

Se acerco lentamente a la posición del enano y justo detrás de el dio una patada a la zona. Toco carne y el enano apareció desplomado en la nieve, automáticamente salio de sigilo y puso la daga al cuello.

  • Bueno, parece que hemos encontrado un visitante o turista inesperado. ¿viendo el paisaje de Rasganorte a escondidillas enanin? Por lo menos podrías quitarte algo de la chatarra que llevas encima se te escucha a media legua…

Apunto en su cuello la daga y dio indicaciones a los vigilantes para que estuviesen atentos, no podía estar solo por aquí.

  • Dime, que quieres o que vienes a hacer. Te prometo un final pacifico si la escusa que te inventes me parece original, aunque no es fácil impresionarme. Y deprisa, tengo una nieve que volar por los aires.
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Tras un tiempo indeterminado…


Un olor dulzón, comenzó a activar la cansada mente de la gnoma. Dolorida y confusa, diferentes pensamientos pasaban fugaces ante ella, mientras a camara lenta, comenzó a recuperar la consciencia.

Morda, versada en el fino arte de escapar de las afiladas garras de la muerte y con experiencia sobrada en cautiverios… Como si lo fuera practicado durante media vida, volvió en si misma sin realizar ningun tipo de movimiento corporal o sonido, con la fina intencionalidad de aparentar continuar noqueada. A ojos de sus posibles enemigos. Toda precaución es poca.

Noto el frio roce de unos grilletes en sus muñecas… Un olor dulzón a algo apetitoso… mezclado con otros olores, polvo arcano, biblioteca, humedad… y por supuesto, algunos ruidos de alguien, que parecía estar a lo suyo, no muy lejos de ella.

Con un rápido pestañeo, la gnoma hechó una ojeada rápida, temerosa de la situación…

Estaba en una celda, sobre un camastro de dura madera y bien sujeta por cadenas y grilletes de procedencia mágica. Un tipo, sentado tras las rejas de su celda, leía distraidamente mientras montaba guardia. Vestía los ropajes típicos del kirin-tor. hasta podía escuchar los pajarillos típicos de Dalaran de fondo.

– Cachis!! ese librero habló de mas!! – Pensó con cara de “nada” en el rostro.

Se movió un poco y no sintió en su brazo su pulsera de comunicación global… Lastima. rápidamente, comenzó a pensar cuales eran sus posibilidades.

(Continuará…)

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Cuando se dio cuenta el enano noto un golpe que to tiraba de cara hacia la nieve, y algo afilado en su nuca
-No puede ser, me ha pillado penso el enano, la voz evidentemente era la de un goblin, otra vez uno de esos bichos verdes le hacía la vida imposible
-Yo de vosotros no haría eso, si haces volar la nieve toda la nieve acumulada en la ladera acabará con esta base, no es que me importe, pero estoy aquí también, así que no toquéis la nieve, se de lo que hablo.
¿Por que estoy aquí?, no es asunto de la Horda, lo siento.
Observo al kultiriano a las espaldas del goblin, con sus dagas ya desenfundadas, evidentemente el pequeño no se dio cuenta de la presencia del segundo invitado
-No querrás matarme, ¿Acaso quieres otra guerra contra la Alianza?, créeme, las montañas escuchan.
un movimiento involuntario hizo que la cartera se saliese del bolsillo del enano, quedando esta expuesta sobre la blanca nieve

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  • Creo que no me explique bien. -saco el aparato lanza dinamita y apuntó a la ladera- Vivimos aqui, ¿de verdad piensas que no tenemos medidas para las avalanchas?

Señalo la muralla y a sus compañeros vigilantes.

  • Tu decides, o nos vamos todos a conocer el otro lado o seguía mis instrucciones. Y tu amigo…

Vio la cartera y su interior, un emblema sobresalía de ella uno que no debía disponer un enano cualquiera.

Agarro el emblema con la BS inscritas y agarro al enano por el cuello directamente.

  • ¡De donde has sacado esto! ¡Responde maldito enano a quien se lo has quitado, como lo has obtenido!

Se giro un poco al kultirano antes de que moviese.

  • Creeme, el menor de mis problemas ahora es otra guerra. Muevete o di una sola palabra y mato a tu amigito.
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Belter se dirigio al bazar de la ciudad perdida directamente, no estaba tan lleno como la ultima vez que lo visito, aunque ese detalle no lo recordaba. Fue paseando de tienda en tienda, observando el genero, disimulando mientras intentaba identificar el extraño glifo en algun cartel sin mucha suerte.

El ambiente seco y la alta temperatura del Uldum le molestaba, empezaba a sentirse pegajosa por el sudor y que la toga se le pegaba, decidio recogerse el pelo y beber algo de una fuente cercana. El murmullo del agua le hizo tener un flasback, se llevo la mano a la cabeza por el dolor y le sangro la nariz, ultimamente le pasaba mas a menudo.

Se repuso y se limpio la sangre con la manga de su toga, algo que nunca antes habria hecho. Saco un pequeño cuadernito y comenzo a describir en el papel las imagenes fugaces y difusas que habia visto, lo que ella creia que eran parte de sus recuerdos perdidos. Cualquiera diria al verla que habia tomado ese habito de Mordacae y asi era, aunque ya no recordaba que ella se lo habia recomendado.

