Mareas de venganza.Dos visiones del conflicto

No, luego o mañana la encuentro, es que tengo varios frentes abiertos ahora xD

Vale Ele sin problema, de igual manera ahora va mi post en el que Hême se entera de lo de Mena.

Hême apareció con un destello en Dazar’alor, y desde allí tomó el portal a Lunargenta.
Desde allí enfiló el camino a Tierras Fantasma hasta llegar a una casa remodelada en la que habitaba.
Hacía tiempo que no iba allí, y vio algo que lo sobresaltó. Bueno, más bien olió.
Era la fragancia de Suramar, de un portal. Provenía de su escritorio, y cuando se acercó vio un cristal arcano ensangrentado.
Tenía tallada una M estilizada, y lo identificó como el que usaba Menaleth.
Se le encogió el corazón de preocupación cuando cogió el cristal. En cuanto lo rozó el cristal emitió su último mensaje:
“Hême…no hay mucho tiempo.
He encontrado al paladín. Lleva un hechizo de localización en la gema de alma de la pechera. Supongo que así se comunica con la sacerdotisa, así que no se deshará de la gema.
El traidor me ha llevado a una trampa mortal, no escaparé de aquí.
Debes matar al paladín, debes… vengarme.
En este cristal podrás ver las coordenadas del sin’dorei en todo momento, al menos de la gema.
Por favor… castígalo. Hazle pagar. Pide ayuda a Gromdak si quieres, pero…hazle sufrir.
Adiós,amigo. Gracias por todo.”
Era la voz de Menaleth. Apretando el cristal contra su pecho, profirió un grito de puro odio dirigido a Argentsword.
-Tranquilo, Mena… Ese traidor pagará con creces lo que ha hecho…Gromdak y yo se lo haremos pagar…- murmuró Hême con tristeza.
Acto seguido hizo girar de nuevo su piedra y volvió a Orgrimmar a través del portal de Dazar’alor.
Mientras volaba hacia la casa de su amigo Gromdak, pensó en cómo reaccionaría.
Grom le tenía mucho cariño a Menaleth, porque había sido el tutor de su hijo en la escritura y la lectura. Pese a que podría haberlo hecho él mismo, no tenía tiempo, y agradeció a Mena por eso.
Llegó a la puerta y golpeó suavemente.
Su amigo abrió la puerta y el Illidari entró.
-Hême! Throm-ka.Qué te trae por mi morada?
-Verás… Menaleth ha muerto.
-Qué?! Cómo!?- respondió el orco mientras su hijo comenzaba a derramar lágrimas.
El orco se giró y le dijo:
-Orkra, escúchame. Menaleth reposará eternamente junto a sus ancestros, así que deja de avergonzarme llorando como un elfo de campo.
Su hijo asintió y Gromdak volvió a centrar su atención en Hême.
-Argentsword ha provocado su muerte al encerrarlo con un grupo de faldorei.
Gromdak soltó un grito gutural digno de su admirado Grommash y le dio un hachazo a la mesa, partiéndola por la mitad. Agarró una silla y la arrojó contra la pared, haciéndola astillas por el impacto.
-¡Maldito sea ese TRAIDOR!¡Va a sentir por qué me llaman Desgarrainferno en su propio CUERPO!¡Voy a hacerlo PEDAZOS!
-Y yo te ayudaré. Al final esa rata acabará empalada en las murallas de Orgrimmar, y tú podrás poner su cabeza en tu pared.
-Aka’Magosh, Hême. No vayas a hacer nada sin mí.
-Adiós, Grom. Cuídate. Si encuentro a esa rata te llamaré, y podré ver en directo la jugada con la que te ganaste tu apellido.
Gromdak asintió y salió a comprar una mesa y silla nuevas.
Hême alzó el vuelo y se alejó de allí, mientras pensaba:
-Eres una presa escurridiza, pero te cazaré. Si no lo hago yo, Grom lo hará. Prepárate, Argentsword.

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Ummm…hay un dispensador de números por ahí…
Creo que debes de coger número.Eres el último en llegar…así que supongo que cuando llegue tu turno,sólo quedarán pedacitos de mi…
:disappointed_relieved::disappointed_relieved::disappointed_relieved:

Ja! Los turnos son para Alianzos.
Yo llego a la batalla cuando quiero, mato a quien quiero y me voy cuando quiero.
Pfff… pasar tanto tiempo con alis te está afectando, Argent.

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Ya está el sobrao del dh gore espumeando por esa boca que pienso reventarle como le toque un pelo a mi sindorei…y por lo del Exodar que aun te la tengo guardada,cabeza de alce.
A mi no me mires,que lo de pasar tiempo con los alis es por sus hermanos XD
Y yo que tú empezaría a mirar a tu espalda que empiezas a tener mas cola que Argent XD

Me pido prime!!! y Ele esta vez no puedes negarme el turno :face_with_raised_eyebrow:

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A mi dejadme que estoy todavía con el cerebro medio frito xD

Eso es por la corona kaldorei,yo no me la puse,es lo único de la transmog que no me gusta,mira a ver que lo mismo Ashzara te habla por esas antenas juas XD
Lo se…soy una sacrílega,pero a estas alturas no es de extrañar,las pozas de Elune dan fe de ello XD

Pero mi coleta es bonita…

Es oficial, os nombro maestros del offrol :laughing: me he ido unas horitas por ahí y ¡Madre mía la de mensajes! XD

Yo he puesto un rol post en medio del gigantesco offtopic que nos hemos marcado.

