El despertar de N'Zoth y el contraataque de Azeroth

  • Arrastrate y oculta un poco tus vendas. Te vamos a llenas a esa colina de ahi, es donde descansan muertos muertos y donde…nos deshacemos…de los invitados.

Asintiendo el enano se dejo caer y arrastrar por los dos orcos. Lentamente y dando algún tirón fuerte, tal ve algo excesivo, llegando hasta la colina y evitando miradas indiscretas.

La colina estaba rodeada por un murete de piedra pero la corona era una estatua central que dominaba toda la colina. Unas flores frescas yacían en el suelo justo enfrente de una placa conmemorativa, el grupo se paro enfrenfente de la misma y los orco se retiraron para custodiar la entrada.

  • Mulkrom -dijo señalando al caballero de la muerte- Intenta evitar que pase nadie dentro de lo posible, estamos al aire libre pero nadie debe vernos.

El orco asintió con un bufido y se puso a realizar su cometido. Hecho esto el goblin desato al enano, le quito las cadenas y lo acerco a la estatua.

  • Aquí es donde yace Rummol, pudimos enteraron y hacerle una ceremonia antes del encierro y la boda. Muchos aun se preguntan que pudo pasar y como murió, no te negare que unos cuantos culpaban al comandante. Aunque no mas que el mismo.

Quito la nieve de las flores con delicadeza y apoyó la mano en la placa con los ojos cerrados. Este tiempo le habia pasado factura aunque intentaba disimularlo con prepotencia e ironía y cada noticia es peor.

  • Tomate unos minutos si lo deseas pero no tardes. Debes irte pronto o empezaran a sospechar.

Hueco por si quieres añadir algo

Dejo al enano y aprovecho a montar el teatrillo en la parte trasera de la estatua. Una mochila con algo de víveres y unos leves resúmenes de la prisión y los turnos, vendajes para las heridas, el emblema, la cartera del enano (sin dinero, claramente) y un mapa.

Comprobado todo se dirigió al borde de la colina, una larga pendiente nevada dominaba el terrero visible. Se agacho y comprobó una cuerda que estaba agarrada en el borde, seguía bien sujeta y entera.

Hecho todo y visto que el plan marchaba busco a su “nuevo amigo”.

  • Debes irte, no podemos tardar más. Ven.

Se acercaron ambos al borde y el goblin entrego la mochila al enano explicándole casi todo su contenido, el detallito de la cartera se lo guardo para el.

  • Espero que puedas salir de esta, no puedo ayudarte mucho mas sin levantar sospechas. Nos vigilan a la mínima ya lo has visto. Cuando estés listo agarra la cuerda.

El enano agarro la cuerda mientras rebuscaba en la mochila, al mismo tiempo el goblin saco un pequeñito cartucho de dinamita y lo encendió.

  • Un momento…¿donde esta mi dinero? ¡Y que haces tu con eso!

  • Esto…buen viaje compañero!!

Lanzo la dinamita bien lejos y cuando exploto hizo una pequeña explosión que resonó por la base. Al mismo tiempo, sin darle tiempo a reaccionar, empujo al enano contra el borde que cayo agarrado a la cuerda.

  • ¡No te sueltes o la palmaras! ¡Buen viaje run, o era Roz a si era driza!!! Adiós Driz el enano!!!

Aunque el enano no lo sabia la cuerda terminaba en la estraba de una cueva a unos chatos metros por debajo. Esta llevaba a un túnel que conducía a la parte inferior de la montaña con total seguridad.

Solo esperaba que su amigo el pícaro se diese cuenta y que no se soltase el enano. Era IMPOSIBLE que le pasase nada de nada, aunque la cara de sorpresa y un pequeño golpe nadie se lo iba a quitar.

  • Adiós Rhod, ojala tengas suerte con nuestro comandante. Mas de la que yo jamas tendré.

Dicho esto se retiro al edificio principal con los orcos y un fajo de monedas que habían pertenecido al enano.

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El grupo atravesó la base, pudo ver de reojo como el pícaro kultiriano subia el muro por unas cajas de suministros, y pasado un rato siendo arrastrado llegaron a una colina rodeada de un muro de piedra, en ella una estatua dominaba la elevación, unas flores cubiertas de nieve reposaban en el suelo, estas aún permanecian frescas, tanto por el clima de la zona como por su corte reciente.

El goblin hizo que el orco caballero de la muerte vigilase la entrada, tras ello le quito las cadenas, a lo que el enano se puso de pie y se sacudió la gravilla que tenia del camino

Vió como el goblin quitaba la nieve de las flores y como apoyaba su mano en una placa lustrosa con caracteres en orco y en Taur-ahe, los cuales evidentemente no entendia, pero si que alli reposaba Rummol

El goblin se fue a la parte posterior, mientras decidió que seria lo más correcto confesarse con el heroico tauren, en parte por los principios que juró y en otra parte más “humana” por salvarles la vida

-Nos vemos de nuevo Rummol, ojala hubiese sabido tu nombre en vida, te conocí poco, pero todos te estaremos eternamente agradecidos por tu sacrificio, te gustaría saber que aquella elfa a la que salvastes tiene 2 hermosos hijos y una familia que estará en deuda perpetua contigo, no dudes ni un momento que cuando nos llegue nuestra hora nos reuniremos contigo y festejaremos por toda la eternidad las vidas que disfrutamos tras vencer a aquel maldito brujo.

El enano se sentó al pie de la placa, sacó de la mochila que el goblin le preparaba una bota llena de cerveza orca y luego derramó un chorro del fluido en la base de la tumba y luego el le dio un trago

-No se si sera tradición tauren, pero salud, ya te invitaré a un buen trago cuando yo muera, aunque…eso tendrá que esperar bastante. Una leve sonrisa le surgió al decir eso , al menos allí no seremos enemigos de unas ridículas facciones y sus malditas guerras absurdas.

En algún momento la mochila desapareció, volvia a estar en manos del goblin que parecia comprobar una cuerda

-Bueno amigo, tengo que irme, me temo que los animos desde que encerraron a Felix andan caldeados por aquí, intentaré volver cada aniversario de tu muerte, y ten paciencia, nos veremos de nuevo en persona, hasta pronto.

El enano se levantó, miró por ultima vez la lápida y fue donde estaba el goblin

-Vale estoy listo, espera un momento…¿donde esta mi dinero? ¡Y que haces tu con eso!

El enano se encontraba cayendo a lo desconocido, mientras caia sujetaba con firmeza la cuerda, quería lanzar un escudo sagrado, pero para ello requería de las 2 manos disponibles, las cuales no podría usar, entró en una cueva y la cuerda se tensó, por los pelos pudo mantenerse sujeto, pero la fricción arrasaba sus manos, por suerte llegó a la base de la cueva y se soltó, cayendo de cul0

-!Ah!, que frio y duro que esta esto, ahora ,¿Que es esto?, Mis manos me arden menos mal que llevaba los guantes de cuero, ahora, ya no sirven de nada. _Se quitó los guantes negros y los tiró tras unas rocas.

-Curioso, hay luz, no debe ser una cueva muy profunda. El enano, adaptado a cuevas y minas con poca iluminación, pudo encontrar pasados 5 minutos la salida de la pequeña cueva, allí estaba el kultiriano esperando tras un arbol.

-¿Estas bien?, me he quedado con las caras de los que te han hecho esto, hare que “desaparezcan”, lo juro. Dijo enojado el picaro.

-Olvidalo, ¿que hacía un enano en una base Horda?, deja al goblin en paz aunque Palpando su vaciada cartera sería una desgracia que alguien tocase su cuenta corriente…¿Que estoy diciendo?, !No tengo tiempo para tonterias, tenemos que ir a Ogrimmar de inmediato, se donde esta Felix!.

-En la prisión de Ogrimmar, ¿Has logrado obtener más información?.

-Planos de la prisión, y su celda exacta, pero tenemos un problema.

-Que esta en Ogrimmar, no será facil colarse.

-!No!, Que el no quiere salir, cree que merece estar encerrado, no querrá salir ni aunque quisiera, cree que la muerte de Rommul es culpa suya, y además, seguramente le tengan cogido por los co***es en otros aspectos.

  • Puedo solicitar esa información a los descoronados, pero sacarlo va a ser cosa nuestra, por cierto, ¿Sabes hablar orco? Miró de arriba a abajo al enano pensando en que podría camuflarlo.

-Que voy yo a saber ese intento de idioma, por cierto, ¿por que tienes tanto interés en el Comandante?, ¿por que esa preocupación por mi?.

-Te lo iré diciendo por el largo viaje, no te preocupes, estamos en el mismo bando, pero para el plan que ando organizando es necesario que aprendas lo basico de orco, dia y noche, si vamos a infiltrarnos en Ogrimmar es necesario que no levantemos sospechas, y alguien hablando común o enánico lo es, en la Horda la gente de a pie no habla común.

-De acuerdo, tendre un ojo siempre sobre tí, pero vamos ya a por el.

-Vamonos, tu armadura está de vuelta en el puesto, mandé a uno de los becarios a recogerlo.

Un cuervo de gran tamaño aterrizó en la arbolera, los 2 sujetos subieron a su lomo y partieron de retorno al Puesto Ambarpino

-El orco debe ser facil, con reburgitar palabras sin sentido como Zug Zug, dagu y lok tar ogar basta, que son orcos.

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Puesto Ambarpino, Colinas Pardas

Estaban los dos ya en el puesto, el enano volvía a equiparse su armadura, y el Kultiriano dejaba una carpeta forrada en cuero bajo una roca normal a las afueras del puesto, una vez regresó con el enano sacó un voluminoso libro de su mochila

-Bien, partimos ya hacia Tundra, es un largo viaje que nos llevará algúnos dias, iremos descansando en los puestos aliados que hayan por el camino, tiempo más que de sobra para que vayas estudiandote el idioma.

-¿Tundra?, pero si Valgarde esta muchisimo más cerca.

-Y seguro que habran espias de la Horda merondeando, a estas alturas ya deben saber lo sucedido en la excavación, y seguro que estamos en su lista nosotros 2, así que mejor despistarlos, ya he solicitado un barco que nos lleve a Kalimdor así que a partir de ahora te hablaré únicamente en orco, ¿Dagu?.

-¿Como quieres que nos hablemos si no se ninguna palabra en orco?.

-kek.

-Vamos a ver…El enano pasaba pagina por pagina !Que idioma tan primitivo y horrible!

-Regal’no Revash Dijo el kultiriano mientras ordenaba volar a su montura
Con ello despegaron dirección Tundra Boreal

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Me debes un vestido!!!

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Prima!!! que bien verte por el foro, pensaba que no estabas bien y que te pasaba algo. Me alegro me alegro

Rompe la cuarta barrera saliendo con una rama de olivo y agitandola
-A la taberna con estas cosas.


Fortaleza de Hibergarde, Cementerio de Dragones
La fortaleza y el pueblo a sus pies eran algo totalmente diferente a lo visto durante la campaña del Norte, atras quedo los tiempos de los asaltos de la Plaga, cuando parecia que todo estaba perdido, tras la muerte de Arthas y las campañas de purga realizadas, el pueblo pudo ser reconstruido, y repoblado por aquellos que buscan explotar las riquezas del Norte, tras el traslado de la ciudad magica de Dalaran, el Fuerte se convirtió en el tercer asentamiento más importante de Rasganorte tras Valgarde y Fortaleza Denuevo, sin embargo la presencia de la septima legion tambien era historia, estos fueron sustituidos por el ejercito regular al ser requeridos en otros frentes, ello no impedia que la taberna local rugiera de actividad, y allí fueron a descansar aquella noche la curiosa pareja de enano y kultiriano

-Al fin hemos llegado, toda la tarde volando en esto me ha dejado el trasero destrozado, ¿Cuando llegaremos a Denuevo?.

-A ko no magan.

-¿A ko no que?, asi que aun seguimos con eso Abrio el libro buscando que queria decir el kultiriano , asi que dices que “nos falta un par de dias o asi” ¿Verdad?

-Dabu.

-Throm’ka kagg ni.

-De acuerdo, entremos.

_Entraron en la taberna, y el kultiriano fue a la tabernera a preguntar.

-Disculpe, ¿Tienen habitaciones disponibles?, necesitamos pasar la noche aquí.

-Por supuesto, ¿1 doble o 2 simples?

-1 doble por favor.

-Son 40 oros.

El picaro dejo un saquito con 40 monedas de oro e impidio que el enano pagase su parte

-Veamos, N gi lok… El kultiriano le tapo la boca antes de que continuase al ver que todos los parroquianos les miraban

-¿Cuantas veces te tengo que decir que no me hables en enanico?, no entiendo nada de lo que dices. Con esa frase los taberneros dejaron de verles para volver a sus haceres shh, ya seguiremos con eso cuando salgamos de aquí, y por cierto, no es “gi”, es “mu”, pero vas aprendiendo lo basico.

-Perdona, y ya que estamos en una taberna es hora de beber, a ver que nos sirven aquí.

-Para ti agua, cenamos pronto y subimos, alli ya tendras tiempo para seguir estudiando el libro, yo tengo que ver como camuflarte como alguien de la Horda.