La hemorragia de sangre no paraba, unas cuantas gotas cayeron en las paginas. Belter desesperada busco en sus bolsillos algo para llevarse a su nariz, saco el glifo sin darse cuenta y lo uso. El frio tacto de la piedra del glifo le alivio, al apartalo un poco lo vio… el contacto con su sangre habia revalado algo escrito en el idioma de los enanos, aunque solo por una instante, porque la piedra absorvio la sangre y desaparecio.

Penso que habia estado dando vueltas inutilmente, si habia alguien que supiera sobre piedras y glifos seria un arqueologo o un inscriptor, en cualquier capital habia maestros en la materia. Le gusto la idea de irse de ese lugar rodeado de desierto, pero antes debia mandar otro mensaje. Saco papiro, escribio rapido y se acerco a un buzon.

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Notaba como, a pesar del reducido tamaño del goblin, la presión del objeto afilado aumentaba y algo de sangre brotaba del corte y la de su otra mano le comenzaba a hacer difícil respirar, tras saber que no estaba solo supo que el picaro no podría intervenir si algo pasaba, por lo que no tenía más remedio que contarle la verdad a ese goblin, posiblemente conocía al elfo
-Vale, te contaré la verdad, pero Quítame esa daga de mi cuello, y esa mano, no puedo respirar con la presión.
Noto como bajaba la presión sobre su cuello
-Vale, no quería que terceros supiesen lo sucedido, pero por lo que veo no me dejas opción, pero antes, ¿de que lo conocías?, prefiero llevarme a la tumba la verdad si eso significa que ciertas personas puedan estar en peligro,y por otra, ¿trabajas para los servicios secretos de la Horda no?, ya está en una difícil situación el Comandante de esta base, no quisiera empeorarlo aun más, no tienes más remedio que decir quien eres y tu relación con el comandante de esta base, si me matas, por que el si es experto en este mundillo, tardarás días o semanas en saberlo, así que habla.
El kultiriano permaneció quieto y en silencio, sabía que en esa situación lo mejor era mantener la calma por el momento

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  • Definitivamente ese idiota te ha dado el emblema, por si no tuviésemos bastantes problemas ya…

Alejo la daga del cuello pero seguia agarrando al enano controlando la situación.

  • Cuentamelo todo, ayude a Félix con el tema de los demonios. Ahora digamos que dirijo el cotarro pero parece mas una prisión.

Historia del enano

Escucho atentamente sus palabras y la historia del emblema. Definitivamente su comandaré era un imb.cil, tenia buenas intenciones pero no podía empeorarlo mas. Esto no debían enterarse los “espectadores” que habían enviado la capital.

  • Vamos a hacer esto, tu kultirano ya estas desapareciendo de mi vista. Si nos sigues al menos que sea por otro camino, NO PUEDEN SABER que estas aqui.

Dijo esto último mirándolo fijamente a los ojos. Bastante arriesgado va a ser su plan para introducir al enano.

  • Tu te vienes conmigo pero no digas una palabra y espero que sepas actuar. - Se río entre dientes imaginando al enano en un teatrillo- Debe ser creíble, ahora ya no somos todos de fiar. No te haré mucho daño, lo justo para que esta pantomima sea efectiva y se piensen que eres un prisionero. En el edificio principal podremos hablar tranquilamente.

Miro la muralla, ya estaba llena de curiosos y soldados preparados para saltar. La nieve caía por los laterales y el viento aullaba por las esquinas.

  • Cuando estés listo partimos, no la cagueis…o estamos muertos todos. Y no tengo tanto oro como para morir aqui.
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Al escuchar que ayudo con los demonios y luego la palabra “prisión”, supo que ese goblin seria alguien como Rommul, recordó que en algun momento dijo algo de que 2 de los suyos le acompañaba, el goblin debia ser ese segundo
-Vale, te lo contare todo, pero que nadie sepa de nuestra relación con los demás implicados, ya han tenido demasiado.
Le contó lo pasado desde que llegó a aquella casa de Cuna de Invierno hasta lo sucedido con el brujo y la muerte de Rummol, que seguramente reposaría en esas montañas, y finalmente el arresto y la poca información de su paradero actual


Historia y Plan de Ruks


-Estoy listo, aunque eso de “no te hare mucho daño” no me gusta como suena, pero no es como si tuviese otra opción, vamos.
-Yo ire por fuera, solo intervendré si las cosas se tuercen demasiado, confio en que ustedes se las apañaran, recuerden, yo no existo y por supuesto jamas he estado aqui. Dijo el kultiriano mientras observaba rutas alternativas lejos de miradas indiscretas ,confio en que no la liaran, suerte. Se desvaneció en las sombras en un instante y dejó de verse
-Siempre se me dará mejor que mi intento de infiltración, vamonos.
Los 2 individuos entraron en la base tras esas palabras

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Las dunas se veían oscuras y tenebrosas, los buitres armonizaban el lugar, daban una sensación terrorífica al ahora oscuro desierto.

Los colores de las dunas teñidas por la sangre de valientes guerreros, daban la sensación del fin del mundo.

Toda oscuridad se calmó repentinamente, se hizo el silencio y la calma se apoderó del valle, un soplo de aire de tormenta balanceó las malas hierbas de los campos de Akhenet, meciéndolas de un lado para otro recogiendo a todo animal volador en sus entrañas, fue un viento con síntomas de mal presagio y malos augurios.

