La ultima batalla contra los dioses antiguos ha sido librada, la titanide Azeroth nació durante esta y nos ayudo a combatir a los seres que la parasitaban.
Durante la guerra, muchos héroes murieron, entre otros, la reina alma en pena se encuentra en paradero desconocido, no se sabe si muerta o “viva”.
Tras morir el ultimo de los dioses antiguos, la titanide mira hacia el cosmos y frunce el ceño, es necesaria su presencia en algún lugar, se concentra y desaparece en una estela de luz ante nuestros ojos.
El ayudante de Khadgar se materializa ante los héroes de Azeroth, les invita a una reunión de urgencia en Ulduar, la horda, con el honorable Thrall de nuevo al mando, y la Alianza con el rey Anduin, se personan allí para escuchar el terrible mensaje: Azeroth tiene los días contados, concretamente, 7, una semana.
Las opciones son las siguientes, o quedarnos y morir con el planeta… o evacuarlo, un exodo a través de la gran oscuridad.
Velen y Turalyon, sabiendo a lo que se enfrentan, rápidamente ofrecen el Vindicar y el resto de naves Draenei para realizar este exodo masivo.
Se firma una tregua temporal entre el nuevo jefe de guerra y el rey de la alianza para llevar a cabo la operación.
A lo largo del mundo, los druidas del circulo cenarion clasifican y reúnen plantas y semillas, así como atrapan parejas de animales en una suerte de “arca de noe”, en algunos casos precisan la ayuda de cazadores ante bestias que se muestran no colaborativas.
Los chamanes del anillo de la tierra, acompañados por Ra Den van visitando los planos elementales, intentando convencer a sus señores de que escapen del planeta, pues con este, sus planos serán destruidos, algunos acceden de buen gusto, como el príncipe Thunderaan o el nuevo señor del fuego, pero la madre petrea y Neptulon parecen dispuestos a morir con su mundo.
En Kalimdor, las razas de la horda libran batallas para convencer a los primitivos centauros y jabaespines para que salven sus vidas, Rexxar viaja por todo el continente agrupando bajo su liderazgo a los clanes ogros.
Baine, y Mayla reúnen a las tribus tauren, así como a los Taunka y a los tercos Yaungol.
Humanos y enanos demuestran su fuerza en combate para ganarse el respeto y la confianza de los toscos Vrykul de Tormenheim y Rasganorte.
Los restantes vigías titanicos llaman a los Tol’vir a unirse a ellos.
Los goblin ponen sus pertenencias a salvo, así como cargan bienes de primera necesidad con los que harán negocio mas tarde.
Paladines y sacerdotes, comandados por Alonsus faol y Calia Menethil,así como la espada de ébano, ayudan a los no-muertos libres a ponerse a salvo, aunque algunos ponen de manifiesto su intención de no continuar viviendo.
En Pandaria, Taran Zhu y el shadopan organizan a los pandaren para la evacuación, mientras, Chen derrota en combate al ultimo señor de la guerra mogu, convirtiéndose en su nuevo líder y ordenandoles que evacuen, mas tarde, consigue hacer entrar en razón a la emperatriz mantide tras hacerles ver que sus maestros se han ido para siempre.
Talanji se alza con el liderazgo y unifica a las tribus trols, ordenandoles seguirla, los Loa y el resto de dioses salvajes también se unen.
Cerca de las naves, mientras todos embarcan, los Sin’dorei y los nocheeterna cierran filas para proteger a un grupo de refugiados nagas, ante la colérica y furiosa mirada de los elfos de la noche.
Embarcado el ultimo de los pasajeros, las naves despegan, mientras se alejan de Azeroth, las multitudes observan como el planeta comienza a resquebrajarse para finalmente explotar, llevándose con el una larga historia de guerras y a algunos de sus hijos mas tozudos.