El enano iba a desobedecer esa orden, ¿Desde cuando un enano en una taberna no bebe?, pero en un momento de lucidez asintió, la situación en la que se encontraban no era la idonea para liarla, habia una vida en peligro, por lo que se sentó en una de las mesas disponibles y esperó a que el picaro trajese de la barra la cena

-He vuelto, toma, te he pedido una cerveza hierro negro, ahora vamos a cenar.

-Gracias, tengo una pregunta Cogió por el hueso la pata de carnero horneada y le dio un bocado , ¿Como vamos a entrar en la prisión si entramos en la ciudad?.

-Todo a su tiempo, ya te lo contaré mas adelante, en algun sitio mas discreto, pasame la salsa picante por favor.

-Espero que lleguemos a tiempo, me estoy preocupando, y toma, esta bien picante la salsa.

-Yo tambien, ya me he infiltrado un par de veces, pero es realmente peligroso, pero si lo hacemos bien no habra problemas, y ahora dejemos de hablar de esto y cenemos, que nos esperan unos dias muy largos.

Los 2 cenaron, y tras pagar a la mesera subieron y entraron a su dormitorio

-Bien, yo tengo que escribir un informe, tu sigue estudiando y preguntame dudas, pero no hables orco en alto aquí, estamos rodeados de gente que han vuelto de la Cuarta guerra y lo ultimo que quieren escuchar es orco precisamente.

-Vale, no te preocupes que estudiare hasta que me quede dormido, asi que yo sigo, por cierto, ¿De que vas a camuflarte tu?

El enano abrió por una pagina marcada el tedioso libro y continuó estudiando su contenido mientras que tomaba apuntes en un cuaderno pequeño que puso al lado del libro

-No me hables de eso mejor, cada vez que lo pienso me dan ganas de pedir un enorme bistec.

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Cuando quiso darse cuenta se quedó dormido sobre el abultado libro, y el enano soñó otra vez con aquel fatídico día en Stratholme, otra vez estaban entrando en las calcinadas ruinas de la ciudad, sin embargo esta vez la pesadilla no era como siempre, si no que cuando se vio aplastado por los cadáveres de sus compañeros la situación cambió drásticamente, por primera vez la pesadilla era diferente tras los años pasados, en esta ocasión los cadáveres que lo cubrían comenzaron a hablar, y a moverse con “vida”, sin embargo algo era diferente en ellos, estaban rodeados de un aura siniestra, y comenzaron a sujetar al enano para evitar que escapase

-¿Estáis vivos?, ¿que esta pasando?

-Todo esto es por tu culpa, tu egoísmo nos ha matado Drethz.

-No… Yo no os he matado… No fui yo… No quería esto…

-Es tu culpa, todo esto es por tu culpa, ahora te reunirás con nosotros en las Fauces, si… Eternamente.

El enano forcejeo para intentar salir de ese lugar, pudo usar escudo divino y salir de la pila de cadáveres, que está vez era diferente, de los cuerpos salían tentaculos que se retorcian violentamente, y ojos más propios de una bestia, naranjas y amarillos adornaban esos ojos, y un profundo negro infinito le observaba

-Pero… ¿Que os ha pasado? ¿Que esta pasando? ¿Que… Que clase de pesadilla es esta?.. ¿Por que esta pasando esto?,¿ pero que os pasa?.

El enano miraba a todas partes, intentando entender que era aquello, pudo observar como los no muertos de la plaga también estaban afectados por lo mismo que los cadáveres, como el cielo está vez estaba cubierto por nubes de inusuales formas y pigmentadas por un color intensamente morado

-Esto es una pesadilla, vamos despierta, !condenado idioma orco!, Se dio un tirón de la barba, y pudo notar el tiron.

-¿Esto es la realidad?,! Despiertame Biroz…! Gordo!,! Haz que vuelva a la realidad!.

Unas voces comenzaron a retumbar en su cabeza de forma constante

-Rindete, está es la realidad, Obedece los designios de N’zoth, !Acaba con el avatar y su portavoz!,!Acaba con el reinado de los mortales!,!Lídera la nueva era… La era del Imperio!.

-!Callate!, No se de que imperio me hablas, pero no voy a obedecerte, ¿por que yo?, Hay mucha gente en Azeroth.

-No eres el único, pero eres una parte indispensable en mis planes, Sylvanas lo hizo realmente bien, ahora tu debes cumplir la tuya mortal.

-No pienso hacerlo,!Deja de susurrarme!.

-Tendré que convencerte, desde Telogrus el contrato ha sido cerrado mortal.

Los cadáveres se pusieron en pie y rodearon al enano, y comenzaron a hablar

-Tu eres el causante de esto, !No me protegistes!, ! Tu cobardía hizo que acabase así!, !Cumplirás los designios de N’zoth!.

El grupo se acerco al enano, a lo cual este decidió huir hacia la salida de las ruinas

-Esto es una locura, tengo que volver a capilla y curarlos.

El enano corrió por las calles y callejuelas de las ruinas, pero estas cada vez se retorcian más, de las casas surgían tentaculos enormes, comenzó a ver ignotos que le observaba, y en todos los huecos de las ruinas esos ojos que le observaba fijamente

-¿Donde esta la salida?! Maldita sea, donde está la salida!!

Corrió hasta que tropezó con un cascote justo en la misma plazoleta de la cual vino, todo estaba tal cual lo recordaba, pudo ver como sus compañeros caídos y profanados se acercaban a él cercandolo

-¿Esto que es?, !Maldito N’zoth dejame tranquilo!,! Deja de profanar mi recuerdo de ellos!.

-No tienes escapatoria, Ny’alorza te espera.

Los cadáveres estaban ya a punto de agarrar al enano

-Lo siento muchachos, no quiero hacer esto, pero no tengo más remedio, lo siento.

El enano empuño su maza y arranco la cabeza del más joven, haciendo que el cuerpo cayese al suelo como un tronco

-Que… Que acabo de hacer… Acabo de… Matarte verdad.

Antes de poder seguir le tocó usar martillo de justicia sobre el más grande, y luego uso golpe sagrado, lo que hizo que sus entrañas salpicasen la zona, incluyendole a el

-Esto no puede estar pasando…he debido enloquecer… Esto… No está pasando…

-Si, haz que el odio y la ira fluya por ti mortal, haz que tus instintos te guíen, serás mi Adalid.

-Pienso aniquilarte N’zoth, acabaré con tu existencia, !Desearás no haber nacido!

-Si, sigue así, continua, pensaba enviarte un mensaje acabando con tus seres queridos, pero veo que mi plan ha funcionado perfectamente.

-!No pienses tocarlos!,!Devuélveme a la realidad!.

-Mi Adalid, esta es la realidad, la realidad de tu mente.

-No me llames tu Adalid, lamentaras haberlo hecho.

Todos los cadáveres se levantaron de nuevo, incluido los 2 que ataco, estos comenzaron a decir que se uniesen a N’zoth

-No me estarás obligando a… a… eres un cabr*n…

Finalemente el chaval más joven, que sujetaba su destrozada cabeza y aun ataviado con las vestimenta de la Cruzada argenta diciéndole que lo matase, que eran insignificantes fichas en el plan de N’zoth provoco que el enano perdiese la cordura finalmente, haciéndole entrar en la locura

Cogió su maza y empezó a Golpear y gritar, gritaba de ira mientras golpeaba a sus compañeros caidos

Una cabeza era reventada, un brazo volaba, uno era partido en 2 de un violento golpe continuado con un iracundo grito, luego otra cabeza era pulverizada, el festival violento por parte del iracundo enano no acabo hasta que el último de sus compañeros caía al suelo con sus piernas arrancadas

Luego el enano golpeó los restos salpicados con su maza de forma violenta, hasta que finalmente solo quedaba el, cubierto de sangre y vísceras, y un montón de restos de carne y huesos destrozados e irreconocibles

-Bien, bravo, has superado mi prueba Adalid, esa es la ira ciega que almacenabas en tu interior, cuando llegue el momento la necesitarás.

El enano con su raciocinio perdido se vio rodeado de la más pura oscuridad, podía ver tentaculos saliendo de él, y las perpetuas voces que le susurraban

-Es hora de que veas Ny’alorza Adalid.

Una falla del vacío se trago al enano, haciendo que fuese a la ciudad que siempre duerme, pero solo pudo ver una diminuta parte, una pirámide negra, lo último que noto fue una intensa corriente que recorría su cuerpo, y luego la nada, todo negro

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De fondo se escuchaba la voz de un hombre y una mujer

-Lo que sea, haz que venga ese ren’dorei cuanto antes.

-Lo entiendo, pero esta difícil la cosa, están todos destinados, dicen que él se ha disparado las “presencias”.

-Gracias, !Maldita sea, tendremos que ir a Ventormenta!.

El enano escucho aquello, y empezó a abrir poco a poco sus ojos, se notaba muy cansado y agotado

-Ve… ven… Ventorme…nta…¿Ventormenta?.

-!Estas despierto!, menos mal, calla, repone tus fuerzas y luego me comentas que te paso, no quiero preocuparte, pero llevas 2 días inconsciente, me estás preocupando demasiado, ya te paso algo similar hace unos días, pero esta vez ha sido mucho peor, temimos que te perdíamos, has estado al borde de la muerte y no nos explicamos por que.

Finalmente el enano pudo abrir sus ojos y vio al orondo picaro, lo que le asusto por un momento.

-!No quería matarlos!..espera…¿Es esto el mundo real?.

-Si, no te preocupes, estas a salvo en la enfermería de Hibegarde, no hay ningún N’zoth, estas a salvo, así que relájate, estas totalmente tenso.

-¿Entonces ha sido todo una horrible pesadilla?.

-Bueno, de eso quería hablarte, pero más tarde, no creo que sea el mejor momento, pero digamos que si ha sido una pesadilla.

-Cuéntame todo, luego yo te diré todo lo que he visto.

-¿seguro?.

-Si.

-Me preocupastes, estaba durmiendo y empezaste a gritar “N’zoth te matare” y luego un aura morada te sumergió, hasta pude ver más tentaculos, y después empezaste a golpearlo todo mientras gritabas iracunramente, estabas totalmente poseído, quise detenerte, pero al acercarme a ti algo hizo que me desplomarse, no pude pararte, paso un buen rato hasta que caíste desplomado al suelo, me toco hacerte la respiración artificial por cierto, dejaste de respirar y todo, te lleve a enfermería lo más rápido que pude e intentaron hacerte despertar, y hasta ahora no pudieron hacerlo, menos mal que estas despierto, pero me temo que la operación para liberar a Felix tendrá que esperar o que lo hagan otro equipo, nos vamos a Ventormenta a que los ren’dorei te examinen bien, me estás preocupando.

-No podemos hacer eso, tenemos que liberarlo, si no tengo que dormir hasta entonces que así sea.

-Eso es algo serio también… Sabes, iremos a por el, pero primero recuperate un poco, si no de poco me servirá, ya veremos todo lo que pase una vez estés fresco, por ahora solo piensa en recuperarte, tampoco tardarás mucho, te estas recuperando rápidamente.

-¿Sabes algo de lo que he “soñado”?

-Vale, es hora de contartelo , el kultiriano le dio la mano para relajarlo lo que has tenido no es una pesadilla, es lo que se llama visión, visión de N’zoth para ser exactos, se ha informado de estas visiones en, al menos, 7 sujetos más en la Alianza y 13 en la Horda con síntomas similares a los tuyos.
Voces del dios antiguo y “sueños” muy realistas, con el cielo morado, ojos por todas partes y tentaculos.

-!Si!, ha sido así, estaba en stratholme, y me toco matar a mis compañeros… Otra vez…Unas lágrima brotó de sus ojos sin darse cuenta

-Para para, dejémoslo por ahora, se lo que sucedió, y no fue tu culpa, de verdad, toma pañuelos y desahogate, esto ha debido ser muy duro. Le dio un pañuelo limpio y le consoló

-Debió ser realmente duro, tomate todo el tiempo que necesites.

Pasaron lo que quedaba de día en la enfermería del fuerte hasta el día siguiente

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En las ruinas de Entrañas donde todo comenzo, un guerrero solitario iba caminando

  • Tanta guerra para que- mientras miraba los restos de la guerra- Lo unico que trae la guerra es muerte y tristeza.-A lo lejos se escuchaba unos pasos, pudge se escondio para mirar y intentar identificar quien esta caminando por aqui, y lo que vio fue un esqueleto ennegrecido que portaba un escudo y una espada
  • Por lo que parece siguen habiendo esqueletos levantados de la guerra cuanto tiempo ha pasado ya desde aquello? Porque siguen aqui en vez de irse a otro lado? Deberia intentar eliminar a todos los que haya para que no puedan causar problemas?-Demasiadas preguntas me rondaban por la cabeza y no se como actuar deberia fiarme de mi instinto
  • Decidido voy a reventar a todo esqueleto que vea. Pudge se levanta mientras prepara su querida hacha
  • Tu maldito esqueleto ven a por mi El esqueleto se giro hacia Pudge y empezo a correr hacia el
  • 3… 2… 1… Y de un corte limpio Pudge partio el esqueleto por la mitad y le revento la cabeza de un patadon para asegurarse la muerte
    Continuara… Primera vez escribiendo algo de tematica rolera acepto sugerencias de mejora.
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Minutos antes del anochecer

En las áridas estepas solo resonaban sus pausados pasos, parecidos a los latidos de un corazón moribundo, un ser invisible, como un león agazapado esperando saltar sobre su presa. Sus ojos no reflejaban vida alguna y su aliento se perdía en la brisa de la noche.

