Las hermanas Brisaveloz

La luz del sol entra con fuerza en la habitación que Eilyria ha “okupado” en la posada. Se retuerce molesta en la cama, la noche anterior estuvo bebiendo y se acostó tarde. Se levanta de mala gana y le pide una cerveza al gnomo mago del minibar de la habitación. En realidad el minibar es un baúl y el gnomo le había cabreado la noche anterior. Sin dudarlo un segundo el mago le conjura una buena jarra de cerveza y le dice tembloroso - Aún es pronto para beber. - Eilyria no contesta y se bebe la cerveza de un trago. Sabe que el gnomo tiene razón pero lleva tanto tiempo con el alcohol como compañero que es inmune a sus efectos.

Después de la muerte de su madre, Sylvanas decidió hacerse cargo de la joven Eilyria. Por eso nombró a su mano derecha, Lorthemar Theron, como custodio de la niña. Lorthemar no aceptó de buen grado su nuevo encargo, no por tratarse de una misión nimia o impropia de su cargo sino porque mirar a aquella niña le recordaba la humillación que sintió cuando Aelandra le rechazó en favor del padre de Eilyria. Aquella niña no paraba de causarle problemas al forestal, hacía todo lo posible por estar con Sylvanas. Pero las obligaciones de la General no le permitía más que pasar unos pocos minutos con ella. Sylvanas definitivamente no era como su madre, Eilyria se sentía tan frustrada.

A medida que crecía, también lo hacía su frustración que acabó convirtiéndose en rebeldía. Primero fueron las peleas, luego pequeños hurtos y finalmente el alcohol. Era habitual verla en compañía de sus tres amigas; la triple X como ella las llamaba, Xilandra, Xylenia y Xavia; bebiendo sin miramientos en cualquier rincón de la ciudad. En una ocasión Sylvanas paseaba junto a Lorthemar por una de las plazas de la ciudad cuando se sorprendieron al ver a Eilyria orinando en plena calle completamente desnuda. Lorthemar enmudeció, esa cría estaba a su cuidado, y salió corriendo a cubrirla con su capa. Si las miradas matasen ni Lorthemar ni Eilyria existirían hoy en día. El forestal estaba avergonzado, el era el responsable de la educación de aquella cría y había fallado. Pero aún estaba a tiempo de reconducir la situación.

Lorthemar conocía a una sacerdotisa que ya había reconducido a otros elfos rebeldes, aunque ningún caso tan extremo como el de Eilyria. Liadrin se sorprendió cuando Lorthemar apareció y le confió semejante empresa. Liadrin conocía a Eilyria, la había visto en multitud de ocasiones y sabía que no necesitaba a una sacerdotisa, necesitaba una madre. A pesar de todo, Liadrin aceptó tomarla bajo su tutela y conducirla en la fe a la luz. Eilyria pronto mostró que no sería una buena sacerdotisa. “Es como su madre” pensó Liadrin, “es una luchadora, no sirve para quedarse en la retaguardia”. En más de una ocasión le sugirió unirse a los Forestales, recibiendo una contundente negación. - Sylvanas no me quiere a su lado - le contestaba con cada propuesta. - Tal vez deberías hablar con ella - le respondía siempre y entonces Eilyria callaba.

Los meses pasaban pero su adiestramiento como sacerdotisa no avanzaban. Eilyria se sentía tan frustrada pero con la vigilancia constante de Liadrin no era fácil reunirse con sus amigas y sus viejas aficiones. Pero tuvo su oportunidad, Liadrin tuvo que abandonar Lunargenta por un encargo. Eilyria no lo desperdició, no fue con sus amigas, no fue a una taberna a beber. Se dirigió a cumplir su venganza sobre quien había faltado a su promesa. Consiguió colarse en los aposentos de Sylvanas, pretendía darle una lección. Pero un abultado portafolio sobre su mesa llamó su atención, en la portada Eilyria Solcalido. Era un informe sobre ella donde se detallaba todo lo que ella había estado haciendo durante todos estos años. Sus estudios, sus logros, sus amigos, sus borracheras incluso sus relaciones sentimentales. Sylvanas no la había olvidado.

