Había descansado mejor aquella noche-aunque no lo suficiente-pensó cuando el espejo le devolvió una imagen pálida y ojerosa.Su ultima raid había sido especialmente dura y el agotamiento físico y mental de aquellos últimos días empezaban a pasarle factura.
Y su estado anímico aquella mañana sólo acrecentaba esa sensación de que el peso del mundo la aplastaba.Siempre se había sentido orgullosa de su independencia,agradecía su soledad,pues esta impedía que sufriese por la pérdida de vidas,convivía con el hecho de sentirse diferente al resto del mundo,no era ni mejor ni peor,sólo diferente.
-Demasiado inteligente-habían dicho muchos-demasiado bonita-demasiado fría,si demasiado fría,durante milenios había vestido una coraza de frialdad.Siempre había sido su mecanismo de defensa,y había funcionado bien,era simplemente perfecto.Para alguien tan dulce,Azeroth era un lugar demasiado dañino en ocasiones.Siempre había alguna guerra,alguna pérdida…
Así que su defensa contra el dolor era su coraza de hielo,y el uso controlado del poder de las sombras.Mantener el equilibrio era en la mayor parte del tiempo…agotador.Y así había vivido durante miles de años,tan acostumbrada que cuando su mirada se reflejó en los dorados ojos de un sindorei,el efecto había sido simplemente devastador.
Todas sus perfectas defensas se habían venido abajo,y sin ser consciente se había dejado llevar.Había vuelto a confiar en los demás,especialmente en él.
Había vuelto a creer en la amistad,Eleanna era un buen ejemplo de ello.
Y de pronto…la violencia,la soledad,la pérdida…habían vuelto a sacudirla.
En otro tiempo se hubiese rendido,lo hizo en Teldrassil,simplemente quería morir allí,no quería seguir sufriendo,no quería ver morir a nadie más.Solo quería descansar.
Así que pensó con tristeza que había entendido los motivos de Ardeniel para quitarse la vida,sin embargo…ellas tenían aún una misión que completar,Teldrassil debía tener una respuesta kaldorei,con o sin la alianza a su lado.Debían aprender a gestionar la ira,el odio…y las tres,si un día tenían que reunirse con Elune,lo harían con sus corazones en paz.
Sus pensamientos volaron de nuevo a su amado,sin embargo…no hizo uso de su anillo.Tenía que acostumbrarse al hecho de que con el inicio de la guerra en Costa oscura eran sus debilidades lo que podían matarla.Y él era su debilidad más grande.
Esperaba que Saara y Elune hubiesen escuchado sus plegarias por sus dos amigas kaldorei,esperaba que esa noche al llegar a Cuna Argent estuviese esperándola…pero sabía que de un modo u otro en apenas tres días debería volver a vestir su coraza y salir al campo de batalla.