Apareció en lo alto de la loma un enorme esbirro, el alto ejecutor Yothrim junto a todo su séquito encabezabo por el mismo.

Con un gesto, las abominaciones fueron tomando posesiones en primera línea y se fueron situando en todos los flancos.
Dos de sus séquitos sujetaban unos estandartes de colores negros y unas runas muy llamativas grabadas en el, los gritos de sangre sangre, afondaron las gargantas de los temibles e imponentes tol’vir ahora corruptos por N’Zoth.

A continuación un silencio total …

Una gran polvareda gris y negra reapareció en lo más profundo del valle haciendo acto de presencia un reducido ejercito del Acuerdo de Uldum , el cual tomaba posesión al lado opuesto del centro al campo de batalla.

Los comandantes daban ordenes a diestro y siniestro a sus soldados, los cuales prestaban sus armaduras al frente golpeándolas con sus largas lanzas en los escudos.

Tanto sus estandartes como sus cuerpos desprendían un aura dorada, preparados y listos para defender sus tierras, los desiertos titánicos.

Por espacio de varios minutos el silencio se pudo cortar con el filo de una espada, seguidamente volvió el estruendo total, un cúmulo constante de vaivenes de insultos por parte de ambos bandos culminaron el punto mas alto del comienzo de lo que se podía llamar la gran masacre.

El odio lo lleno todo , acrecentó mas la contienda y el terreno que momentos antes era la paz verdadera de la naturaleza, comenzó a temblar por el trote del poderoso ejercito del vacío y todas las inmundas bestias que los precedían.

Se acortaron las distancias velozmente y se produjo el brutal choque de ambos ejércitos tol’vir, como si se tratara de dos olas gigantes enfrentadas en sentidos opuestos de sus trayectorias.

Fueron apareciendo los primeros cadáveres horriblemente mutilados y desmembrados por el feroz encuentro, los heridos y moribundos fueron masacrados sin piedad, llamados los “siervos de N’Zoth” , bestias sin escrúpulos que remataban, desmembraban y engullían a todos los caídos.

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El lider avanzó algunos metros más hacia el fragor de la batalla, un grito de ayuda de uno de los soldados le atrajo la atención, un guerrero caído lo degolló sin piedad despojándolo de sus pertenencias.
Al fondo algunos Chamanes, casi perdidos se debatían en la batalla resistiendo el empuje del enemigo, pereciendo ante tal embestida del número masivo de enemigos.

Las bestias lo aplastaban todo, hombres animales y tiendas, con el terror a flor de piel.
Desbordados y rodeados sacaron sus espadas sabiendo de su inminente fin y disponiéndose a morir.

Una voz fuerte y poderosa sonó desde arriba. ¡MUERTE!

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Nhail, lo presenció todo desde lo alto de una de las montañas cercanas entre las sombras, entrar en acción era sencillamente un suicidio y debía de informar a sus superiores antes de seguir su camino.
Sacó un pequeño papel y anotó “N’Zoth y Ny’alotha” y varias coordenadas en el, alzó la vista y como siempre allí estaba Saeta cuidando de el, el halcón de fuego de su difunto mejor amigo cazador.
Le dio el pequeño papel mientras lo acarició durante algunos segundos y le susurró algunas palabras en Thalassiano.

  • Ronae … Ronae …le dijo mientras le acariciabaLleva esto a mi superior e informales de que el portal a Ny’Alotha está cerca.

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Thantos se ha unido a nuestras filas, copiado del discord.


El cruel sol de Uldum se reflejaba en el filo de su sangrienta guadaña, que reclamaba más almas con una calma silenciosa. Su maestro la empuñó con las dos manos y su filo giró con un ruido metálico sobre un eje que había sido la cabeza de un bastón, convirtiéndose en una letal lanza.

El enorme aquir se lanzó hacia él, reptando sobre las sedientas dunas mientras las regaba con la densa baba de sus tentáculos. Él se quedó quieto. Ni siquiera se puso en guardia. Contra escoria como esa no merecía la pena.

La bestia se lanzó contra él propulsándose con sus fuertes patas quitinosas, embistiendo con suficiente fuerza como para hundir una casa como una bola de demolición. Con un movimiento rápido, la cruel lanza se interpuso en su camino, y su fina y curva hoja invadió primero su cabeza, y luego el resto de su cuerpo.

Aiden dio un tirón hacia arriba, desenterrando su arma maldita del cuerpo de la todavía viva criatura, convirtiendo su duro lomo en un geiser de sangre y vísceras inidentificables. La presencia que habitaba en Silencio asintió sin emociones. No estaba seguro de si era el alma del exánime que había derrotado en aquellos túneles nerubianos o una entidad nacida de la propia forja, pero tampoco le importaba demasiado.

Solo quedaba un enemigo por abatir en aquel campo de cadáveres que había sembrado sobre las arenas. El destructor obsidiana ante él era una enorme mole de piedra sedienta de mana, tan terrible como poderosa. Sus alas de piedra oscurecían el cielo, y sus afiladas garras podrían cortar acero como un cuchillo mantequilla.