Al día siguiente se presentó en el cuartel de las forestales y con voz firme y decidida dijo: - Quiero alistarme - Los otros reclutas que allí se encontraban empezaron a reír, sólo dos callaban. El comandante ordenó silencio - ¿Por qué quieres alistarte? - preguntó. - Porque es mi deber para con esta ciudad, para con sus gentes y para con quienes creen en mí - contestó. El comandante asintió y le entregó el formulario que debía rellenar.

Durante su adiestramiento Eilyria entabló una fuerte amistad con Sielendril y Elixia, las dos reclutas que no se rieron aquel día. Eran hermanas y huérfanas como la misma Eilyria y pronto las tres mostraron sus grandes capacidades. Sielendril con el arco, Elixia con la espada y Eilyria en el combate cuerpo a cuerpo. Las tres forestales eran un orgullo para el cuerpo pero pronto deberían poner a prueba sus habilidades contra un enemigo imbatible; la plaga.

Sylvanas comandó a un grupo de forestales contra las fuerzas de no-muertos de Arthas, entre ellas se encontraba Elixia. Sielendril y Eilyria fueron asignadas junto a Lorthemar a proteger la ciudad. Las fuerzas de Sylvanas contuvieron al enemigo cuanto pudieron, pero eran demasiados y demasiado fuertes. Sylvanas intentó avisar a la ciudad pero ningún emisario llegó. En una última batalla por su pueblo, Sylvanas y sus forestales entregaron la vida.

Habían pasado varios días sin que Lunargenta hubiera recibido noticias del frente. Sielendril y Eilyria se encontraba haciendo guardia en la puerta. Fue Sielendril la primera en ver algo - Allí - gritó. Una figura humanoide salía del bosque, un no-muerto. “Allí” se escuchó a lo lejos de otro forestal que se encontraba en el exterior de la ciudadela. Uno tras otros más y más no-muertos iban apareciendo. Los elfos se dispusieron para combatir al enemigo cuando entre la espesura del bosque una figura incórporea apareció. Eilyria palideció, se trataba de Sylvanas. Arthas la había convertido en una banshee y ahora era enemiga de su pueblo. Eilyria intentó correr hasta ella pero Sielendril se lo impidió. - ¡Suéltame! - gritó antes de darse cuenta de las lágrimas de Sielendril. “Elixia” recordó, su amiga también había ido a luchar y no había regresado. Miró de un lado al otro el frente enemigo buscándola entre los no-muertos pero no la encontró. Ahora Sielendril y ella sólo se tenían la una a la otra, debían sobrevivir.

Un grito gutural retumbó por todo el bosque, los no-muertos comenzaron a cargar. No hubo piedad. Los elfos se vieron rápidamente superados y la ciudad cayó. Eilyria se encontraba entre los supervivientes, pero no volvería a ser la misma. Tras perder a Sylvanas se refugió en el alcohol otrora fuente de diversión ahora de amargura y desesperanza.

(to be continued)

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El paladin aterrizó en las proximidades de la casa,y despidiendo a su montura,entró dentro de la misma.

Se acercó hasta el hogar,depositando unos troncos,a los que prendió fuego.En breve,un suave calor se distribuyó por toda la estancia.

Preparó una infusión de hierbas relajantes,pensando que a su amada le ayudarían a descansar cuando regresase.

De la mochila extrajo un paquete,primorosamente envuelto.Cuando lo desempaqueto,un conjunto de estatuillas representando un druida y un sacerdote orando a Elune,aparececieron a la vista.

El conjunto tenía una datación cercana a la época de los altonatos,y pensó que sería del agrado de su amada.

Tras dejarlo con delicadeza sobre la mesa,en la que su amada estudiaba los tratados de alquimia,se dispuso a descansar.

El partiría antes del alba,para llevar a cabo sus obligaciones.Y ella llegaría pasada la media noche,tras una dura jornada. Dudaba de que tuviesen tiempo para demostrarse el amor que sentían,sin embargo,la mera presencia de la sacerdotisa durmiendo a su lado,le hacían sentirse mejor.

Apagó la candela que iluminaba la estancia,y tras realizar sus oraciones a la luz,se dispuso a descansar.

