Eh, que ha sido Gromdak, yo sólo me he reído…
Y con Ele interpretando a Shandris creo que vas a estar ocupada…
Harawen seguía en sus obligaciones vigilando en Bolarus posibles infiltrados de la Horda cuando algo llamó su atención: un grupo de seis encapuchados avanzaban por las calles de la ciudad camino del cuartel de los Valiente. Un soldado les dio el alto, pero uno de los encapuchado descubrió su mano enseñándole un anillo. El soldado sacó de su bolsillo otro anillo idéntico y les dejó continuar. El grupo avanzaba directos hacia la zona donde los oficiales solían tener sus oficinas. Usó su visión espectral para observar sus movimientos a través del edificio; se dirigían al despacho de la General Plumaluna. El grupo aceleró el paso, algo iba mal. Harawen alzó vuelo en aquella dirección. - ¡¡Muerte a los elfos!! - escuchó mientras echaban abajo la puerta de aquel despacho.
P.D.: ahí os lo dejo.
Acabas de j0derle a Ele el tocho post que está escribiendo Eily jajajaja
Eleanna acompaño a Menelwie a las mazmorras de los barracones de los Valiente. Dos centinelas la acompañaban. El carcelero se cuadró ante ella al grito de “Capitana”.
Eleanna le devolvió el saludo y le dijo: “carcelero… órdenes de la general Plumaluna. Tenemos que encerrarla en la mejor celda que tengas disponible… no debe faltarle nada y no consentiré maltrato ni ultrajes. ¿Está claro? Esta pareja de centinelas la vigilarán… se rotarán constantemente. Ya os llegará la hoja con los detalles.”
“Meridianamente claro capitana”. EL carcelero cogió las llaves y las guió por los oscuros pasillos de la prisión…
Ni Menelwie ni Eleanna dijeron nada mientras pasaban por delante de celdas llenas de maleantes o miembros de la horda capturados. Ni siquiera respondieron a los gritos que les dedicaban a ambas y a las centinelas. El carcelero daba golpes con su espada a los barrotes para mandarlos callar, con poco efecto.
Salieron de la zona de las celdas comunes y llegaron a una estancia que estaba extrañamente limpia e iluminada. El sol entraba por la ventana llena de barrotes de la celda y el aroma a mar… la ventana daba al puerto de Boralus. El carcelero la abrió, Menelwie entró con la cabeza alta en la misma… y se quedó de espaldas mirando hacia la ventana mientras el carcelero cerró con llave.
“Dejadnos un momento… por favor…” dijo Eleanna. Las dos centinelas asintieron y salieron junto al carcelero.
Eleanna se acercó a la celda y se abrazó a los barrotes. Comenzó a hablarle a la sacerdotisa:
“Menelwie… yo nunca he querido mal para tí…” La sacerdotisa no respondió, pero Eleanna siguió hablando
“Cuando intentas insultarme diciendo que tengo más en común con los sindorei que con nuestro pueblo… piensa que son ellos los que descienden de kaldoreis como yo, no al revés. Si no te gusta como soy yo… tampoco te pueden gustar ellos…”
Un dolor inaguantable le taladró de nuevo el cerebro. Esuchaba un ruido horrible, como miles de serpientes seseando al mismo tiempo. Cayó al suelo mientras se sujetaba la cabeza, intentando soportar aquel dolor, intentó gritar pero no le salía la voz:
“Mátala… SSSERVIRASSS… MÁTALA”…
Menelwie se giró y la vió retorciéndose de dolor en el suelo…
Tu y yo ya no estamos ahí
Joeeeee encima ya estoy en la mazmorra y no puedo salir a ayudar!!!Y Ele en el suelo!!! serás perra madrinaaaaa jajajaja
PD: tengo café de año nuevo con las amigas,luego sigo.
Sed buenos
Pues yo no pienso salvarle las nalgas a Shandris, así que os las apañáis vosotras. Yo me voy de compras así que el muerto para otro.
No lo pensó,si lo hubiese pensado quizás no lo hubiese hecho.Aun no tenía la suficiente confianza en sus poderes como sanadora.
Envolvió a Eleanna en una barrera protectora de luz y comenzó a sanarla con una mano mientras con la otra intentaba que reaccionase.
La palidez del rostro de la maga se acentuó un poco,pero no lo suficiente como para que dejase de retorcerse.Siguió curándola mientras rezaba a Elune.
-Por favor Diosa haz que lo que sea el mal que la atormenta se aleje de ella.Elune te lo suplico…
Un haz enorme de pura luz plateada descendió sobre ambas.Tal era la intensidad que por un momento solo se vio un resplandor blanco en toda la estancia.Elune seguía bendiciéndola.
Eleanna dejó de retorcerse mientras miraba confundida a su alrededor y a la sacerdotisa.
-Ele estás bien?-dijo intentando levantarla.
Unos gritos de alarma del piso superior dejaron la respuesta de la maga en el aire.