Pero para Aiden era poco más que un guijarro glorificado. Había cambiado desde que forjó la guadaña, y desde ese momento no había parado quieto en ningún sitio. Había estado días enteros luchando sin parar ni un segundo, masacrando incontables esbirros del Dios de las Profundidades. Y, cuanto más mataba, más se fortalecían él y Silencio. No por drenar almas, sino por el evento de la muerte en sí.

Hasta su físico reflejaba ese cambio. Seguía teniendo el cuerpo atlético y musculoso de un paladín joven y entrenado, pero estaba algo más delgado y sus músculos habían perdido definición. El brillo de sus ojos había pasado de un intenso azul a un tono más pálido, y el pelo blanco que manaba de las profundidades de su capucha se había vuelto más largo y grisáceo, por imposible que fuera.

Su armadura de huesos y acero ahora contaba con piezas de tela oscurecida que la ocultaban en parte, dándole más aspecto de viajero y vagamundo que de guerrero maldito. Los restos harapientos de su capa ahora colgaban de su cintura, dando forma a una especie de faldón abierto por delante.

Estatua y maldito se miraron fijamente durante un par de segundos, en silencio. Luego rugieron y se lanzaron el uno contra el otro. La guadaña recobró su posición original y desvió un proyectil de magia casi con desdén. Aiden saltó con su arma en ristre y lanzó un brutal tajo que lanzó a la estatua contra el suelo. El destructor se puso en pie de nuevo, intentando rugir sin tener mandíbula, y volvió a atacar.

Un chorro de magia negra recorrió el aire con un zumbido. Silencio se interpuso, y la sombra se evaporaba en contacto con su metal como la lluvia sobre una fragua.

Aiden extendió una mano, y del suelo manaron tres cadenas de hielo gris rematadas en arpones crueles que perforaron en lomo, el costado y el cuello del destructor. La bestia lanzó un quejido cuando las cadenas le arrastraron contra el duro suelo.

Se levantó como pudo y lanzó un chorro de mana corrupto por su boca, como el aliento de un dragón. Aiden alzó la guadaña y la arrojó contra él. Silencio, convertida en una radial, atravesó el ataque como si fuera humo.

El destructor consiguió agarrar la guadaña por el filo y detener su ataque, pero esta seguía empujando mientras le destrozaba las manos. Aiden corrió hacia ambos con las manos desnudas, y el destructor aleteó con sus alas para formar un muro de tinieblas.

El escudo antimagia brilló en las manos del caballero de la Muerte, que puso los brazos en cruz y los extendió con un movimiento fluido, partiendo la ola de sombras por la mitad. Su cuerpo se hizo transparente, como si fuera a utilizar el Paso espectral, pero en vez de eso simplemente desapareció.

Y reapareció un instante después, justo sobre el lomo de la criatura. Sus frías manos se cerraron sobre el nacimiento de sus alas, congelando la piedra y haciéndola quebradiza como el cristal. Con gesto neutral, se las arrancó de un tirón.

El constructo perdió las fuerzas, y la guadaña impactó contra su pecho. Aiden saltó hacia delante, agarrando su mango en la caída y desgarrando su parte humanoide. Un último tajo horizontal sentenció a la estatua viviente, que se desplomó partida al medio.

Y de nuevo el silencio reinó sobre las dunas.
Y de nuevo la victoria no le supo a nada.
Si eso era el Imperio Negro, solo tenía una forma de describirlo.

Patético.

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El picaro continuaba caminando, escalando y trepando alrededor del perímetro de la base, tal y como le dijo el goblin estaba infecta de agentes foráneos, y pícaros de la Horda, probablemente enviados directos desde Ogrimmar

-Desde luego, se han tomado muy enserio lo del Comandante, esta infecta de agentes que el informe no indica, a ver como se las ingenian esos retacos, y como me las apaño yo para entrar, si fuesen los de siempre podría hacerme pasar por tauren y arreglado, pero estos me tendrán fichados…bien este sitio es idóneo para observar la base entera.

El picaro encontró en una ladera en el este de la base un roquedo desde el cual podía observar casi toda la base desde las alturas y desde la cual ellos no podrían verle, por lo que saco unos prismaticos, observó que las lentes no brillasen con la luz del Sol y se tumbó sobre el frío suelo, y empezó a observar con atencion

-Veamos… 4 en la puerta principal, 2 a cada entrada de edificio… 5 pícaros reunidos en la hoguera… 2 de patrulla, los que estén de descanso y otros menesteres en los edificios que no se cuantos serán, digamos 10, luego las tiendas de campaña de fuera, por lo que seguro que son muchos más de los que está base tenía antes del incidente, eso da lugar a alrededor de 30 sin contar al goblin, definitivamente, han intervenido la base.

El picaro redactó un informe sobre lo observado por duplicado, uno iría al iv:7 y otro a los descoronados, mientras acababa de redactar un cuervo llegó y se poso sobre una de las rocas a la espalda del picaro

-Que pronto has llegado, toma, ve al punto de referencia y deposita este papiro.

Se puso el cuervo en su brazo izquierdo, le puso un pequeño papiro en un pequeño recipiente metálico que tenía el cuervo en su pata derecha y tras cerrar la tapita dejó volar al ave, este papiro sería la señal que haría que un mensajero supiese que tendría el informe en un punto de recogida en un breve período de tiempo

-Bien, ¿por que tardan tanto esos dos en llegar?.