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Menelwie salió a su hora,increiblemente Therazane estaba de buen humor y la dejó salir temprano.
Había pasado la tarde entre recados,apenas se había podido escapar a su secreta poza de Elune.Y aunque se sintió mejor tras el baño,las ojeras no habían desaparecido.
Uso la piedra a Boralus,y de ahí el portal al Exodar.El vuelo la despertó por el frío y llegó a Cuna temprano.
Aterrizó sobre la estatua para no hacer ruido y usó su hechizo de levitar flotando hasta la puerta.Entró despacio con la intención de sorprenderlo,pero Argent dormía.
Se inclinó despacio besándolo con suavidad para no despertarlo.Y el olor a infusión de Frondasueño le hizo sonreir…como no iba a amarlo? Siempre tan atento.
Recordó que quería dejar la rama de Teldrassil en su mesa de alquimia y al bajar a la habitación,encontró las estatuillas.Eran preciosas,le gustó especialmente la de la sacerdotisa.Eran muy antiguas,le recordaban a las que veía de pequeña en las tiendas de Zin Azshari,antes de la llegada de la legión,de la traición de su reina.
Subió de vuelta y dejó su regalo sobre la mesa del desayuno.Con una nota que decía…No abrir hasta el día de tu cumpleaños,a menos que no seas supersticioso,entonces…ábrelo cuando gustes amor.Gracias por el tuyo,es muy hermoso.
Esperaba que aquella pipa de manufactura enana,con la boquilla hecha de la rama de Teldrassil,y una pequeña talla de Elune y Belore en la cazoleta fuesen de su agrado.
Tras dar el último sorbo a su infusión,sintió como el sueño se apoderaba de ella,se despojó de la toga y se acostó a su lado.
-Buenas noches amor-susurró
El calor del cuerpo de su amado,su olor y el hecho de saber que ya estaban juntos hizo que se quedara dormida al minuto.

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BRJUFAXXÑLKÑ’SD ZOTH ISN GDSLDLKS…



…oscuridad…
…tyusixooSOODIMml ‘saisucoasidoosfff…


… frío…

…jjghiourttzfugiosaHNSHARRJAo’OOIxazio…

… fuera…

… zzghdriooughtyaiosulpo’ opossixxioler…

…no… ayuda…

…kiozghzzferrio’poizsdtooddd…

…suéltame… no…

…Ardeniel… ayuda…



… iozghht’roziaturrr mi HOSJ NZOTH’iszooogh…

… por favor…



…Querida, vuelve a mi… va a ser gloriossssso…

… no…
… soltadme…
…ayuda…






… calor…


… luz…

… quien…




…luz…







Inspira… expira… inspira… expira…

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Eso ha estado bien, pero me has recordado a un módem de esos antiguos que hacía un ruido espantoso para conectarse a internet :joy:

PD: gracias por aceptar en battle tag :stuck_out_tongue_winking_eye:

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De nada mujer, para eso estamos :smiley:

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Le tengo que aqui a la que ve a Azshara en la muerte que me pase tu battle belfito,solo me faltas tú.
Edito:elfa cornuda menudo mensaje jajaja

Pues en cuanto pueda que te la pase, yo ya he apagado, así que aceptaré mañana.:wink:

No si yo también me voy a dormir,que me he ido con la muerta de expediciones insulares y nos hemos reido un rato.
Para estar muerta pega unas os.tias…XD

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A dormir no me voy aun :laughing: aún me quedo un rato por el foro y estudiando.

Parece mentira que tenga ganas de volver al wow xD a ver si para Enero, pasados los exámenes vuelvo y nos damos todos una vuelta. :smiley:

PD: Ánimo, elfo-modem, sigue con tu ress :muscle:

La cabeza de su amada reposaba sobre su pecho,y una pierna aterciopelada permanecía montada sobre su cintura,cuando el paladín despertó.

Le quedaban unos pocos minutos antes de levantarse,y decidió disfrutar del cálido contacto del cuerpo de su amada.Una respiración regular acompañaba su descanso, y el propio cuerpo del paladín le recordaba que era un hombre.