Lentamente llegó a un claro, el cual no estaba solamente iluminado por la luna llena.
Una hoguera enorme se erguía en el centro de lo que había sido un campamento, ahora solo eran un montón de telas rasgadas cubiertas por la sangre de sus habitantes.

  • Mala idea. - pensó

El campamento estaba situado demasiado cerca de las estepas y demasiado cerca del frondoso bosque de la zona central de Uldum, probablemente los habitantes pensaron que si tenían una buena visión de las estepas podrían haber visto a sus atacantes de lejos y habrían podido rechazar cualquier ataque con facilidad.

Antes de adentrarse en el campamento evaluó la situación, parecía despejado, pero si algo le enseñó la experiencia es que nunca la situación parecía despejada.
Agarró con fuerza la empuñadura de una de sus dagas y exhaló, empezó a rodear el campamento en estado de máxima alerta intentando percibir el mínimo signo de movimiento.
Al llegar a la única tela que parecía mantener su único propósito de tienda miró a ambos lados y con el filo de la hoja rasgó la tela del habitáculo, de su interior surgió una sombra pequeña y rápida que pasó a gran velocidad por su lado, cuando se dió la vuelta y sus ojos habían enfocado el blanco se encontró unos ojos amarillos mirándole …

  • Un gato - por sus labios pasó lo mas parecido a una sonrisa que había experimentado en semanas

Algunos minutos más tarde y explorado todo el campamento, no había ni rastro de supervivientes salvo aquel gato.

Cuando emprendió el paso para marcharse sintió que su bota pisaba sobre algo que no era tierra, ni fango, ni nada que se hundiese sobre su peso, apartó la tierra que lo cubría parcialmente y se encontró con un libro encuadernado en cuero, lo cogió ante la atenta mirada del gato, miró a ambos lados observando la calma del ambiente y no le pareció mala idea quedarse unos minutos más.

Se sentó en un trozo de madera, posiblemente el eje de un carro y abrió el pequeño libro, ante su sorpresa el libro no era tal, era más bien un diario escrito con tinta negruzca y una caligrafía cuanto menos deplorable.
Habían páginas que estaban arrancadas, otras literalmente ilegibles, manchas de tierra y de sangre … pasando por alto las telas rasgadas, la sangre esparcida, la desolación del ambiente y la niebla que cubría la noche, bien podría haber sido una estampa hogareña, un hombre encapuchado sentado junto a una hoguera con su gato leyendo un libro …

Abrió el diario por la primera página y leyó:

‘‘Padre cree que la caravana avanza a un ritmo bastante lento, tenemos que llegar a … antes de que se ponga el sol o los demonios vendrán a por nosotros y nos comerán … ha dicho que si … mal, no podemos seguir … lo habría curado, pero no encontramos agua, ni comida … padre parece preocupado’’

  • La gente parecía estar moviéndose siempre hacia el desastre en lugar de hacia su salvación. - pensó … fué entonces cuando escuchó un crujido de ramas, se levantó rápidamente y escrutó el aire, como si esperase el hedor del desastre.

Y entonces los vió, pudo ver a docenas de cuerpos inertes que vagaban sin rumbo entre los arboles atraídos quizá por el resplandor del fuego.

Nhail empuñó con fuerza sus armas, sabía que el primer movimiento era crucial, un paso en falso podía ser fatal.

Que los cuerpos fueran cascarones vacíos no implicaba que no tuviesen estrategias de ataque, podían rodearlo en nada, hacer imposible su escapada …

Se acercó el primero, corriendo, antes de llegar a tocarlo este ya tenía un cuchillo clavado en su cabeza cayendo al suelo con un ruido sordo.
Los demás se acercaron, dio un salto atrás mientras dejaba caer un vial venenoso capaz de derretir a cualquiera en segundos, otros cinco cuerpos cayeron mientras sus pútridos cuerpos se desintegraban lentamente en aquel charco.
La poca sangre que les quedaba se esparció por el suelo, apagando parcialmente la hoguera.
Fijó otro blanco con rapidez, salvo que este era más bajo, y entonces lo comprendió, no eran solamente almas que vagaban por la noche, no eran los que habían atacado el campamento, supo que la misma sangre que estaba derramando era la de los habitantes de aquel campamento.

Otra rafaga de cuchillos arrojadizos dio cuenta de los enemigos restantes, incluido el niño.

Cuando el ambiente se calmó, Nhail se encontraba en completa oscuridad, pusó el diario sobre el cuerpo del niño como tratando de honrarle y darle un descanso digno.

Aun en la oscuridad, pudo sentir los ojos de aquel gato mirándole, reprobando lo que había hecho …

  • No me mires así, lo mío es distinto, yo les doy paz, los monstruos se la arrancan.

Se encaminó nuevamente en la oscura noche, buscando más presas, más cacería a la que dar cuenta, más pistas … poco a poco sin darse cuenta Nhail empezó a moverse más por venganza como antaño, y la armadura comenzaba a poseer su cuerpo lentamente …

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Redactado por Felixfelito


Sombras se cernían a su alrededor, en ellas imágenes difusas se agolpaban y desaparecían rápidamente en una tormenta que mareaba al paladín. Un golpe de aire lo empujo hasta una zona nevada, levantando la cabeza comprobó que se trataba de su base, Breidox Sombrío, de su hogar, pero estaba cambiado y vacío. Los edificios se desplomaban por el paso del tiempo, restos de cenizas y humo sobresalían de las murallas y el edificio principal, marcas y armas perdidas de una batalla se encontraban por todo el lugar y montones de cadáveres yacían por el suelo mirase donde mirase. Cuerpos que reconocía fácilmente.
Se levantó lentamente, su cuerpo le pesaba y cada ligero movimiento torturaba todos sus sentidos, cada fibra de su ser parecía ser un yunque que pretendía caer a plomo contra el suelo. Apoyándose en los restos de lo que fue un muro consiguió levantarse a duras penas y empezar a caminar a uno de los cuerpos inertes, su corazón latía con fuerza en rápidos intervalos, algo dentro de el pedía a gritos huir de ese lugar y dejar atrás para siempre, le advertía del peligro, pero su curiosidad y su tozudez ganaron la batalla mental. Llego hasta el cadáver, pertenecía a un joven orco que portaba una armadura de cuero rajada por el pecho y el muslo derecho, al instante pudo reconocerlo como uno de los exploradores habituales a su servicio, pero su rostro estaba desencajado y mostraba una cara de pánico en sus ojos.

  • ¿Qué es lo que ha ocurrido aquí? ¿A qué mal se han enfrentado para terminar con una guarnición entera? Y ese terror…
    Un ruido sordo lo saco de sus pensamientos. Miro lentamente a su alrededor, pero todo parecía seguir en calma, ni un movimiento, ni un solo animal, ni siquiera el viento estaba presente en ese lugar. Cuando ya asumía que su mente le jugaba malas pasadas volvió a escuchar el mismo sonido, fuerte y más nítido que el primero casi parecía un portazo o un pisotón. Con las fuerzas que tenia se dirigió al lugar de donde provenía el ruido con suma cautela, podía ser algún animal feroz o un enemigo que siguiese en la zona, daba igual en su estado no podría enfrentarse a ninguno, pero aun así no podía evitar acercarse.
    Conforme andaba hacia ese lugar no pudo evitar fijarse en los muertos que iba encontrando, sindorei, orcos, tauren, trols, enanos, kaldorei…Rostros conocidos y habituales iban apelotonándose en sus recuerdos y muchos nombres fluían desde lo más hondo. Sin quererlo empezó a recitar con un leve susurro cado uno de los nombres mientras caminaba, parecía el mantra de un viejo ermitaño o un náufrago perdido en su locura y soledad.

  • Khurjin, Khammul, murdeck, felton, Mirtha, Esprit, Grond, sabel, Rhod, Pistch, Menel, filtian, Serlin…-Se paró en seco y giro rápidamente su cabeza a los cuerpos que dejaba atrás, algo no cuadraba- ¿Rhod y Menel estaban aquí? ¿Kaldoreis han muerto aquí? pero eso es imposible…
    Un olor a fuego y cenizas inundo sus fosas nasales, un calor abrasador cubrió por entero al paladín y unos gritos pen.etraron en sus oídos.
    Gritos aterradores per miles de personas, palabras en un idioma que no comprendía y miles de voces al mismo tiempo clamando ayuda, pero ahí estaba solo nadie gritaba ni corría, menos aún pedía ayuda y ningún fuego era tal como para darle tal tormento. Cayo de rodillas presa del dolor y la angustia mientras las voces aumentaban de volumen en su cabeza, llantos se sumaban a ese compendio de caos hasta que finalmente cesaron repentinamente. Abrió los
    ojos y comprobó que ya no estaba en el mismo lugar que antes y su rostro estaba impregnado de lágrimas. Miro a su alrededor buscando a los kaldorei que había visto y a esa pareja que no debía estar ahí, pero no había ningún rastro de ellos.

  • ¿Acaso todo fue mi imaginación o una locura ha empezado a reinar en mí? Cada vez me cuesta más andar, tanta muerte y donde estaba yo…porque estoy vivo y ellos no…tan cansado…
    De nuevo un estruendo retumbo por el aire, un golpe seco contra la piedra que era inaudible y se originada cerca de él. Como pudo se intentó recomponer y proseguir su búsqueda, ahora estaba en una colina nevada rodeada por un pequeño muro y justo en su centro lo que antaño fue una escultura de paz y descanso. Ahora la estatua estaba hecha añicos, los trozos estaba esparcidos por toda la colina y los restos que permanecían enteros apenas guardaban algo de
    paz.
    Atravesó las ruinas y llego al borde de la colina, frente a él solo había una caída sin final en la que no se vislumbraba el suelo. Pero ni rastro de donde podía provenir ese sonido, solo una cuerda podía apreciarse en el suelo y nada más verla sintió pena en su corazón y una ansiedad por subirla. Con esfuerzo fue recogiendo la vieja cuerda, algo pesado estaba en el otro tremo y temiendo lo peor se obligó a ir más deprisa. Sin saber el tiempo que tardo en conseguirlo al fin vislumbro el final y a una figuro que colgaba de ella.

  • No…tú también no…¿Acaso también te he fallado a ti viejo amigo?
    Atado al final de la cuerda se encontraba un goblin con una armadura de cuero rojo y negro.
    Estaba con los ojos cerrados y un tono pálido recubría toda su piel, con un solo vistazo pudo saber quién era y no podía dar crédito. Rhuks.

  • El también ha muerto por tu culpa, excomandate -Dijo una voz grave y siniestra a su espalda
    Al girarse preparado para luchar no pudo evitar sorprenderse. Delante de él se encontraba un tauren sin brazo con los ojos rojos y un aura oscura a su alrededor.

  • ¿Eres tu Rummol? Pero…te vi caer. Como es posible que sigas aquí…

  • Claro que morí elfo -Dijo el tauren con esa espeluznante voz, casi parecía que emitía un eco. Morí por tu culpa al acompañarte en esa estupidez de búsqueda de la verdad. ¿Acaso no fuiste tú el que me metió de lleno en ese tormento demoniaco y no pudo protegerme? Fíjate a tu alrededor, todos han muerto y sin embargo el gran comandante que todos respetamos sigue aquí, vivo y sin heridas.

  • Esto no es posible…Yo jamás desearía ni quería tu sacrificio!!! Lo intente…intente protegerlos a todos, pero los demonios y Mantovil…Lo siento tanto Rummol si tan solo hubiese podido…

  • Morir, pero aun puedes emenda tu error. ¿No dices que habrías dado tu vida por mí y por todos nosotros? -con un leve movimiento de su mano señalo al resto de caídos y un aura oscura empezó a rodearlos lentamente.
    Poco a poco todos los cuerpos se levantaron y miraban fijamente al paladín- Mi señor puede hacerlo posible Félix, mira como devuelve a nuestros camaradas con nosotros, como me ha otorgado una segunda oportunidad…sálvanos
    a todos con un único sacrificio a mi señor y todo será posible. ¿no quieres salvarnos
    comandante?
    El goblin ahorcado se levantó del suelo al igual que el resto, pero ya no estaba solo. Un enano paladín estaba a su lado, la piel se había tornado en blanca y los colores antaño risueños ahora eran oscuros y sin luz. A su lado, un rostro salido entre los recuerdos del pasado había cobrado vida. Una joven sindorei forestal se encontraba junto al enano, su pelo rubio ahora se había tornado en un tono pálido como si la luz que tenía hubiese sido robada, la piel que había pasado a ser fría y blanca, los ojos antaño celestes que llegaron a embriagarle por su
    profundidad ahora eran rojos y tenebrosos. Pero era ella, tras tantos años volvía a estar junto a él como antes de la llegada de la plaga, sea quien fuese ese maestro había devuelto a la vida aquello que había perdido y destrozo su alma.
    Aun consternado por lo que veía y sin llegar a poder entender cómo era posible se acercó como pudo hacia ella. Su cuerpo cada vez era más pesado, sus pasos más lentos y un cansancio rodeaba cada fibra de su cuerpo desde los huesos hasta la piel. Pero no dejo de caminar hasta conseguir llegar junto a ella y, con suavidad y temor, acerco su mano a su rostro para comprobar si era real lo que veía y no era un hechizo que jugaba con su mente. Pero la mano toco su piel fría, estaba ahí y podía sentirla, al mismo tiempo que ella colocaba su mano sobre
    la suya.