-Nos atacan!!-dijo la sacerdotisa,la horda se ha atrevido a entrar aquí?
Los guardias ya subían por las escaleras corriendo,estaban solas.
Eleanna aun medio confusa se dirigió a la puerta invocando una barrera de hielo a su alrededor.
-Sandris está en peligro!!-dijo la maga cerrando la puerta.
-Ele aun no estás bien,déjame ir contigo por favor-rogó Menelwie acercándose a los barrotes-prometo no escapar,no te odio Ele creeme,dejame ir a ayudar o no me lo perdonaré nunca.
(la pelota pa ti pelo estropajo)
Solo puntualizo un pequeño detalle. No es la Horda la que ataca. Intuyo que Menel lo dice por una suposición.
Menel lo dice porque sería lo mas…lógico? oyes gresca en el piso de arriba…pues es que…la culpa pa los hordos que tienen la culpa de todos los males de Azeroth
Pero qué dices,si hasta que no llegamos a Azeroth estabais más aburridos que una ostra…
Deberíais estar agradecidos, de no ser por nosotros estaríais todos de la mano saltando y cogiendo flores mientras el nene rey se peina la melena y se pone una margarita…
No puedo responderte a eso porque me estaría autospoileando.
Argent había retenido su primer impulso.Presentarse en Boralus de golpe,hubiese sido poco menos que un suicidio,y aunque le pesara,confiaba en que los kaldoreis normales(no la alcoholica), fuesen sino tolerantes,si al menos cautos con su amada y los gemelos.
Allí,en la cima del mundo,mientras el gélido viento golpeaba con saña,elaboró sus planes.Tenia que anticiparse a los movimientos de la maga,tan sólo la había visto un breve instante,pero los ojos de ella la delataron,era una fanática sin remedio,y había visto sus deseos de matarle en la mirada que le habia echado.
No sabía si los lazos que su amada tenía con ella,eran muy profundos,sin embargo…
No le había gustado su expresión,e intuía que en el futuro habría un enfrentamiento.No era su estilo,no obstante,aquella fanática Kaldorei quería hacerle daño a el y a su familia.Y eso era algo que el paladín no estaba dispuesto a consentir.
Tomo una decisión,la guarida de Purple,y su cerebro privilegiado,le venían de perlas en aquel momento.Un destello morado le llevó al alto de Krasus,desde allí,llamó a su dragón de la tormenta,y volo hasta Suramar…
Menaleth se encontraba dando vueltas por Suramar, su patria.Estaba paseando por la ciudad y se paró a comprar un poco de vino de arco.
Mientras bebía, sentado en un banco, pensaba sobre lo que Hême le había mandado.
Comenzó a expandir un hechizo de localización, para encontrar al hechicero que había encantado el anillo de Menelwie.
Sin embargo, encontró algo mejor: energía arcana en movimiento, casi igual que la del anillo.
Invocó a su sable nocheterna y alzó el vuelo.
Estaba en una montaña, oculto, cuando vio la fuente de la energía: un dragón de la tormenta llevaba a lomos a una figura.
Preparó un hechizo, lo dejaría casi sin maná, pero era importante.
Lanzó el haz de energía arcana y golpeó de lleno al dragón, que se tambaleó.
La figura que montaba sobre él movió la cabeza de un lado a otro, mientras el dragón se tambaleaba cada vez más.
Suramar se había convertido en un caos. Varios grupos de encapuchados estaban matando a cualquier elfo que se cruzara en su camino fuera de la ciudad. No importaba la raza o a la facción que pertenecieran. Cualquier elfo moría a sus manos al grito de “muerte a los orejas picudas”.
Un golpe mágico,casi derribó a la montura de Argent,un picado profundo y el paladín entró en el antiguo templo.
Tendría que liquidar algún arácnido,pero…No sabía de donde había partido el ataque,pero fuese quien fuese, tendría que bajar a buscarlo.Recordo que había un lugar,hacia donde podía dirigirse.
Había llegado el momento de jugar al escondite…
PD te lo admito por jugabilidad, cualquier hechizo de ataque de mago,tiene que tener el objetivo a la vista, a parte de que sería imposible que le pegases a alguien de tu facción.Eso sí te vas a llevar la del pulpo,si es que me encuentras…
Eso sí no os encuentran los encapuchados.
Ja! Unos encapuchados no podrán conmigo, y si no tendré que llamar a Hême para que les de una buena ración de “orejas picudas”
Inténtalo…podéis venir a buscarme,así pongo cara a esa turba de energúmenos que me andan buscando,porque la mujer más guapa del mundo se a enamorado del rubio…
Lo que es la envidia…
Una cosa Argent, yo no estoy bajo tierra, estoy en una montaña, por eso he podido lanzar el hechizo, porque te estaba viendo…
Lo digo por si bajas a buscarme y te cargas a algún nocheterna inocente XD