Sabía que no tenía tiempo para deleitarse con su amada.Las obligaciones matutinas le obligaban a levantarse.Cuando se separó del cuerpo de su amada,está pronunció unos murmullos en Darnassiano,que el no alcanzó a entender.Sin embargo,tras cambiar de postura,su amada siguió disfrutando de un confortable descanso.

Se levantó para vestirse,y entonces descubrió el regalo de su amada envuelto con un lazo dorado. También descubrió la nota,y una cálida sonrisa apareció en su rostro.El no era supersticioso para nada,esperaría a que se cumpliese la fecha para desenvolverlo.Se disponía a depositarlo en la mochila,cuando un pensamiento le vino a la mente.

Se acercaban días aciagos,y aunque la posibilidad de que cayese en combate,era remota,siempre podía suceder.Decidio desenvolverlo,y una sonrisa de asombro se dibujó en su cara.La talla era magnífica,y la artesanía enana destacaba en la pipa,logrando un efecto de vida sobre la misma.

Reparó en la madera,aquello sólo podía ser madera del árbol de Terdrassil.Imagino lo que le había costado a su amada desprenderse de la misma,y sintió que le embargaba un amor profundo.Con aquel regalo,su amor le decía que lo era todo para el,y que sucediese lo que sucediese, su corazón le perteneceria por siempre.

Acabo de vestirse con el corazón sobrecogido,por un infinito amor.Se acercó a su amada que seguía durmiendo,y depositó un suave beso en sus labios. Aquel mismo día,cuando realizase la parada correspondiente para el almuerzo,la estrenaria.Una última mirada hacia su amada,le mostró su rostro relajado,y con un gesto tranquilo en el mismo.Lanzo un beso desde la puerta hacia su dormido amor,y cerrandola con suavidad,se dispuso a comenzar su jornada.

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Abrió los ojos despacio,mientras estiraba el brazo,nada…Argent se había ido.
Volvió a cerrar los ojos y se abrazó a la almohada,aún olía a él.
Se quedó así un par de minutos,hasta que la voz de su interior le dijo…
-Desde cuando eres tan perezosa por las mañanas?
-Desde que estoy enamorada-se contestó a si misma.
Se obligó a desperezarse y se puso de pie de un salto,aunque un segundo después se tuvo que sentar en la cama.Aquel mareo otra vez…
-Demasiada RAID,poco descanso…
Cuando la habitación dejó de girar a su alrededor se incorporó despacio.Se vistió y se fue a preparar un café.Mientras lo tomaba recordó que había algo que debía comprobar en la habitación secreta.
Bajó y miró en el armario,había pasado los suficientes días para que la mezcla estuviese a punto.
Testó el perfume,y creyó por fin haber dado con su olor definitivo.Una semana antes hubiese dicho que no,pero la gota de esencia de flor de fuego ahora le daba una sutil nota de sensualidad a la mezcla.La diferencia radicaba en lo que la cama de la habitación podía contar.Se aplicó el perfume en sitios muy concretos,como perfumista conocía los puntos de la piel que mantenían el olor durante más tiempo.
Recoger no le llevó mucho tiempo.Así que temprano pensó que debería ejercitarse un poco.Volvería al frente en dos días y tenía que estar preparada.
Cogió la piedra a Boralus con una clara intención.Tenía misiones pendientes en el Frente de Arathi.Volvería a la hora de comer.

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¿En serio intentar escribir en ignoto suena como un modem de 56k? :rofl:

Jajajaja tú lo has dicho…intentarlo.
No que va, tu ignoto es de nivel primario pero se entiende mujer XD

Primero aprende tu lengua y luego te metes en cosas raras.

A mí me recordaba a los mensajes con interferencias de las pelis de Guerra.

Los filólogos del ignoto, no te jod.e . Idos a la porra :stuck_out_tongue_winking_eye:.

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Te queremos,con tu ignoto de primaria y tó pero te queremos.Resucita ya leñeeee XD
Sigo matando trols en Arathi,shhh XD

Aspiro una bocanada de humo de su recién estrenada pipa.La jornada en la herrería,estaba siendo dura.Todavia tenía varios encargos que ejecutar,y sabía que le mantendrían ocupado hasta pasado el mediodía.

Contempló con cariño el regalo de su amada.Era una talla delicada,y sabía que cada vez que la utilizase,estaría pensando en ella.