Pasados unos pocos minutos de observación pudo ver como los 2 entraban a la base, se ve que hablaron bastante tiempo

-Por favor, sal con vida de ese lugar, no debí involucrarte en esto.

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  • No puedo dejarte entrar asi, deberemos hacer un poco de teatro. Pero nada que no puedas aguantar eh! -sonrió el goblin al decir esto ultimo- Ahora solo tenemos un pequeñisimo e insignificante problemilla.

El enano miraba desconfiado al goblin, no se fiaba de él y menos aun de la idea que tenia en su retorcida mente. Y hacia bien, no le va a gustar.

  • Solo dime…¿Alguna vez has regalado dinero?
  • ¿Que?
  • Dinero, guita, oritos, brillibrilli, monedicas. Que si lo has regalado, donado, dado sin pagare, prestado sin intereses. - Al goblin le brillaba los ojos mientras decia rápidamente y sin respirar todas las palabras- Cuéntamelo rapido, es…importante.
  • No se que leches tiene que ver todo esto bicho verde pero si, lo hice. ¿Y ahora que vas…? ¡¡¡¡AHHHHHHHH PEDAZO DE IDIOTA QUE HACES!!!

En cuanto el enano soltó su afirmación el rostro del goblin se torno malhumorado y sombrío. Sin dejarte terminar el interrogatorio habia clavado si daba en en hombro izquierdo del enano, entre los pliegues de la armadura pero sin dañar órganos, músculos ni hueso.

Con un leve susurro añadio:

  • Te dije que te iba a doler.

Se puso en pie rápidamente y empezó a dar séñales a los guardias indicando que la situación estaba controlada.

  • ¡Arriba gordo intruso! ¿Te pensabas que tu paseíllo rocoso iba a quedar en nada? -Propino una fuerte patada en la herida del hombro y otra por la zona del estomago- Mirate!!! El orgullo de los picaros azulitos!!!

Levanto al enano y, entre insultos, golpes y empujones, lo llevo al interior de la base. De no ser porque sabia quien era el enano habría jurado que el goblin estaba ensañándose y disfrutando del espectáculo.

  • Vamos vamos!! No tengo todo el dia muevete -otro corte en la espalda con apenas profundidad pero si dolor recorrió la espalda del enano. Este grito- Así aprenderás a no meterte en asuntos de la Horda!! Sucio enano rocoso!!!

Palizas e insultos después llegaban a la entrada del edificio principal seguidos por unos espectadores que se deleitaban con el teatrillo. Algún orco y no-muerto, recién llegados al campamento, hasta “participaron” propinandole golpes e insultos a su “visitante”. Parecía que la obra habia cumplido su función y nadie notaba nada raro por ahora, menos el enano cuya mirada asesina crecía por momentos.

  • Entra ahi y deja de mirarme!!! Esto solo es un calentamiento pequeñin, ahora me vas a contar todo lo que hacías aqui. ¡Y a no desperdiciar tu oro!

Metió al enano de un empujón dentro y cerro las puertas completamente. Nadie entraría en un rato despues del numerito montado y menos con un supuesto interrogatorio en marcha. Esperaba que todo hubiese salido bien.

  • Ya esta, ¡al final no ha salido mal la cosa! ¡Para ser un enano actúas muy bien casi parecía de verdad!

Se acerco al enano y le ayudo a levantarlo pero este le aparto de un empujón. Sus ojos eran un poema, quería su cabeza colgada de una pica sin lugar a dudas y no parecía muy contento de sus…cortecitos.

  • Vamos vamos…no te hice tanto daño, solo un golpecillo aqui y allá. Puede que me dejase llevar por la emoción pero en mi defensa diré que regalas oro sin esperar beneficio. El peor insulto a un goblin.

Sin pararse en el enano fue al otro lado de la sala y abrió una puerta de madera oscura, algo desgastada por el tiempo, por la que señalo que entraran.

  • Dentro tienes todo lo necesario para curarte, vendas, pociones, gasas, hilo y un poco de comida. Y deja de mirarme asi, sabes perfectamente que no podías entrar paseando como si fuésemos amigos. - agacho la cabeza y suspiro- Al menos no como antaño.

  • Entra y te contare la situación. Sin trampas ni tapujos, hay mucho que contar.

Sin mas dilación entraron a por la puerta y Rukhs empezó a contar lo acontecido desde el encarcelamiento de Felix. De los espías y nuevos voluntarios. De la ausencia de noticias y de la razón de montar todo este numero para que no sospechasen.

Después de todo, si llega a enterarse que Félix entrego emblemas a la alianza para visitar una base Horda…Acabaría su juicio incluso antes de empezarlo.

  • Y dime…no se tu nombre creo ni el de tu amigo la verdad, que os a traído por aqui.
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Conforme aguantaba el bochornoso espectaculo al cual era sometido, lo unico que pensaba era, por una parte como asesinar a sangre fría a ese condenado goblin, por otra como destrozar ese verde cadaver, y finalmente como exterminar a esa raza verde que tantos problemas le dio, se fue apuntando las caras de aquellas bestias que le golpeaba para devolverles el “favor” algún día, hasta que recibio una patada que lo envio al interior de un edificio

-Si pudiese te mataba ahora mismo, pero Respiró profundamente para intentar relajarse y olvidar un poco el dolor de sus “pases de bienvenida” y abrió el botiquín. cuentame que sabes.