  • Dalah’surfal…he vuelto contigo después de tanto tiempo…he visto tu dolor y tormento, tu negación a lo inmundo y atroz, tu soledad que tanto te ha acompañado todos estos años.
    Yo estaba ahí contigo sin poder curar tus heridas y viendo como mi muerte clavo un hueco de ira y depresión en ti, pero ahora estamos juntos gracias al maestro. Solo tú puedes hacer que todos volvamos…ni el rey exánime podrá llevarme esta vez si así lo deseas. Nadie nos separara esta vez…
    Las palabras salían de su boca y cautivaban al paladín, lo llevaban por unos recuerdos que se había obligado a olvidar para no sumirse en la depresión y la perdida. Unos recuerdos que brotaron como un rico al romper la roca y se arremolinaban en su mente dando paz a unos tiempos que se habían roto y perdido. Ignoro el tiempo que fluía a su alrededor, se quedó
    prendado y capturado por su mirada y nada más importaba, embelesado por su voz no pudo más que seguir mirando fijamente a ese tesoro perdido que había vuelto junto a él. Hasta que Rummol hablo.

  • Como ves todo es posible, ríndete y sírvele y esto solo será la punta de lo que podrá darte.
    Aquello que perdiste volverá y una recompensa aun mayor será dada.
    Conforme hablaba el tauren su voz se tornaba más lúgubre y rota, adquiría un tono grave impropio de un ser del tamaño de un tauren y una fuerza que doblegaría continentes enteros.
    El entorno también cambio, ahora estaban los 3 solos en la colina y nada más se encontraba alrededor, parecían flotar en un mar de tinieblas y oscuridad sin fin. Como despertando de un sueño el paladín se giró al tauren, pero ya no se encontraba ahí.
    En su lugar tres ojos rojos brillaban en mitad de una oscuridad plena, observándole fijamente y con la sensación de que escudriñaban su alma. Su voz retumbo en su cabeza incesantemente, fuerte como mil cañones disparando sin cesar y embelesadoras como mil cantos.
    _ Todo esto puedo darte, aquello más profundo en tu corazón puede ser posible con solo un
    sacrificio y servicio hacia mí…Déjate llevar por la oscuridad que ha salvado todo lo que deseas y amas…Siente el poder que puedo otorgarte con solo pedirlo.
    Un simple sacrificio era lo que pedía, un simple voto de lealtad por todo lo que había perdido, por todo lo que deseaba salvar, por todo lo que jamás quería volver a perder. El trato era justo, su alma por aquello que más amaba y tanta pena había causado…era tan fácil tan posible tan tentador…

  • Vendel’o eranu…-dijo mirando a la elfa y apoyando su frente contra la suya.

  • A olvidar y recuperar lo que es nuestro por derecho. -dijo ella- A doblegar a los que nos quieran arrebatar lo que debemos tener por derecho, a obligar a seguir el camino que ellos niegan a recorrer.
    La voz volvió a hablar.

  • Todos sucumbirán y se unirán a nuestra oscuridad.
    Su mente se vaco y dejo que esa oscuridad lo llenase, que ese maestro dominase y tomase lo que tanto buscaba, solo quería perder este dolor y desasosiego eterno. Solo…

  • No creas sus mentiras…
    Fue como un susurro cálido, dicho por una voz antigua y suave. parecía…pero no era posible pues sus ojos la veían ahí mismo.

  • No caigas en su trampa ni sus artimañas, vuelve en ti. No está todo perdido…seguimos siempre aquí.
    Era un leve susurro apenas audible pero cálido y sereno, la voz que escuchaba no provenía de lugar alguno ni era pronunciada por nadie. Mas su interior se calmaba al escucharla…era su voz que había callado pero diferente a la que escuchaba ahora enfrente suya.

  • Rechaza su legado o será tarde, no creas sus presentes. No soy yo…
    De pronto abrió los ojos al escuchar las últimas palabras que lentamente iban apagándose. Al hacerlo vio que lo que había creído que era un amor perdido no era más que una sombra deforme que arrebataba su consciencia y su ser, de cómo su entorno no era más que un torbellino de oscuridad y tormento. NO era un regalo, era un final y una esclavitud hacia el colapso de todo lo conocido.

  • ¡No te resistas a mi poder! ¡Doblégate y rinde a tu nuevo amo, todos me serviréis!
    Su fuerza volvía y con un calor y fuerza interior, como si fuesen de otra persona, consiguió liberarse de las sombras. Su mente era un amasijo de pensamientos e imágenes que buscaban atraerlo a la locura, pero su instinto y sentimiento de lucha doblegaron cada imagen hasta consumirla.

  • No te serviré con promesas vacías y trucos de feria. Anar’alah belore!!! ¡Vuelve al abismo el que saliste!!
    Las sombras se disiparon y su mente clarecía y se serenaba. No obstante, esos ojos rojos seguían fijos y llenos de ira frente a él, clamando sangre y poder.

  • Tarde o temprano todos caeréis en mis dominios. Pronto vendrás a mi paladín…Y entonces no podrás rechazarme…Otros también lo harán y el mundo en oscuridad se sumirá. Bwixki amala zal qulllll….
    Despertó sobresaltado entre sudores y lágrimas, un dolor atroz recorrió su cabeza seguido de un mareo. Y un temor atroz estuvo presente. Esa pesadilla, ese sueño indecible casi le cuesta la
    tortura y no era algo natural. Algo clamaba sangre y había despertado después de tanto tiempo, algo antiguo e indescriptible. Algo que había pen.etrado en lo más hondo de su ser y casi gana.
    Se levantó del suelo como pudo y reviso el lugar donde estaba. Una habitación hecha de piedra roja y hierro negro, solo una ventana con barrotes y una puerta metálica con varios cierres se diferenciaba en las paredes. En la salita había un cubo viejo y roto, un catre desecho y lo que parecían restos de una bandeja con comida.

  • Sigo preso, pues tampoco he mejorado mucho tras despertar.
    Una imagen de una sindorei sonriente paso fugazmente por su mente seguida por la imagen fría y oscura de su pesadilla. De todo lo posible había ido a recuperar esos recuerdos olvidados, en teoría.

  • Dalah’surfal…de no ser por ti ahora no estaría aquí. Tantos años y aun así me has vuelto a proteger de la muerte…Aun así todos mueren protegiéndome.
    Un ruido de la puerta lo saco de sus pensamientos. O era la comida u otro compatriota con ganas de demostrar su honor y su fuerza a los “traidores”. Se había acostumbrado los primeros días a su situación y sinceramente así lo prefería tras lo de Mantovil, Rummol y la boda no tenia fuerzas para luchar…pensar que le acusarían de matar al tauren le sumió en una nueva
    depresión, pero acaso no había muerto por su culpa y la de esa estú-pida misión a la que convenció a ir.

  • Veamos que me depara la suerte esta vez
    Para su sorpresa no fue ninguna de las dos cosas las que aparecieron ahí, sino un elfo de ojos verdes vestido con una toga de porte noble y destinada a reuniones o acontecimientos importante. Junto a él dos korkron portaban unas bonitas y elegante cadenas que serían la envidia de toda la prisión.

  • ¡Oh, me traéis un regalo! Os lo agradezco chicos, pero la verdad es que esas cadenas no pegan con los harapos y la falta de calzado que llevo ahora mismo. Si fueran de color verde al menos…
    Sin inmutarse, y con un poco de brutalidad, colocaron sus nuevas cadenas en muñecas y tobillos del paladín. Hecho su trabajo salieron de la celda dejando a los dos elfos solos.

  • Imagino…este…-el elfo miro de arriba a abajo al paladín- “señor” que no habréis sido informado. Se le ha reclamado para una reunión de urgencia y adelanto de su juicio. Si es tan amable de seguirme…
    Sin esperar palabra salió velozmente de esa celda ya sea por prisa o por repugnancia de la estancia, asumió que más por lo segundo. Sin duda este imb…elfo había caído en el saco de personas que purgaría con gusto, la prepotencia y estilismo que creía evocar hacían que se le revolviese el estómago. un tirón de los Korkron lo saco de sus pensamientos purgatorios contra ese elfo y siguió su camino hasta la superficie. Durante el trayecto pudo ver como varios
    presos gritaban e insultaban hacia su ubicación, el rumor de que lo llevaban al patíbulo se había extendido como la pólvora en milésimas de segundo.
    El trayecto fue largo y laberintico, sin duda las mazmorras de Orgrimmar eran un lugar bien defendido del que difícilmente podría escapar nadie, menos aún entrar sin ser visto. Llegaron al exterior y pudo comprobar que la noche reinaba en el firmamento, las suaves luces de las calles adornaban esos recovecos oscuros y callejones poco transitados, la luna relucía por la ciudad dando algo de cobijo a los viandantes y a esta patrulla.
    Al poco rato llegaron al edificio que dominaba el centro de la ciudad y la entrada principal, el fuerte Grommash se alzaba desafiante como siempre tras su remodelación. No era de los lugares más hermosos, pero sin duda cumplía su función de demostrar poder y temor.
    Entraron por la puerta principal y se dirigieron a una de las salas continuas a la sala del jefe de guerra, era algo más pequeña que la sala principal pero aun podía albergar una cantidad de gente considerable, dentro se encontraba una mesa alargada con sillas, unas antorchas encendidas iluminaban toda la sala, 3 banderas de la Horda decoraban las paredes y justo enfrente una especia de tablilla con anillas que parecía gritar “el sitio especial para presos”.
    Pero lo que más le impresiono fueron las personas allí reunidas que le descolocaron, esperaba un miembro de los sindorei y los orcos incluso algún cargo grande por los cargos que tenia, pero no a toda esta gente. En la sala estaban presentes cada una de las razas que conformaban la Horda actualmente (tauren, orcos, trols, elfos, goblin, vulperas…) y dos personas que no esperaba ver. Después de todo no era típico ver al lord Regente y a Baine por un juicio a pesar de todos sus cargos, algo raro pasaba.
    hasta que no sujetaron las cadenas en las anillas y se marcharon los korkron junto al insufrible elfo no hablo ninguno de los presentes. El silencio le hacía pensar en ese sueño y en la pesadilla que había supuestos y no podía permitirse el lujo de abstraerse ahora mismo. un tauren se levantó con un pergamino y comenzó a hablar.

  • Comandante Félix de Breidox Sombrío en Rasganorte, se te ha llamado a juicio por los motivos de traición, espionaje, venta de información, asesinato de camaradas de la horda, ignorar las ordenes de los superiores, usar recursos en tu beneficio, pactar y destruir un enclave de la alianza en pleno armisticio a propósito entre otros cargos.
    Por todo ello la horda va a valorar si eres culpable o no de los delitos de los que se te acusa. Las pruebas ya han sido revisadas y expuestas ante nosotros y revisadas por los dos líderes aquí presentes, ¿quieres añadir algún dato o explicación que pueda hacernos valorar tu situación?

  • No

  • Si no procedes a decir nada la sentencia estará dictada, ¿acaso renuncias a luchar e tu propia defensa? - dijo un orco anciano presente en la sala-

  • Si es mi destino terminar así será, he cometido muchos pecados que me atormentan y que deseo enmendar.
    Lort’Themar frunció el ceño al escuchar esas palabras, sabía que serían tomadas como confesión de traidor y por ello las había escogido precisamente. Tras la muerte de Rummol no podía evitar pensar que todo había recaído en su culpa y que podría haberse evitado si no hubiese antepuesto su egoísta misión a sus funciones, al menos el viviría. Pero se sorprendió al ver que tras su discurso hablo con Baine de lo que parecía ser él y este asentía…algo no cuadraba en esta situación.

  • Vista esta situación y a la renuncia de su propia defensa la horda dictamina que el Comandante Félix sea sentenciado a la pena máxima por sus crímenes contra la unidad, defensa y miembros de la Horda. Se declara que sea condenado a muerte por decapitación al amanecer del día siguiente. Que la madre tierra sea la que de cobijo a su alma.
    Dicho esto, los miembros de la sala salieron respetuosamente, alguno irascible como si la sentencia no fuese suficiente o no es lo que deseaban. Cuando todos se fueron marcado pudo comprobar que tanto el lord regente como Baine seguían en la sala mirándole fijamente y sospechaba que no porque fuese atractivo de ver. Fue este último el primero en levantarse y dirigirse al paladín.

  • Sabemos los cargos de los que se te acusan comandante -dijo con una voz suave y tranquila así como estamos enterados de la sentencia que sabes que era ineludible. Pero dinos, ¿acaso todo lo dicho y aportado aquí es cierto? ¿Acaso buscabas el exterminio de la horda y vendernos a la Alianza como una carne de mercado?

  • Mi lealtad siempre ha sido demostrada pero mis actos hablan por sí solos, he cometido errores graves que han supuesto el peligro de los que me rodean. Si este precio debo pagar…lo asumiré.