Noah se encontraba de pie esperando cerca de la puerta de una taberna de los muelles gobernalle. Se encontraba junto a dos centinelas y las tres habían cubierto sus armaduras con trapos y harapos más propios de aquellos lares.

Noah estaba mirando a las personas que paseaban ajetreadamente por aquellos sucios callejones, cuando escuchó un pequeño silvido a sus espaldas. Se giró y allí estaba Einir.

“¿Qué has descubierto, nir?” Le preguntó.

“Se encuentra en la taberna. Está borracha como una cuba. Parece ser que si que fué una sacerdotisa de Elune tiempo ha, pero ahora está apartada de la orden… nadie sabe que le produjo ese trastorno que la cambió tanto de caracter… pero a priori no he encontrado nada que nos pueda hacer temer de que sea una espía…”

Noah asintió y les dijo a todas: “Recordad que de momento solo vamos amistosamente a sacarle información.Solo la detendremos en el caso de que confirmemos que tiene contacto con el enemigo, así que procuremos discrección”.

Las tres asintieron y Noah les hizo un gesto para que la siguieran dentro de la taberna.

Las cuatro entraron, y rápidamente todas las miradas se fijaron en ellas. Como era habitual con las kaldorei, toda clase de piropos barriobajeros pudieron escucharse a grito pelado. Los ignoraron, como de costumbre, vieron una mesa vacía y Noah les hizo una señal para que se sentaran. Acto seguido escudriñó a los parroquianos de la barra… fué facil de identificar, gracias a sus orejas. Había un asiento libre a su lado, así que Noah se acercó y se sentó junto a ella. Parecía borracha como una cuba a pesar de haber amanecido hacía poco.

“Ishnu-dal-dieb hermana. Soy la sargento Noah Estrellalunar del ejército de las centinelas. Me envía la capitana Eleanna Arroyoplateado a hablar con la hermana Meradiel LLuviargenta… ¿no la conocerás por un casual verdad?”

En ese momento, un tabernero enano con muy mala idea dió un golpe en la barra que sobresaltó a Noah y le dijo de muy malas maneras:

“Eh tía, aquí no se viene a cascar, sino a beber como bestias, a cascar vete a la placita con las viejas. O te pongo una bebida, o te piras zagala.”

Noah estuvo tentada de sacar su guja y ensartar la cabeza de aquel enano maleducado. Contuvo el arrebato y aprendiendo de las enseñanzas de su capitana pidió una jarra de cerveza de la mala.

“¿De la mala nena? Tengo una cerveza especial que…”

“La mala enano…”

El tabernero escupió al suelo y se fué a preparar la cerveza mientras que Noah volvió a fijar su mirada en la elfa borracha que había junto a ella a esperando una respuesta…

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Meradiel se había levantado al alba, y había ido enseguida a la taberna regentada por un enano a la que iba siempre.
Cuando entró, varios humanos y enanos borrachos le silbaron y le gritaron cosas indecentes al tiempo que hacían atrevidos gestos.
Ella se limitó a esbozar una pícara sonrisa y se sentó en la barra.
Pidió una cerveza, y cuando se bebió cinco ya estaba borracha. Pensó en su situación, que era ciertamente graciosa.
Hacía tiempo había sido una sacerdotisa de Elune, pero un día se adentró demasiado en el bosque y comenzó a oír susurros en su cabeza. Estaba asustada, pero se dejó atrapar por ellos. Desde entonces, había dominado las artes del vacío y las sombras.
Iba ya por la décima cerveza cuando tres kaldorei entraron en la taberna.
Iban vestidas con harapos andrajosos, pero tenía la suficiente experiencia como para saber que ellas no frecuentaban estos lares.
En 10.000 años había aprendido a defenderse, así que se puso en guardia por si acaso.
Una de las elfas se sentó junto a ella, y le preguntó por Meradiel Lluviargenta.
Sin embargo, el tabernero dio un golpe en la barra y le dijo que pidiera algo, ante lo que la kaldorei se sobresaltó. Meradiel soltó una carcajada y miró a la kaldorei, que pidió una cerveza.
Ante la mirada expectante de la elfa, Meradiel respondió:
-Meradiel Lluviargenta soy yo, pero no tengo el placer de conocerte, ni a ti ni a tus amigas- dijo mirando de reojo a las otras.-¿Por qué me buscabas?
Aguardó pacientemente la respuesta.