Mientras escuchaba al goblin se limpiaba y desinfectaba las heridas, con algo de suerte los cortes se quedarian como marcas, no parecian muy profundas, pero el desinfectado le hizo ver la Luz y todos los dioses del firmamento

-Va siendo hora de presentarme, mi nombre es Dretz Martillosalvaje, ya…no lo soy realmente, es un rollo familiar muy largo que dudo que te interese, llamame Rhod y listo, es un mote y francamente, es ridiculo ver como los no versados en enanico intentan decir mi nombre, ninguno lo logra pronunciar bien.
En cuanto al kultiriano, pues, se hace llamar Biroz o algo así, pero dudo mucho que ese nombre sea el suyo, hasta ayer no era más que otro arqueólogo de la expedición de tierras abajo, por cierto, ¿Como saldre de aquí?, vuestros portales no funcionan con nosotros, no se por que, y dudo que se traguen que he sido interrogado estando limpio y con vendas.

-Eso es cosa mia, pero ahora respondeme, ¿por que estabais husmeando por aquí?.

-Por una parte queriamos obtener más información de lo que pasó con felix, como sabes nos ayudó bastante contra aquel brujo, y que se lo llevasen en la boda esa condenada Horda…con perdón para los pocos que quedais “decentes”.

Por otra pues, aunque suene inverosímil, tenemos problemas con N’Zoth, el dios antiguo, ¿recuerdas la excavación de Voldrassil?, pues estaba corrompida por el, por suerte colapsó, pero si de verdad esta despierto, tenemos problemas, todos, que como lo se te preguntaras, digamos que lo ví.

Se recoge el pelo y le enseña el pequeño tentaculo ,otra larga historia, tendre que consultar con esos elfos del vacio o como se llamen, las voces me estan volviendo loco.

En resumen, ¿esa es toda la información de la que disponemos sobre Felix?, pues tampoco ayuda mucho, nos tocará infiltrarnos en Ogri, o enviar espias para sacarlo, tampoco tenemos mucha opción, esto…¿como te llamas?, da igual me voy, no puedo perder el tiempo en una base Horda perdida en medio de Rasganorte, ¿como salgo?, no puedo entrar en sigilo…no soy picaro como ves, más bien paladín, pero dudo que escudo sagrado dure tanto tiempo.

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El goblin escucho la historia de tan pintoresca pareja y los motivos por los cuales parecían venir a este aislado y abandonado lugar. No podía fiarse del todo de los dos primeros alianzas que pasasen por ahí pero ciertamente no tenia mejores opciones.

  • De acuerdo Roz, mi nombre en Rukhs asecas. Un placer conoceros a ambos supongo. Y ahora a lo que nos interesa.

Desplegó sobre una mesa un mapa junto a unos informes en papiros, con agujeros y algo ensangrentados, ademas puso algunas figuritas por el mapa a modo explicativo. El mapa era el diseño de un edificio de varios pisos, enorme en un primer vistazo, en cada puerta se habían colocado varias figuritas con soldados así como en pasillos, y bloques de celda importantes.

  • Esto es lo que puedo confirmarte Roc, Félix se encuentra en los niveles inferiores de Orgrimmar en la “estancia permanente” para reclusos indeseados. Por lo que he podido saber no se encuentra junto al resto de calaña, han tenido la decencia de separarlo en otro bloque de celdas de seguridad -Señala el segundo piso del edificio en una zona repleta de guardias- Ahi es donde lo tienen retenido.

  • Pero eso es un sitio inexpugnable pensaba…

  • No he terminado Ruq, esto solo es el principio. Esta sección de celdas es…especial en mas de un sentido, dispone de resguardos mágicos para cualquier tipo de uso de magia ya sea desde dentro o desde fuera, incluida esa magia del vació tan extraña. Los guardias se cambiar de turno 3 veces al día en 2 rondas separadas, nunca se quedan vacías esas zonas cuando uno toca cambio el otro siempre permanece ahí y créeme son korkron con cara de muy pocos amigos.

  • Me llamo Rhod maldito goblin. Alguna forma tendremos de entrar y sacarlo de ahí, ninguna prisión es impenetrable.

  • Ahí radica el segundo problema, hay algo que no has pensado Ruz.

  • Rhod, ¿el que?

  • Supongamos que conseguimos entrar a Orgrimmar con la alianza juntos en armonía, supongamos que bajamos al subsuelo, llegamos a las prisiones y sin saltar las alarmas conseguimos llegar hasta Félix. El principal problema es como sacarlo de ahí, no podemos ir con un preso como si nada y menos matar a los guardias y a todo el que se nos ponga por delante pero aun siendo posible hay un pequeño matiz que no has contemplado.

  • Dilo ya maldito bicho verde!

  • Él no quiere salir de prisión. Ya intente ponerme en contacto con él tirando de…algún amigo, dejemoslo ahí, pero todas sus respuestas son iguales “no hagáis nada” “no me saquéis” “debo estar aquí”. No lo ves pequeño Phoz, de verdad piensa que debe estar encarcelado.

