Jo, me gustaría haber participado, pero ayer no tuve tiempo. Aún hoy me duele todo el cuerpo
No te preocupes, para la próxima.
Falta de costumbre
¿Pero no están todos muertos? XD
Lo sé, lo sé. Los informáticos no valemos para el deporte
Y yo, si la maga no me hubiese encerrado encantada de exterminar a los mata-elfos.En fin,ayer me quedé media hora más de raid para hacerles la pelota a Therazane y Vashj,así hoy he conseguido una raid de mañana mejor y puedo salir a comer con la family por ahí.
Sed buenos
Yo he matado a los que estaban en la cueva, si algunos se ha escapado o no estaba en ese momento en la cueva podéis matarlo si lo veis.
Y dale con la maga. La maga no tiene culpa de nada de lo que te ha pasado. Aprende a ser consecuente con tus actos…¡paria!
Guay, aunque sea pacifista, a gentuza así no me importa nada abrirle un tercer ojo en la frente
El paladin se despertó,la cabeza ya no le daba vueltas,aunque una persistente tos le golpeaba de manera esporádica. Pensó que aunque débil todavía, se encontraba mejor.
Un acólito se acercó con una pocion embotellada,mientras le recomendaba que debería de tomarla dos veces al día,y un saquito de hierbas aromáticas para realizar toma de vapores.
Les dio las gracias por las atenciones recibidas,y aunque débil salió por la puerta de la sede, pensando hacia donde iría ahora. De momento decidió desplazarse hasta Dalaran. Allí en su lugar favorito,podría acabar de recuperarse,mientras se dedicaba a pescar algo…
Llevaba todo el día siguiéndolas. Las dos kaldorei habían desayunado en los barracones junto al resto de soldados de la alianza y ahora habían salido a correr por boralus. Sabía que las centinelas mantenían un estricto régimen de disciplina… “por algo han sido siempre uno de los ejércitos mejor preparados de azeroth” pensó.
Valeera saltaba de tejado en tejado manteniendo las distancias… quería hablar con ellas, pero no las conocía directamente y puede que no la reconocieran como una sindorei amistosa a primera vista…
Sabía que habían desaparecido y que su maga… “¿cómo que tu maga Val? Espabila…” las había encontrado. No tenía ni idea de donde había ido Eleanna ni de lo que le pasaba… pero si alguien podía saber donde estaba… eran ellas.
Las centinelas apretaron el paso, entraron en el mercado de los vientos aliseos… Valeera seguía viéndolas con dificultad… cada vez le costaba más seguirlas por los tejados.
En un movimiento inesperado las centinelas entraron en un callejón. Valeera tuvo que reaccionar rápidamente, de un gran brinco saltó a la siguiente manzana, desde arriba escudriñó el callejón… pero las centinelas no estaban ahí…
“No puede ser” pensó… “pero ¿dónde?”. Mientras pensaba, saltó a la siguiente casa… pero un pescado impactó contra su cara desequilibrándola y haciendo que cayera en un toldo que se rajó, haciendo que aterrizara sobre un montón de bolsas de basura.
Mientras se incorporaba soltando improperrios en Thalassiano una de las centinelas le pisó el pecho y le dijo en darnassiano: “como te muevas te rompo el pecho sibilina y torticera sindorei”.
Aquella patada sorprendió a Valeera, sin embargo reaccionó rápidamente, con una pierna golpeó la pierna de apoyo de la kaldorei desequilibrándola al tiempo que de un salto se encaramó a su espalda y le colocó una daga en el cuello. Le dijo entonces en darnassiano “vuelve a decirme lo que me has llamado querida, me ha parecido entender que me insultabas”.
“Espera, Val” penso “había dos, dónde…”
No le dió tiempo a terminar el pensamiento, notó una fría daga en su cuello, mientras que le susurraban en darnassiano: “Suéltala ahora mismo sibilina y torticera sindorei, o vamos a comprobar cuanta sangre puede soltar un cuello rebanado de elfo de sangre…”
En serio? Esta impostora debería volver al colegio de picaros. Mira que dejarse pillar de esa manera.
Totalmente de acuerdo, lo primero que te enseñan es a no descuidar tu espalda…
Si es que… es lo que tiene ser una impostora.
Ninguno de los personajes que yo interpreto ha ido a vuestra escuela de powerrol… cuando no cobréis por la matrícula avisadme y los apunto
No soy yo quien la ha puesto por las nubes como pícara.
Valeera miró de reojo a la otra centinela y le dijo con sorna y en darnassiano “otra vez lo de sibilina y torticera… ¿no os conocéis otros insultos?”
No debió hacerle gracia el comentario porque notó como apretaba más el acero contra su cuello.
“Vale vale…” dijo Valeera liberando el cuello de la kaldorei y levantando las manos… al tiempo que dejaba caer un pequeño saquito oculto en su puño y cerró los ojos.