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Capítulo 2

La cara del asesino (parte 1)

Había un gran revuelo en la superficie cuando Tarixias y Eilea salieron de los Barrios Bajos. Tarixias reparó en la figura encapuchada que huía hacia el alto de Krasus entre el gentío; era el mismo hombre que había visto hacía unos días en la taberna clandestina. Sintió la tentación de seguirlo, pero Eilea se había adentrado entre la muchedumbre y Tarixias la siguió. Se abrieron paso hasta llegar a la primera línea, el cádaver de una quel’dorei yacía sobre el suelo. Eilea se arrodilló ante ella e intentó traerla de vuelta pero fue inútil; la vida de aquella elfa se había extinguido. La draenei no pudo evitar llorar aquella perdida, había tantas muertes en tan poco tiempo. Tarixias la levantó y la arrastró fuera de la muchedumbre lo más rápidamente posible.

Ya en el Salon Juego de Manos, Tarixias pidió un par de cervezas en la barra y las llevó a la mesa donde Eilea seguía sollozando.
-Bebe - dijo Tarixias.
-No bebo alcohol - respondió Eilea.
-Bebe - insistió Tarixias. Eilea, como la niña que obedece a su madre, dio un largo trago y poniendo cara de disgusto dijo: - Está amarga.
-Dime todo lo que sepas de ese “asesino de elfos” - reclamó Tarixias.
Eilea la miró circunspecta - Creo que es alguien que maneja muchos poderes - el gesto de Tarixias se volvió intrigado mientras Eilea continuaba con sus suposiciones - Encontré dos cadáveres estrangulándose el uno al otro y no creo que le hicieran por voluntad propia. Había una aura oscura en su tienda, creo que alguien los forzó de algún modo. Tal vez manipulando sus mentes. Había otros cadáveres apuñalados, con restos de quemaduras y otros con fuertes impacto de algún tipo de energía arcana…
-No conozco a ninguna criatura capaz de todo eso - interrumpió Tarixias - Quizás debieras plantearte la posibilidad de que fueran varios.
-¿Pero cómo podría varias personas colarse tan fácilmente en la ciudad?
-Quizás no se colaron y ya estuvieran dentro.
Eilea entristeció al oír aquello. - Eso significaría que el enemigo son de los nuestros.
-No tiene por qué - replicó Tarixias - No están persiguiendo solo a los elfos de la Alianza, también de la Horda.

Eilea permanecía en silencio mientras Tarixias no podía evitar relacionar todo aquello con el asesinato de aquella quel’dorei y aquel encapuchado que huía de la escena.

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Eleanna estaba todavía aturdida. Le dolía todo el cuerpo… los ataques eran cada vez más fuertes…

Miró a su alrededor intentando orientarse, instintivamente conjuró un escudo de hielo a su alrededor. Alguien le gritaba… escuchaba revoloteo afuera… “Nos atacan” escuchaba…

Había una elfa en la celda… “Menelwie” pensó conforme se fué aclarando la cabeza… le estaba diciendo algo:

En ese momento las dos centinelas que habían escoltado a Eleanna y a Menelwie entraron en la sala al grito de " Capitana, nos atacan".

Eleanna seguía aturdida, Menelwie esperaba una respuesta… comenzó a conjurar una invocación. Un elemental de agua y piedra se materializó a su lado. Miró a la sacerdotisa… y tras unos instantes dubidativa le dijo a las centinelas:

“Sacadla de la celda… acompañadla todo el rato, si quiere ayudar que ayude… pero vigiladla. Cuando acabemos con los asaltantes… traedla de vuelta”.

Las centinelas asintieron y se dirigieron hacia la celda para abrirla. Eleanna no esperó… salió de la celda y se dirigió a la salida de la prisión. “Parece que están asaltando el cuartel general de los Valiente”, así que se dirigiría allí nada más salir.
(OFF Menel a ti las centinelas te sacan pero están pegadas a tu cul0… tu decides que haces a partir de ahora si me sigues o vas a tu bola)

Salió a la plaza y vió un gran revuelo. Los soldados corrían en tropel hacia el cuartel general. Eleanna cogió a un humano del brazo y le preguntó “Soldado, ¿es la horda?”

“No lo sabemos capitana, pero se han infiltrado en la planta de mandos del cuartel general”.

“Shandris” pensó Eleanna… y se dirigió rauda hacia el edificio que estaba enfrente suya…

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OFF: Eilryia necesito que me des algo de info de los encapuchados… no sé ni de que raza son, ni que pinta tienen, nada. Nos tienes que explicar un poco…

Tienes libertad absoluta de creación en razas y clase porque las hay de todas. El único punto en común es un deseo sectario de acabar con los elfos. Aunque dado que está en Boralus, te recomendaría razas de la Alianza para no dejar mal, todavía más, a los vigilantes de la ciudad.

Entonces solo en común el anillo de las serpientes?

Eso es, es su símbolo. Uroboros; el ciclo eterno.

Yo llegue a pensar que eran nagas,una especie de venganza de Azshara,pero segun Eily caminan que no reptan.
Una especie de culto crepuscular con manía por los elfos?