La verdad estaba dicha, a pesar de toda la información disponible, de todos los voluntario o amigos que podía conseguir, de todos los planes o sobornos que podían realizar o de las muertes que podrían darse. Nada serviría si Félix no colaboraba con nosotros y ese cabezota prefería perder su cabeza por algún dilema moral que rondase por su cabeza.

  • Eres libre de intentarlo pero ya te he explicado toda la situación posible, es una misión suicida se mire por donde se mire y hay demasiadas cosas que podrían acabar mal o peor de lo esperado. Si quieres mi consejo Rup, ve a curarte esa corrupción y olvídate de Félix hasta su juicio. Ni yo ni nadie le puede ayudar si el no quiere.

Recogió todos los informes mapas figuras y demás datos importantes y se dirigió a la puerta de salida. En la sala principal se encontraban dos orcos con los brazos cruzados con cara de pocos amigos, un maghar y un caballero de la muerte. Rápidamente el enano se puso en posición defensiva pensando que los habían descubierto pero el goblin meneo la mano con calma llamando a la sensatez.

  • Estos dos caballeros están de nuestro lado Rhez, viejos amigos del comandante unos de los pocos que quedan por aquí. Estos caballeros van a ser tu salida ademas…creo que hay alguien a quien le gustaría que presentases tus respetos.

Saco unas cadenas con grilletes de saronita y se las solto delante del enano.

  • Cuando estés listo partiremos, confía en mi Rhod. Te prometo que esta vez no te haré daño…bueno tal vez un poquitin -dijo esto ultimo riendo para sus adentros- Coge lo que necesites de aquí, tu viaje sera largo y…no creo que pueda ayudaros más.
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Escuchó con atención la información propiciada por el goblin, intentando en vano que dijese bien su mote, una vez que acabó de hablar y este puso los grilletes delante de el habló

-No podemos dejar que lo sentencien, seguro que en la Horda eso tambien significa perder la cabeza, pienso sacarlo de alli como sea, aunque me toque sacarlo a cuestas…no se merece esa injusticia, no, simplemente no puedo permitir eso.

Pensó en como podría liberar al elfo, pensó varias alternativas y se las propuso al goblin

-Bien, podría entrar en esa ciudad, que me metiesen en la prisión y ya dentro encontrarme con el y sacarlo, maldito cabezadura, si no hizo nada.

-Podría ver que le causa esa culpabilidad, infiltrarnos no seria lo más dificil, una vez que le hagamos entrar en razon seria mucho más facil, y si hay que matar unos orcos que asi sea…Rommul…seguro que siente que su muerte fue culpa suya, ¿Como le convenzo para que sepa que no fue por su culpa?..!No tengo tiempo para eso!, me lo pienso llevar a rastras si es posible, el amigo kultiriano seguro que es capaz de dejarlo fuera de juego el tiempo suficiente para sacarlo y ya luego, en algun lugar seguro, lo hablamos con calma.

Pensó un poco más en el porque de ese dilema moral del elfo

-Podría ser que tienen a su familia amenazada…y por eso no quiere salir…¿Que piensas…Ruks?, da igual, pienso sacarlo de allí como sea, ya se lo comentare al kultiriano, seguro que el sabrá mejor como sacarlo vivo de alli abajo, no pienso dejar que lo maten mientras yo siga vivo, y creeme, no me dejo matar tan facilmente.

Cogió los grilletes de saronita, se los colocó y miró con un poco de desconfianza al goblin

-Nada de dagas esta vez, al menos voy a poder verle de nuevo, apenas le conocí, pero su sacrificio permitió salvar una vida que tenia que ser salvada, lastima que no tenga nada que ofrecerle, no pensaba que llegaría a “verle”.
Estoy listo, vamonos, y es Rhod, maldita sea, que no es dificil ni para un Horda.

Con esa frase el goblin abrio las puertas y salieron a la fria plaza

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El picaro seguia observando detras de unas rocas detenidamente la plaza de la base, los minutos pasaban y el empezaba a impacientarse, hasta que vio entrar a los 2 pequeños, era evidente que el enano tenia una herida por la sangre que salia de su hombro izquierdo, no parecia muy profundo, pero planeó actuar una vez pudo ver como el goblin le hizo otro corte superficial en su espalda y como los “habitantes” de la base actuaban pegando al enano como una jauría de lobos ante una presa

-Maldita sea, condenado goblin, sabia que no tenia que confiar en ti.

Observó como el goblin de una patada empujaba al enano al interior del edificio principal, y luego cerraba la puerta

-¿Que hago ahora?, no me queda otra, me toca sacarlo de allí dentro, a ver como me las ingenio.

El picaro se ocultó en las sombras y bajó de su posición con cuidado evitando hacer caer rocas o nieve, una vez llegó a una parte del muro que permanecía semienterrado por la nieve miró alrededor para comprobar que no hubiese nadie vigilando, para su suerte la mayoría de los “interinos” estaban alrededor del edificio principal, seguramente intentando escuchar gritos del probable interrogatorio

Subió el muro trepandolo, una de las ventajas de ser alto, una vez arriba bajó con cuidado apoyandose en unas cajas de suministros que estaban apoyadas en la pared interna del muro y ya en el suelo comenzó a caminar con calma y lentamente por la fria planta de la base, hasta que encontró un espacio entre 2 instalaciones idoneo para vigilar sin ser visto, ese espacio no era más que un pequeño callejón sin nada de interés, demasiado pequeño para depositar cajas de suministros o cualquier objeto.