  • Te vuelvo a repetir, ¿porque has hecho todo esto llegando incluso a aceptar que asesinaste a un compañero? Y se sinceró, ambos estamos hartos de este circo.
    Sin entenderlo bien parecía que estaban solicitando su versión de los hechos de los últimos meses. Y por alguna razón decidió contársela,

  • Si de verdad queréis saberlo no os lo negare. los cargos de que se me acusan se han condicionado por ignorancia durante largo tiempo, durante mi estancia en Rasganorte conocí varios casos de desapariciones, demonios y muertos a lo largo de Azeroth. Intente reclamar ayuda y la información a la capital, pero esta hizo oídos sordos o me reclamaba ayuda en tiempos de guerra, vi como día a día la gente desaparecía, como algo se urdía en las sombras y como la Alianza y la Horda preferían matarse en una estú-pida guerra antes que ver a su
    pueblo.
    Respiro profundamente y decidió seguir sin tapujos.

  • Sí, he desobedecido las ordenes que me llegaron por la que yo creía una causa más justa y de no ser así lo de Villadorada no habría sido más que un grano en el mundo. Fue un brujo llamado Mantovil el que destrozo y casi nos mata a mí y a un grupo formado por hordas y alianzas, fue este el que asesino a decenas de personas para obtener poder y el mismo que secuestro a dos criaturas y mato a Rummol cuando defendía a una kaldorei de la muerte. Y cuando por fin conseguimos “ganar” y firmar un armisticio me acusan de atacar a una Alianza
    que ella misma nos agradeció la situación. Sí, he cometido pecados que nadie puede perdonarme, así como perder recursos por la que yo pensaba era una causa justa…pero la Horda no. La muerte de Rummol fue culpa mía, yo lo metí en ese suicidio de misión, yo hice que acabase torturado y muriendo por un brujo que a nadie parase importarle. Si por todo ello merezco morir…creedme que lo hare tranquilamente y para redimirme de mis pecados y
    perdidas. Sean de la Horda o sin ella.
    Tras su discurso lleno de ira y remordimientos el tauren había permanecido callado y quieto a excepción de su cola, detrás el lord regente miraba fijamente la situación seriamente, aunque parecía salir una leve sonrisa de su rostro.
    El tauren aparto los documentos de la mesa y saco unos nuevos encima. De espaldas empezó a hablar.

  • Sabemos las pruebas que han traído y también tenemos ahora los informes que enviaste y de la alianza, el actual comandante en funciones de tu campamento insistió mucho en hacerme llegar estos documentos por alguna razón y parece que estaba en lo cierto. Sabemos ya con
    certeza todo lo ocurrido con Mantovil y tus intenciones comandante, sabemos que honraste tu deber y preferiste el castigo a quedarte de brazos cruzados frente a un mal que ponía en peligro a todos. Antepusiste tu bienestar y vida por un bien mayor, cosa que ahora mismo nos es necesaria.

  • La sentencia dictada aquí hoy es legítima, a pesar de los datos que hemos conseguido el resentimiento por la guerra no ha cesado en su totalidad. - Dijo Lorththemar- Muchos quieren tu cabeza, Félix, y temo que debamos dársela queramos o no. Pero tienes…digamos otra salida.
    -No entiendo que queréis decir con esto, ¿acaso no es suficiente perder a mis compañeros y mi vida para satisfacer a la Horda? ¿tanto castigo desea esta por algo así?

  • ¿Que sabes de los dioses antiguos y de Nzoth? ¿Has tenido últimamente algún dolor de cabeza o pesadilla que te dominaba?
    No entendía a que venía esa pregunta, los dioses antiguos por lo que sabía eran seres anteriores al cataclismo. Por lo leído habían muerto en el asalto a ulduar, donde estuvo presente, y en anquiraj y eran los causantes de grandes males en Azertoh.

  • Se quiénes son y los males que han creado. Pero no entiendo que tiene que ver eso con mi pesadilla.
    Ambos se sobresaltaron al unísono al mencionar la pesadilla.

  • ¿has tenido una visión de oscuridad y un ser poderoso?

  • Si…fue como si supiese todos mis secretos, como si intentase doblegar mi voluntad y atraerla usando todo ápice que pudiese servirle para su causa. Casi me vuelvo loco y acepto su oferta…pero conseguí escapar al enfrentarme a él.

  • Te dije que era el idóneo para el cargo Baine.
    Dicho esto, Bob se levantó y quito las cadenas del paladín para su sorpresa, además entrego un emblema negro con el símbolo de la horda y un pergamino sellado.

  • En el consejo hemos hablado de tu caso comandante, un caso particular si me permites decirlo. No podemos otorgarte un indulto ahora mismo, pero si proponerte otra cosa que evitar tu decapitación. N’zoth es el último de los dioses antiguos en nuestro mundo y ha despertado, esas visiones y pesadillas que has tenido están ocurriendo por todo el mundo, doblegando su voluntad y sumirlos en su propia locura.

  • Pocos son los que consiguen librarse de su influjo y por ello vemos necesario buscar ayuda para acabar con este nuevo mal. Buscamos a alguien que no le importe perder todo, perder su identidad y actuar en las sombras por su cuenta. Necesitamos a alguien que acepte convertirse en un muerto y nos ayude a exterminar los males que asolan el mundo y conseguir derrotar a
    N’zoth. Creemos que tú eres el idóneo.

  • ¿Y bien, que aceptas paladín? Si no, siempre te quedara la decapitación.
    Acaso esto iba en serio. N’zoth, su juicio, el ataque las visiones…tenía sentido lo que le habían dicho, pero no entendía porque justamente era él la persona idónea en conseguirlo.
    Ciertamente ya había perdido todo y tras Mantovil…suponía que no había hecho mal su trabajo. Tal vez esta oferta fuese una forma de redimirse, pero la muerte de Rummol seguía pesando sobre él y la culpa lo consumía. Acaso este era el camino correcto…

  • Con este sello y esta carta cualquier campamento te dará cobijo sin hacer más preguntas. ¿y bien, que decides?
    Unas horas después al amanecer

  • Por la presente por las traiciones y muertes a la Horda causadas por el comandante Félix de Rasganorte se le sentencia a muerte por decapitación en este momento.
    Gran parte de la ciudad había asistido a la ejecución, gritos, insultos y piedras dominaban el lugar. justo en el centro un elfo yacía sin inmutarse arrodillado ante su final inmediato. Un orco dio una patada al elfo que cayó de bruces al suelo, seguido lo agarro por la cabeza y estiro su cuello con fuerza y odio. Justo a su lado un No-muerto portaba un hacha bien afilada, asiéndola con ambos brazos la levanto y, tras un silencio, golpeo fuerte en la parte de la nuca con el filo cortando de un solo tajo. El cuerpo del elfo cayo sin vida al suelo y los presentes
    vitorearon la muerte del traidor.
    En las murallas un encapuchado miraba la escena fijamente, portaba una armadura oscura con tonos azulados y algún diseño de la plaga de rasganorte. En su mano portaba un emblema negro de la horda y un pergamino.

  • Pues ya está hecho, oficialmente estoy muerto para Azeroth.

  • Pero una causa te reclama ahora por el bien de todos comandante -dijo un viejo orco, el mismo de su juicio por traición-

  • Espero que tengas razón… ¿Esta mi montura lista?

  • Si, todo está listo para partir a Uldum cuando lo ordenes no obstante antes me gustaría pedirte algo.

  • ¿Algo? Si esta en mi mano…

  • Este collar perteneció a mi difunto hijo hasta hace poco, una pequeña piedra que servía de protección por parte de los elementos. Y así le sirvió hasta que pereció en Terrallende.
    -El viejo orco paso sus dedos por la piedra añorando tiempos pasados- Quiero que la tengas tú.

  • Pero no puedo aceptarlo, tu hijo querría que tú lo guardases.

  • Mi hijo querría que la persona que vengo su muerte se lo quedase, que la persona que ayudo a matar a ese brujo Mantovil lo tuviese. Sí, no creas que no sabía quién eras en el juicio muchacho. Acéptalo y deja que el deseo de este viejo se cumpla.

  • Si es así…será un honor.
    Dicho esto, y agradecido el gesto, y colocado el collar en su cuello, monto en su montura y partió rumbo a Uldum. Rumbo a una tierra desértica, rumbo a detener a N’zoth.

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Al dia siguiente
-!NOS VAMOS A VENTORMENTA DE INMEDIATO!
-!NOS VAMOS A OGRIMMAR YA CONDENADO GORDO!, Si no vienes ire solo, y no intentes detenerme, la vida de Felix corre peligro mientras estamos aqui discutiendo sobre esa pesadilla…“vision”, eso es.

-Yo tambien quiero rescatarlo, pero podrias perder tu mismisima alma en cualquier momento, necesitamos que un ren’dorei te mire eso, tenemos a N’Zoth amenazandonos, y me temo que Felix . . . . es prescindible.

-!Ni se te ocurra decir eso otra vez, como oses decir eso de nuevo te vuelo la cabeza sabes!, y creeme, no quieres ver a un enano iracundo, asi que nos vamos a Ogrimmar !YA!, Le dijo eso ultimo con una mirada de profundo odio.

-¿Te crees que esto es facil para mi?, ¡Ando con el IV:7, con los servicios secretos de la Horda y con los descoronados sobre mi, si cualquiera de esas 3 organizaciones me pillan haciendo algo que no quieren que haga estamos los 2 muertos, tenemos a un condenado Dios Antiguo suelto por culpa de la mugrosa de Sylvanas!, ¡Se nos acaba el tiempo!, y por supuesto que quiero salvar al comandante, habeis sido los unicos que realmente se han jugado el pellejo por salvar el planeta mientras esos burocratas observaban sentados en sus asquerosos traseros como familias enteras eran enviadas al frente para matarse en una absurda guerra. . .¿Te crees que me gusta ver pueblos arrasados, cadaveres desfigurados de todo tipo de razas salpicando el paisaje y conocimientos ancestrales arder por culpa de unas ridículas facciones?, se que lo pasastes realmente mal en Stratholme, y no tienes la culpa de lo que sucedio, quien os envio alli en ese asalto fue un traidor que os vendió, fue mi primera mision el investigar que sucedió.

-¡Repite eso!, ¿un traidor?.

-Correcto, antes de la ofensiva de Rasganorte supimos de varios infiltrados de la Plaga en diversas organizaciones, entre ellas la Cruzada Argenta, el infiltrado era un humano llamado Rhodrigus Veraluz.

-¡Tengo que matarlo de inmediato, dime ya donde esta!

-Calmate, esta mas que muerto, le emboscamos en el puente entre las tierras de la plaga oriental y occidental, luego fue ejecutado en Menethil y finalmente fue cremado.

-Entonces…¿yo no fui… el causante de sus muertes…?, llevo años soñando con ellos y cargando con sus muertes, me aleje del camino de la Luz a raiz de ello…¿todo fue culpa de un infiltrado?.

-Exacto, estas libre de toda carga, deberias relajarte en un resort y pedir algo de ayuda, creeme, te hara mucho bien liberar tu conciencia de esa culpabilidad enquistada por que …yo tambien pase por algo …Tomó un respiro y luego expulsó una bocanada de aire…yo tambien pase por un momento tragico, te lo ire contando conforme vayamos a Tundra, iremos a Ogrimmar y buscaremos ayuda en Camara del Corazón, tardaremos menos que si fuesemos a Ventormenta con parada en Boralus.

-Yo…no sabia nada de eso…asi que eso era lo que intentaban decirme muchachos… os visitare de vuelta en Capilla, no os he visto desde Strattholme. Sin darse cuenta brotaron lagrimas de sus ojos al recordarlos.

Varios dias despues, en el puerto de Fortaleza Denuedo

-Urg, tenia que ser un barco goblin.

-Si, ¿que passa?, Ya nos han pagado, asi que si no quieren subir te buscas otro barco eh gordito.

El picaro ya tenia esas irremediables ganas de decapitar a esos repugnantes bichos verdes, pero era el unico transporte que podria sacarlo de Rasganorte

-Cambio de planes, nos vamos a Ogrimmar, olviden el viaje a Boralus.

-Llevamos los recursos justos para Boralus.

-¿No saben cartografía?, Boralus esta más lejos que Ogrimmar señor. Le dijo educadamente el enano

-A.M.D, vaya, nos ha salido un listillo, a nosotros nos ha pagado para ir a Boralus y a Boralus iremos…a no ser que…El goblin empezo a frotarse las manos.
25000 oros y estais en Trinquete.

-Ya estamos con las negociaciones…10 y Ogrimmar.

-Pues os vais a nado majos, 21 10 e Islas Eco.

-Arg, que ya habeis cobrado, 15 y Ogrimmar, no subo mas.

-Por 15 te doy esa barca y remais.

El kultiriano empezaba a enfurecer, uno de sus parpados comenzaba a temblar de los nervios
-Mira, ¿sabes que?, que os den, os quedais sin oros, ¡hasta mis kultirianos de los goblins y sus estafas!, por que mi mision quedaria comprometida, pero os quemaba el barco, ¡Con vosotros dentro!.

-Ale, pues adios gordo seboso, que disfrutes el frio. Los goblins subieron al barco para zarpar sin ellos.

-Pero…pero…¿Eres idiota?, ¿Como vamos a Kalimdor ahora?, ¿Acaso ves algún otro barco?, Dijo el enano mirando por todas partes algún otro barco sin exito.

