Linaje [Relato]

Gromdak había subido a las murallas del campamento. Observaba tranquilo el cielo nocturno mientras escuchaba el crepitar de las últimas ascuas de la hoguera. Fumaba de su pipa mientras pensaba en los últimos acontecimientos.
Un cervatillo corría en la espesura, hasta que un tigre se abalanzó sobre él.
Salvo por los tenues ruidos que salían de algunas de las cabañas, y el crepitar del fuego, reinaba un silencio casi absoluto.
Mientras observaba, un ruido de pasos a su espalda le hicieron girarse. Al darse la vuelta, descubrió a Bakor, uno de los orcos que formaban parte de la guardia de élite del líder. El orco se cuadró y esperó a que su líder comenzara la conversación.
-¿Qué quieres, Bakor?- preguntó el caudillo.
-Señor, hay alguien en las puertas del campamento.-dijo el guardia.
-¿Amigo o enemigo?- preguntó Gromdak.
-No lo sé, señor. Pero es un orco. Algo anciano, a juzgar por sus movimientos.- le dijo el guardia esperando una respuesta.
Tras reflexionar unos instantes, le dijo:
-¿Lleva una capa negra?
-Sí, señor. Le cubre la cabeza.-respondió el guardia.
-Dejadlo entrar.-dijo Gromdak.- Después traedlo a mi cabaña.
Mientras el guardia se cuadraba y bajaba de la muralla, Gromdak dio una última calada a su pipa y la guardó. Bajó de las murallas y se dirigió a su cabaña.
Una vez allí se sentó en un trono que había mandado construir con los huesos de sus enemigos, cubierto con pieles. Y esperó pacientemente.
Tras unos instantes, la cortina de pieles que cubría la entrada se movió y un orco ligeramente encorvado y cubierto con una capa entró flanqueado por Bakor y Drokar.
Gromdak hizo una señal y los dos guardias se apostaron en la puerta para que nadie interrumpiera al líder y a su peculiar invitado.
-¿Qué te trae por aquí, Mortver?- dijo el caudillo con calma.
-Vaya, veo que no te andas con rodeos, hijo.-dijo el misterioso orco.
-No te atrevas a llamarme así, padre.- dijo Gromdak.
El orco se quitó la capa y descubrió su rostro. Su tez marrón estaba surcada por numerosas cicatrices y uno de sus colmillos estaba partido. Sin embargo, una marca dorada brillaba en su pecho.
-¿Aún me guardas rencor, Grom?-preguntó Mortver.
-Cuenta con ello. Te entregaste a los draenei a la primera de cambio, y después conseguiste llegar aquí.- dijo el caudillo mirando a su padre.- Eres despreciable.
-No había otra opción. De otro modo los draenei os habrían matado a tu madre y a ti.- respondió el anciano orco.
-Mentiras. Te uniste a la Alta Exarca porque eres un cobarde.- escupió Gromdak.
-No sabes lo que dices, hijo. El odio y el rencor te ciegan.- dijo Mortver.
-No toleraré que vengas a mi campamento a decir tales sandeces.- dijo Gromdak.- Si sigues siendo un verdadero orco, demuéstralo. Te desafío a un Mak’gora.
-Sea. Haz los preparativos.- dijo el anciano desafiante.
Gromdak hizo una señal y los dos guardias de la puerta los condujeron al centro del campamento. En unos segundos todo el campamento los rodeaba.
El caudillo se había quitado la pechera y las hombreras y blandía su hacha.
Por su parte, Mortver llevaba una espada, su arma favorita desde siempre.
Gromdak soltó un rugido y cargó contra su padre, que paró el embate con su arma.
Mortver contraatacó descargando su espada contra el líder, que esquivó el golpe y le dio una patada al anciano en el estómago. Pese a su edad, Mortver seguía siendo un guerrero destacable. Resistió el golpe y continuó la contienda. Sin embargo, Gromdak era conocido por su ferocidad y maestría en la batalla.
Padre e hijo continuaron peleando durante horas, hasta que las primeras luces de la mañana asomaron en el horizonte. Aprovechando la distracción de su padre, Gromdak balanceó su hacha y decapitó al viejo orco. Con un golpe seco, el cuerpo cayó junto a la cabeza. Sin mediar palabra, el jefe orco se retiró a su cabaña.
Esa misma noche lo incineraron en la hoguera, y cuando la carne se calcinó por completo Gromdak recogió la calavera y se la llevó a su cabaña.
-Descansa con los ancestros, padre.- dijo mientras clavaba la calavera en su trono.

Se me ha olvidado cambiar el personaje, mis disculpas.
Stive, cuando lo pongas en el recopilatorio pon que es de Gromdak, por favor. Se me ha pasado completamente cambiar el muñeco.