Paciencia con salvaje porque se vienen curvas. Siempre he sido un jugador de salvaje, ahí es donde llegué a leyenda con mi queridísimo pícaro kingsbane; hay mazos bastante tóxicos, sobre todo los relacionados con sacerdote resurrección/big priest.
Cuanto más escalas en el ladder, más agresivos o anticontrol son los mazos. Por ejemplo el big priest donde más te lo encuentras es a rangos bajitos, tipo oro, plata y poco más; ahí se juega muy greedy porque no están arriesgando nada realmente.
El problema viene en diamante, justo en la mitad hacia leyenda. Ahí todo es ultra hiper mega aggro, o te encuentras druidas con guff y combos locos. Por la época que yo jugaba, me tuve que enfrentar con mi mierdimazo de pícaro que ni era tier 4, contra el spam de guerrero piratas prenerf y face hunter prenerf, no sé ni cómo lo conseguí.
Eso sí, aunque parezca un panorama desolador, lo cierto es que te puedes encontrar de todo por el camino, y eso es lo bonito de salvaje. Además por supuesto de que puedes seguir jugando los mazos que más te gustan de por vida, sin preocuparte de rotaciones. Diría que no hay un meta definido como tal… lo que sí noto en salvaje es que hay ciertas cartas core que debes tener crafteadas sí o sí, como podría ser loatheb.
De veras lamento leer que te ha desagradado tanto HS con la inclusión del DK, y eso que cuando salió el demon hunter parecía bastante roto, pero más allá del aggro no era muy opresivo que digamos. Esta expansión no la estoy jugando, lo dejé a mediados de Nathria porque no habían mazos de pícaro que me gustasen con las cartas nuevas. Eso con el plus de que ya jugué caballeros del trono helado, no me apetece un refrito de Arthas y su historia contada por trillonésima vez.