-No te preocupes, siempre tengo un plan B, Espero que te hayas aprendido bien el libro, por que nos hara falta.

-Espera…no estaras pensando lo que creo que quieres hacer…¡Estas loco!, ¿Como nos vamos a colar en el bastión más importante de la Horda en Rasganorte?.

-Lo vamos a hacer, y vamos a llegar directos a Ogrimmar y…Le dio un cabezazo a una pared cercana ¡Más goblins!, no recordaba que esos cacharros estaban tripulados por ellos.

5 horas más tarde, en el acceso principal al Bastión Grito de Guerra

-Usa este cristal, te transformará en la raza Horda más similar a ti, pero recuerda, dura 2 semanas siempre y cuando no te hagas daño, si te haces daño o te lo hacen volveras a ser tu, así que trata de no caerte.

El kultiriano usó un cristal, lo que lo transformó en un Tauren.
-Como no…usalo tu a ver que sale y recuerda, ahora hablamos orco, no pueden escucharnos hablar en ningún momento en común.
El enano usó el cristal y empezó el primer capítulo de la infiltración en tierras de la Horda.

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jajaja Rhop lo siento pero es que tú y los nombres…XD

Nyalotha enano…Nyalotha!!!

Lorza dice…estos enanos…a saber en que pensabas!!!

Joe hasta en visiones me quieren matar…

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Llegaba tarde.Demasiado tarde se dijo al ver la oscuridad que envolvía el Valle de los Cuatro Vientos.
Había esperado el regreso de Menel y Argent de su luna de miel para dejar sus últimas creaciones a los regentes de la tienda de Dalaran.Y Romuul le había suplicado que no fuera,que otros se encargarían de N´zoth.
Estuvo tentada de no ir…de por una vez no batallar.Había llegado a Azeroth siendo una niña y no recordaba nada más que entrenamiento en el arte de la magia,las tres disciplinas aunque sentía mayor afinidad por el hielo,y guerras,muchas guerras.Era aún demasiado joven para haber vivido tanto.

Entendía a Menel,su retiro,el dedicarse a su familia.Estuvo tentada de hacer lo mismo,Romuul no era un niño,y aunque vigoroso el draenei empezaba a estar mayor para ser padre,todo lo contrario que ella,que aún era demasiado joven.Pero nunca conseguiría llevar una vida como la de Menel,el Vindicaar no era lugar para criar a un hijo,y el gran artificiero no abandonaría “su” nave.
La maga a veces pensaba que su pareja amaba más aquel pedazo de chatarra naaru que a ella misma. Pero le daba la libertad de hacer lo que quería. Y aunque Romuul le suplicó que no fuese,partió una vez más hacia la guerra.

Muchos campeones de ambas facciones habían partido antes que ella.Pero lo que encontró en Pandaria estuvo a punto de hacerle dar la vuelta y volver al Vindicaar.
Oscuridad,estandartes de N´zoth,ignotos,ojos,sangre corrupta…cuando parecía que aquella hermosa tierra empezaba a recuperarse de la influencia de los sha,del mal que Garrosh había desatado…el dios ahogado desplegaba todo su poder.
-Maldita seas Brisaveloz-dijo Ahzura-maldita seas una y mil veces por liberarlo-clamó desde la terraza del palacio Mogu Shan.

Decidió verlo todo desde el aire.Invocó a su dragón hada.Y lo que descubrió fue peor aún.Mantides,Mogus habían cedido al dios antiguo. Campeones de todos los lugares de Azeroth luchando contra todo tipo de aberraciones.Y de pronto un susurro se coló en su mente.
-La ossscuridad,es inevitable,únete a mi.
Ahzura se echó a reír mientras continuaba volando.
-Poseí a Aluneth durante un año,pulpo miserrable,me hablaba de poder y no la escuché.No creo en mentirras,no creo en promesas vacías.Morirrás como lo hicieron tus hermanos.Sabes que yo misma con otros campeones le dí muerte a Yogg Saron? Y mi herrmana de sangre,una elfa kaldorei estuvo en la guerra del mar de Dunas,y mató a C´thun.No erres nada!!! Me oyes? NADA!! Caerrás como lo hicierron ellos.

Se hizo el silencio,los susurros se acallaron. Ahzura sonrió triunfante…
De pronto sintió como si los parpados le pesaran demasiado.Había escuchado hablar de ello.Instó a su montura a aterrizar con rapidez antes de perder la consciencia.

Vio Dalaran sumida en las sombras,los magos del Kirin Tor habían cambiado su estandarte por uno rojo,el de N´zoth. Los vio en la ciudadela violeta,conjurando algo maligno,cantando loas inteligibles y oscuras.
Vio a Menel sumida en las sombras,a Argent rogándole que no sucumbiese…
Quería ayudar pero el paladín la instó a irse,a abandonar aquel lugar.
Corrió a la baliza,tropezando por el camino,a duras penas entre el horror pudo llegar al teletransportador al Vindiccar. Se dejó caer de rodillas sobre el.
Apareció en la nave naaru. Su luminosidad,su luz,se había apagado,estaba envuelta en sombras.X´era volvía a flotar sobre el centro,oscura,imbuída de poder del vacío como L´ura,aquel naaru del que Alleria Brisaveloz había absorbido su poder en el trono del triunvirato.
Y a Romuul en el panel de control de la nave,rodeado de tentáculos de terrible oscuridad.
-Ven querrida mía-le dijo el gran artificiero-ven a mi,a nosotros.
-Romuul…no…-susurró horrorizada
-Ven mi pequeña,tenías razón lus de mi vida,debemos forrmar una familia,tengamos un hijo,un draenei oscuro,un servidor de N´zoth.Tengamos a su campeón como tu amiga tuvo los de la lus.
Romuul avanzaba hacía ella a pasos agigantados.Como si algo lo volviese mucho más rápido.
Entró en pánico.Miró hacia los lados buscando una salida.
De pronto sintió dos pares de brazos agarrándola desde la espalda.La capitana Fareeya y la archimaga Y´mera.
Ambas imbuidas en sombras. Ya no eran parte del ejército de la luz,habían sucumbido también.
-Llevarla a mis aposentos-dijo el gran artificiero acercándose.
Le acarició la cara,ella la apartó aterrorizada.
-Tenemos un hijo que darle al maestro, y lo harremos por las buenas o las malas pequeña,tú decides.
Forcejeó incapaz de librarse del control de las draeneis que la arrastraban a la habitación del Vindicaar que ambos compartían.Le arrancaron la toga y la ataron a la cama como si de un ritual oscuro se tratase.
Seguía forcejeando,intentando apelar a la razón de las otrora servidoras de la luz,pero permanecían calladas,como en trance.
Romuul apareció por la puerta y las mandó salir con un gesto de la mano.Los dejaron solos.
El gran artificiero empezó a despojarse de su armadura de placas mientras hablaba de la gloria a N´zoth,de lo maravillosos que serían sus hijos.
Ahzura gritó.

Despertó de golpe,en medio de una montaña, aún subida sobre su dragón hada.Un sudor frío perlaba su azulado rostro.
Se recompuso como pudo,aún con todas las imágenes en su mente.
-Jamás me oyes?JAMÁS!!!
Con gesto decidido emprendió el vuelo de nuevo.Había subestimado el poder de N´zoth,no volvería a ocurrir

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Relato de Thantos que enlaza directamente con mi trama.


Aiden odiaba el desierto. Incluso cuando estaba vivo, prefería el clima húmedo y templado de Lordaeron al abrasador sol del reino de Ventormenta o a la ahogadora humedad de las selvas de Tuercespina, y tras su transición a guerrero de hielo aquellas preferencias se habían acentuado. No obstante, la noche de Uldum era casi como un paraíso para él. El cielo estaba oscuro, y el tembloroso brillo de las estrellas no podía hacer más que intentar sobrevivir a la hambrienta oscuridad que reinaba en el cielo, como asfixiadas por el manto de una deidad oscura y primitiva. El calor abrasador, que gobernaba las dunas con prepotencia durante el día, huía aterrado en cuanto el sol se retiraba, y la tierra estéril bajo los cascos de Tormento, su fiel corcel, completaba su transición a un Rasganorte de tonos ocres.

Pero el día y la noche tenían algo en común, a pesar de sus proverbiales diferencias: ninguna era capaz de detener su búsqueda insaciable, su marcha homicida. El sol y las lunas habían observado durante días, semanas incluso, como el jinete había levantado montañas de cadáveres dignas de la Purga de Stratholme, solo que esta vez eran monstruos, y no inocentes, los que habían caído bajo el peso de un arma maldita. Silencio hacía honor a su nombre. La hoja, por muy hambrienta que estuviera, aguardaba pacientemente a que su amo y creador decidiera desenvainarla de nuevo, sabedora que de nunca pasaba mucho tiempo entre matanza y matanza. Y lo que era mejor, esta vez su amo estaba siguiendo el rastro a algo que, al fin, era verdaderamente poderoso. Un alma que merecería la pena segar.

Caballo y jinete siguieron avanzando por la infinitud de Uldum, y la luz de la Dama Pálida proyectaba su sombra contra las dunas y los quebradizos peñascos de roca maltratada, como intentando hacer creer al mundo que un gigante caminaba por su piel reseca. Y aunque parecía que vagaran sin rumbo, se dirigían hacia su nueva presa sin desatino, inexorable como la muerte misma. La sombra emplumada sobre ellos, sus ojos y su guía, revelaba los caminos ocultos a sus fantasmales ojos, aunque el hedor de la magia del Imperio Negro ya inundaba su mente como una fragancia engañosamente atractiva.

Para la muerte, el tiempo era algo carente de significado. Tardara un día, un año, un siglo o la eternidad, al final siempre alcanzaba a su objetivo. Por eso el viaje desértico no se le hizo ni largo ni corto, simplemente fue un trámite que acabó por llevarle justo a donde quería llegar.

Tormento se detuvo en una pequeña colina, donde un árbol muerto indicaba lo que tiempo atrás había sido un humilde oasis, y observó a la errante figura que avanzaba en silencio a través de la sórdida roca, agostada y carente de vida, que resumía a la perfección todo lo que Uldum era.

Era un elfo, de eso no había duda, pero aparte de descartar a los de la noche Aiden no supo distinguir de qué clase era. Sin’dorei, Quel’dorei, o incluso Ren’dorei; era difícil saberlo. Cualquier rastro mágico que pudiera darle una pista estaba asfixiado por la terrible presencia de aquella armadura oscura, que rezumaba de susurros y poder oscuro. Aiden torció el gesto, abandonando la expresión neutral que se había adueñado de su cara desde hacía días. No sabía quién era, pero si sabía lo que era: peligroso. El mero hecho de sobrevivir a una armadura como aquella era una proeza por sí misma, y por un tenue momento sintió admiración por aquel guerrero errante, pero fue rápidamente sepultada por el hambre y el deber. Si tenía que ver con los Dioses Antiguos, era un peligro para Azeroth. Y si era un peligro para Azeroth, su destino era morir ante el filo de su guadaña.

Su posición alta y su montura le daban ventaja, pero si algo había conservado de su etapa de paladín era el honor. Si quería una buena batalla, alguien con el que esforzarse de verdad, debería luchar en igualdad de condiciones. Así, habló con voz fuerte, revelando su posición.

  • Peculiar armadura la que vistes, viajero.

El elfo se dio la vuelta. Parecía asombrado de que alguien se le hubiera acercado tanto sin que lo hubiera notado, a pesar de que ambos estaban separados por varias decenas de metros. Se dio la vuelta, llevándose instintivamente las manos a las empuñaduras de sus armas. Todo su cuerpo irradiaba desconfianza, preparado para atacar, y no era en balde. El jinete era imponente desde allí abajo, su silueta recortándose contra la Dama Pálida y su guadaña centelleando a sus espaldas. Un cuervo se posó en el viejo árbol, negro como el Abismo que seguía a su maestro, y lanzó un graznido ansioso, como anticipando el banquete que se daría en breve.

  • Lo es, jinetele respondió el elfo con voz queda.
  • Por desgracia, no es algo que un mortal debiera vestircontinuó—. Pertenece al Dios de las Profundidades y, como todo lo que le pertenece, debe ser destruido.

El jinete era hostil, eso quedó claro. El elfo desenvainó sus armas con un movimiento fluido digno de un profesional, y se preparó para el ineludible combate.

  • ¿Quién eres?

El jinete descendió de su montura, que relinchó y se apartó hacia el árbol reseco para hacer compañía al cuervo y dar espacio a la gran guadaña de su maestro. Las runas y las filigranas de ataujía que recorrían su firme metal se encendieron con un tono pálido de azul.

  • La muerte.

OFF. Sorry Thantos, no me ha dejado poner tu imagen, me han quitado el lvl 3 definitivamente.

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Kmils se quedo alli pasmada viendo a la elfa desaparecer. Se irrito por un momento por las formas que habia tenido Belter con ella, necesitaba su ayuda y su informacion.

De repente el cielo empezo a oscurecerse en pleno dia. Kmils caminaba mirando hacia arriba sorprendida “¿como es esto posible? ¿que esta sucediendo? ¿una tormenta en Uldum? imposible” se preguntaba mientras se adentraba en la ciudad. Esto origino un gran revuelo, muchos salieron a ver el fenomeno, otros corrian a refugiarse en sus casas, muchos sacaban sus armas y Kmils alli desconcertada permanecia quieta sin saber que sucedia mientras muchos corrian a su alrededor.

