¡Siéntete como en casa en este acogedor y alegre local!
Dice ignorando el sonido de las peleas, los gritos de un orco al que Tronchamulas le esta practicando el aquello, los graznidos de los dracthyr salvajes y a Ivorkul comiendose el primero de los pilares fundamentales del edificio.
El trol contempla todo con los ojos desorbitados…
Luego’h dicen que nosotros, no somo’h civilizados.
Saca una pipa de madera, con la cazoleta tallada de manera artesanal. En ella se aprecia la forma de un pterodáctilo, trabajada con mucho mimo. Con parsimonia saca una bolsita con tabaco, carga la cazoleta, presiona con el dedo para alisar el tabaco, y le prende fuego.
Deja escapar las volutas de humo de la boca, y un aroma con un toque de canela, se esparce a su alrededor.
Toma su jarra de cerveza, y contempla con ojos curiosos, como interactuan los parroquianos. Se encoge de hombros, adopta una postura relajada, y se le oye musitar…
Eto’h si es vida
Le da un trago directamente de la botella. ¡Agh! Nada mal, aunque prefiero una clásica cervecilla.
Analiza minuciosamente el regalo envuelto, suspicaz de lo que pueda contener No me fío en absoluto de abrirlo… ¿Que llevaría a el, un convicto de su propia facción y la Luz a obsequiarnos estos regalos?
Delenis llega a la taberna después de una larga jornada de trabajo. Se sienta en una de las mesas y pide un café a Pita. Todo perece estar como siempre. Los dracthyr salvajes cantan desde sus jaulas, Ivorkul da cuenta de una nueva entrega de barriles de cerveza… Pero unas notas amenazantes muestran un dibujo de un explosivo goblin y la taberna explotando. Es evidente que los taberneros han hecho enemigos en sus aventuras.
El comandante bajo las escaleras cargado con papiros y libros, asi como material para escribir. Se sentó en su mesa, pues ya iban varios días que elegía el mismo sitio para descansar de la rutina, y dejo caer todo lo que llevaba encima con un sonoro PLOFF
Pidió un café con leche caliente al camarero, el cual empezó a preparárselo con calma y una sonrisa. Mientras desplego por la mesa los documentos que tenia encima dejándolo en un caos-ordenado como siempre hacia.
Justo en ese momento el camarero le traía el café y tras dejárselo en el único hueco libre de la mesa que había le susurro entre dientes al comandante.
Gracias por el presente de ayer, guardare la botella de vino de arco añejo a buen recaudo para una situación especial. Invita la casa al café
Pese a insistirle en pagar el camarero se negó en rotundo y marcho de nuevo a la barra con clientes nuevos a los que atender. Por lo que no le quedo mas remedio que tomárselo con calma y seguir en su proyecto personal de bocetos y escritos.
Lleva un rato sentado en un rincón viendo cómo tratan al forjado como un druida, porque ahora mismo es la escena más Kaldorei que haya visto, ¡y eso que es un Kaldorei!
¡JAJA! le señala y se ríe ¡Cómo se nota que estás jubilado…! Ve a hacer recados a Dornogal que te ha engordado la cola… Aunque… Lo mira de forma totalmente irrespetuosa