Una cosa le tenía obsesionado,el tenue aroma que envolvía siempre a su sacerdotisa. Sabía que siendo perfumista,era capaz de obtener unas mezclas excelentes.Cada vez que pensaba en ella,ese recuerdo asaltaba su mente,olía tan bien.

Pensó en mo que le quedaba de jornada todavia. Cuando acabase sus tareas,dispondría de un tiempo escaso para echar una cabezada,pero,si su amada lo deseaba,estaba dispuesto a prescindir de la misma.

Más tarde tendría que acudir a sus clases con el magistrix.Las culturas antiguas,le provocaban una extraña seducción.Mas tarde volvería a casa,donde esperaba poder disfrutar de un rato de intimidad con su amada,antes de que partiese hacia frente.

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Nunca te negaría una siesta querido.Tú descansa que tu sacerdotisa sabe cuidarse sola.Ya he limpiado todo Arathi de moobs indeseables XD.Como entrenamiento no ha estado mal.

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Larissa ahora ostentaba el cargo de capitana. La muerte de la capitana Ardeniel había precipitado su ascenso. El ascenso “más amargo de su vida”. No era algo extraño en las centinelas ascender por la caída de una hermana, pero había sido la centinela junto a la capitana Ardeniel durante innumerables batallas a lo largo de muchos siglos…

Larissa había sido la primera en encontrar el cuerpo sin vida de Ardeniel. Cuando la vió tirada en el suelo de su habitación, se acercó rápidamente al cuerpo, se agachó y lo cogió en brazos. Llamó a gritos a una sanadora… pero fué en vano, la toxina del veneno se había llevado su vida, irremediablemente. Se quedó abrazada a su cuerpo toda la noche… limpió la espuma que la toxina había generado en su boca, y le cerró los párpados…

Tuvieron que separarla de ella entre llantos y gritos. No podía ser, ella no… Había una nota junto al cadáver de Ardeniel. “Tu hermana ha muerto” decía. No sabían quien la había enviado, aunque estaba firmado con las iniciales VS, lo que le originaba una cierta sospecha de quien le dió la mala nueva.

Ahora, la capitana Larissa se encontraba en una tienda del campamento de refugiados en Ventormenta, junto al cuerpo sin vida de Ardeniel… y junto a otro ataúd. Pidió el favor a una maga kaldorei de que la telentransportaran a la ciudad, donde ella, personalmente, adecentaría el cadaver siguiendo los ritos kaldorei. Se negó en rotundo a que nadie más lo hiciera.

Despidieron el cadáver con honores militares en Boralus, y ambas se materializaron en Ventormenta.

Larissa había hecho un buen trabajo con Ardeniel. La había vestido con su mejor armadura de malla. Había peinado su cadáver con el cariño que se podía dar a quien ella había considerado… su auténtica hermana. La había limpiado, maquillado… Le habían dado permiso para usar abundantes materiales de las pocas reservas que pudieron salvar de Darnassus antes de la tragedia… hierbas, bálsamos, elixires… le permitieron no escatimar en productos que, ahora eran para los kaldorei, muy escasos por desgracia…

“Siempre agradeceré a la general Plumaluna que me permitiera usarlos”… había trabajado día y noche en el cadáver… “Está perfecta para su entierro militar” pensó con orgullo con el trabajo que había realizado…

Tras pensar en aquello se derrumbó y comenzó a llorar. “Pero no tenemos ningún lugar donde enterrarte, hermana”. La imagen de acabar enterrada en una fosa común de Ventormenta, la destrozaba. Seguramente pudieran encontrar algún sitio en el bosque de Elwynn… pero aquellas no eran sus tierras. “Alguien que luchó toda su vida por los suyos… no va a poder ni descansar en la tierra por la que que tanto se había sacrificado en defender”…

Tras unos minutos de llantos y sollozos… pensó. “Tal como te he preparado aguantarás varios días… Te encontraré un lugar digno, te lo juro por la diosa” pensó mientras la miraba fijamente y apretaba el puño con fuerza.

Inmediatamente después, su vista se dirigió al ataúd cerrado que había junto a la mesa donde Ardeniel descansaba…

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