Al tocar el suelo, el saquito provocó un gran destello que cegó y desorientó por completo a ambas centinelas. Valeera, en un suave y rápido movimiento se zafó de la kaldorei al tiempo que saltaba por encima de ella agarrando su brazo y retorciéndolo de manera que soltó la daga. Se colocó detrás de ella y la empujó encima de la otra kaldorei… entonces apuntó a ambas con su daga y la que le había robado a la centinela.
Apenas habían recuperado la visión cuandocada una vio una daga apuntando sus respectivos cuellos…
Durante un instante mantuvieron sus miradas fijas en la sindorei… que finalmente les habló.
“Podéis estar tranquilas. Me llamo Valeera Sanguinar… y no soy vuestra enemiga”
Se guardó entonces su daga, le devolvió a la confundida kaldorei la suya y les ofreció una mano a cada una para ayudarlas a levantarse.
Las kaldorei se miraron durante un segundo y aceptaron la ayuda. Una de ellas habló:
“He oído hablar de tí Valeera… ¿por qué nos perseguías?”
“Estoy buscando a vuestra capitana Eleanna. Se ha marchado sola y creo que puede estar en un serio problema metida… confiaba en que pudierais decirme dónde ha ido”.
“Sabía que estaba en problemas Noah, te dije que…” le dijo Einir al tiempo que Noah le puso el brazo en el hombro para que no siguiera hablando.
“Yo soy la sargento Noah, y esta es la centinela Einir. La capitana nos dijo ayer que tenía que solucionar ciertos asuntos… pero por desgracia no dijo nada sobre su destino…”
Valeera torció el gesto ante aquella respuesta.
“Sin embargo…” añadió Noah recuperando la atención de Valeera “creo que sé quien podría ayudarnos…”
El día se le había pasado rápido entretenida haciendo cosas.incluso había cocinado un asado de carne con patatas de Kultiras que aún tenia en el banco de cuando había decidido aprender las recetas de la región.
Las cortinas nuevas no habían quedado mal,aunque se notaba que la costura no era lo suyo.
Había salido con Nieve a montar por la tarde por Cuna,el felino estaba encantado.Habían ido hasta la Roca del Sable y cuando vio a los congéneres de su montura tan libres,desmontó,le quitó la silla y lo dejó con ellos.Con un hechizo de levitación sobre la silla para que no se le hiciese pesada había vuelto paseando,sabía que antes del anochecer Nieve estaría montando guardia de vuelta en la puerta.Sin mucho más que hacer hasta la hora de la cena decidió darse un baño.
Cogió agua de la poza de Elune y la calentó al fuego de la chimenea mientras tomaba una infusión.Cuando el baño estuvo listo se deslizó en el agua y simplemente se obligó a no pensar en el juicio de los suyos.
Aquí vuelve a haber jaleo Al final no voy a poder responder nunca
¿Por qué?
El sol iluminaba las nítidas calles de Lunargenta cuando las triunfantes elfas regresaron a su hogar. Pero no era el regocijo el sentimiento predominante en aquella comitiva, ni siquiera el pesar por saber que entre las sombras les acechaba un enemigo aún más peligroso (Azshara y sus nagas llevan mucho tiempo ya siendo una amenaza) sino la desazón de saber que la madre de Xavia aún vivía. La habían considerado muerta desde el asalto de Arthas sobre Lunargenta y ahora había regresado como una elfa del vacío. ¿Cómo era eso posible?
Xavia no parecía afectada por aquella revelación pero siempre había sido muy estoica. Nunca mostraba sus sentimientos, nunca un ápice de debilidad. Se despidió de sus primas con un saludo cortés como siempre y puso rumbo hacia su domicilio. Xilandra observaba con intranquilidad como su prima se alejaba y desaparecía tras la esquina al final de aquella calle. - ¿Podéis llevar a Tarixias a las dependencias sanitarias? - dijo dirigiéndose a Alixandra y Sielendril cuando la silueta de su prima había desaparecido ya de su vista. Elixia, Ixylia y Eilea ya se habían despedido de ellas en aquella isla después de la batalla y habían regresado a sus hogares. Xylenia abrió un portal hacia Dazar’alor - Yo también he de volver a mis obligaciones - dijo mientras abrazaba a Eilyria (no la había visto desde que su hermana le encomendó la misión de vigilar a Sylvanas) - No vuelvas a hacer locuras - le susurró al oído. Aún esbozaba una sonrisa mientras desaparecía a través de aquel portal. Y así Xilandra y Eilyria volvieron a quedarse solas.
Hoy es día de roscón aquí. Somos 11 personas, 1 perro y 2 gatos
A mi me ha pasado al contrario Hae,me he tirado un rato que estoy muerta de tanta raid y al despertarme no había nadie,me he ac0jonao y todo
Y en un rato…de raid otra vez.Se me está haciendo larga la semana…pffff
Eso si jugar con tanto silencio mola mucho