El caos llego cuando un gran tentaculo aparecio escarvando del suelo destrozando todo a su al rededor. Gritos, confusion y devastacion, mas tentaculos y monstruos aparecieron repentinamente hiriendo a todos los que se encontraban a su paso, razas de todo tipo se lanzaron con sus armas hacia ellos. Kmils sintio como se le erizaban los bellos del brazo, se llevo las manos a sus dagas de forma instintiva, pero estaba petrificada, todo temblaba, el terreno se movia. Miro hacia a su alrededor intentando hacer calculos y preparandose para atacar cuando escucho un grito de aviso.

–KMILS CUIDADO!!!

Se giro para mirar quien la llamaba pero un gran tentaculo surgio de la tierra y la lanzo contra un edificio, no le dio tiempo a defenderse, el impacto le hizo añicos la espalda y se dio un golpe en la cabeza. Tirada en el suelo, medio inconsciente entreabrio los ojos. El sonido se volvio opaco y todo estaba borroso, intento con todas sus fuerzas moverse sin lograrlo. Indefensa en el suelo abrio otra vez los ojos, alguien familiar se acercaba a socorrerle, pelo ceniciento y piel azul. Le hablaba pero no la podia oir y despues no pudo aguantar mas, perdio las pocas fuerzas que tenia y se desmayo.

Desperto en una cama, abrio los ojos con cautela, pero todo estaba tranquilo, la habitacion era luminosa, una alfombra voladora de tejido lei ondeaba cerca y al lado una figura de pelo blanco y largo, con toga morada trasteaba con varios botes de pociones.

– ¿Que ha pasado? - Dijo llevandose la mano a la cabeza que tenia bendada

La figura se giro con sorpresa y alivio a la vez.

–Kmils, menos mal - Suspiro- Ten cuidado, no te muevas. - Corrio a lado de la cama de la goblin.

–Sariam?? - Dijo sorprendida al ver a su vieja amiga troll, una maga con pocas habilidades.

– Te he podido sacar de alli por los pelos, me costo llevarte a un lugar “tranquilo” pero consegui abrir un portal, te lo puedes creer? ya puedo abrir portales, te traje aqui para curarte, saliste volando y te desmayastes, te he vendado y te he dado una pocion curativa, aun tardaras en recobrar las fuerzas, tu no te muevas, no te muevas te digo – reclamo a la goblin que intentaba incorporarse– te tiene que doler todo el cuerpo, el golpe dejo la silueta de tu cuerpo en un muro.

– Como puedes hablar mi idioma?

–Un hechizo, linguista arcana – Dijo mientras le guiñaba un ojo. Crei que tu idioma natal seria mas facil para ti en estos momentos…

–Sariam… ¿que era eso?

– Eso era…-- Hizo una pausa dramatica. – N’zoth.

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El Bastión Grito de Guerra se imponia en las yermas planicies de Tundra Boreal, aquel mastodontico bastión de enormes edificios, rojos tejados y negras paredes metalicas era visible desde decenas de millas a la redonda, signo del poderío de la Horda en aquel helado páramo del mundo, grandes barrancos tallados a mano rodeaban el bastión, fruto de la contínua explotación a cielo abierto de esas frias tierras para extraer sus preciados recursos, aunque otrora albergase una gran actividad, el paso del tiempo y la falta de tropas borró de ese bastión su frenetismo, es más, actualmente era facil de ver como la cantera estaba abandonada, con zonas inundadas y andamios corroidos y desplomados, y los edificios de la periferia tapiados o abandonados, únicamente la zona central, donde el edificio más majestuoso se imponía aún permanecía activo, lo cual para nuestros protagonistas sería buena señal

El enano empleó el cristal, lo que le dio la apariencia de un Pandaren…bajo

-¿Soy un Pandaren?, Pero si tengo ahora aún más pelo y…

El kultiriano, o más bien tauren empezó a reirse
-pff jajajajaa, mirate, eres un pandaren a escala, que monada… bueno vamos al grano, tu te llamaras erm…Boten, y yo Thaunle, vamos adentro a por ese zeppelín.

-Oye, ¿Odias a los goblins por lo que he visto no?.

-Rotundamente si, me han dejado vendido 5 veces al enemigo y en otras ocasiones sus cacharros casi me matan, así que si.

-Se lo que son, y no hagas negocios con ellos, saldrás perdiendo, les tengo asco, bueno entremos.

Ambos con una sonrisa en la cara al ver su común odio a esa raza verde de estafadores llegaron a la garita de acceso para entrar, allí un aburrido orco permanecía sentado con la cabeza apoyada en una de las paredes adormecido

-(En orco) Identifíquense
-Somos Boten y Thaunle, los aventureros enviados a matar aquellas arañas que atacaban el camino, hemos acabado y tenemos que regresar a Ogrimmar.

El orco sin prestar interes ni atención

-Pasen, el zeppelín sale en 15 minutos, así que corran o les tocan esperar hasta la semana que viene.

-!Vamonos Boten, corre! Estoy harto del frio.

La pareja caminó a paso ligero, pasaron por un conjunto de edificios clausurados y con apariencia clara de no haberse usado en años, y llegaron hasta las puertas del edificio central, entraron en el edificio y subieron por el ascensor hasta el embarcadero del Zeppelin, el cual estaba preparandose para partir, allí un goblin bloqueaba el acceso

-¡Alto!, ¿A donde creen que van?, El Zeppelin esta totalmente cargado, se siente, pero tendran que viajar en el siguiente…a no ser que…Este goblin tambien se frotó sus manos sabiendo el negocio que haría

-2000 oros.

-5000, que luego tendré que explicar por que esas cajas han quedado destruidas.

-2500 oros.

-Gano más enviando esa carga vaquita, asi que afloja la pasta.

-3000 y no te envio a Ogrimmar de una coz.

-Hecho, esperen que os “hacemos” hueco, chicos, tenemos que aligerar la carga.

-¿Otra vez?, no pienso desacerme del deposito de combustible extra otra vez, no quiero acabar de nuevo en medio del oceano.

-!Pues tira esas caja de madera, total, el cliente es un moroso, esto le servirá de escarmiento.

2 goblins tiraron 5 cajas de madera directamente por el hueco del edificio, directo a las forjas, se pudo escuchar una serie de improperios en orco desde abajo dirigidos a los goblins

-Ya esta chicos, suban a bordo.

El tauren le dio un saco con oro al goblin y subieron, pasados unos minutos el zeppelin se puso en marcha y volaron dirección a Ogrimmar

Varios dias despues, sobrevolando el norte de Durotar cerca a Ogrimmar

La silueta de la ciudad orca se definia cada vez más conforme el zeppelin se acercaba, una enorme ciudad construida en las sinuosas montañas del norte de Durotar se definía con su característica arquitectura de negras torres y rojos tejados, una imponente muralla con 2 altas torres se alzaba ante ellos, y en lo más alto 2 torres para que los zeppelines descargasen sus mercancias y pasajeros, a los cuales tras sobrevolar por un momento la ciudad llegaron

-Hemos llegado a Ogrimmar de una pieza, ¿Ves como ese pantalón enrollado podía mantener la integridad estructural del zeppelin, panda desconfiado?.

Los 2 bajaron del artefacto y bajaron de la torre dirección el ascensor que los dejarían en la base de la ciudad, subieron y comenzarón a bajar

-Yo es que aún no me creo que un pantalón haya podido hacer eso…es que no me lo creo.

-Te recuerdo donde estamos, en Ogrimmar, tu eres un pandaren Huojin fiel a la Horda, antes de hacer nada vamos a investigar un poco la zona, en la plaza central pasaremos desapercibidos mientas sacamos información, luego veremos que hacer.

El ascensor llegó al nivel de la calle, salieron de el y se dirigieron a la plaza central, la ciudad bullía de actividad, y algo se notaba diferente, por una parte el gran número de vulperas que inundaba la ciudad tras su ingreso en la Horda, deseosos de hacer fortuna en la capital, y por otra el aumento de guardias, la purga de los fieles a Sylvanas continuaba, y ser sospechoso de apoyar a la Dama en Pena era motivo de interrogatorio seguro

La pareja caminó entre el bullicio de las diversas razas haciendo su vida normal, el pandaren compró unos dulces y el tauren una goma de mascar con sabor

-Que mal huele aquí, llevamos un rato largo y no se me quita este olor, ni en For…en la forja cuando sale con mucho azufre la mezcla.

-Debe venir del patíbulo, dejan a los cadáveres expuestos una semana para que todos puedan ver al ejecutado, y como aquí siempre hace tanto calor y sol pues huele mal siempre, vamos a acercarnos.

Ambos se acercaron, el pandaren se tapo con su garra su hocico, cosa a lo que el tauren parecia ya acostumbrado, cuando llegarón pudieron ver 5 cadáveres decapitados con sus cabezas empaladas en picas, 2 eran orcos condenados por sabotaje, 1 era un goblin condenado por saquear el banco central durante el último asedio, 1 era un renegado fiel a Sylvanas que asesinó a un guardia, y finalmente un elfo de sangre por alta traición a la Horda

-Un momento…No puede ser esto posible, me dijeron que la ejecución no era hasta dentro de 5 dias…no puede ser que este muerto…debe ser otro…Empezó a leer la ficha de los datos de quien era y las causas y en efecto era el Comandante Felix de Rasganorte

El pandaren estaba congelado, su cara carecia de emoción alguna, simplemente estaba clavado, a lo que uno de los custodios orcos que permanecía allí se les acercó

-¿Que os pasa?, ¿Conocían al traidor?, Ha acabado así por sus crímenes contra la Horda en sus peores momentos, participó con la asquerosa Alianza traicionándonos, usando sus tropas y vendiendoles información, se merecia un fin mucho peor, pero así lo quiso el juzgado.

El orco escupió a la cara con odio, lo que hizo que el pandaren actuase

-¡DRETHZ NO DETENTE!, !NO ES EL MOMENT…

Su intento de calmarlo fue en vano, el pandaren agarró del cuello al orco y le empujó al extremo de la pica que sobresalía de la cabeza del elfo empalado, lo que hizo que el ojo del orco quedase destrozado con la punta de la afilada pica metálica, eso hizo que el orco gritase de dolor y pusiese en alerta a todos los que rodeaban la zona

El pandaren segúia empujando la cabeza del orco hacia abajo mientras este gritaba y se revolvía, una piedra de un niño orco golpeó al pandaren, lo que eliminó la ilusión de este, haciendo que el enano volviese a su vista normal de enano

-¡QUE HABEIS HECHO!, ¡COMO OSAS ESCUPIRLE BESTIA INMUNDA!, ¡VETE AL INFIERNO, TODOS, ARDAN EN EL INFIERNO, NO VA A QUEDAR NI LA CENIZAS DE ESTA INMUNDA CIUDAD!

El tauren apartó de un golpe al enano y apuñaló al orco rápidamente y repetidamente con furia por un resquicio de su armadura, lo que hizo que dejase de moverse y gritar, eso hizo que volviese a su imagen de kultiriano

-¡VAMONOS YA!, ¡YA ESTA MUERTO, VAMONOS!. Finalmente con un golpe rapido cortó la cabeza del orco, haciendolo quedarse empalada mientras el cuerpo caia por su peso al suelo

-¡MALDITO BASTARDO! El iracundo enano daba pisotazos al cadaver del orco mientras el pícaro trataba de agarrarlo para separarlo de este y huir

-¡YA ESTA MUERTO!, ¡TENEMOS QUE HUIR DE AQUÍ YA!.

El estridente sonido de un cuerno retumbó en el distrito, y un gran número de guardias se acercaban a la zona

Finalmente pudo hacer que el enano dejase al orco muerto, pero no se movía, estaba quieto mirando el cadaver del elfo

-¡EL QUERRÍA QUE VIVIESES, HUYAMOS DE AQUÍ YA! ¡NO DEJES QUE SU MUERTE SEA EN VANO, SOBREVIVE!.

-Esta muerto…no pude llegar a tiempo…por mi culpa ha muerto…por que tenía que tener esas visiones…por que tenía que estar esos dias allí…prometeme que harás arder esta ciudad…he de acabar con la Horda…con todos y cada uno de ellos…

Finalmente un numeroso número de guardias llegaron a la zona, rodeando a los 2 infiltrados

-¡Alto!, ¡Estais rodeados, bajen las armas, rindase y no moriran aquí!, ¡En el nombre del Consejo y de la Horda están detenidos!.

-¿Como es posible que haya fallado tan miserablemente?, Pero si he usado la mejor información posible de los descorazonados, ¿Como han fallado tanto?..Espera…no puede ser, ¿Os habeis infiltrado aqui tambien?..Bien jugado N’Zoth, bien jugado.

-¡Las manos bien altas, no sabeis lo que acabais de hacer!.

El numeroso grupo de guardias esposaron a los 2 infiltrados y les cubrieron la cara con un saco negro, mientras caminaban a su incierto destino pudieron escuchar gritos e improperios en orco ante ellos de los viadantes de Ogrimmar

Un tiempo despues se encontraban sin armas ni armadura en la prisión de Ogrimmar, en celdas contíguas en la zona de aislamiento de la prisión

-Esta muerto, lo han matado, tengo que acabar con ellos.