Una vez dentro pudo ver como pasados unos minutos un tauren, posiblemente de los altos cargos, ordenaba regresar a sus puestos a aquellos cotillas, quedando únicamente 2 orcos guardias en su puerta, un caballero de la muerte y un maghar, ya habian llegado hasta este rencognito rincon del mundo

-A ver ahora como consigo entrar, solo tiene un acceso y estan esos 2, quizás si dejo fuera de servicio al maghar y mato rapidamente al caballero de la muerte…cuando se entretengan.

Pasado unos pocos minutos pudo ver como las puertas se abrian, y de el salian el goblin y el enano esposado

-No parece que le hayan interrogado, es más, diria que se ha curado las heridas previas, les seguire por si acaso.

Observó la ruta de acceso que uso previamente, solo había un guardia de espaldas en su ruta.

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El recientemente resucitado por segunda vez Prontamuerte ha asumido ya su nuevo puesto como instructor de los nuevos Caballeros de la Muerte levantados por el Rey Exánime Bolvar.

Hoy conocerá a sus nuevos discípulos y comienza a pasar revista escrutando cada pequeño rasgo de los reclutas. Sus pasos se detienen frente a una Forjada de la Luz.
– Alguien me tiene que estar gastando una broma - se pregunta para sus adentros mientras niega con la cabeza.
Continúa hasta detenerse frente a un sonriente Pandaren y tuerce el gesto.
– Se supone que los caballeros de la muerte debemos infundir miedo, ¿cómo pretendes dar miedo con esa cara de pánfilo? - grita furibundo - ¡Saca más colmillo y esconde esa barriga!
Con el gesto aún contrariado se detiene ante un pequeño vulpera que lo mira con cara de pena. El goblin se acerca sonriente y le acaricia por detrás de la oreja mientras le dice “buen chico”.
A continuación se detiene frente a un elfo de sangre y uno del vacío.
– Belfo, velfo, velfo, belfo - repite mientras va señalando al uno y al otro - Se acabó, os llamaré “Pitufo” y “Copito de Nieve”.

Con la revista ya hecha se dispone a dar su discurso de bienvenida:

– Los caballeros de la muerte estamos al servicio del Rey Exánime Arturo… ¡Ah, no! Que ese era el de antes… ¿Cómo se llamaba el nuevo?.. Belvedere, Bolivariano, Bolveré… ¡Ah, sí! Nosotros, la daga negra, servimos al Rey Borbón…
(continuará)

P.D.: esto solo es un pequeño compendio de chascarrillos que se me han ido ocurriendo así que tiene una mala calidad literaria. :sweat_smile:

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Belter decidio coger un vuelo ordinario a Orgrimar, que el aire fresco le diera en la cara, seria un viaje largo y llegaria de noche asi que dormiria en la posada. En Ramkahen parecia haber mas aventureros enviados por Magni o quizas ya se habia corrido la voz… n’zoth. Caminaba hasta el maestro de vuelo cuando una goblin le corto el paso.

–Saludos Belter, hay una grave noticia, debemos ir a un lugar apartado.

– Saludos. – Dijo toscamente e indiferente.– que ha pasado?

– Aqui no, es sobre Mordacae, necesito informacion.

Belter la siguio a un callejon poco transitado y Kmils le conto lo que sabia. La noticia la dejo de piedra durante un momento, no esperaba algo asi, Morda era sutil siempre, debia haberse metido en un tema delicado y no le gusto nada oir que el kirin-tor podria estar implicado. Un torbellino de sentimientos encontrados le oprimia el corazon cuando empezo a asumir el peligro que corria Mordacae. La goblin se dio cuenta de que estaba empezando a angustiarse y trato de calmarla, le aseguro que el taller y ella estaban trabajando en localizarla, le insistio en que le diera informacion de ese Kultiriano, pero ella la miro con lagrimas en los ojos, le contesto con tristeza y un sola palabra: Nada.

La perdida de memoria de Belter no habia cesado, ya no solo habia olvidado parte de su vida, sino que tambien vivencias recientes que ella asociaba a las visiones que le provocaban un fuerte dolor de cabeza. Temia que paulatinamente fuera olvidando todo lo que era importante para ella y por sus conocimientos medicos, el combate contra el brujo la gema le habia hecho algun daño cerebral.

Belter solo le pudo decir a Kmils que el kultiriano la perseguia desde hacia unas semanas, que le habia dado esquinazo un par de veces, pero que seguramente el conocia su relacion con Mordacae y el motivo de seguirla era encontrar a la gnoma. Kmils tomo nota de todo y comenzo a explicarle un plan a Belter, pero ella estaba perdida en sus pensamientos, pensando en Mordacae y en que podia hacer para ayudarla.

– Hare lo que tengo que hacer – interrumpio a la goblin– Aun tengo el comunicador, informare de lo que descubra.

Decidida uso la piedra hogar que le dieron en Zuldazar, dejando a Kmils con la palabra en la boca. Con un poco de suerte tendria algo util en su banco, pero lo que era mas importante, sabia a quien acudir, saco su cuadernito y escribio un nombre, lo subrayo y al lado escribio una nota por si acaso: Kirin-tor y Mordacae.

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