-Eh, tss, ¿estas aquí no?, La voz del kultiriano se escuchaba en la celda contígua

-¿Vamos a acabar como el no?, siento haberte arrastrado a esto, tu…¿tu lo tienes peor no?.

-¿Siendo espía del IV:7 y de los descoronados?..que va…en absoluto…O me torturan para sacarme toda la información y me hacen desaparecer, o me ejecutan, o en el mejor de los casos hacen un intercambio con un espia Horda que este encerrado en Ventormenta…y luego los descoronados me hacen desaparecer por soltar información a la Horda…¡CLARO QUE ESTOY CONDENADO!..perdón, vamos a acabar igual, pero…me quedé más tranquilo decapitando ese orco.

-Intenté controlarme, pero esa visión, aquello fue demasiado para mí, debistes haberte ido y dejarme solo, ahora estarias libre.

-No podia dejarte solo, no me lo hubiese perdonado jamás, además, tampoco pude soportar a aquel maldito orco, al menos morire con la conciencia tranquila, ya nos veremos en el otro lado.

-Gracias, a ver si con suerte nos liberan de alguna forma…o salimos de aqui de alguna forma.

.Jajajajaja, que sentido del humor tan bueno, veamos…infiltrarnos en la capital enemiga, matar delante de toda la capital a un guardia orco por defender el honor de un traidor de la Horda, prometer quemar la ciudad y matarlos a todos delante de toda la ciudad…me temo que estamos en una situación un tanto…dificil.

-¡SILENCIO!, ¡Esperen al juicio!.
Y con ese grito de silencio ambos se quedaron pensando que sería de ellos y como se lo tomarian sus conocidos la noticia de sus probables muertes

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Continuación de Pudge


Después de acabar con el primer esqueleto, Pudge se pone a mirar alrededor intentando ver algún esqueleto más, a lo lejos ve un par de esqueletos uno tiene una especie de aura rara que no se puede ver a simple vista pero se puede percibir, y lleva una espada bastante grande y robusta, el otro esqueleto lleva un arco imbuido en una especie de magia muy oscura, Pudge al ver esos dos esqueletos sabe que son peligrosos, y decide hacer una
estrategia para acabar con los esqueletos.

  • Vale esos dos pintan ser un desafío mayor, vale lo primero será atacar al arquero desde la espalda con un rápido ataque al cuello para quitarle rápidamente la cabeza y así acabar con él esqueleto de un buen golpe, el otro lleva un espadón con el cual puede llegar a partirme en dos fácilmente, aunque eso no me preocupa demasiado pero deberia intentar lanzarle el hacha a la cabeza con suerte le daré un buen golpe o distraerlo para de una patada a la
    cabeza matarlo estas botas de hierro tienen que servir para algo.
    Con la “estrategia” Pudge decidió ir a por la pareja fue rodeandolos para ponerse a su espalda vigilando que no apareciera ningún enemigo que moleste, cogió una piedra y la lanzó hacia un lado para distraerlos y usó su fuerza para de un salto para ponerse detrás del arquero y asestarle un golpe que no fue al cuello sino a la cabeza y le partio el craneo.

  • Bueno no ha salido como pensaba -dijo mientras se preparaba para lanzar el hacha a la
    cabeza del otro esqueleto, pero con una rapidez inhumana el esqueleto ataco con su
    espadon y tuvo que defenderse como pudo del ataque aunque hizo que se cayera al suelo
    del impacto.

  • Me cauen en todo, no me esperaba que fueras tan rápido menos mal que me ha dado
    tiempo para protegerme si no podía despedirme de mi brazo temporalmente, bueno pues
    ahora me toca a mi - entonces Pudge cargo contra el esqueleto lo más rápido que puedo, el
    esqueleto se preparó para atacar haciendo un tajo de derecha a izquierda pero Pudge se
    adelantó al enemigo y salto el ataque y mientras caía hizo una semiluna de arriba a abajo
    partiendo por la mitad al esqueleto, del cuerpo del esqueleto salía una especie de runa
    partida por la mitad.

  • Qué es esto? Pudge se agacho para recoger la runa. Una runa no había visto una asi en mi no-muerte, debería llevarle esta runa a mi amigo Pandico me imagino que el siendo un archimago sabrá de runas y artefactos mágicos. Pandico la última vez que lo vi estaba en Valle de la Flor Eterna con la familia asique deberia poner rumbo hacia alli, ire a Camposanto a hablar con Isabella para que me haga un portal a Pandaria o a Orgrimmar la verdad es que nunca he hablado con ella pero se que es la instructora de los magos de alli, deberia saber hacer algun portal.

Pudge sacó de su bolsillo un silbato con el que llamó a Mur su querido murciélago de batalla. A lo lejos se podía ver a Mur llegando a alta velocidad hacia la ubicación de Pudge.

  • Hola Mur me echabas de menos amigo - Pudge se puso a acariciar a Mur debajo del
    cuello le encantaba que le rascaran ahi - Mira que tiene tu amo para ti un suculento trozo de
    carne de lobo para ti - Mur se comió la carne enseguida y Pudge se subió encima y con una caricia en la barriga Mur se puso en marcha - a Camposanto.

Continuará…

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Los K’Thir erigían obeliscos para anclar Ny’Alotha a Azeroth cerca de la costa de Uldum. Su energía oscura podía ser sentida en Ramkahen, lo que significaba que estaban usando muchos recursos para invocar algo muy poderoso, y había que frenar esa amenaza.

-Aún tenéis avanzadas en las Ruinas de Ammon? Preguntó Aldo a la capitana de los vaga’yermos.

-Nos expulsaron de allí hace una semana, sus números eran mucho mayores de lo normal. Debe haber algo en esas ruinas que querían con mucha ansia. Me pregunto que será…

-Siento una gran cantidad de energía del vacío proviniendo de esa dirección, y la última vez que volví de aquella zona los ejércitos de N’Zoth habían erigido mas obeliscos de lo normal, y la presencia de K’Thir era muy alta. Creo que están asentando una ciudadela desde la que lanzar ataques mas organizados. Aldo sacó un mapa de su faltriquera y comenzó a anotar. Por favor, reúne a tus vaga’yermos para mañana, hablaremos con los Ramkahen para trazar un plan, no podemos dejar pasar algo así. Aldo enrolló el mapa y se dirigió hacia el Obelisco de Las Estrellas. Estaré limpiando la zona.

De un momento a otro, el cielo se oscureció, indicando un nuevo asalto en la región cercana.

-Salgo en buen momento, no deberían haber muchas complicaciones esta vez, ya aprendí cómo derrotar a estas criaturas. Aldo sacó su catalejo para mirar hacia la presa. Todavía no hay manifestaciones ahí. Que raro… Es el primer lugar que suelen tomar…

Empezaron a brotar tentáculos y ojos bloqueando el río.

-Maldita sea, me va a tomar mucho tiempo cruzar, debe de haber otro camino, o otra manera…

Aldo comenzó a canalizar un hechizo arcano para atacar a las criaturas, cuando se detuvo al ver una llameante luz que descendía sobre estas acompañada de un grito de batalla.

-Os enfrentáis a la cólera vengativa de la luz sagrada! Thorimas saltó desde la silla de su fénix en el aire, y se abalanzó contra la primera criatura a su alcance, cortándola por la mitad con su mandoble e incinerándola con un hechizo de luz y fuego.

-Deja de seguirme, no necesito tu ayuda! Aldo se veía claramente molesto por la presencia del paladín.

-Y quien dice que te estaba siguiendo? Thorimas destruyó cinco tentáculos lanzando un hechizo radiante desde su espada. Fíjate en tu entorno, esta zona está plagada de estos miserables. Desde el aire se ve toda la zona completamente cubierta, estabas rodeado, maldito insensato!

-Que? Eso no es verdad… Aldo se giró para observar el terreno, y pudo vislumbrar cómo un gran número de K’Thir invocaba obeliscos y comandaban tropas para movilizarse hacia Ramkahen. Pero de dónde han salido tantos en tan poco tiempo?! Esto es nuevo!

-Tu arrogancia te impidió ver las sombras cirniéndose sobre ti, Aldo. Por suerte Uldum me tiene a mí, Thorimas, vigilando sus cielos en nombre de la luz sagrada.

-Y tú me hablas de arrogancia…? Olvídalo… Vamos a salir de aquí, yo iré despachando a los de mi izquierda, y trataré de que se mantengan dispersos.

-Thorimas soltó una carcajada. Aparta, no necesito que hagas nada, serías una molestia. Siguió incinerando esbirros de N’Zoth con sus poderes de luz y fuego.

Las tropas de N’Zoth habían intensificado su ataque de una manera nunca vista. Parecían querer acabar con los que se les oponían en Ramkahen con un ataque improvisto y desmedido. Su gran número les permitía poder llevar a cabo estas estrategias, pero subestimaban la tenacidad de los defensores de Azeroth.


He tenido que poner apóstrofe en vaga’yermos porque vaga’yermos “contiene la palabra g’ay”.

Venga Blizzard, muy les’biana Tracer pero que nadie escriba la palabra g’ay, hay que jo’derse xd

Ni “Les’bi” permite lol xdxdxddxdxd

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La dulce mañana en Dalaran, se presentaba cálida y luminosa. Los rallos de sol bañaban la ciudad mientras los pajaritos piaban, creando una placentera estampa.

Cerca de una de las ventanas de la taberna mas céntrica de la ciudad. Una regia elfa disfrutaba de la mañana, bruñendo con sumo esmero una de sus hachas favoritas, al placentero calor de una taza de té de marregal.

Entre pasada de cepillo y trapito, miraba con porte recio, el devenir de comerciantes y ciudadanos por la ventana, con sumo placer. Indiscutiblemente, no había mejor ciudad en Azeroth, o eso pensaba tomando delicados sorbos de su caliente taza.

Un pequeño aparato enjoyado, sobre la mesa, emitía sonidos esporádicos que la elfa ignoraba, como la que escuchaba una mosca lejana. Conocía el motivo por el que el cartel bullía cual avispero, pero mientras nadie le asignara sus pertinentes ordenes, con su pertinente comisión. No iba a abandonar su posición… Su placentera y cómoda posición… La elfa se permitió dibujar una sonrisa en su rostro al pensarlo, y continuó bruñendo su brillante hacha.

Desde luego, no deseaba la muerte de la gnoma, dado que sus misiones acabarían, pero por otro lado no sentía apego por aquella insidiosa gnoma y si otro tomaba su posición, no lo sentiría como una tragedia griega precisamente.

Acercó su taza a su boca y tomo un sorbo pero sintió algo extraño. El local empezó a oscurecerse y el dulce sabor de la infusión empezó a sentirse espeso y rojizo. Sangré… Retrocedió un poco y vio como su hacha había perdido súbitamente todo su brillo y lucía áspera y ensangrentada.

Por un momento vio con claridad todo el local hecho trizas y docenas de muertos a su alrededor. Una visión, sin duda!!. La calmada paladina miró a su alrededor intentando encontrar el origen… el sentido de aquella imagen. Pero solo vio guerra, kaos y muerte. Y no solo eso, también se vio a ella misma. Ganadora, Triunfante, caminando sobre los cadáveres de aquella chusma, Aclamada, Adorada como campeona. Como LA gran Campeona.

La imagen enardeció su alma y avivo su corazón, hasta casi… Un glorioso destino, todo lo soñado hecho realidad… pero era falsa, alguien la manipulaba, Cuanto odiaba las manipulaciones ya vinieran de una gnoma o de cualquier otra criatura. Apretó con fuerza su hacha y toda la ilusión se desvaneció ante ella con una clara frase en su cabeza.

Con calma pero visiblemente conmovida, la elfa volvió a tomar asiento en su mesa, observando su taza de té rota en el suelo.

– Camarera, sírvame otra taza y no dude en pasarme la cuenta de este indigno estropicio…

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Amparado por las sombras,una oscura figura contempla su entorno…
Cerca de su posición, pero sin ser demasiado,contempla la imagen que se desarrolla ante sus ojos.
Su hermano pequeño se enfrenta a la sombria figura del comandante Félix…
El percibe los poderes en conflicto,la oscura armadura de su hermano,que en los últimos días parece acrecentar su poder,imbuida no cabe duda por los poderes de los OG,muy activos;y la hambrienta hoja que porta el comandante…
En otro momento hubiese dudado hacía donde le conducirían sus acciones,ahora…la familia es su prioridad.
Si su hermano ha sido capaz de portarla,sin aparente mella,no tiene porque dudar de que seguirá bajo su control.
Si el estuviese en el pellejo del peque,usaría ese incremento de poder, para volverlo contra los OG.
Lo conoce poco,pero lo que ha llegado a tratar con el,le hace suponer que ese es el camino,que su hermano ha elegido.
Ese camino conduce,o conducía hacia la inmolación,no sabe hasta que punto,su reencontrada familia, puede influir en las decisiones a tomar,sin embargo…
Aunque Nhail lo desconozca,va a contar con su ayuda.
Dudas…tal vez entre ambos,no puedan con la hambrienta hoja del comandante. Sin embargo…la familia es la familia.
Con este pensamiento en su mente,aferra el hacha,y espera

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